6/4/20

HIDROBOLETÍN FENTAP 3447: PERÚ - La cruda cuarentena sin luz ni desagüe de los indígenas shipibos de Lima


Lunes, 6 de abril de 2020 – Año XIV – Edición 3447 – http://hidroboletinfentap.blogspot.pe
HIDROBOLETÍN FENTAP

La FENTAP informa:
·        PERÚ - La cruda cuarentena sin luz ni desagüe de los indígenas shipibos de Lima
·        PERÚ - Minam: Obtuvimos cifras óptimas de calidad de aire en Lima durante los primeros días de abril
·        PERÚ – Lima. Rotura de tubería afecta varias viviendas en VMT en plena inmovilización obligatoria
·        MUNDO - Tres mil millones de personas no tienen agua para combatir al Covid-19
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La cruda cuarentena sin luz ni desagüe de los indígenas shipibos de Lima
La llegada del coronavirus SARS-CoV-2, causante de la enfermedad del Covid-19, y la consecuente cuarentena obligatoria ha hecho que este grupo de shipibos originarios de la amazónica región de Ucayali, en el este de Perú, se acuerde todavía más de las constantes promesas incumplidas de vivienda digna de diversos estamentos del Estado desde hace más de seis años.   

Apenas a kilómetro y medio del Palacio de Gobierno de Lima existe una comunidad indígena muy particular, que ejemplifica las duras e implacables condiciones de la cuarentena obligatoria por el Covid-19 para millones de peruanos sin recursos ni servicios básicos.

Solo cinco minutos en automóvil desde la Plaza Mayor sirven para zambullirse de lleno en la cruda realidad de Cantagallo, el reducto donde subsisten un grupo de 250 familias de la etnia amazónica shipibo-konibo que hace unos 20 años llegaron a Lima para asentarse a orillas del contaminado río Rímac.

A pesar de estar tan cerca del poder político concentrado en el casco histórico de la capital peruana, alrededor de mil habitantes de Cantagallo viven ahora mismo sin luz, el agua la toman de dos caños que emergen de la tierra y tampoco tienen desagüe.

“Es una comunidad muy luchadora. Vino en busca de oportunidades en educación, salud y trabajo y se ha autogestionado social y económicamente sin el apoyo del Gobierno. Así ha luchado en el espacio que se ha ganado por derecho”, relató a Efe orgullosa la presidenta de la Asociación de Artesanos Shipibos Residentes en Lima (Ashirel), Karina Pacaya.

Promesas incumplidas

La llegada del coronavirus SARS-CoV-2, causante de la enfermedad del Covid-19, y la consecuente cuarentena obligatoria ha hecho que este grupo de shipibos originarios de la amazónica región de Ucayali, en el este de Perú, se acuerde todavía más de las constantes promesas incumplidas de vivienda digna de diversos estamentos del Estado desde hace más de seis años.

En esa infructuosa espera un incendio arrasó la hacinada comunidad en el 2016 y hace seis meses reconstruyeron sus casas con lo que tenían a mano. Reocuparon ese gran descampado de escombros tras esperar sin éxito más promesas que se esfumaron.

"De aquí nos querían sacar, y al volver hemos ganado nuestro derecho de posesión. Siguen queriendo sacarnos, pero sin un documento no nos vamos a mover", afirmó el presidente de la Asociación de la Comunidad Urbana Shipibo-Konibo de Lima Metropolitana (Acushikolm), Wilson Valle.

"Han hecho un estudio diciendo que el suelo tiene mucha contaminación de plomo y arsénico, un pretexto para sacarnos. En 20 años nadie se ha muerto aquí por eso. Ya no nos van a engañar. Ya no confiamos en el Gobierno", añadió.

Valle, que en shipibo se llama Kaimeni (el hombre que no cesa de hacer cosas buenas) se conformaría con un título de propiedad y un desagüe. "El resto lo haremos nosotros ladrillo a ladrillo. No queremos ser mendigos ante el Estado. Somos un pueblo indígena y luchador", recordó.

Vulnerables ante la pandemia

Sin nada más que cuatro maderas como paredes y un trozo de uralita como techo, las familias de Cantagallo se han visto confinadas en diminutas casas sin las condiciones mínimas de higiene, al carecer de desagüe y, por lo tanto, de una manera de librarse de sus aguas residuales.

"Sabemos que, para no contagiarnos, tenemos que lavarnos a cada rato y eso requiere mucha agua, pero la contaminación sigue porque no tenemos desagüe. No hay donde botar el agua usada. Con eso mojamos la calle", contó Pacaya, cuyo nombre en shipibo es Roninbiri (anaconda brillante).

Mientras la artesana conversa sobre la mesa donde elabora pulseras con motivos del arte shipibo como el kené, su hija lava los platos del almuerzo en una tina de plástico con un poco de agua que luego lanzará por la puerta a la tierra, como el resto de familias.

"Con esta epidemia estamos en una situación muy crítica, más que cualquier ciudadano de clase alta o media que está en su piscina y con todos sus servicios básicos totalmente garantizados", añadió Pacaya sin quitarse su mascarilla de la boca.

Sin baños en sus casas deben recurrir al aseo de un mercado ubicado a unos 300 metros, pero al que no pueden ir durante las noches, cuando rige el toque de queda en el país.

Estoicos y con mucho arte

Dos casas más allá está Olinda Silvano, la artista más reconocida del arte shipibo, en pleno trabajo de pintar sobre una tela una escena costumbrista de tres mujeres elaborando artesanías a la que acompaña con la leyenda "Eara xobo bane tai" (Quédate en casa), uno de los lemas para animar a la gente a respetar la cuarentena.

Mientras perfila las letras, Reshinjabe (mujer de plumas de colores), como le gusta que le llamen en su lengua, recordó que ha preferido permanecer con su gente a pesar de que en sus numerosos viajes al extranjero para difundir el arte shipibo le han ofrecido incluso una vivienda con taller para ella sola. "No quiero tener nada que no me haya ganado con mi esfuerzo", apostilló.

Con ese humilde espíritu atávico de resistencia que parece llevar en sus genes, Cantagallo mantiene estoico su reclamo de que dignifiquen sus viviendas con los servicios básicos.

Sin embargo, no por estar en la ciudad, Cantagallo es diferente al resto de indígenas de Perú, pues en la Amazonía solo el 13.4% de las 2,703 comunidades nativas censadas tiene acceso a la red pública de agua potable y apenas el 7.7% cuenta con desagüe.

La mayoría toma el agua de los ríos, que puede contener metales pesados producto de la minería ilegal, entre otras actividades, y a pesar de todas esas dificultades los nativos han acatado en masa la cuarentena e incluso han cerrado sus territorios, conscientes de que el Covid-19 puede causar estragos en ellos. https://gestion.pe/

(Foto: GEC)

LIMA PERÚ

Minam: Obtuvimos cifras óptimas de calidad de aire en Lima durante los primeros días de abril

El Ministerio del Ambiente (Minam) informó que durante los primeros días de abril obtuvieron cifras muy inferiores a la medición del contaminante del aire PM 2,5 (material particulado fino) respecto a anteriores años en Lima, transcurrida la tercera semana de la declaratoria de emergencia dada por el Gobierno debido a la COVID-19.

En un comunicado, el portafolio explicó que según la emisión de los datos obtenidos de la estación de calidad del aire de San Juan de Lurigancho del Servicio de Meteorología e Hidrología del Perú (Senamhi), los primeros días de abril de 2020 se registraron entre 10 y 15 µg/m3 de PM 2,5 en el rango horario de las 8 de la mañana, en contraste de las 46 µg/m3 que se obtuvo en abril de 2019 y las 42 µg/m3 en abril de 2017.

El sector recordó que, pese a estas buenas cifras, durante la segunda semana de aislamiento se obtuvo la medición más baja de µg/m3 el pasado 25 de marzo. Este ligero incremento con respecto al mes anterior puede responder a un mayor flujo de personas por el cobro de los bonos del Gobierno, y en general por desobedecimiento de las medidas establecidas, por lo que esperan que con las nuevas restricciones disminuyan las concentraciones.

Actualmente, la calidad del aire en Lima-Callao se encuentra principalmente vinculada a las partículas finas contaminantes (también llamadas PM 2,5) pues son estas las que superan el valor Estándar de Calidad Ambiental (ECA) de aire con mayor frecuencia.

Los valores más relevantes se encuentran usualmente en Lima Este, esto es atribuible tanto por los tipos de fuentes contaminantes como por el movimiento de los vientos que suelen ir de mar hacia continente, llevando la mayor parte del material particulado hacia esta zona. https://rpp.pe/

Lima

Rotura de tubería afecta varias viviendas en VMT en plena inmovilización obligatoria

La rotura de una tubería esta madrugada, en plena inmovilización obligatoria, causó una inundación en la cuadra 5 del jirón Dos de Mayo, en la zona Vallecito Alto del distrito de Villa María del Triunfo. Varias familias resultaron afectadas.

Según el noticiero de 'Latina', la rotura se produjo en una zona alta y el agua bajó por el mencionado jirón, terminando empozada en la parte baja.

Una de las viviendas de la zona, perteneciente a la familia Villanueva, fue la más afectada, debido a que el agua inundó todas las habitaciones del inmueble.

Lo peor fue que el agua afectó gran parte de los víveres que la familia había adquirido el día anterior para alimentarse este domingo, día en el que nadie puede salir a la calle por la inmovilización obligatoria.

Voceros de Sedapal informaron que el personal técnico de la empresa controló el aniego de agua potable. Detallaron que se produjo a consecuencia de una rotura de tubería ubicada a la altura de la cuadra 737 de la avenida Castro y Virreyna.

Agregaron que, debido a los trabajos de reparación, se cerró el circuito del servicio de agua potable que abastece a la zona. El personal de la contratista ejecuta la limpieza y desinfección de los predios afectados y también se ha procedido a la activación del seguro para la respectiva evaluación. https://elcomercio.pe/

La rotura de la tubería se produjo en una zona alta. (Foto: Latina)

HIDROMUNDO

Tres mil millones de personas no tienen agua para combatir al Covid-19

La emergencia sanitaria a consecuencia del COVID-19 ha revelado la dificultad que padecen alrededor de 3 mil millones de personas en el mundo para acceder a este líquido vital, cuya escasez se agrava cada día debido a la crisis climática.

De acuerdo con el último Informe Mundial de Desarrollo de Aguas de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), en el planeta 2.2 millones de personas actualmente no tienen acceso a agua potable y 4.2 mil millones de la población total carecen de servicios sanitarios administrados de manera segura.

En México, el panorama no es diferente, pues 10.5 millones de familias carecen a diario de este líquido vital, lo que significa que una de cada tres casas registradas en el país no recibe agua todos los días.

Según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), el 25% de la población del país (8 millones 411 mil 920 personas) obtiene este recurso cada tercer día, una o dos veces por semana o de vez en cuando, mientras que el 7 por ciento restante (2 millones 085 mil 208 personas) debe conseguirla de otras casas, llaves públicas, pozos, ríos, lagos o mediante pipas.

A esta situación se suma el latente riesgo de contagio por COVID-19 que, hasta la fecha, suma mil 890 casos confirmados y cuya tendencia va en aumento.

La imagen de la gente esperando por una pipa de agua con la que habrá de llevar agua hasta sus hogares es un reflejo que se repite por toda Latinoamérica, Oriente Medio y el Norte de África, estas últimas las más afectadas por la escasez.

Apenas, hace un mes, el Servicio Autónomo Nacional de Acueductos y Alcantarillados de Honduras anunció que aumentaría de siete a nueve días la distribución de agua en aquel país, habitado por 1.5 millones de personas, debido a la escasez y a la falta de lluvias en la zona para rellenar los depósitos nacionales.

Sin embargo, en algunas de las ciudades hondureñas como Choluteca, donde el racionamiento de agua se ha extendido hasta por 20 días, debido a la reducción del caudal en el Río Grande, por lo que se ha tenido que destruir las bordas de empresas agroindustriales a fin de garantizar el suministro a las personas ante la emergencia.

Lo mismo ocurre en Perú, uno de los 20 países más favorecidos del mundo en cuanto a recursos hídricos, pero en el que ocho millones de personas no cuenta con agua potable, debido a la falta de infraestructura para su distribución.

En Chile, 400 mil familias dependen de una pipa para lavarse las manos pues no cuentan con acceso garantizado al agua y dependen de pipas para ser abastecidas del vital líquido.

Además, la actual emergencia sanitaria obliga a cada chileno a sumar a su gasto diario de agua el equivalente a una ducha de cinco minutos, es decir, de 60 a 80 litros extras en al menos 147 comunas que se encuentran en crisis hídrica.

La situación se agrava cuando el agua no puede ser garantizada para realizar servicios esenciales y de primera necesidad, como son los de salud pública y alimentación.

El agua, un derecho para todos

Ante esta situación, un grupo de expertos de la ONU ha advertido que la lucha mundial contra la pandemia tiene pocas posibilidades de éxito si la higiene personal, considerada la medida principal para prevenir el contagio, no está al alcance de todos.

“Dado que lavarse las manos con jabón y agua limpia es vital en la lucha contra el COVID-19, los gobiernos de todo el mundo deben proporcionar un acceso continuo a suficiente agua a las poblaciones que viven en las condiciones más vulnerables”, solicitaron los especialistas.

A la par, exhortaron a los gobiernos de todo el mundo a prohibir “de inmediato” los cortes de agua a las personas que no pueden pagar las facturas y considerar “esencial” la distribución de agua “gratuita” mientras dure la crisis derivada de la pandemia global de COVID-19.

“Se debe obligar a los proveedores tanto públicos como privados a cumplir estas medidas fundamentales”, aseveró.

El organismo internacional destacó que el acceso al agua está íntimamente relacionado con la brecha de desigualdad que azota a todos los países, pues mientras para las personas más privilegiadas, lavarse las manos con jabón y agua limpia es un gesto sencillo, para otros representa un lujo que no pueden permitirse.

“Las personas que viven en asentamientos informales, las personas sin hogar, las poblaciones rurales, las mujeres, los niños y niñas, las personas mayores, las personas con discapacidad, las personas migrantes, las personas refugiadas y todos los demás grupos vulnerables a los efectos de la pandemia deben tener un acceso continuo a agua suficiente y asequible”, subrayó el grupo.

Sólo así, advirtió, se podrán cumplir las recomendaciones de las instituciones sanitarias de mantener estrictas medidas de higiene.

Además, expresó su preocupación por que las personas económicamente vulnerables se conviertan “en víctimas de un círculo vicioso”, ya que el aislamiento obligatorio las impide para trabajar y ganarse la vida, aumentando su imposibilidad de acceder a estos servicios básicos.

A esta demanda se ha sumado distintas organizaciones de la sociedad civil como Greenpeace en Chile, la Alianza contra la Pobreza Energética, en España; la Red Internacional Católica de Europa y Norteamérica, en Colombia; y otros más en México, quienes solicitaron a sus gobiernos garantizar el suministro de agua y la suspensión de recortes por falta de pago durante la contingencia.

Asimismo, pidieron considerar apoyos económicos o medidas extraordinarias para garantizar este servicio fundamental en la recesión económica que se avecina, una vez superada la pandemia.

Ante emergencia sanitaria, gobiernos garantizan el abasto de agua

En respuesta a la emergencia sanitaria, el gobierno español decretó el suministro de agua y saneamiento de aguas residuales como servicios esenciales para garantizar los niveles de salubridad e higiene ante la crisis sanitaria por COVID-19.

La medida busca garantizar el adecuado suministro de agua y su saneamiento, por lo que posibilita a las empresas y entidades a disponer de los “productos, sustancias y materiales higiénicos necesarios para garantizar que puedan llevar a efecto su labor con las máximas garantías de éxito”.

Lo mismo ocurrió en Colombia, donde el pasado 23 de marzo, el presidente Iván Duque garantizó el abasto de agua, luz y gas y anunció la reconexión de estos servicios a los deudores de todo el país en un lapso no mayor a nueve días.

El suministro de agua también fue garantizado por los gobiernos de Perú, Argentina y México, donde el presidente Andrés Manuel López Obrador emitió un decreto en el que exhorta a los estados y municipios que integran el Estado Mexicano a asegurar la prestación del servicio de agua potable, drenaje, alcantarillado, tratamiento y disposición de sus aguas residuales.

Esto, “a fin de garantizar el derecho humano al agua, ante la pandemia de enfermedad por coronavirus, debiendo suspender los procedimientos que pudieran tener como consecuencia la restricción parcial o total del suministro de agua potable”.

Por lo anterior, señala el decreto del Ejecutivo, instruyó a las dependencias y entidades de la Administración Pública Federal a coordinarse y brindar los apoyos necesarios para la instrumentación del decreto.

Resiliencia y emergencia climática

La pandemia por Covid-19 ha evidenciado la escasez del agua que se agravará con el paso del tiempo a consecuencia de la emergencia climática, que afectará su disponibilidad, calidad y cantidad necesaria para satisfacer las necesidades humanas básicas.

Aunado a ello, la frecuencia e intensidad crecientes de eventos extremos, como tormentas, inundaciones y sequías, agravarán la situación de emergencia en países que actualmente experimentan ‘estrés hídrico’ y generarán problemas similares en áreas que no han sido severamente afectadas.

Además, de acuerdo con especialistas, la mala gestión del agua y su privatización acentuará los efectos del cambio climático y en perjuicio de los derechos básicos de agua potable y saneamiento de miles de millones de personas en el mundo.

De ahí, la importancia del Objetivo de Desarrollo Sostenible 6, que forma parte de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible de la ONU, según el cual el acceso al agua potable y al saneamiento deben garantizarse para todos dentro de diez años.

Para lograrlo, indicó el organismo, es necesario que los gobiernos a nivel mundial adopten de medidas integradas de adaptación y mitigación para el cambio climático, que abarcan una combinación de opciones naturales, técnicas y tecnológicas, así como medidas sociales e institucionales para explotar sus consecuencias positivas y reducir las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI). https://www.24-horas.mx/


“Defender el Agua es Defender la Vida”
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