16/6/16

HIDROBOLETÍN FENTAP Jueves, 16 de junio de 2016 – Edición 2501

HIDROBOLETÍN FENTAP
Jueves, 16 de junio de 2016 – Año XI – Edición 2501 – www.fentap.org.pe

La FENTAP informa:
·        Perú - La serpiente de metal que envenena la Amazonía. Un reciente informe del Ministerio de Salud constata los niveles de contaminación producidos por los derrames de petróleo en la Amazonía nororiental del Perú: se ha encontrado mercurio y cadmio en la sangre y orina de los habitantes de Cuninico y San Pedro (Loreto) por encima de los niveles máximos recomendados por la Organización Mundial de la Salud. Desde hace 40 años el Oleoducto Norperuano atraviesa comunidades indígenas y a su paso ha ocasionado varios derrames de petróleo que han modificado para siempre la vida de la zona.
·        Perú - Acumulación de grasa deteriora redes de alcantarillado en Sullana. Limber Alberca de la EPS Grau dijo que esto se produce por el uso irresponsable del sistema en restaurantes, ubicados en el sector Santa Rosa.
·         Bolivia - El río Silala, un curso de agua internacional.
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 La serpiente de metal que envenena la Amazonía
Un reciente informe del Ministerio de Salud constata los niveles de contaminación producidos por los derrames de petróleo en la Amazonía nororiental del Perú: se ha encontrado mercurio y cadmio en la sangre y orina de los habitantes de Cuninico y San Pedro (Loreto) por encima de los niveles máximos recomendados por la Organización Mundial de la Salud. Desde hace 40 años el Oleoducto Norperuano atraviesa comunidades indígenas y a su paso ha ocasionado varios derrames de petróleo que han modificado para siempre la vida de la zona.  



http://ojo-publico.com/ - 15/06/2016.- Ander Ordoñez Mazumbite cree que el río siente. Cada vez que el pescador y cazador de la etnia kukama kumamira
habla de los derrames de petróleo ocasionados por el Oleoducto Norperuano, esa gigante infraestructura de metal que atraviesa como una serpiente el subsuelo de la Amazonía peruana, la memoria acompaña su relato. “El ducto cruza el río Marañón y como el río corre harto, el petróleo salía y salía, incluso llegaba a los arrozales, manchaba la tierra. Se veían hasta delfines muertos”, dice el indígena de 36 años, recordando uno de los primeros derrames que vio de niño en su territorio.

Ordoñez tenía 4 años cuando la primera estación del oleoducto se instaló en 1976 en San José de Saramuro, localidad ubicada en el distrito de Urarinas, en la región Loreto. Desde entonces el ducto, administrado por la empresa estatal PetroPerú, traslada todos los días miles de barriles de petróleo desde los pozos -operados ahora por Pluspetrol Norte y Peremco Petroleum Limited- ubicados en el corazón de la selva peruana, hasta la costa norte del Pacífico, en el puerto de Bayóvar de Piura.

Las tuberías recorren por debajo del territorio indígena un total de 854 kilómetros y solo en los últimos años han ocasionado 37 derrames por fallas en su infraestructura, según el Organismo Supervisor de Energía y Minas (Osinergmin). Entre el 2011 y lo que va del 2016 estas mismas roturas han provocado 20 emergencias ambientales en las regiones de Amazonas, Loreto y Piura.

La mitad de estas emergencias se han registrado en provincias amazónicas como Utcubamba, Condorcanqui, Bagua, Loreto y Datem del Marañon, zonas que albergan a cerca de 376.000 habitantes. El ducto atraviesa el territorio de 5 grupos indígenas amazónicos como los Awajún en el Amazonas, los Aguano, Candoshi-Shappra, Inga y Kukama Kumaria en Loreto.

Los impactos generados han acentuado la vulnerabilidad de las comunidades situadas en los alrededores del oleoducto. En Amazonas, donde se ubican el pueblo Awajún y Wampis, el 66% de la población menor de 18 años vive en situación de pobreza; y en Condorcanqui, una de las provincias afectadas por dos recientes derrames –el último de ellos ocurrido en el distrito de Imaza- las estadísticas muestran que la tasa de desnutrición crónica afecta al 56% de niños de 6 a 9 años.

En enero de este año, 2.000 barriles de petróleo inundaron las aguas de Imaza. Alrededor de 1.900 personas fueron afectadas. Cuatro meses después del derrame, el Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental (OEFA), supervisó la zona. La autoridad halló responsabilidad administrativa en Petroperú por incumplir las "medidas preventivas" dadas un mes antes y que exigían el mantenimiento inmediato e integral al oleducto norperuano.

LAS SECUELAS DEL MERCURIO Y CADMIO

En su casa de Cuninico, en la comunidad kukama ubicada en el distrito de Urarinas, en la región de Loreto, Flor de MaríaParaná es ajena a las deudas de la petrolera estatal que en junio del 2014 derramó cerca de 2.400 barriles de crudo y afectó cerca de 450 personas de su localidad. El destino de esta mujer de 42 años de edad depende de los azares del clima: con los ríos contaminados, las lluvias se han convertido en la única fuente de agua para el consumo humano. “El agua del río ya no sirve para tomar ni para cocinar”, dice Flor de María.

Un informe realizado en enero del presente año y publicado esta semana por el Ministerio de Salud constata el impacto de los derrames en las comunidades atravesadas por el ducto: en las localidades de Cuninico y San Pedro se halló presencia de metales en la sangre y orina de sus habitantes por encima de los niveles máximos recomendados por la Organización Mundial de la Salud (OMS).

De un total de 129 personas que participaron en la muestra, se encontró que el 50,5% y el 16,8% presentan elevados niveles de mercurio de cadmio, respectivamente. El Ministerio de Salud ha derivado el caso a la dirección regional de Loreto para evaluar los casos puntuales y coordinar visitas médicas en la zona.

Entre las breves recomendaciones planteadas por el Ministerio de Salud está la necesidad de incluir una evaluación psicológica a los pacientes debido a las altas concentraciones de mercurio encontradas. La presencia de este elemento es "tóxico para los sistemas nervioso e inmunológico", según la OMS.

Leer texto completo aquí http://bit.ly/1Uaa17c


HIDROREGIONES

Acumulación de grasa deteriora redes de alcantarillado en Sullana
Limber Alberca de la EPS Grau dijo que esto se produce por el uso irresponsable del sistema en restaurantes, ubicados en el sector Santa Rosa.  

aguas servidas

http://rpp.pe/ - 15/06/2016.- La EPS Grau de Sullana, en la región Piura, informó que se realizaron trabajos de limpieza y desatoro en buzones del sector denominado Cola de Alacrán con calle El Cóndor en urbanización Santa Rosa debido a la acumulación de grasa en las redes de alcantarillado.

Según el jefe zonal de Sullana, Limber Alberca, se presentó un atoro y desborde de aguas servidas en el mencionado lugar, producidas por el uso irresponsable del sistema en restaurantes, ubicados en las zonas aledañas.

Indicó que el vertimiento de grasa a las redes de alcantarillado, con el tiempo forman aglomerados muy compactos que impiden el libre paso de aguas servidas en las redes, originando atoros y olores desagradables, explicó Alberca Añazco.

La empresa de saneamiento sugiere a los dueños de estos establecimientos que por un tema de responsabilidad social, coloquen trampas de grasa en sus cajas de registro, para evitar en el futuro afloramiento de aguas servidas que ocasionen molestias y contaminación ambiental.

HIDROMUNDO

El río Silala, un curso de agua internacional

silala 1

http://www.lagranepoca.com/ - 16/06/16.- Inmediatamente anunciada la reciente y sorpresiva demanda chilena ante la Corte Internacional de Justicia de la Haya con el objeto de requerir que esa instancia “decida que el río Silala es un curso de agua internacional, cuyo uso se encuentra regido por el derecho internacional”, las reacciones bolivianas no se hicieron esperar, partiendo por el propio presidente Evo Morales quien, de inmediato, incorporó esa legítima solicitud de Chile a su persistente; pero errónea, batería de artimañas comunicacionales; las que, en todo caso, en nada aportan a los temas de fondo bilaterales que podrían beneficiar a su país.

Sin embargo, una opinión preocupante fue la del presidente del Senado de Bolivia, José Alberto González, quien, alejándose absolutamente de las condiciones definidas geográficamente para determinar la condición de un río, afirmó “que la demanda chilena ante La Haya por el río Silala será un desastre para el gobierno de Michelle Bachelet (…) pues el Silala es un manantial y no un río como plantea Chile” (emol, 08/06/2016), olvidando -o desconociendo quizás- que las cabeceras de las corrientes naturales de agua pueden establecerse a partir de un manantial. Así, por ejemplo, ocurre con el río Columbia -cuyas aguas recorren 2.044 kilómetros a través de Canadá y Estados Unidos- a partir de una cabecera natural que, en parte importante, está integrada por manantiales existentes en el área de la Trinchera de las Montañas Rocosas, ubicada en la provincia canadiense de Columbia Británica.

Por su parte, es preciso recordar que, más allá de la doctrina geográfica que orienta la definición de un río, en los acuerdos posteriores a la guerra del Pacífico incorporados en el tratado de 1904 se considera, expresamente, al Silala como tal, condición que fue reconocida durante largos años por los propios geógrafos militares bolivianos al elaborar mapas o cartas oficiales donde se le consideraba como parte del sistema hidrográfico de ese país, hasta que en 1997, cuando se instaló en Bolivia una noción política distinta con respecto a la calidad del mismo, el Instituto Geográfico Militar de ese país se vio obligado a modificar la cartografía donde éste aparecía, generalmente sustituyendo la denominación de esas aguas por vertiente.

Ahora bien, siguiendo las expresiones de Andrés Jana, asesor del equipo jurídico de Chile en la Corte Internacional “lo que está en discusión es si las aguas del río Silala son un curso de agua internacional. El hecho que éste surja de una vertiente o de un manantial en ningún caso significa que no pueda ser un curso de agua internacional, por lo tanto eso es un argumento falso” (Canal 24 horas, 07/06/2016).

Sobre el centro de la cuestión antes señalada cabe recordar, además, que la Convención de Naciones Unidas sobre el derecho de los Cursos de Agua Internacionales para Fines Distintos de la Navegación establece que “por curso de agua internacional se entenderá un curso de agua algunas de cuyas partes se encuentran en Estados distintos” (artículo 2), lo que justamente ocurre con el río Silala, cuyo curso superior se encuentra en Bolivia y el curso inferior en Chile, desembocando finalmente en la cuenca hidrográfica del río Loa.

En consecuencia, los chilenos debemos tener la más plena seguridad, primero, que es propio de la naturaleza que los manantiales sean la cabecera de un número importante de ríos y, segundo, que en el caso específico del río Silala se trata de un curso de agua internacional, tal como Bolivia así lo admitía hasta la aplicación de su particular concepción de 1997, basada en un interés evidentemente político-comunicacional y lejos de los principios geográficos que regulan la denominación de los distintos accidentes fluviales que la naturaleza provee.

“Defender el Agua es Defender la Vida

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