24/9/20

HIDROBOLETÍN FENTAP 3565: PERÚ - Aprueban reglamento para prestar servicios de saneamiento en ciudades pequeñas. Se establecieron disposiciones sobre calidad del servicio, atención a usuarios y facturación; entre otros

 Jueves, 24 de setiembre de 2020 – Año XIV – Edición 3565 – http://hidroboletinfentap.blogspot.pe

HIDROBOLETÍN FENTAP

La FENTAP informa:

·     PERÚ - Aprueban reglamento para prestar servicios de saneamiento en ciudades pequeñas. Se establecieron disposiciones sobre calidad del servicio, atención a usuarios y facturación; entre otros  

·        PERÚ - Proyectos suman S/ 278 millones en obras por impuestos

·        PERÚ – Lima. Captan violento robo a trabajadores de SEDAPAL

·        ALERTA - Egipto contra Etiopía, ¿la primera guerra del agua?

________________________________________________________________

Aprueban reglamento para prestar servicios de saneamiento en ciudades pequeñas

Se establecieron disposiciones sobre calidad del servicio, atención a usuarios y facturación; entre otros precisó.   

La Superintendencia Nacional de Servicios de Saneamiento (Sunass) aprobó, a través de la Resolución Nº 029-2020-SUNASS-CD, el Reglamento de Calidad de la Prestación de los Servicios de Saneamiento en Pequeñas Ciudades, a fin de establecer las medidas que regulen las condiciones de calidad.

Este reglamento es de aplicación obligatoria a las unidades de gestión municipal y operadores especializados que brindan servicios de saneamiento en zonas urbanas que cuentan con una población de entre 2,001 y 15,000 habitantes, denominadas pequeñas ciudades, que se encuentren fuera del ámbito de responsabilidad de una empresa prestadora de servicios de saneamiento (EP).

También para los titulares de conexiones domiciliarias, usuarios y solicitantes de acceso a los referidos servicios en pequeñas ciudades.

Sobre la calidad de la prestación del servicio de saneamiento, el reglamento precisa que el prestador de servicios deberá implementar las acciones necesarias para realizar el control del proceso de tratamiento del agua, como elaborar e implementar el programa de control de procesos, controlar el caudal del agua que ingresa y sale de la planta de tratamiento, determinar la dosis y concentración óptima de los insumos químicos utilizados, entre otros.

Asimismo, en la planta de tratamiento de agua cuyo proceso unitario tenga como fin la remoción de sólidos (partículas y coloides), tales como decantación o sedimentación o filtración u otros, el prestador de servicios debe realizar el control de turbiedad y pH, color y parámetros críticos, en caso corresponda, y elementos que se agreguen en los procesos de tratamiento que puedan dejar algún residuo en el agua.

De igual forma, el prestador de servicios debe realizar el tratamiento del agua cruda utilizando insumos químicos, en los procesos que correspondan, de acuerdo con el tipo de planta y fuente.

Los insumos químicos no deben encontrarse vencidos, contar con registro sanitario vigente y deben almacenarse según las disposiciones establecidas en la Norma OS.020 del Reglamento Nacional de Edificaciones.

El prestador de servicios debe implementar las acciones necesarias para ejercer el control del proceso de desinfección, incluyendo como mínimo la determinación de la dosis óptima de cloro, con el propósito de cumplir con la cantidad de cloro residual en la red de distribución, según lo establecido por la norma de la materia.

Además, tiene la obligación de realizar el monitoreo de la calidad del agua después del proceso tratamiento, desinfección, almacenamiento y distribución del sistema de abastecimiento de agua para consumo humano.

El prestador de servicios que cuente con planta de tratamiento de aguas residuales (PTAR) debe controlar los procesos de tratamiento de las aguas residuales, con la finalidad de asegurar la calidad del efluente para su disposición final, además de operar y mantener en condiciones adecuadas las PTAR.

Asimismo, se prevé la obligación de los prestadores de servicios de asegurar la adecuada atención a los usuarios, garantizando un trato respetuoso y no discriminatorio, además del deber de informar, a través de medios de comunicación idóneos, sobre aspectos referidos a la prestación de los servicios de agua potable y alcantarillado sanitario, interrupciones, restricciones y las precauciones que se deben adoptar en situaciones de emergencia, caso fortuito o de fuerza mayor.

En el caso de que el prestador de servicios programe interrupciones, este debe informar a los usuarios con una anticipación mínima de 48 horas, el horario del corte, motivo y hora aproximada de restablecimiento del servicio. Del mismo modo, debe comunicar a la Sunass sobre estas situaciones, así como las acciones que ejecutará.

Respecto a su implementación, la cuarta Disposición Complementaria Transitoria del presente reglamento indica que en tanto la Sunass no fije las tarifas aplicables a la prestación de los servicios de saneamiento en las pequeñas ciudades, los prestadores cumplen con las disposiciones con cargo al cobro de la cuota establecida en los “Lineamientos para la regulación de los servicios de saneamiento en los centros poblados de pequeñas ciudades”.

Tales lineamientos fueron aprobados por Resolución Ministerial N°269-2009-VIVIENDA, con excepción de lo dispuesto en el capítulo V “Facturación y comprobantes de pago”. https://andina.pe/  


HIDROREGIONES PERÚ

Proyectos suman S/ 278 millones

El Ministerio de Vivienda, Construcción y Saneamiento (MVCS) tiene un portafolio de 277.88 millones de soles en proyectos de Obras por Impuestos que se encuentran con capacidad presupuestal y beneficiarán a un total de 126,977 habitantes, informó el titular del sector, Carlos Lozada.

“Este mecanismo mostró éxito en el sector saneamiento porque agiliza la ejecución de proyectos de inversión pública y tiene procesos simplificados”, indicó el ministro durante su participación en el seminario web Agua y saneamiento: inversión con sentido de urgencia y la oportunidad de las Obras por Impuestos, organizado por ALOXI.

Esa modalidad permite que el MVCS y la empresa privada trabajen de la mano para reducir la brecha de infraestructura en el país, indicó.

Se trata de un total de 20 proyectos que cuentan con opinión favorable sobre capacidad presupuestal del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), de los cuales cuatro se encuentran en fase de adjudicación o ejecución: reservorio y planta de tratamiento de aguas residuales (PTAR) de Antauta, Puno; servicios de agua y alcantarillado en Chinchero, Cusco; y servicios de agua, alcantarillado y PTAR en San Marcos y en Huarmey, ambos en la región Áncash. https://elperuano.pe/

 


LIMA PERÚ

Captan violento robo a trabajadores de SEDAPAL

En la tercera zona de Collique, en Comas, cinco delincuentes asaltaron a balazos a obreros de una empresa que presta servicios a Sedapal. Los ladrones golpearon y redujeron a los trabajadores y se apoderaron de sus pertenencias personales.

Además, se llevaron en un saco negro y costosas herramientas que servían para realizar cambio de tuberías. Los vecinos denunciaron que bajo esta modalidad asaltan a camiones repartidores de conocidas empresas. https://panamericana.pe/


HIDROMUNDO

Egipto contra Etiopía, ¿la primera guerra del agua?

A mediados de julio, sonaron las alarmas en las cancillerías del Cuerno de África después de que los medios etíopes anunciaran que se había iniciado el proceso para rellenar el depósito del Gran Embalse Etíope del Renacimiento (GERD, por sus siglas en inglés) en el curso del Nilo Azul, motivo de una vieja y agria disputa entre Egipto y Etiopía. Una acción unilateral de este tipo, advertían algunos expertos, podría desencadenar la primera “guerra del agua” de la historia entre Estados. Las negociaciones entre ambos países se hallan estancadas, y El Cairo siempre ha declarado que no aceptaría la puesta en marcha del proyecto sin un acuerdo previo. Horas después del estallido de la crisis, el Gobierno etíope se echó atrás, lo que abrió una oportunidad a una solución negociada al conflicto.

La disputa entre El Cairo y Adis Abeba por el agua del río Nilo se inició hace una década, con el anuncio de la edificación de la enorme presa, una de las más grandes de África y del mundo, pues ocupará una superficie de 1.800 km2 y su capacidad será de 74.000 millones de metros cúbicos. El principal uso del embalse será la generación de electricidad, un proyecto que el Gobierno etíope considera indispensable para desarrollar el país, en pleno crecimiento económico y demográfico. El GERD incluso le permitiría convertirse en un hub energético y exportar electricidad a sus vecinos. Egipto, por su parte, teme una reducción considerable del caudal del Nilo, que aporta al desértico país más del 90% de sus recursos hídricos.

Las negociaciones entre ambos países, en las que también participa Sudán, otro país afectado por el proyecto, han sido muy largas y tensas, marcadas por los portazos y desacuerdos. Por ello, El Cairo desconfía de la buena fe de Adis Abeba. “El Gobierno etíope aplica una política de hechos consumados. Parece que su intención es alargar las negociaciones y entretanto seguir construyendo la presa, y así no encontrar cortapisas en la gestión de la misma”, denuncia Nader Noureddin, profesor de Recursos Hídricos de la Universidad de El Cairo. Estas sospechas se han consolidado después de que Etiopía haya renegado del acuerdo tripartito alcanzado en febrero tras meses de negociaciones en Washington bajo la mediación de EE UU y el Banco Mundial.

La disputa entre El Cairo y Adis Abeba por el agua del río Nilo se inició hace una década, con el anuncio de la edificación de la enorme presa del Renacimiento, una de las más grandes de África y del mundo

Zerihun Abebe, miembro del equipo negociador etíope en la cuestión del embalse, rechaza categóricamente la acusación: “La negociación está fracasando por la falta de buena voluntad, egoísmo y codicia de Egipto. A diferencia de los movimientos unilaterales en el pasado de Egipto y Sudán, Etiopía se ha mostrado abierta a discutir y negociar un proyecto nacional como el GERD”. Alfonso Medinilla, investigador del think tank ECDPM, especializado en África, tampoco da credibilidad a la narrativa egipcia. “Las negociaciones han progresado mucho, y los puntos de discrepancia entre ambos países son solo unos pocos. No hay nada que indique que Etiopía no está negociando de buena fe. Creo que quieren también un acuerdo para deshacerse de las presiones de la comunidad internacional. La necesitan para desarrollarse”, opina el analista.

Las tres partes retomaron sus negociaciones a principios de junio, esta vez con Sudáfrica, que ostenta la presidencia rotatoria de la Unión Africana, como principal mediador. Una vez más, el proceso se halla estancado. Egipto está intentando intensificar la presión internacional sobre Etiopía involucrando al Consejo de Seguridad de la ONU, que ya trató el asunto en una reunión celebrada en junio, si bien no adoptó ninguna resolución. Uno de los pocos momentos de armonía entre los actores implicados fue la firma de una Declaración de Principios en 2015 que debía servir de marco para resolver el conflicto. No obstante, el documento era muy vago, y cada parte lo interpreta según sus intereses. Uno de los principales escollos ha sido la duración del proceso de rellenar el depósito del embalse, pero parece que se divisa un consenso alrededor un periodo entre cinco y siete años.

Más peliagudas son la cuestión de cuál debe ser el mecanismo de resolución de futuros conflictos en la gestión de la presa y, sobre todo, qué caudal mínimo debe recibir Egipto en caso de uno o varios años de sequía. Este último punto es crucial a causa del cambio climático. “Los estudios muestran que la desviación que describe la variabilidad interanual del flujo total del Nilo podría aumentar en un 50%, pero que eventualidades extremas como sequías e inundaciones se volverán más recurrentes”, escribe Ana Elisa Cascao en el capítulo dedicado al GERD del libro Conflictos sobre recursos naturales y el desarrollo sostenible.

Es peliaguda la cuestión de cuál debe ser el mecanismo de resolución de futuros conflictos en la gestión de la presa, y, sobre todo, qué caudal mínimo debe recibir Egipto en caso de un año o diversos de sequía.

Precisamente, según algunos expertos consultados, la politización del conflicto y el hecho de que haya inflamado los sentimientos nacionalistas en ambos países es uno de los principales obstáculos para una resolución negociada. “Los egipcios y el resto del mundo saben muy bien cómo hacemos la guerra cuando la situación nos obliga”, declaró recientemente el Birhanu Jula, el vice Jefe del Estado Mayor etíope, en respuesta a los tambores de guerra que resuenan en los mentideros de El Cairo.

En los años 90, tras el colapso de la URSS, hizo fortuna entre analistas y medios de comunicación la idea de que las guerras del futuro estarían motivadas por el control de los recursos hídricos en lugar de la ideología. Sin embargo, tres décadas después, aquel augurio no se ha materializado, y la cooperación internacional es la norma en la gestión de las cuencas transnacionales. No obstante, quizás el mundo nunca ha estado tan cerca de una “guerra del agua” como ahora. De momento, el régimen egipcio todavía apuesta por la vía de la presión diplomática de sus aliados, sobre todo Washington. A principios de mes, el Departamento de Estado anunció una suspensión de las ayudas a Etiopía, que podría ascender a 100 millones de dólares, para forzar a sus dirigentes a realizar concesiones.

Los escasos intercambios comerciales entre Egipto y Etiopía dificultan la búsqueda de soluciones imaginativas, ya que no permiten ampliar la negociación para incluir mecanismos de compensación a otros niveles. Por ejemplo, con la nueva superficie de regadío obtenida, Etiopía podría suministrar a Egipto a un precio subvencionado los alimentos que dejaría de producir por una reducción de su cuota de agua del Nilo en los años de sequía, que representa la gran manzana de la discordia entre ambos.

“La única cosa que podría llevar a Egipto de nuevo a la guerra sería el agua”, afirmó el presidente Anuar Sadat en 1979, tras firmar los acuerdos de Camp David con Israel. La cuenta atrás para evitar ese escenario está llegando a su fin, y el margen de maniobra del primer ministro etíope, Abiy Ahmed, ganador del Premio Nobel de la Paz en 2019, es limitado en un año electoral. “Creo que el tiempo límite para alcanzar un acuerdo es de dos meses”, advierte Noureddin. Aunque ambos países no tienen fronteras comunes, el conflicto podría ser a través de un actor subrogado, ya sea un Estado o una milicia. Egipto podría intentar desestabilizar Etiopía, inmerso en una convulsa transición, azuzando sus tensiones territoriales con Sudán, Eritrea o, sobre todo, Somalia, país con unas relaciones históricamente difíciles con Adis Abeba. https://www.elsaltodiario.com/

“Defender el Agua es Defender la Vida”

http://hidroboletinfentap.blogspot.pe 

No hay comentarios: