14/8/19

HIDROBOLETÍN FENTAP 3285: PERÚ – Lambayeque. “Vivienda debe remover a OTASS de Epsel porque su administración fracasó”. De los 61 millones de soles que transfirió el Ministerio de Vivienda para mejorar las condiciones de Epsel, solo se ha ejecutado el 5% y el 25% está comprometido


Miércoles, 14 de agosto  de 2019 – Año XIV – Edición 3285 – http://hidroboletinfentap.blogspot.pe
HIDROBOLETÍN FENTAP

La FENTAP informa:
·        PERÚ – Lambayeque. “Vivienda debe remover a OTASS de Epsel porque su administración fracasó”. De los 61 millones de soles que transfirió el Ministerio de Vivienda para mejorar las condiciones de Epsel, solo se ha ejecutado el 5% y el 25% está comprometido
·        PERÚ - Se inicia paro contra el proyecto Quellaveco en la región Moquegua
·        PERÚ - Loreto: derrames de petróleo exponen el abandono de las comunidades indígenas
·        FRANCIA - Comenzaron las labores para limpiar el plomo en los alrededores de Notre Dame de París
________________________________________________________________

“Vivienda debe remover a OTASS de Epsel porque su administración fracasó”
De los 61 millones de soles que transfirió el Ministerio de Vivienda para mejorar las condiciones de Epsel, solo se ha ejecutado el 5% y el 25% está comprometido.   

https://larepublica.pe – La falta de eficiencia en la ejecución de gasto, los problemas del sistema de saneamiento, el riesgo que existe en la obra de agua potable y alcantarillado en los 12 pueblos jóvenes ubicados en la carretera al distrito de Pomalca, ponen en jaque al Organismo Técnico de la Administración de los Servicios de Saneamiento (Otass), afirmó el secretario general del Sindicato de Trabajadores de la Entidad Prestadora de Servicios de Saneamiento de Lambayeque (Epsel), Sandro Olivos Peña, quien exigió el retiro de dicha administración de la EPS.

“A más de dos años de la intervención de Otass con el Régimen de Apoyo Transitorio (RAT) no hay resultados positivos en la empresa, pues fracasó. Los usuarios son los principales perjudicados”, enfatizó.

Acciones. Olivos pidió mejores resultados en Epsel.

Asimismo, indicó que la administración de Epsel, de los 61 millones de soles que transfirió el Ministerio de Vivienda para mejorar las condiciones de Epsel, solo ejecutó el 5% y el 25% está comprometido. “Es muy poca la inversión, es un mal mensaje para todos”, remarcó.

También indicó que Epsel no ha previsto el pago de tres millones de dólares a la empresa Pomalca por el paso de servidumbre para la obra de saneamiento de los 12 pueblos jóvenes.

Líneas seguidas dijo que el Ministerio de Vivienda debe remover a Otass de la entidad a fin de que se elija a nuevos representantes.

HIDROREGIONES PERÚ

Se inicia paro contra el proyecto Quellaveco en la región Moquegua

El actuar intransigente de seguidores antimineros contra Tía María en Arequipa ha llevado a que otros radicales sigan su mal ejemplo e inicien ayer un paro indefinido en oposición al proyecto Quellaveco en la región Moquegua.

En el primer día de paralización, se registraron incidentes de violencia. Según información del portal moqueguano Radio Americana, después del mediodía en el centro poblado de Tumilaca, se registraron enfrentamientos entre la Policía y agricultores que bloquearon con piedras y llantas quemadas la carretera Binacional que es usada por la mina de Quellaveco.

Según el prefecto de Moquegua, Mariano Velásquez, la Policía lanzó bombas lacrimógenas contra los manifestantes para desalojarlos. Luego de dos horas, el tránsito fue restablecido.

Según fuentes de Perú21, al menos cinco personas fueron arrestadas. Dos de ellas resultaron heridas e ingresadas a un local de Essalud.

Además, hubo concentraciones en la ciudad de Moquegua como el parque Dos de Mayo, Parque del Maestro y el óvalo José Carlos Mariátegui. Empero, el comercio, las clases y el transporte público funcionaron con total normalidad.

LAS MISMAS PRÁCTICAS
Así como el paro es azuzado en Arequipa por el gobernador Elmer Cáceres, en Moquegua lo hace el gobernador Zenón Cuevas, quien acusa a la minera de incumplir acuerdos: no haber contratado mano de obra y negocios locales, la falta de inversión en el Fondo para el Desarrollo, y la contaminación del río Moquegua.

Anglo American emitió un comunicado negando todas estas sindicaciones. Aseguran que el río Moquegua no es afectado por sus actividades, y que 4,964 empleados pertenecen a esa región. Además, expresaron su voluntad de diálogo en este nuevo conflicto que surge en el sur del país. PERÚ 21

Quellaveco

Loreto: derrames de petróleo exponen el abandono de las comunidades indígenas

Olguín Macedo Kayap, 37, había salido a pescar cuando vio una mancha negra que se aproximaba por un caño que se une con una quebrada cercana a su comunidad. De inmediato regresó para alertar a sus compañeros y volvieron con baldes para evitar que el crudo llegue hasta las viviendas.

Era la mañana del 18 de junio y en Nuevo Progreso, un pueblo indígena awajún situado en la Amazonía norte de Perú, a pocos kilómetros del pequeño poblado portuario de Saramiriza, en la región de Loreto, el petróleo se filtraba por una tubería que cruza las tierras de la comunidad, contaminando el arroyo que usan sus habitantes para beber, cocinar y lavarse.

Petroperú, la compañía estatal que opera el oleoducto, dijo en ese momento y como en otras oportunidades que el derrame estaba ligado nuevamente a un acto de vandalismo. A la comunidad esta versión no la convenció y no permitió que comenzaran las labores de limpieza hasta que los representantes de la fiscalía realizaran una inspección en presencia de sus líderes.

La diligencia fiscal estuvo originalmente programada para el 9 de julio, sin embargo, Petroperú decidió posponerla por la protesta de varias federaciones indígenas de la zona autodenominadas Comunidades Indígenas Afectadas por la Actividad Petrolera.

Tres días antes, el 6 de julio, cientos de manifestantes se habían apoderado de la estación de bombeo Nº 5 de Petroperú, cerca de Saramiriza, y según la empresa estatal no se podía garantizar la seguridad de los inspectores. Nuevo Progreso optó por no participar en la protesta ni en la toma de la estación, porque los líderes de la comunidad ya estaban en una mesa de diálogo con representantes del gobierno nacional.

Han pasado dos meses desde que el derrame fue reportado y el olor a petróleo aún se deja sentir en la quebrada, allí donde una barrera color naranja trataba de contener semanas atrás el avance de una mancha negra. Las familias entonces trataban de reunir el agua de la lluvia para atender sus necesidades, pues salvo por una entrega inmediatamente después del incidente, Petroperú no les había hecho llegar agua embotellada, aduciendo que no es su política cuando se reporta un daño deliberado al oleoducto. A pesar de la declaración de emergencia sanitaria en el distrito, ninguna entidad del estado llevó agua a Nuevo Progreso.

 “Siempre traíamos agua de la quebrada para cocinar y para lavar”, cuenta Yolanda Ukunchan Chayuk, una mujer de 58 años que vive en la comunidad desde antes de la construcción del oleoducto. Hoy confiesa, sin embargo, que no pueden recolectar las plantas comestibles y medicinales que crecen al borde del riachuelo, y que tiene miedo de comer pescado de la zona.

“Siento como si estuviera en una cárcel”, dice. “A pesar de que somos vecinos del oleoducto, no hemos sido atendidos.”

El derrame en Nuevo Progreso del 18 de junio fue uno de los tres registrados en los últimos meses cerca de Saramiriza, y uno de los más recientes en una serie de al menos 20 reportados desde junio de 2014 en el tramo amazónico del Oleoducto Norperuano, el mismo que transporta petróleo desde el norte de la Amazonía peruana a través de las montañas de los Andes hasta la costa del Pacífico.

La tubería, que tiene más de cuarenta años, forma parte de un conflicto complejo que combina asuntos relacionados con el medio ambiente, la economía y los territorios indígenas. Cada vez que ocurre un derrame, independientemente de la causa, salen a relucir las disparidades extremas entre los millones de dólares en ingresos petroleros bombeados de la región nororiental de Loreto, en las últimas cuatro décadas, y la vulneración de los derechos de las comunidades indígenas en cuyos territorios fue levantada esta industria.

Las demandas

Mientras los habitantes de Nuevo Progreso esperaban la llegada del helicóptero que transportaba a los funcionarios del Estado y representantes de la compañía, Sabino Escalante Suyu, el apu o presidente de la comunidad, enumeraba en una pizarra cada uno de los puntos que debían ser atendidos durante las negociaciones.

La palabra agua encabezaba la lista. Su fuente de suministro ha quedado inutilizable y esto los obliga a caminar al menos 20 minutos, por los senderos del bosque, para llegar al arroyo más próximo y volver a casa con pesados recipientes de agua, una tarea que generalmente recae en las mujeres y niños.

La segunda demanda: comida. Los pobladores que suelen atrapar los peces del arroyo saben que ahora necesitan un reemplazo, pues temen que la base de su dieta esté contaminada.

Los siguientes temas que apuntaba en la pizarra eran atención médica y educación, necesidades básicas que deberían ser atendidas por el Estado sin que exista un derrame de por medio.

Escalante esperaba también que los residentes de Nuevo Progreso fueran contratados para limpiar el petróleo vertido.

Estas exigencias forman parte de un descontento mayor que viene de años atrás, que alcanza a otras localidades y que persiste. Los derrames de petróleo les ofrecen a las comunidades la oportunidad de estar frente a frente con representantes del gobierno y presentar sus demandas directamente.

La protesta que condujo a la toma de la Estación de Bombeo Nº 5 de Petroperú, entre el 6 y el 20 de julio, arrastraba por lo tanto demandas de 2016, las mismas que plantearon las organizaciones indígenas cuando bloquearon el río Marañón.

Los pedidos de entonces incluían una inspección externa de la tubería deteriorada, el reemplazo de la infraestructura, la remediación tras 40 años de contaminación por petróleo en el Amazonas, una compensación por los daños causados, una ley de monitoreo ambiental y la conformación de una «comisión de la verdad» para investigar los impactos de décadas de operaciones petroleras mal reguladas en comunidades locales. EL COMERCIO

Derrame de petróleo en Nuevo Progreso

HIDROMUNDO

Comenzaron las labores para limpiar el plomo en los alrededores de Notre Dame de París

Las labores para descontaminar los alrededores de la catedral de Notre Dame de París comenzaron este martes, cuatro meses después de un incendio en el que se derritieron cientos de toneladas de plomo que se liberaron en la atmósfera.

La operación de limpieza comenzó este martes por la mañana en la calle de la Cité, en pleno corazón de París, que fue cerrada a los transeúntes y a la circulación vehicular, según la AFP.

Un total de 10.200 m² serán descontaminados mediante una serie de técnicas. El proceso consiste en aspirar el pavimento, luego fregarlo con un producto tensioactivo y finalmente utilizar una manguera de alta presión para enjuagar el suelo y recuperar las aguas residuales.

En algunos tipos de piedras se utilizará un gel especial que se endurece al cabo de tres días y luego se retira, llevándose consigo las partículas nocivas.

Al final de la operación de limpieza, que durará hasta el 23 de agosto --antes del inicio del curso escolar en septiembre-- se realizará un control para verificar que fue eficaz. NTN24.COM


 “Defender el Agua es Defender la Vida”
http://hidroboletinfentap.blogspot.pe

No hay comentarios: