Jueves, 15 de septiembre de 2022 – Año XV – Edición 4051 – http://hidroboletinfentap.blogspot.pe
Moquegua: pobladores de Tumilaca
consumen agua contaminada con metales y bacterias
El próximo 29 de octubre se cumple un año desde que el sistema de abastecimiento de agua del valle de Tumilaca fue declarado en emergencia por el Gobierno Regional de Moquegua debido a la presencia de aluminio y hierro por encima del límite permisible para el consumo humano, así como de coliformes (bacterias). Los pobladores aún esperan que las autoridades implementen la infraestructura adecuada y ejecuten el plan de acción presentado por la Dirección Regional de Salud Moquegua
David Alvarado sale casi diario a la radio local a
denunciar la contaminación del agua que toman en el valle moqueguano de
Tumilaca, conformado por tres centros poblados. La Municipalidad de Samegua les
provee de agua, pero David afirma que no ha tomado ninguna medida para atender
la emergencia. “Acá, pagamos por el servicio de agua y, ni siquiera, recibe
tratamiento. Siguen distribuyéndola directamente del río, pese a que ya no es
apta para el consumo humano, porque sobrepasa los límites máximos de aluminio,
hierro y bacterias”, cuenta el dirigente del centro poblado El Común.
El valle de Tumilaca se encuentra entre Samegua y Torata,
distritos de la provincia de Mariscal Nieto, en la región Moquegua. Su
población consume agua captada del río Tumilaca, que es la continuación del río
Asana. Algunas características del río Tumilaca, como el nivel de turbidez y de
aluminio y hierro, han superado los valores máximos establecidos en el
Reglamento de la Calidad de Agua para Consumo Humano del Ministerio del
Ambiente (Minam).
Una muestra tomada por la Gerencia Regional de Salud de
Moquegua, analizada en 2020, arroja 1,68 miligramos de aluminio por litro
(mg/L) en el agua de consumo del centro poblado El Común; el límite máximo
permisible es 0,2 miligramos.
De acuerdo con el coordinador del laboratorio de
ecotoxicología de la Universidad Peruana Cayetano Heredia, Raúl Loayza, el
consumo de altas concentraciones de un contaminante, como el aluminio, puede
ser peligroso si la exposición es frecuente. Puede llevar a mostrar, a largo
plazo, algunos síntomas de intoxicación crónica relacionados con un mal
funcionamiento fisiológico, así como tener efectos renales, estomacales o
neurológicos.
El análisis de la muestra de agua tomada por la Gerencia
Regional de Salud de Moquegua también revela la presencia de coliformes y
coliformes fecales que sobrepasan los parámetros de calidad. “Son un tipo de
bacterias cuyo origen, en general, es el tracto digestivo. La presencia de
coliformes en el agua puede deberse a heces de animales o del ser humano, desagües,
residuos domésticos, entre otros. Las heces también suelen tener huevos de
parásitos o gusanos, lo cual resulta altamente infeccioso. Las poblaciones que
consumen aguas poco saludables toman una carga tan alta de coliformes que les
puede causar problemas estomacales crónicos”, explica Raúl Loayza.
La presencia de estas bacterias indica las condiciones del
agua y la existencia de otras bacterias patógenas. Una alta cantidad refleja
una calidad baja del agua. La norma de los Estándares de Calidad Ambiental
(ECA) señala que los coliformes deberían ser 0, pero en el agua del río
Tumilaca han llegado a 105 UFC. (unidades formadoras de colonias) por
mililitro.
Al igual que los pobladores del valle de Tumilaca, David
Alvarado es agricultor y, desde hace unos años, ya casi no ve peces en la
cuenca, cuando antes había truchas, bagres, pejerreyes, hasta camarones. Según
el ingeniero Ricardo Huamaní, la cantidad de vida animal y vegetal que hay en
el agua está relacionada con el nivel de oxígeno disuelto que hay en ella;
cuanto más haya, la calidad del agua es mejor.
En el río Tumilaca, el índice de oxígeno disuelto es casi
la mitad del mínimo permisible: el límite inferior es 5 y su agua contiene solo
2,64 miligramos de oxígeno disuelto por cada litro en una muestra tomada el año
pasado por la Entidad Prestadora de Servicios de Saneamiento Moquegua (EPS
Moquegua) y la Contraloría General de la República, para determinar si la
captación de dicho río cumple con los Estándares de Calidad Ambiental.
La declaración de emergencia del agua en la comunidad de
Tumilaca considera al valle en la jurisdicción del distrito de Samegua, cuyo
municipio les provee el recurso hídrico. Sin embargo, la Municipalidad de
Torata tiene más contacto con la población de Tumilaca. Algunos informes y
notas de instituciones públicas, como el Ministerio del Ambiente o la
Defensoría del Pueblo, consideran al valle como parte de Torata. El dirigente
David Alvarado afirma que alrededor del 90% de los pobladores vota en dicho
distrito pero que, desde hace años, tienen un problema con la demarcación
territorial.
Si bien ambas municipalidades se han reunido con los
pobladores de Tumilaca reiteradas veces, para dialogar acerca del problema de
saneamiento y salud en el valle, no ha habido ninguna acción concreta. A
finales de 2019, el Ministerio de Vivienda, Saneamiento y Construcción y el
alcalde de Samegua acordaron la construcción de una planta de tratamiento de
agua potable para enero de 2020; hasta hoy no se realiza esta obra.
Junto con la alerta roja del agua, la Dirección Regional de
Salud de Moquegua elaboró un plan de acción de tres etapas, que debió ser
ejecutado por la Municipalidad de Samegua en un plazo máximo de un año. El
dirigente David Alvarado afirma que no han cumplido con la segunda fase, que es
la implementación de filtros de agua.
Convoca.pe intentó comunicarse con el alcalde de Samegua,
el arquitecto Alonso Aragón, pero no recibimos respuesta, al igual que con la
Dirección General de Intervenciones Estratégicas en Salud Pública del
Ministerio de Salud.
Desviación del Asana
Desde 2018, el río Asana, del cual se abastecen los
pobladores de Tumilaca, no sigue su curso natural porque en parte de él se
encuentra el proyecto minero Quellaveco. La empresa Anglo American construyó un
túnel de ocho kilómetros y una barrera de 50 metros para desviar el río y que
este bordee la infraestructura hasta retomar su camino natural hacia Tumilaca.
Dicho proyecto se divide en dos etapas: cuatro años para la
construcción, que empezó el 2018; y la fase operativa -explotación de cobre y
molibdeno por 36 años, la cual está prevista para iniciarse a fines de este
año.
Anglo American es una compañía minera inglesa, cuya sede
central está en Londres. Opera en 15 países, entre los cuales están Chile,
Brasil, Australia, Finlandia, Sudáfrica y Singapur. La inversión total de la
empresa en el yacimiento de cobre de Quellaveco es de 5 mil 500 millones de
dólares, según figura en la página web de la empresa.
Aunque Anglo American declaró que no utilizará agua del río
Asana, en uno de los acuerdos que estableció con las autoridades y la población
de Moquegua -antes de empezar a construir el túnel- señaló que solo usarán las
aguas excedentes que el Asana capta en épocas de lluvias y lo está cumpliendo.
Esto forma parte de los 26 acuerdos firmados como resultado de una mesa de
diálogo para analizar el problema hídrico, ambiental y minero, así como las
propuestas de desarrollo del departamento de Moquegua, la cual concluyó en el
2012.
Claudia Abad, especialista e ingeniera ambiental de
Sedapal, señala que cualquier derivación o trabajo en el agua impacta y
requiere de un análisis adecuado con un periodo de retorno alto, lo que quiere
decir que el caudal o la cantidad de agua que se está cambiando de lugar estará
dentro de los parámetros establecidos para evitar cualquier desastre natural.
“El periodo de retorno dependerá de los estudios y previamente la Autoridad
Nacional del Agua (ANA) debe autorizar el uso del recurso hídrico. De todas
maneras, se va a alterar el ecosistema, la flora y fauna, por lo que se tiene
que realizar un monitoreo de línea base que vea qué especies existen”, explica.
El pasado 25 de agosto la ANA, mediante una resolución
directoral, autorizó la última licencia de agua a Anglo American, la cual le
permitirá empezar operaciones, como tenían previsto. Con este permiso, la
compañía podrá utilizar las aguas superficiales de otros dos ríos de la región
(Vizcacha y Titire), mientras realice la actividad extractiva.
La Ley de Recursos Hídricos establece que el permiso del
uso de agua es indeterminado mientras subsista la actividad para la cual se
pidió. Bladimir Martínez, de la ONG Derechos Humanos y Medio Ambiente, parte de
la Red Muqui, advierte que este carácter indeterminado hace que las consecuencias
socioambientales se prolonguen, pues es posible que las compañías se expandan.
Fredy Cárdenas, otro agricultor de Tumilaca, se pregunta
cómo le han entregado la licencia a Anglo American, si su Evaluación de Impacto
Ambiental (EIA) ha sido modificada hasta cuatro veces, la última en 2015.
Además, recuerda que el Organismo de Evaluación de Fiscalización Ambiental
(OEFA) ha detectado infracciones ambientales cometidas por esta empresa: la
base de datos de Convoca Deep Data arroja nueve.
Una de las infracciones señaladas por el OEFA es acerca del
túnel por donde se desvía el río Asana. Al supervisar las instalaciones de
Quellaveco en febrero del 2019, se percató de que las dimensiones del ducto
eran distintas a las que el instrumento de gestión ambiental de la empresa
había establecido.
En los descargos, Anglo American señaló que no comunicaron
esta diferencia porque no tendría incidencia en el medio ambiente y las
variaciones eran insignificantes. Sin embargo, la ampliación de la longitud
implica un aumento del volumen de tierra removida, lo cual impacta directamente
en el suelo, de acuerdo con la resolución del Tribunal de Fiscalización
Ambiental, que le impuso una multa de 15.85 UIT (66 mil 360 soles).
Miembros del equipo de comunicaciones de Anglo American señalaron
a Convoca.pe que todas las observaciones han sido respondidas por la empresa.
“El diseño de Quellaveco está hecho para la protección del agua del río [...],
de ninguna forma, una observación o tema que vaya contra Quellaveco va a
contaminar el río, son detalles técnicos”, manifestaron durante una entrevista
concedida a este medio digital.
En agosto del 2019, los agricultores de Tumilaca junto con
los de otras comunidades campesinas vecinas iniciaron un paro contra la empresa
Anglo American y bloquearon la carretera Binacional. Tenían miedo de que el río
del que viven y cosechan se contamine.
David Alvarado participó en dicha protesta: “Nos quedamos
como seis, siete días consecutivos, en el puente Tumilaca, hasta conseguir que
las autoridades, los ministros, nos presten atención. Se hizo una mesa de
diálogo y unas reuniones posteriores, pero, al final, quedó nuevamente en
nada”. En esa oportunidad, ellos pedían la paralización del proyecto Quellaveco
(que estaba en construcción), el cierre de la mina Aruntani (Puno), entre
otros.
De acuerdo con un reporte de la Defensoría del Pueblo, de
finales de 2021, Moquegua es la cuarta región del Perú con más riesgo de
exposición de las personas a metales pesados, metaloides y otras sustancias
químicas: detalla que 90% (173 mil 818) de la población total está expuesta en
la región. Ante las alarmantes cifras de todo el país, el Ejecutivo aprobó un
plan especial multisectorial para las personas expuestas a estos elementos. Si
bien el presupuesto de Moquegua para Salud del 2022 es de poco más de 5
millones y medio de soles para el rubro de enfermedades no transmisibles,
apenas el 0.54% (30 mil 493 soles) está destinado al tamizaje y tratamiento de
personas afectadas por metales, según el Portal de Transparencia Económica del
Ministerio de Economía y Finanzas. Convoca.pe ha investigado la contaminación
por metales tóxicos en miles de peruanos y sus responsables en la serie de
reportajes Expediente tóxico.
Con todos estos antecedentes, los agricultores Fredy y David ya no quieren entablar más mesas de diálogo, ahora buscan reunirse directamente con las autoridades del gobierno regional y central. “A veces, algunos vienen, pero no asumen responsabilidades, no firman acuerdos, solo se presentan. Merecemos ser atendidos”, protesta David. https://convoca.pe/
HIDROREGIONES PERÚ
Ingeniero peruano implementa proyecto para que comunidad asháninka acceda a agua de manantiales
Los miembros de una comunidad nativa asháninka de Alto
Sondoveni, ubicada en la provincia de Satipo, región Junín, durante mucho
tiempo tuvieron que recolectar agua de lluvia y de ríos aledaños para poder
subsistir. Sin embargo, gracias al proyecto del ingeniero peruano Nicolás Pezet
Duarte, ahora pueden realizar actividades tan básicas como lavarse los dientes
y cocinar sin tener que caminar largos y agotadores trechos.
Este proyecto inició en el 2019, cuando Nicolás, quien
reside actualmente en Alemania, consiguió el financiamiento por parte de su
alma mater, la Universidad Técnica de Hamburgo. Un año después, en el 2020,
obtuvieron el apoyo técnico de la Asociación Technology without borders, una
ONG alemana que se dedica a ejecutar proyectos de energía, agua, salud y
educación en diferentes países del mundo, pero especialmente en África y el
sudeste asiático.
En total fueron 15 personas las que conformaron el equipo
que luego de tres años de exploración, lograron iniciar la construcción de la
nueva infraestructura el último 15 de agosto.
Alrededor de un mes duró la edificación de dos tanques de
captación de agua proveniente de un par de manantiales ubicados cerca al centro
poblado. Con la ayuda de los miembros de la comunidad se logró unir estos
depósitos a una cisterna de 5.000 litros a través de una tubería de dos
kilómetros y medio. Si bien este mecanismo no suministra agua potable, tiene la
ventaja de tener un flujo constante que permite a los vecinos llevar agua a sus
hogares, a la escuela o a la casa comunal.
Una misión con dificultades
La municipalidad de Satipo ya había intentado construir una
infraestructura para solucionar el problema del acceso al agua, sin embargo, no
se logró a concretar. Además, cuando Nicolás viajó a esta provincia de Junín,
se percató que la comunidad tenía más dificultades de las que había imaginado:
no contaban con luz, internet, carreteras asfaltadas y se percibía una
creciente deserción escolar.
En entrevista con La República, el ingeniero peruano comentó que, durante el tiempo en que duró el proyecto, su equipo se encontró con algunas trabas.
“La camioneta que nos había brindado la municipalidad de
Satipo no era exclusiva para nosotros, por lo que a veces la usaban para
cumplir otras tareas y nos dejaban en segundo plano. Sin embargo, fue
especialmente difícil motivar a los pobladores a seguir trabajando en el
proyecto, ya que ellos representaban la principal mano de obra. Era complicado
hacerles entender acerca del impacto a largo plazo que significaba obtener agua
de manera más sencilla”, explicó.
Pero, a pesar de esta resistencia inicial, en los últimos
días cambiaron de opinión: “Viendo la obra casi realizada, dejaron de lado la
posición escéptica que tenían al inicio. Ellos pensaban que habíamos llegado
solo a prometer y no a cumplir. Al final estuvieron muy agradecidos”, contó.
En búsqueda de financiamiento
La primera parte del financiamiento se consiguió a través
de la Universidad Técnica de Hamburgo. Con ese dinero inicial se logró hacer
los dos primeros viajes. La otra parte del dinero se obtuvo a través de la
fundación alemana Tools for life y una pequeña parte por parte de donaciones
particulares.
Un estudiante con un sueño
Nicolás Pezet Duarte decidió en el 2015, cuando tenía 20
años, viajar de su natal Lima hacia Alemania para estudiar Ingeniería de la
energía en la Universidad Técnica de Hamburgo. Se graduó en el 2020 y actualmente
está cursando una maestría en ingeniería industrial en la misma casa de
estudios.
“Yo conocí a Alto Sondoveni en un viaje que realicé en el
2017, cuando apoyé en una de las actividades que realizaba ONG Creciendo en la
escuela de la comunidad. Es importante resaltar que ninguno de los proyectos
que se postulaban a usar el fondo económico de la universidad eran de esta
envergadura internacional, por lo que fue un desafío bastante grande. Además,
fue complicado aprender a liderar un equipo, ya que esto lo inicié siendo
estudiante, pero siempre quise participar en un proyecto social y felizmente se
me dio la oportunidad”, relató. https://larepublica.pe/
Cinco proyectos deben ser priorizados en la provincia de Tumbes para el 2023
Cinco proyectos de inversión
pública son los que deberá priorizar la nueva gestión que asuma las riendas de
la Municipalidad Provincial de Tumbes (MPT) desde el próximo año.
En la resolución de alcaldía
N°167-2022-MPT-ALC, el burgomaestre Jimy Silva Mena resolvió aprobar los
acuerdos y compromisos del proceso de presupuesto participativo basado en
resultados para el ejercicio fiscal del año 2023 de la MPT.
Como segundo artículo en el
documento se precisa que, tras los talleres respectivos, los representantes de
la sociedad civil organizada realizaron una serie de propuestas para la
ejecución de obras públicas de las cuales se priorizaron cinco, las mismas que
suman un monto de inversión de S/ 8 millones.
Las obras
Hay tres proyectos que son de
saneamiento básico, uno que busca mejorar la función agropecuaria y otro del
sector Transportes.
Los de saneamiento son el
“Mejoramiento y ampliación del sistema de agua potable y alcantarillado de la
zona de expansión urbana del sector Nuevo Tumbes”, con un costo aproximado de
S/ 3 millones, además del “Mejoramiento de los servicios de agua potable y
alcantarillado en las calles Jacinto Seminario, José Antonio Encinas, José
Abelardo Quiñonez, Alipio Rosales Camacho y Alipio Ponce, del A.H. Alipio
Ponce”, con un valor referencial de S/ 2´055,228.
También aparece una obra similar
en la avenida Simón Bolívar, las calles Eloy Ureta, Elías Aguirre, Manuel
Prado, Pumacahua, entre otras del centro poblado Pampa Grande, con un costo de
S/ 1´538,707.
En Transportes está el
mejoramiento vial del A.H. Héroes del 41 y en el tema agropecuario figura el
mejoramiento del servicio de agua para riego en el sector quebrada Algarrobillo
y quebrada El Padre. https://diariocorreo.pe/
Piden la destitución del directorio y funcionarios de la EPS Seda Juliaca ante denuncias de irregularidades
El asesor jurídico del Centro
Comercial Nº 2 de la ciudad de Juliaca, Denis Anaya Sánchez, exige la
destitución de los integrantes del directorio de la EPS Seda Juliaca, como el
Gerente General, Manuel Zeballos Aroni y funcionarios involucrados en las
presuntas irregularidades y paralización de obras. También pide la intervención
de la Contraloría General de la República (CGR), Ministerio Público, Defensoría
del Pueblo y el Congreso de la República.
Anaya Sánchez remarcó que esta
institución debe reestructurarse por las diversas denuncias de irregularidades,
donde las autoridades no investigan adecuadamente, “no solo es la paralización
del proyecto del Programa de Medidas de Rápido Impacto (PMRI II), sino la
sobrevaloración de productos adquiridos”, dijo el dirigente.
Por otro lado, hizo llegar su
queja del pésimo servicio que brinda la empresa EPS Seda Juliaca con la dotación
de agua potable de dos a tres horas diarias y con la paralización del proyecto
del PMRI II medidas I, II, y III se atenta contra la salud de más de 400 mil
habitantes juliaqueños.
Finalmente, pidió a la población
estar atentos a las protestas y movilizaciones para hacer frente a los indicios
de corrupción, donde los candidatos deben plantear soluciones a la continuidad
de estos proyectos. https://www.pachamamaradio.org/
“Defender el Agua es Defender la Vida”