24/3/21

HIDROBOLETÍN FENTAP 3689: PERÚ - Marco Arana, Ollanta Humala y Julio Guzmán coinciden en que el agua no debe ser privatizada. Candidatos coincidieron en resaltar que hay un problema de injusticia hídrica y que este bien no se debe privatizar

 Miércoles, 24 de marzo de 2021 – Año XIV – Edición 3689 – http://hidroboletinfentap.blogspot.pe

HIDROBOLETÍN FENTAP

La FENTAP informa:

PERÚ - Marco Arana, Ollanta Humala y Julio Guzmán coinciden en que el agua no debe ser privatizada. Candidatos coincidieron en resaltar que hay un problema de injusticia hídrica y que este bien no se debe privatizar. Verónika Mendoza y George Forsyth no asistieron al debate  

PERÚ – Loreto. Indígenas peruanos exigen a canadiense Frontera limpiar derrames de petróleo

PERÚ - Huánuco: comadre de alcalde ejecuta millonaria obra en Yarumayo

PERÚ - Reactivación económica: cambios en la letra pequeña de la gran minería

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Marco Arana, Ollanta Humala y Julio Guzmán coinciden en que el agua no debe ser privatizada

Candidatos coincidieron en resaltar que hay un problema de injusticia hídrica y que este bien no se debe privatizar. Verónika Mendoza y George Forsyth no asistieron al debate   

En un debate sobre el derecho al agua y saneamiento, los candidatos presidenciales Ollanta Humala (Partido Nacionalista), Marco Arana, (Frente Amplio) y Julio Guzmán (Partido Morado) coincidieron en señalar que existe un problema de injusticia hídrica y que este bien no debe ser privatizado.

En el encuentro virtual, al que no asistieron Verónika Mendoza (Juntos por el Perú) ni George Forsyth (Victoria nacional), Marco Arana empezó precisando que en el país hay un problema de injusticia hídrica más que un problema técnico.

“Para el Frente Amplio, se trata de resolver el problema de injusticia hídrica, de implementar la protección de cabeceras de cuenca y que la Autoridad Nacional del Agua (ANA) deje de someterse a manejos de poder”, sostuvo desde Calca, en Cusco.

Cuestionó que las empresas agroexportadoras y mineras extraigan el agua con declaración jurada y buena fe y que para ellos no haya medidores de agua ni tarifas justas.

Recordó que en el Congreso dieron un primer paso para modificar la Constitución y declarar el agua como derecho humano. Lamentó que se haya aprobado su carácter progresivo.

Sobre la forma en que financiará sus proyectos, dijo que volverá coactivas las deudas tributarias de las grandes empresas y habrá un proceso de formalización para ampliar la base tributaria.

A su turno, y desde el Vraem, Julio Guzmán explicó que el manejo del agua fue parcial porque se pensó en consumo humano y el agro, no como recurso estratégico para los próximos 50 años.

“El potencial agroexportador y el ordenamiento territorial tienen que estar dentro de este nuevo enfoque integral multipropósito, y como derecho humano”, mencionó.

Tras afirmar que el agua es patrimonio del Estado, se pronunció por la reorganización de la ANA y dijo que las Empresas Prestadoras de Servicios (EPS) están muy politizadas.

Sobre el financiamiento de sus proyectos, Guzmán refirió que lo hará con reforma tributaria.

“Racionalizaremos las exoneraciones. Se utilizarán los fideicomisos. En Colombia se hacen los proyectos por fideicomiso”, alegó.

Asimismo, comentó que el agua industrial debe tener tarifas diferenciadas y que se hace necesario el subsidio cruzado del agua de consumo humano, para lo cual hay una solución técnica.

Por su parte, Ollanta Humala señaló que en Lima es indispensable avanzar los proyectos de saneamiento La Rinconada, Cajamarquilla y Pachacútec.

En cuanto a la corrupción que hay en la distribución del agua, afirmó que uno de los problemas son las Empresas Prestadoras de Servicios (EPS), que se han afirmado en las regiones con la ley de descentralización.

“Hay que revisar las 49 EPS, más Sedapal. Necesitamos evaluarlas y calificarlas por región, si no pasan, serán intervenidas por el Organismo Técnico de Administración de los Servicios de Saneamiento (OTASS), acotó.

Sobre los mecanismos de financiamiento, Humala aludió a la Ley MERESE que dio en su gobierno y que permitió a Sedapal recaudar 128 millones. También dijo que incentivará el uso del canon minero y redistribuirá el presupuesto de la República.

La clave

Cuestión. En el espacio para hacer preguntas al contendor, Marco Arana le cuestionó a Ollanta Humala qué hará para no volver a traicionar al pueblo como cuando prometió ‘agua sí, oro no’. El nacionalista respondió que no sabía de qué traición le hablaba. “De Echave fue el que dinamitó el acuerdo que hizo Goyo Santos y se armó el tole tole”, dijo. https://larepublica.pe/


HIDROREGIONES PERÚ

Indígenas peruanos exigen a canadiense Frontera limpiar derrames de petróleo

Cuatro federaciones de indígenas de la Amazonía peruana reclamaron este martes a la petrolera canadiense Frontera completar la descontaminación de numerosos derrames de crudo acontecidos en los últimos cinco años en el Lote 192, el mayor yacimiento de petróleo de Perú.

En una carta remitida al director ejecutivo de la empresa y a las autoridades canadienses, las organizaciones indígenas exigieron el cumplimiento de todas las obligaciones ambientales de Frontera, que hace un mes y medio concluyó sus operaciones en el yacimiento.

Los firmantes del documento representan a comunidades nativas de los ríos Pastaza, Corrientes, Tigre y Marañón, ubicados en Loreto, la mayor región de la Amazonía peruana, donde se encuentra el Lote 192.

Rubrican la carta la Federación Indígena Quechua del río Pastaza (Fediquep) y la Federación de Comunidades Nativas de la Cuenca del Corrientes (Feconacor).

También la Asociación Cocama de Desarrollo y Conservación San Pablo de Tipishca (Acodecospat) y la Organización de los Pueblos Indígenas Kichwas Amazónicos de la Frontera Perú Ecuador (Opikafpe).

MÁS DE 7.000 AFECTADOS

Según su misiva, cerca de 7.000 habitantes de más de 20 comunidades nativas se han visto afectados por daños ambientales ocurridos durante la etapa que el Lote 192 estuvo en manos de Frontera.

Desde 2015 hasta agosto de 2020 se registraron 83 derrames de petróleo en el Lote 192, de acuerdo con los datos recopilados en una investigación de la organización Oxfam y la plataforma Pueblos Indígenas Amazónicos Unidos en Defensa de sus Territorios (Puinamudt).

De ellos, el 72 % se debieron a corrosión de oleoductos o fallas operativas, lo que para las federaciones indígenas es responsabilidad directa de la empresa.

Las comunidades más afectadas fueron José Olaya, con 22 derrames; Antioquía, con 19; Nuevo Andoas, con 17; y Doce de Octubre, con 13.

Para los denunciantes, Frontera tampoco respetó los derechos humanos ni estándares internacionales" en sus relaciones con las comunidades nativas ubicadas en el área de operaciones del Lote 192.

Acusaron también a la empresa de incumplir la normativa nacional y de "utilizar algunas normas y términos de su contrato para legitimar malas prácticas".

LABORES INCONCLUSAS

Frontera culminó sus operaciones en el Lote 192 el 5 de febrero, tras vencerse el contrato temporal que suscribió inicialmente en 2015 por dos años pero que se extendió por diversas circunstancias.

El mismo día que anunció el cese de sus actividades en el Lote 192, Frontera aseguró que "ha honrado sus compromisos contractuales y continuará cumpliendo con sus compromisos sociales y ambientales".

La compañía, que aún tiene pendiente presentar su plan de abandono del lote, precisó en febrero que ya había descontaminado el 90 % de los puntos impactados por accidentes ambientales y que completaría estas labores en un periodo de tres meses.

Asimismo, la empresa señaló que ha cumplido con el 90 % de los compromisos con las comunidades nativas y "continuará ejecutándolos y cerrando los acuerdos pendientes hasta su total terminación".

Durante su periodo en el Lote 192, Frontera destacó haber generado más de 5.000 puesto de trabajo, entre directos e indirectos, y haber pagado al Estado peruano 250 millones de soles (67,2 millones de dólares) en concepto de canon minero y fondo social, así como regalías por valor de 1,7 millones de barriles de crudo.

En programas de responsabilidad social invirtió 32 millones de soles (8,6 millones de dólares) en salud, educación, desarrollo económico, infraestructura, fortalecimiento cultural étnico y desarrollo de liderazgo indígena, de los que se beneficiaron más de 8.400 habitantes de 19 comunidades nativas.

POZOS PARALIZADOS

Actualmente la explotación de los pozos del Lote 192 está paralizada a la espera de que concluya el proceso de consulta previa con las comunidades nativas para el nuevo capítulo de explotación de este yacimiento, que será asumido por la petrolera estatal Petroperú junto a un socio aún por determinar.

Además de la descontaminación de los derrames ocurridos durante el periodo de Frontera, el Estado mantiene un pulso con la petrolera argentina Pluspetrol para que se haga cargo de la descontaminación de los daños ambientales sucedidos desde el inicio de la explotación del yacimiento en los años 70 hasta 2015.

Sin embargo, la compañía argentina alega que solo le corresponde descontaminar los impactos ocurridos durante el periodo que tuvo a cargo el Lote 192, que fue de 2001 a 2015, y ha anunciado la liquidación de su filial, Pluspetrol Norte, por la "arbitrariedad" del organismo ambiental de Perú. EFE  https://www.clarin.com/

Huánuco: comadre de alcalde ejecuta millonaria obra en Yarumayo

El 5 de noviembre del año pasado el alcalde del distrito de Yarumayo, Héctor Isaías Orbezo Medina firmó contrato con Gladis Mayta Morales, representante del Consorcio Yarumayo para ejecutar la obra Instalación del servicio de agua del sistema de riego Tuclich-Chinchan-San Francisco de Chullay-Pampamarca en Yarumayo-Huánuco con inversión de 11 millones 500 mil soles, en Huánuco.

Sin embargo, Gladis Mayta Morales es la esposa de Clever Obdulio Torres Bernardo, quien es compadre del alcalde Héctor Orbezo porque su hermana Lurdes Orbezo Medina tiene como esposo a George Torres Bernardo, de acuerdo a la denuncia interpuesta el 12 de marzo ante la Fiscalía Provincial Anticorrupción de Huánuco.

En efecto, el alcalde y sus compadres Clever Torres y Gladis Mayta fueron denunciados por los presuntos delitos de colusión agravada, negociación incompatible o aprovechamiento indebido de cargo y tráfico de influencia.

En la denuncia también menciona que el alcalde autorizó de manera irregular el adelanto hasta por 48.7% a la empresa por una obra que no tenía avance considerable.

Al enterarse de la denuncia, el ciudadano de Yarumayo, Elías Puente Lima en un documento enviado a Diario Correo, sostiene que en la municipalidad habría una organización criminal familiar y exige a la Fiscalía Anticorrupción la investigación exhaustiva para sancionar con todo el peso de la ley a los responsables. Manifestó que el año pasado se colocó la primera piedra de dicha obra con algarabía y en presencia del vicegobernador regional de Huánuco.

Alcalde reconoce a su comadre

“Es cierto que la señora (Gladis Mayta) es familiar de mi cuñado, esposa de mi compadre (Clever Torre) se podría decir, pero con mi persona no tiene ningún vínculo, el proceso de licitación se hizo de manera transparente y de acuerdo a las normas” respondió el alcalde al indicar que no hubo ningún tipo de favorecimiento y la licitación se hizo de acuerdo al artículo 11 de la ley de contrataciones del estado.

Refirió que tiene la conciencia tranquila y firme porque sabe hasta qué grado de consanguinidad se firma contrato y se tiene vínculo laboral, y espera que la justicia delibere el caso con criterio de conciencia

En esa medida dijo que se han inscrito 12 empresas para la licitación y en la apertura de propuesta técnica y económico han participado dos empresas y el ganador fue Consorcio Yarumayo.

Además, indicó que los adelantos directos y por materiales dados a la empresa tienen justificación y respaldo de ley de contrataciones del Estado. https://diariocorreo.pe/


Reactivación económica: cambios en la letra pequeña de la gran minería

Iniciar el 2021 con renovados bríos es un privilegio de pocos, incluso si salimos de la escala personal y ampliamos la mirada hacia el Estado. El Perú, cumplió en marzo un año de pandemia con más de 47 mil fallecidos oficialmente por Covid-19, un proceso electoral en marcha para elegir un nuevo gobierno, miles de desempleados y con un plan enfocado en la reactivación económica. El plan económico para este año es de aproximadamente US$ 39.000 millones (S/142.272 millones) y busca enfrentar la emergencia sanitaria, a la que se destinó US$ 14.996 millones, y promover la recuperación económica, con una inversión de US$ 24.005 millones.

La urgencia no es poca: según el Banco Central de Reserva, cerramos el año pasado con una caída del PIB de 11,5 %. Además, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) calcula que 1,5 millones de peruanos perdieron sus trabajos en ese lapso y 3’300.329 peruanos cayeron en la pobreza como consecuencia directa de la pandemia.

Para paliar esta crítica situación, el dinero del Plan Económico se obtuvo del retiro de Fondo de Estabilización Fiscal de US$ 5.000 millones, de una serie de préstamos y de la emisión de bonos. “La buena situación macroeconómica del Perú permitió hacer esto el año pasado, pero nuestra deuda pública no ha parado de aumentar desde el 2019”, precisa Claudia Viale, economista y oficial senior para América Latina del Instituto para la Gobernanza de los Recursos Naturales (NRGI). Por ejemplo, el presupuesto en recursos oficiales de crédito para el 2021 será de S/ 47.000 millones, es decir, casi el doble de lo que fue para el año pasado (S/ 21.200 millones).

Con una economía en contracción de baja recaudación y mucho endeudamiento ¿cómo hacer para continuar invirtiendo en servicios públicos, volver a ahorrar y empezar a pagar las deudas? “En países más desarrollados, el Impuesto a la Renta es el que ‘levanta’ la recaudación. Pero en una economía de tributación precaria, donde el IGV es el que manda, si cae la industria simplemente no hay ingresos. Eso nos hace muy dependientes de ciertos sectores que dan impuestos de manera indirecta”, explica Viale.

En el Perú, ese sector es el minero. Ello explica en parte porqué, al decretarse el Estado de Emergencia, el 15 de marzo del 2020, el sector fue incluido en la lista de actividades esenciales y que la gran minería formara parte de la Fase 1 de la reactivación económica.

Con ambas disposiciones –y pese a la caída en la demanda de metales entre abril y junio–, en julio del año pasado, el 90% de las empresas mineras ya había vuelto a producir a un ritmo anterior a la pandemia. Sin embargo, de acuerdo con la Memoria Anual 2020 de la Sociedad Nacional de Minería, Petróleo y Energía (SNMPE), entre enero y noviembre del 2020, se produjeron 1’927.188 toneladas de cobre, es decir, 13,6 % menos que el mismo periodo del 2019. A paso menos apresurado, las exportaciones de metales alcanzaron los US$ 23.000 millones, 9 % menos que en 2019.

En este contexto de reactivación, varios especialistas en temas ambientales han expresado su preocupación sobre el impacto en los estándares y la vigilancia ambiental que traerían una serie de modificaciones que se han estado realizando en la normativa minera durante el último año. Un análisis realizado por la asociación civil Derecho, Ambiente y Recursos Naturales (DAR), señala, por ejemplo, que entre marzo y diciembre del 2020 se emitieron alrededor de 40 normas vinculadas a la reactivación económica, de las cuales 7 corresponden o se vinculan con el sector minero.

Cambios en la vigilancia ambiental

Durante los últimos años se han realizado de manera sostenida varias modificaciones a las normas vinculadas a actividades extractivas, algunas de ellas están relacionadas a la vigilancia ambiental. ¿Qué buscan estos cambios y qué pasó durante este año de crisis sanitaria y económica?

Diferentes especialistas consultados por OjoPúblico señalan que estos cambios son de carácter bastante técnico y por lo tanto, se hace complejo su seguimiento al impacto que puedan tener sobre las guías ambientales. Para Ana Leyva, responsable del programa de derechos colectivos y gestión del territorio de la ONG Cooperacción, que hace años analiza los impactos económicos y ambientales de la gran minería, varios de estos cambios son de tipo reglamentario, aunque precisa que vienen desde antes de la pandemia. “Los cambios normativos suelen enfocarse en el Estudio de Impacto Ambiental (EIA), luego en las inspecciones y en la fiscalización. Porque es el EIA el que señala las condiciones a la inversión y a las actividades. Y lo que se viene rebajando son esos puntos”, explica.

Ese es el caso de la aprobación del nuevo Reglamento de Procedimientos Mineros (Decreto Supremo 020-2020-EM), que ha sido modificado sucesivas veces en el 2015, el 2017 y el 2020. Actualmente, dicho documento reúne 35 procedimientos administrativos respecto a plazos, requisitos y trámites mediante el uso de silencio administrativo tanto negativo como positivo. De ellos, 14 son procedimientos que corresponden al Instituto Geológico Minero y Metalúrgico (Ingemmet) y 20 a la Dirección General de Minería. Información oficial del Ministerio de Energía y Minas (MEM), a la que OjoPúblico tuvo acceso señala que, de todo ese universo, 18 procedimientos están sujetos al Silencio Administrativo Positivo y 16 al Silencio Administrativo Negativo.

Un análisis realizado por Ana Leyva en agosto del 2020, sostiene que los cambios sucesivos se refieren principalmente a tres grandes temas: la autorización de inicio/reinicio de actividades de explotación; el otorgamiento de concesión de beneficio; y el otorgamiento de la concesión de transporte minero.

¿Funcionan los espacios de diálogo?

Consultados sobre estas modificaciones y los criterios que utilizaron para implementar los silencios administrativos positivos, funcionarios del Ministerio de Energía y Minas (MEM) comentaron a OjoPúblico que la aprobación de estos cambios recayó en el Ministerio de Justicia, en el marco del Análisis de Calidad Recaudatoria (ACR), el cual asegura que toda norma de procedimientos administrativos debe superar dicho análisis antes de ser publicada oficialmente.

Asimismo, el MEM asegura que hasta el momento no han aplicado esta herramienta, ya que sí se están cumpliendo todos los plazos de respuesta. Igualmente, el MEM explicó que se tomaron en cuenta “algunas de las recomendaciones contenidas en el Informe Final de la Comisión de Desarrollo Minero Sostenible como, por ejemplo, la aplicación del Silencio Administrativo Positivo, con excepción de aquellos vinculados con los derechos de los pueblos indígenas o los instrumentos de gestión ambiental contemplados en el SEIA”.

Creada por dicho ministerio en el 2019 y presidida por la economista y catedrática Roxana Barrantes, esta comisión generó un informe con miras a lograr medidas normativas y de gestión, así como de política pública. Sin embargo, la propia Barrantes comentó a OjoPúblico que no consideraba que las recientes modificaciones normativas del 2020 resuelvan las que para ella son las reales urgencias que acechan al sector minero: Covid-19 y los conflictos sociales en el corredor vial sur.

“Sé que en el Ministerio de Energía y Minas tienen buenas intenciones con estas modificaciones y, de hecho, el Silencio Administrativo Positivo formó parte de nuestras discusiones y proposiciones. Lo cierto es que ahora el problema son los bloqueos en el corredor vial sur y no se resuelven con esas normas. Deberíamos estar aprovechando los precios altos de minerales en el exterior, como hace tiempo no había”, afirmó. https://ojo-publico.com/


“Defender el Agua es Defender la Vida”

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