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Lunes, 17 Agosto del 2009 - Edición 812

HIDROBOLETÍN FENTAP

Lago Titicaca

Severa contaminación de Cohana amenaza la vida de comunarios

FMBOLIVIA.COM - 15/08/09.- Las aguas contaminadas del cantón Cohana a orillas del Lago Titicaca, provincia Pacajes amenazan la vida de por lo menos 300 familias (algo más de 2000 pobladores) que habitan el sector, porque con ellas riegan los productos para la alimentación de ganado y el riego de sembradíos.

“Se está dañando la salud de personas y animales, que toman esta agua y contraen diarrea”, señaló Severino Conde Quenta, secretario general de esta Bahía.

NO HAY APOYO DEL GOBIERNO

El pasado año, el gobierno peruano, mediante la Autoridad Binacional del Lago Titicaca (ALT) ejecutó varios operativos relativos a la limpieza de esta bahía, con maquinaria y recursos del vecino país.

Mediante la Prefectura y entidades estatales, Bolivia debió continuar esta tarea, aspecto que hasta hoy no se ejecutó.

Mientras tanto, la salud de la población está gravemente comprometida.

EFECTOS

Como resultado de la contaminación de las aguas de la Bahía de Cohana, “de un tiempo a esta parte nacen animales con deformidades, ha incrementado el aborto espontáneo en el ganado y los que viven son flacos, producen poca carne, poca leche y se puede hacer menos queso”, relató Severino Conde en diálogo con EL DIARIO.

Acotó que por ese sector hay migración de peces y falta de vegetación, tal es el caso que como dirigente exige al gobierno nacional, que cumplan sus promesas, “dicen que van a construir grandes represas pero no están cumpliendo, son sólo promesas”, apuntó.

Más adelante afirmó que si no se toman acciones protagonizarán marchas hasta que el Gobierno haga construir esas represas para que a la Bahía de Cohana llegue agua limpia.

AGUAS CONTAMINADAS POR OTROS MUNICIPIOS

De acuerdo al estudio de caso del observatorio ambiental de la Liga de Defensa del Medio Ambiente (Lidema), aguas contaminadas provenientes de El Alto, Viacha y los municipios aledaños llegan a esta bahía a través de los ríos Seco, Seque, Pallina y desembocan, desde el Catari, en una cubeta prácticamente cerrada, donde la contaminación se concentra y acumula, sobrepasando la capacidad de asimilación de este ecosistema.

Por otro lado el Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología y varias instituciones estatales, confirmaron un elevado grado de contaminación, con la presencia potencial de patógenos como bacterias, virus o parásitos.

INCREMENTO DE MINERALES

Por su parte la oficina de Asesoría en Química de la Autoridad Binacional del Lago Titicaca advirtió que en los últimos cuatro años se registraron incrementos de 10 veces en el caso del arsénico y 20 veces en el plomo, provenientes de la actividad minera y metalúrgica, que se desarrolla en la zona.

La Bahía de Cohana localizada en el lago Huiñay Marka o lago menor presenta una severa contaminación hídrica, atmosférica y de suelos debido a la emisión de aguas residuales, industriales, domésticas, lixiviados de basura, residuos sólidos y hospitalarios provenientes de la ciudad de El Alto y Viacha, principalmente.

De acuerdo a los datos de Lidema, las comunidades campesinas afectadas por la contaminación en toda la región son 15: Cumana, Pacollo, San Pedro, Cohana Grande, Tacahi, Cohana, Pampa Cohana, Kelkoa, Cascachi, Pajchiri, Quelhuaya, Cuyavi, Tarasca, Wilajawira y Quena Kana. En total, en la región afectada existen unas 400 familias, algo más de 2.000 habitantes.

CAMPAÑA DE SENSIBILIZACIÓN

Sergio Nao, Ingeniero Agrónomo de la ALT (Autoridad Binacional del Lago Titicaca) dijo a EL DIARIO que se está trabajando en una campaña de sensibilización ambiental con los pobladores del lugar, ya que no solamente parte de la contaminación emerge de El Alto sino también hay una contaminación local, orgánica, siendo que el sector es netamente ganadero.

Por otro lado aseveró que existe en el sector alrededor de 5.000 cabezas de ganado a consecuencia de ello existe gran cantidad de estiércol, que en época de lluvias directamente es lixiviado al Lago, provocando una contaminación orgánica.

El Diario

EMPRESAS DE AGUA

SEDACAJ busca consenso en comunidad universitaria

ELREGIONALCAJAMARCA.COM – 15/08/09.- La Empresa Prestadora de Servicios de Saneamiento de Cajamarca, SEDACAJ S.A. inició una serie de gestiones en busca de consenso dentro de la comunidad universitaria de la Universidad Nacional de Cajamarca a fin de lograr la reubicación de las actuales pozas de oxidación hacia el Fundo la Victoria, propiedad de este centro superior de estudios, con el propósito de instalar en dicho lugar una moderna planta de tratamiento de aguas residuales, bajo la modalidad de lodos activados.

En este contexto, ayer en horas de la mañana, ante una nutrida concurrencia de alumnos, docentes y trabajadores administrativos, de la Facultad de Ciencias Agrarias, propietaria del Fundo la Victoria, el Gerente General de SEDACAJ S.A., Ubelser Lezama Abanto, acompañado del Directorio de esta empresa, realizó una exposición sobre la problemática del tratamiento de aguas residuales en nuestra ciudad, a la vez que Luis Acosta Sánchez, miembro del Directorio, desarrolló una exposición sobre las ventajas de una Planta de Tratamiento de Aguas Residuales, empleando la tecnología de lodos activados.

En dicha reunión que contó también con la presencia del Rector de la Universidad Nacional de Cajamarca, Carlos Tirado Soto y del Decano de la Facultad de Ciencias Agrarias, Eduardo Torres Carranza, el Gerente General de SEDACAJ Ubelser Lezama, al presentar el problema del inadecuado tratamiento de aguas residuales en nuestra ciudad, hizo hincapié sobre la existencia de centenares de familias en nuestra ciudad que no tienen la posibilidad de evacuar las aguas servidas, como es el caso de Mollepampa, en donde existen hasta 5 silos por vivienda. ¿Esto es lógico, es humano?, se preguntó funcionario. Luego acotó que si bien es cierto existe el problema de los malos olores generados por las actuales pozas de oxidación, recordó que ello es también producto del uso de las aguas servidas por parte de algunos ganaderos cajamarquinos, para regar sus pastizales. Son 171 hectáreas de terreno que son regadas con este tipo de aguas, recalcó Ubelser Lezama.

Solo se necesitan tres hectáreas del fundo la Victoria para la construcción de la moderna planta de tratamiento de aguas residuales, a fin solucionar un grave problema de saneamiento a favor de los más de 180 mil habitantes de la ciudad de Cajamarca y eso es lo que venimos a solicitarles a ustedes, precisó Ubelser Lezama. Indicó que con la instalación de esta nueva planta se podrá tratar más de 200 litros por segundo de aguas servidas, al tiempo de precisar que a parte de los beneficios para la población, también el beneficio será para la Universidad por que se podrá instalar riego tecnificado con las aguas debidamente tratadas, así como el uso de los lodos como abono orgánico para las tierras de cultivo y laboratorios para las práctica de los alumnos.

HIDROMUNDO

Declaración del Quito sobre la financiación del Buen Vivir y la vigencia de los derechos de la Naturaleza

La construcción de una nueva arquitectura financiera regional requiere una incorporación decidida y profunda de la visión ambiental. Si ella está ausente, o relegada a un papel meramente testimonial y técnico, se reproducirán los procedimientos y problemas de las instituciones financieras clásicas, y cuyos efectos ambientales y socioambientales negativos han sido ampliamente documentados.

El ímpetu y compromiso con la integración regional latinoamericana y la crisis económica global, antes que obstáculos, brinda nuevas oportunidades para incorporar esa dimensión ambiental que aliente una economía solidaria y sostenible.

La incorporación de la dimensión ambiental requiere diversos componentes, tanto en el plano de la nueva institucionalidad económica regional como específicamente en el seno del Banco del Sur. Este banco, por sus compromisos con el desarrollo económico, social y la integración regional, requiere de esa nueva visión.

Un nuevo estilo de desarrollo resulta imperioso para la región. Este debe basarse en aspectos no sólo económicos, sino especialmente socioambientales, tanto para poder aprovechar de manera sustentable las enormes riquezas ecológicas y culturales que albergan nuestros países, como por las crecientes evidencias de su pérdida y deterioro.

La visión del Banco del Sur debe incorporar desde el diseño inicial de sus políticas la justicia social y ambiental. En ese sentido, se debe contar con un Código de Ética vinculante en temas ambientales y socioambientales, en tanto sirve como inspiración y guía de las actividades de la institución. Una nueva estrategia de desarrollo y una nueva relación con la Naturaleza es una cuestión vital para avanzar en la construcción del Buen Vivir.

El Banco del Sur debe contar con criterios y salvaguardas ambientales a lo largo de todo el ciclo de sus proyectos, desde su concepción, durante su ejecución y una vez finalizados. También debe generar incentivos para consolidar otra forma de vida armónica con los ciclos de la Naturaleza y alentar otros estilos de producción y consumo, procesos productivos de menor impacto ambiental, uso cuidadoso de materia y energía, y una mayor generación de trabajo dignificante. Esos criterios, reconociendo la diversidad ecológica de la región, deben apuntar a los más altos estándares de calidad y exigencia para asegurar una adecuada conservación de nuestro patrimonio natural y cultural y mejorar la calidad de vida de nuestros pueblos.

En definitiva, se deberán priorizar iniciativas que se adapten a los ciclos, y balances de la Naturaleza, ajustarse a los ritmos propios de reproducción en los ecosistemas, respetar las formas de vida, salvaguardar los derechos de las poblaciones locales y los pueblos indígenas. O sea, una perspectiva que permita transitar hacia nuevas culturas respetuosas de la Naturaleza.

Las iniciativas que vinculen objetivos ambientales con la integración regional merecen especial atención. Entre ellos destacamos aquellas orientadas a fomentar un adecuado uso y manejo de las riquezas naturales compartidas y ecosistemas en zonas de frontera. El Banco debe ir más allá de las posturas convencionales que reducen la integración a formas de interconexión, especialmente como ejes de vinculación física.

Un similar problema se vive en muchos emprendimientos de interconexión energética. La integración, en la visión del Banco del Sur, debe ser asumida como un proceso más abarcador, que no se agota en simples reflexiones y cálculos comerciales. Debe ser una concepción de la integración que no puede poner en riesgo la vida de la Naturaleza y de las poblaciones locales. Esta nueva integración debe apuntar a políticas comunes en ambiente y desarrollo para reducir la presión sobre los ecosistemas, articular las producciones nacionales para reducir las asimetrías dentro de la región, y resolver los problemas de nutrición, pobreza y calidad de vida de nuestros propios pueblos, fomentando la soberanía alimentaria.

Los mecanismos clásicos para la evaluación y selección de proyectos han fracasado. Por eso, desde el Banco del Sur habrá que priorizar, no sólo dentro de la entidad, sino en toda la región, el diseño, difusión y práctica de sistemas de evaluación ajustados tanto a cada ecosistema como a los pueblos potencialmente afectados, los que deben incorporarse activamente en el proceso de selección, evaluación, consulta y consentimiento. Esas prácticas no pueden quedar restringidas a las evaluaciones económicas convencionales, sino que deben apelar a evaluaciones multicriteriales que incorporen los aspectos ecológicos, culturales, religiosos, etc. Las evaluaciones ambientales deberán ser más rigurosas en sopesar estos aspectos y propuestas de acción, para no ser apenas una justificación administrativa, ni procesos de consulta simbólicos. Esto exige procedimientos efectivos de acceso a la información y participación pública, que deben estar garantizados en todo momento por el Banco del Sur.

Es necesario subrayar la importancia de la consulta y participación activa de todas y todos, incluyendo decidídamente las nacionalidades indígenas, campesinos y otras poblaciones locales, mujeres y otros sectores sociales. Si bien ese objetivo es repetido con frecuencia en muchas declaraciones oficiales, en la práctica se mantienen limitaciones y opacidades y en muchos casos han desembocado en severos conflictos socio-ambientales en toda la región. Por lo tanto es necesario pasar a mecanismos e instrumentos que aseguren la información adecuada a las comunidades y su efectiva participación en el proceso de evaluación.

Existen muchos antecedentes del uso y aplicación de criterios y salvaguardas ambientales en estos y otros temas en la banca del desarrollo, tanto en los bancos multilaterales como regionales. El futuro Banco del Sur deberá aprovechar aquellas experiencias, muy especialmente sus errores, debilidades y limitaciones, para poder dar un paso hacia una institución de nueva generación donde esas condiciones ambientales y sociales efectivamente incorporen aspectos ambientales y el respeto a los derechos humanos y de la naturaleza en la práctica diaria del banco. Este nuevo banco debe apegarse siempre al principio que las actividades que financian “no dañen a las personas ni al ambiente”.

Enfrentados con la complejidad y diversidad de los ecosistemas latinoamericanos y caribeños, y su multiculturalidad, es evidente que las evaluaciones deben ser juiciosas y precavidas. Por lo tanto, el principio precautorio debe ser una referencia indiscutible en los procedimientos del banco. Este compromiso del Banco del Sur también debe nutrirse de los avances en la justicia social y ambiental, y entre ellos el paso sustantivo dado en Ecuador con el reconocimiento de los Derechos de la Naturaleza en su nueva Constitución. Esta nueva visión sobre la valoración del ambiente debe ser incorporada efectivamente en el Código de Ética del futuro banco.

Consecuentemente, el Banco del Sur no debería promover emprendimientos que afecten hábitats críticos, sitios de alta biodiversidad o endemismo, o que afecten especies en peligro, territorios indígenas o aquellos que amenacen la soberanía alimentaria. En cambio, debería apoyar iniciativas como la conservación y restauración de la Naturaleza, y el uso sustentable de los recursos naturales y permitan construir soberanías sobre esos recursos. Desde este punto de vista es indispensable que el Banco del Sur priorice sus recursos y créditos en aquellos proyectos que hagan realidad la soberanía alimentaria y la soberanía energética, especialmente desde la lógica de una soberanía regional a construir.

La región enfrenta urgencias en los sectores que combinan la calidad de vida, salud y la protección ambiental, tales como el saneamiento y el manejo adecuado de residuos sólidos urbanos y emisiones de gases, así como en la creciente dependencia de fuentes de energía fósil con sus consecuentes impactos sociales y ambientales, locales y globales. Todavía predomina un modelo económico extractivista, cuyas patologías son ampliamente conocidas. Superar esta perversa realidad es otra de las tareas que debe emprender el Banco del Sur. En resumen, este banco debe ser un actor que garantice el Buen Vivir y los Derechos de la Naturaleza.

El Banco del Sur, además, deberá prepararse para ser parte de las nuevas estructuras financieras regionales, subregionales y nacionales, que preparen a nuestros países para los inevitables impactos de los cambios climáticos que están produciéndose y se producirán a escala global.

Asimismo, a nivel global se deberá contribuir al manejo sustentable y eficiente de los flujos financieros. El banco no puede ser, en ninguna circunstancia, un partícipe de los procesos de especulación financiera clásica o de aquellos esquemas financieros que si bien puedan usar el rótulo de “instrumentos de financiamiento verdes”, en realidad reproducen la lógica de acumulación tradicional del capital financiero internacional. Es necesario alentar un mayor protagonismo de fondos y otros mecanismos de inversión que estén genuinamente inspirados en principios éticos sociales y ambientales. Asimismo, el Banco del Sur deberá ser un promotor para conseguir el resarcimiento de la deuda ecológica y social.

Los adherentes a esta declaración desean felicitar al gobierno de Ecuador, y en especial a la Comisión Presidencial para la Nueva Arquitectura Financiera Regional y el Banco del Sur, por su iniciativa en promover este debate plural a nivel continental. Consecuentemente esperamos que este liderazgo en esta materia se mantenga. Solicitamos a los gobiernos de los demás países de la región que apoyen la incorporación real y efectiva de una dimensión socioecológica en el futuro Banco del Sur. En ese camino, esperamos que todos los gobiernos concreten la puesta en marcha del Banco del Sur.

Los adherentes a esta declaración lo hacen, en unos casos a nivel institucional y en otros casos a título personal e individual.

En Quito, el 6 agosto 2009.

Organizaciones y redes:


Acción Ecológica, Ecuador

Centro de Derechos Económicos y Sociales (CDES), Ecuador

Centro Latino Americano de Ecología Social (CLAES), Uruguay

Ecociencia, Ecuador

Ecuador Decide, Ecuador

FASE - Solidariedade e Educação, Brasil

Fundación Solón, Bolivia

Fundación Pachamama, Ecuador

GRAIN

Grito de los Excluidos Mesoamerica.

Instituto Equit, Brasil

Instituto de Estudios Ecologistas del Tercer Mundo, Ecuador

Instituto del Tercer Mundo (ITEM), Uruguay

Latindadd América Latina

Liga de Defensa del Medio Ambiente (LIDEMA), Bolivia

Nexos Culturales, Ecuador

Oilwatch Sudamérica

Rede Brasileira Pela Integração dos Povos (REBRIP), Brasil

Red Internacional de Género y Comercio (IGTN), Capítulo Latinoamericano

Red Latinoamericana de Mujeres Transformando la Economía (REMTE),

Capítulo Ecuador

Adhesiones personales:

Alberto Acosta, Quito, Ecuador

Paulo Bustillos, La Paz, Bolivia

María Fernanda Espinosa, Quito, Ecuador

Juan Vicente Troya, Quito, Ecuador

Tomás Hirsch, Santiago, Chile

Alvaro Zerda S., Bogotá, Colombia

Carlos Amat y León, Lima, Perú

Eugenia Correa, México, México.

Eduardo Gudynas, Montevideo, Uruguay

Joseph Vogel, San Juan, Puerto Rico.

Carlos Aguilar Sánchez, San José, Costa Rica

Natalie Weemaels, Quito, Ecuador

Roberto Bissio, Montevideo, Uruguay

José Benjamín Inuca, Quito, Ecuador

Jaime Brailh, Quito, Ecuador

Mariuxi Rivera, Quito, Ecuador

Ignacio Dobles, Costa Rica

Diana Conde, Quito, Ecuador

Javier Félix, Quito, Ecuador

Wimberley Díaz, Quito, Ecuador.

Renato Sánchez, Quito, Ecuador

Guido Tamayo, Quito, Ecuador

Francisco Vizcaíno, Quito, Ecuador

Catalina Noroña, Quito, Ecuador

Miguel A. Vázquez, Quito, Ecuador.

María José Pozo, Quito, Ecuador.

César Hermida Bustos, Quito, Ecuador.


Declaración elaborada en el marco de la discusión de una nueva arquitectura financiera regional y la incorporación de la dimensión ambiental en el Banco del Sur.

La declaración no representa una resolución oficial del seminario taller celebrado sobre este tema bajo convocatoria de la Comisión Técnica Presidencial del Ecuador (agosto 2009).

ADHESIONES: Para presentar su adhesión institucional, o personal, escribir a: declaracionquito@gmail.com

Por favor distribuya y difunda la presente declaración, y aliente a nuevas instituciones y personas a sumarse a ella. Gracias.

“Defender el Agua es Defender la Vida

www.fentap.org.pe

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