2/8/09

Miércoles, 01 Julio del 2009 - Edición 782

HIDROBOLETÍN FENTAP

FORO INTERNACIONAL “MODELOS DE GESTIÓN DE EMPRESAS DE AGUA” 03 - 04 AGOSTO 2009

ORG. FENTAP EN LIMA

Brasil y la Privatización del Amazonas

www.neoteo.com – 27/06/09.- Brasil acaba de aprobar la privatización de 67,4 millones de hectáreas de selva amazónica. La ley, sancionada por el Congreso del gobierno del presidente Lula da Silva, permite regularizar la tenencia de tierras fiscales a sus actuales ocupantes ilegales para desarrollar el cultivo de la soja y la cría de ganado. La medida ha sido duramente cuestionada por opositores y ambientalistas, que denuncian una agravación de la deforestación en la Amazonía.

El Gobierno del presidente brasileño Luiz Inacio Lula da Silva resolvió -mediante la Medida Provisoria 458- traspasar unas 67, 4 millones de hectáreas de floresta en la Amazonía Legal a manos de agricultores, que podrán deforestar una parte de las hasta 1500 hectáreas que le toquen en suerte para la siembra de soja o la practica de la ganadería. Esta superficie, que equivale casi a la de Francia o a la famosa “pampa húmeda” Argentina, representa el 8% del territorio del Brasil. En realidad, la Medida Provisoria 458, que fue enviada al Congreso por el Ejecutivo y promulgada en la noche del jueves, simplemente viene a blanquear una situación “de facto” que existe en la selva amazónica desde hace mucho tiempo.

Esta decisión compromete duramente la integridad de una ya maltratada selva.

Las organizaciones ambientalistas, como Greenpeace y World Wide Fund for Nature (WWF), sostienen que este decreto simplemente reconoce la delicada situación ecológica actual, en la que buena parte del territorio que será entregado a sus poseedores (que las habían usurpado previamente) ya perdió la mayor parte de la floresta original. Para la prensa brasileña esta ley será conocida como “el decreto del grillaje”, debido a que los títulos de propiedad de los terrenos amazónicos fueron fraguados por sus presuntos dueños mediante un ingenioso sistema: para que los papeles parezcan documentos antiguos se los deja durante un tiempo en cajas con grillos. Estos insectos perforan y deterioran el papel a la vez que sus heces le confieren un tono amarillento, muy adecuado para simular el desgaste propio de los años.

A pesar de que Lula vetó parte del proyecto original, evitando la posibilidad de que las tierras puedan ser adjudicadas a personas que no vivan en la zona o que sean adquiridas por empresas, lo cierto es que esta decisión compromete duramente la integridad de una ya maltratada selva que otrora fue considerada “el pulmón del planeta”. La Medida Provisoria 458 establece que un individuo podrá contar hasta con 1.500 hectáreas, que se subastarán a precio de mercado, aunque las parcelas más pequeñas serán otorgadas gratuitamente y las medianas serán vendidas por un precio simbólico.

Serán talados al menos el 20% de 67,4 millones de hectáreas de selva virgen.

La polémica ley es considerada una derrota de los ambientalistas en mano de los grandes intereses económicos que se mueven en las sombras, detrás de los pequeños campesinos que realmente necesitan un pequeño terreno para sobrevivir. La selva brasileña ocupaba originalmente unos cinco millones de kilómetros cuadrados pero en la actualidad solo 100.000 km2 están preservados (por ser reservas indígenas), otros 200.000 se han destinado a la “explotación sustentable” y unos dos millones de km2 que deberían ser intocables. La medida legislativa aprobada el jueves intenta transparentar la posesión de latifundios y evitar -en teoría- que en esas grandes haciendas se derriben árboles indiscriminadamente, sin respetar el código forestal brasileño que establece como límite que solo puede talarse el 20% de la superficie de los terrenos para fines productivos.

La polémica no es menor. Por un lado, los ambientalistas sostienen que es un disparate atacar de esa forma la integridad de la selva brasileña. Entre los argumentos principales se mencionan el deterioro de la maquinaria atmosférica planetaria, la desertización a corto plazo (a menudo, en sólo 3 o 4 años) de los terrenos deforestados y la pérdida de miles de especies animales y vegetales que quizás contengan la clave para la cura de cientos de enfermedades. Para los expertos de Greenpeace y WWF alcanza con utilizar las tierras que ya han perdido la floresta y que todavía permanecen improductivas para producir suficientes alimentos para Brasil y para el resto del mundo. Pero con el decreto 458, serán talados al menos el 20% de 67,4 millones de hectáreas de selva virgen. Sin embargo, es muy difícil controlar que los flamantes y legales propietarios se detengan al llegar a ese porcentaje.

Además, hay dos cuestiones importantes para tener en cuenta. Por un lado, los propietarios podrán vender las tierras recientemente adjudicadas dentro de solo 3 años. Esto permitirá a las grandes empresas -que tenían mucho terreno en la selva y que resultaron “perjudicadas” con el límite de las 1.500 hectáreas por persona- volver a comprar el terreno de sus vecinos, que muchas veces actúan simplemente como testaferros provisorios. Si se buscaba otorgar terrenos a pequeños campesinos para su supervivencia, la posibilidad de vender en tan corto plazo hace muy poco efectiva la medida. Pero lo más grave es que el objetivo de los ruralistas es derribar el Código Forestal que impone el límite del 20% en la superficie a talar. En efecto, el tema “ya está en discusión en el Congreso y es el paso que falta para legitimar la devastación de la floresta”, denunció Igor Santos, director de prensa del Movimiento de los Sin Tierra, irónicamente la misma agrupación a la que pertenencia Lula antes de llegar a la presidencia.

Más allá de las cuestiones políticas o económicas, lo cierto es que el 15% de la selva primaria del Brasil ha desaparecido en solo tres décadas, víctima de la tala para la explotación agropecuaria. Este decreto no hace más que impulsar la deforestación de otros 12 millones de hectáreas, verdadero crimen ecológico que seguramente tendrá efectos sobre el planeta entero. La posibilidad de revender las tierras después de 3 años dará lugar a un negocio inmobiliario incontrolable. Marcelo Furtado, director ejecutivo de Greenpeace en Brasil sostiene que esta ley “es una señal que indica a la gente que goza de impunidad desde hace años que se pueden cometer crímenes en el Amazonas sin ninguna consecuencia”. Para tener una idea del poder político que ostentan los terratenientes del Amazonas basta mencionar que si bien el período estipulado por el proyecto de ley para habilitar la venta de tierras era de 10 años, fue modificado a solo 3 durante el debate en el Congreso. Además, la Medida Provisoria 458 permite legalizar la ocupación de lotes de menos de 400 hectáreas sin una inspección oficial que constate que la parcela es efectivamente ocupada por la persona que pidió su registro, lo que seguramente dará lugar a situaciones poco deseables y que van claramente en contra del espíritu original de la ley.

En definitiva, el gobierno de Lula ha promulgado una ley que por un lado le permite “encajar” dentro de un marco legal una situación que -aunque ilegal- se daba desde hace años y que le resultaba imposible controlar. En lugar de encarar desagradables políticas de desalojos de los grandes terratenientes que se habían apropiado de la selva, se promulgó una ley que en apariencia parece beneficiar a los pequeños agricultores pero que -por presiones de los interesados directos- posee algunas zonas grises que impedirán que la situación de la selva o los campesinos cambie. Solo queda esperar que el Código Forestal que impone el límite del 20% a la tala resista, y que la selva amazónica no sea un nuevo desierto dentro de solo un par de décadas.

EMPRESAS DE AGUA

Trujillo necesita cambiar 450 kilómetros de redes de agua

La mayoría se usan hace más de 40 años y están en situación deplorable. Se necesitaría una inversión de S/.2.500 millones

ELCOMERCIO – 30/06/09.- La situación de las redes de agua en Trujillo es preocupante. Según información que maneja la empresa de Servicios de Agua Potable y Alcantarillado de La Libertad S.A. (Sedalib), la Ciudad de la Eterna Primavera necesita reemplazar de manera urgente 450 kilómetros de sistemas de tuberías debido a que ya cumplieron su tiempo de vida.

Juan Cieza Herrera, subgerente de Proyectos de Obras de Sedalib, explicó que el cambio de todo el sistema demandaría una inversión de al menos S/.2.500 millones y se podría ejecutar en un plazo de cuatro años, siempre y cuando se confirme el presupuesto.

Mientras se espera que llegue la inversión, Sedalib gestiona con las distintas comunas de la ciudad de Trujillo y con los mismos propietarios de las urbanizaciones más tradicionales y antiguas la ejecución de proyectos que permitan renovar las redes de agua, que en la mayoría de los casos se utilizan desde hace más de 40 años.

Quizás el que tenga mayores problemas debido a que se encuentra en condiciones deplorables es el sistema del Centro Histórico de la ciudad, con más de 70 años.

“Si tenemos que dar una calificación entre 1 y 10 a estas redes, le colocaríamos 3. Es decir, estamos jalados. Ya hemos hecho trabajos, pero no son ni el 20% de lo que se necesita. Cuando levantamos para hacer las obras, nos hemos encontrado con que abajo no hay nada de tuberías. Eso es preocupante y necesitamos intervenir urgentemente”, dijo.

Por tal motivo indicó que desde hace un año tramitan un proyecto para hacer las obras en todo el Centro Histórico. El presupuesto sería de S/.17 millones. La comuna trujillana se comprometió a realizar el trabajo, pero hasta ahora no ha hecho ninguna gestión.

Según la regidora Gloria Montenegro, encargada del sillón edilicio de Trujillo en reemplazo del burgomaestre César Acuña Peralta, no se hará trámite alguno para culminar ninguna obra en la que esté involucrada Sedalib. Esto se debe a que la comuna mantiene un juicio con el directorio de esa empresa por su administración. Es decir, no habrá obras hasta nuevo aviso, pese a su urgencia.

Obstáculo

El problema entre Sedalib y el concejo se debe a que el alcalde Acuña aún no puede asumir el cargo de presidente de esa entidad pese a ser el jefe de la junta de usuarios (alcaldes).

LIMA

Actividad ilícita

LAREPÚBLICA - En el Distrito de Independencia se riega la cancha de futbol de la Liga Distrital, ubicada a espaldas de la Municipalidad, con agua de desagüe, por medio de una bomba succionan el agua de un buzón de desagüe. Esta actividad la hacen en forma interdiaria entre las 5.30 y 6.30 AM en la esquina de la avenida Tupac Amaru y jr. Los Tumbos, a un costado del Mercado El Ermitano.

HIDROMUNDO

El Derecho Humano al Agua

ELINFORMANTEPERU.COM - 27/06/0.- En sus funciones básicas de supervivencia, el agua tiene valores esenciales que deben ser garantizados a todas las personas y comunidades, incluyendo las generaciones futuras. En consecuencia, los derechos derivados de estas funciones deben entrar de lleno en el rango de los derechos humanos, asignándoles un nivel de prioridad máximo para garantizarlos bajo la responsabilidad de gobiernos e instituciones internacionales.

Según la Declaración Europea por una Nueva Cultura del Agua, “la escasez de agua es presentada a menudo como el problema más grave del siglo XXI. Sin embargo, el problema no es tanto de escasez en términos de cantidad como de calidad. Asistimos a las trágicas consecuencias de una de las crisis ecológicas más graves jamás conocidas por el ser humano: la crisis ecológica de los ecosistemas acuáticos continentales”.

En el año 2000, 188 jefes de Estado y Gobierno, incluido el español, se comprometieron a reducir a la mitad en quince años el porcentaje de personas sin acceso sostenido al agua potable y a saneamiento, como uno de los Objetivos de Desarrollo del Milenio establecidos por la ONU para 2015. A seis años de que expire este plazo, el cumplimiento está lejos. Cerca de mil millones de seres humanos carecen de agua potable y casi la mitad de la población del mundo vive sin saneamiento básico.

Los programas de desarrollo y acciones de sensibilización y movilización de Ingeniería Sin Fronteras están orientados a la consideración del agua como un derecho y no como una mercancía, así como a defender su gestión con vocación de servicio público. Pero la experiencia nos ha mostrado que el reconocimiento formal del derecho al agua en el marco legislativo nacional e internacional no es suficiente; es preciso aplicarlo de forma efectiva, es decir, hacerlo realidad.

El último Foro Mundial del Agua contaba desde su inicio con una limitación importante para lograr su objetivo de “tender puentes sobre las diferencias” que existen a la hora de abordar este derecho. El foro estaba organizado por el Consejo Mundial del Agua, una entidad privada denunciada por el importante papel que desempeñan en ella las empresas que consideran el agua como una mercancía más en el mercado mundial.

Un foro de este tipo sólo puede estar legitimado si en su organización participan de forma efectiva y en condición de igualdad todos los actores sociales implicados, comenzando por las organizaciones públicas y en el ámbito de la ONU.

El reconocimiento del derecho humano al agua tiene consecuencias políticas y económicas que algunos países y numerosas empresas no están dispuestos a asumir. Para algunos Gobiernos de los países del Sur, la consideración del agua como derecho humano les supone un alto coste en construcción y sostenimiento de infraestructuras y servicios adecuados, por lo que necesitan la implicación de los Gobiernos de los países del Norte, y algunos de estos últimos se niegan a asumir ese compromiso.

Pero el obstáculo más difícil de salvar es la concepción mercantilista que para muchas empresas constituye el agua. El debate va más allá de la gestión pública o privada de este recurso, ya que en ambos casos puede haber objetivos de obtención de beneficios. La clave es que el agua como derecho humano predomine sobre su consideración como negocio para que se convierta efectivamente en universal.

El agua para 40 millones de personas está en riesgo debido a la amenaza a los páramos

ELTIEMPO.COM – 27/06/09.- El coordinador del proyecto Páramo Andino, dice que un problema de este ecosistema en Colombia es que el avance de la frontera agrícola en la zona es liderado por terratenientes y grandes paperos.

Mientras estudió ingeniería civil en la Universidad de Lovaina, en Bélgica, Bert De Biévre nunca vio un páramo. Pero hace 17 años, cuando llegó de visita a Cuenca (Ecuador) y recorrió uno por primera vez, vio tanta belleza y vida brotando de sus alrededores que decidió dedicar su vida a cuidarlos.

Hoy, como coordinador del proyecto Páramo Andino, del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (Pnuma), trabaja por el bienestar de estos ecosistemas de Colombia, Ecuador, Perú y Venezuela, los únicos países del continente en cuyos mapas se pueden ubicar estas fábricas de agua únicas. EL TIEMPO habló con él, al término del Segundo Congreso Mundial de Páramos que terminó en Loja (Ecuador).

¿Qué ha cambiado para los páramos de Suramérica entre el Primer Congreso Mundial, de Paipa (Boyacá), celebrado en el 2002, y este efectuado en Loja (Ecuador)?

En que hace 7 años no había tanta claridad sobre la importancia que tienen para la subsistencia. Pero también está claro que este interés no se ha traducido en esfuerzos para detener su degradación. Estamos todavía en pañales.

¿La amenaza minera que predomina en Colombia es común en el resto de países?

En el 20 por ciento del total de los páramos de Colombia y Ecuador (que suman unos 30 mil kilómetros cuadrados, el 90 por ciento del total) se han dado títulos mineros. Esto es equivalente a decir que la mitad de los páramos de la región, que no están en zonas de reserva, están potencialmente amenazados.

¿Y qué problemas hacen diferente a Colombia?

La diferencia está en que mucho del avance de la frontera agrícola, otro de los problemas que resisten los páramos, es liderado por terratenientes y grandes paperos, y no sólo por campesinos pobres, como ocurre en Ecuador y Perú.

¿Y el cambio climático?

Es una gran amenaza por la fragilidad de los páramos frente al aumento de la temperatura. Y lo peor es que no hemos podido medir los efectos, que no son evidentes como en los nevados, donde uno ve el deshielo o puede comparar fotos de hoy con las de hace 15 ó 20 años. La comunidad internacional y científica nos debe ayudar para lograr medir los efectos del calentamiento y diseñar formas de adaptación.

¿Hay alguna sugerencia?

Una opción es incluir los páramos en las negociaciones post-Kioto para lograr compensaciones por no cambiar el uso de la tierra y, en resumen, por mantener guardado el carbono presente en ellos (entre 340 a 640 toneladas por hectárea), que se liberaría a la atmósfera si fueran arrasados. Podríamos tener millones de dólares por reducir la deforestación, que reinvertiríamos en su preservación.

¿Cuántas personas de Suramérica tienen su abastecimiento de agua en riesgo por la destrucción de los páramos?

Estimamos que 40 millones de personas, que dependen directamente de estos, como quienes viven en Bogotá y Quito. Y más de 70 millones de personas, que reciben agua indirectamente de ellos, como Cali y Medellín, y que incluso se usa para riego.

¿Qué está logrando el Proyecto Páramo Andino?

Hacemos investigaciones piloto en 11 páramos de Suramérica: Tuñame y Gavidia en Venezuela; Rabanal, Belmira, El Duende y Chiles-La Esperanza, en Colombia; Zuleta, Mojanda y Jimbura-Ayabaca, en Ecuador, y Pacaipampa y Cajamarca en Perú. La idea es investigar en ellos y saber qué acciones podemos aplicar para cuidar los restantes.

Mención de honor para indígenas Nasa por ciudar el Páramo Santo Domingo

En la segunda versión del Congreso Mundial de Páramos, la Asociación de Cabildos Indígenas de Tacueyó, Toribío y San Francisco, de la comunidad nasa, en el Cauca, recibió una mención de honor por la preservación del páramo de Santo Domingo.

Heliodoro Yatacué, representante de los indígenas, explicó que el trabajo se ha concentrado en hacer jornadas de limpieza sobre el páramo, afectado por los enfrentamientos entre la guerrilla y el Ejército.

"Encontramos latas, plásticos y sobrantes de granadas, balas y otros explosivos que muchas veces terminan contaminando las quebradas", explicó Yatacué.

Agregó que esa labor se hace cada tres meses, con ayuda de la guardia indígena y los comités ambientales de las veredas de la región.

El páramo de Santo Domingo se extiende a lo largo de 2.500 hectáreas. De allí nacen los ríos San Francisco, Isabelilla y Palo, que abastecen a poblaciones como Guachené, Caloto, Puerto Tejada y que también le dan agua a industrias del norte del Cauca y del sur del Valle.

Yatacué dice que además de la recolección de residuos, se ha logrado erradicar, en un gran porcentaje, el impacto de las mil cabezas de ganado que aproximadamente pastan en la zona.

"Lo que queremos es que, con menos vacas, la gente pueda alcanzar sus niveles productivos de siempre, para que en unos años tengamos menos de 300 animales", explicó el representante indígena.

“Defender el Agua es Defender la Vida

No hay comentarios: