30/7/09

Martes, 21 Abril del 2009 - Edición 733

HIDROBOLETÍN FENTAP

¡NO A LA PRIVATIZACIÓN DE LAS EMPRESAS PÚBLICAS Y AL DESPIDO DE LOS TRABAJADORES!

El mercado mundial de la desalación

http://news.soliclima.com – 20/04/09.- En línea con su tendencia habitual, la industria de la desalación ha continuado con su imparable crecimiento en estos últimos años. Prueba de ello es que en 2007 la capacidad mundial contratada creció un 43% en comparación en el año anterior, y a mediados de 2008 ya eran 13.869 las plantas desaladoras previstas.

De entre todos los países que emplean la desalación para hacer frente a la falta de recursos hídricos, oriente Medio sigue liderando los primeros puestos e cuanto a capacidad de producción, pero seguido muy de cerca por Estados Unidos y España. Éstos y otros interesantes datos sobre el mercado de desalación se encuentran en el nuevo informe 2008-2009 Desalination yearbook, elaborado por la Asociación Internacional de Desalación (IDA) y la publicación inglesa Global Water Intelligence.

El crecimiento mundial de las tecnologías de desalación para producir un suministro fiable de agua potable ha sido muy notable en estos últimos años, lo que indica que esas tecnologías se han empleado más que nunca para hacer frente a la gran sequía mundial y a la búsqueda de nuevas fuentes de agua potable. Según datos de la Organización Mundial de la Salud, se estima que aproximadamente el 20% de la población del mundo vive en países donde el agua es escaso donde las personas no han sido capaces de acceder a los recursos disponibles.

De acuerdo a la información recogida en la edición 2008-2009 del Desalination Yearbook elaborado por la Asociación INTERNACIONAL DE Desalación (IDA) y publicado por la publicación inglesa Global WATER Intelligence, la capacidad global contratada prevista creció un 43% en 2007, o lo que es lo mismo, 6.8 millones de metros cúbicos al día, con respecto a los 4,7 millones de m3/día ha sido suficiente para abastecer de agua potable a más de 50 millones de personas.

Según el informe, esta tendencia de crecimiento ha continuado en 2008, pues sólo durante los seis primeros mees de este año, la capacidad contratada ha aumentado en un 39% adicional.

A fecha 30 de junio de 2008, la capacidad contratada acumulada de plantas desaladoras en todo el mundo se situó en 62,8 millones de m3/día. El 62% de esta nueva capacidad contratada (39 millones de m3/día) corresponde a desalación de agua de mar, mientras que la desalación de aguas salobres representa otros 12 millones de m3/día (19%). Por otro lado, respecto a las tecnologías de desalación aplicadas a la reutilización de aguas residuales depuradas, éstas han experimentado un rápido crecimiento, representando actualmente el 5% de la capacidad total

En cuanto a capacidad instalada acumulada hasta la citada fecha, es decir, la referida al total producido, la cifra se sitúa en 52 m3/día. Y analizando las tecnologías empleadas, el panorama actual es el siguiente: el 59% de la capacidad instalada corresponde ósmosis inversa, segundo de la evaporación multietapa con un 27%, la evaporación multiefecto, con un 9% y electrodiálisis con un 4%. El 1% restante corresponde a otras tecnologías.

El informe 2008-2009 Desalination yearbook. Que se basa en datos recopilados por la unidad “DesalData” de Global Water Intelligence en colaboración con IA, también recoge el número de plantas de desalación contratadas a nivel mundial: un total de 13.869 hasta el 30 de junio de 2008, en comparación con las 13.080 del año anterior.

Las principales aplicaciones y usos a los que se ha destinado el agua producida por todas estas instalaciones se ha repartido en los siguientes sectores: 68% para municipios y 22% para entidades industriales. El agua desalada también se ha empleado en la industria energética (5%), agricultura (2%) y en la industria turística y militar.

El anuario también destaca que ahora las plantas también se construyen a una nueva escala masiva. En la actualidad, la mayor planta de desalación en operación es la de Fujairah en los Emiratos Árabes Unidos, y con una capacidad de 456.000 m3/día. Sin embargo, existen otras cinco plantas con capacidades que exceden los 500.000 m3/día y actualmente están en construcción en la región de Oriente medio. De éstas, la más grande es la planta Shoaiba 3, en Arabia Saudí, con 880.000 m3/día, Y a finales de año pasado estaba previsto que se pusiera en servicio la primera planta con capacidad para producir un millón de metros cúbicos al día de agua desalada en este mismo país.

Fuera de oriente Medio, y aunque no se acerquen a esta magnitud, en Estados Unidos también se están desarrollando instalaciones de desalación a gran escala. Un ejemplo es la recientemente aprobada Carlsbad, en California, que se convertirán en la plana de mayor capacidad del hemisferio occidental, suministrando 189.000 m3/día de agua potable de alta calidad diariamente.

Según el informe, la industria ha logrado en los últimos años notables mejorías en lo que a consumo energético se refiere, y además ha abordado las preocupaciones ambientales sobre el impacto de la desalación en l vida marina. Esto ha aumentado la apertura de mercados medioambientalmente concienciados, tales como Australia, España y ahora EEUU, a la desalación a gran escala. Según los autores, China también está al borde de una gran expansión en su capacidad de desalación.

Análisis por regiones

En la actualidad, más de 150 países del mundo utilizan la desalación, desde Australia hasta China y Japón, Estados Unidos, España y otros países europeos, Oriente Medio y el Norte de África.

El top 10 de los países con mayor capacidad de desalación es el siguiente:

1. Arabia Saudí: 10.759.693 m3/día.

2. Emiratos Árabes Unidos: 8.428.256 m3/día

3. Estados Unidos: 8.133.415 m3/día

4. España: 5.249.536 m3/día

5. Kuwait: 2.876.625 m3/día

6. Argelia: 2.675.985 m3/día

7. China: 2.259.741 m3/día

8. Qatar: 1.712.886 m3/día

9. Japón: 1.493.158 m3/día

10. Australia: 1.184.812 m3/día

En conjunto, estos diez países suman aproximadamente el 71% de la capacidad global contratada acumulada.

El 2008-2009 Desalination yearbook incluye también un análisis por regiones, centrado principalmente en el número de planas en operación.

Existen alrededor de 1.416 desaladoras funcionando en Estados Unidos, con otras 65 en fase de planeamiento o en construcción. La mayoría tienen como objetivo desalar agua salobre y la desalación de agua de mar sólo representa un 7.4% del total. Otras fuentes de agua incluyen agua pura (13.8%), agua procedente de ríos (11.9%) y aguas residuales (9%).

En la región de América Latina, el número total de plantas desaladoras se ha estimado en 204 y en Europa en 2.250.

EMPRESAS DE AGUA

EPS TACNA lanzó programa educativo y firmó convenio interinstitucional

RADIOTACNALADECANA.COM – 17/04/09.- La Entidad Prestadora de Servicio de Saneamiento (EPS) de Tacna, lanzó el Programa de Educación Sanitaria 2009; y firmó un convenio interinstitucional, en la ceremonia desarrollará esta mañana, en el auditorio de la Universidad Privada de Tacna.

Escolares serán parte activa de Programa Educativo

El programa busca fomentar la participación de estudiantes de educación superior, para promover y ejecutar visitas guiadas a la EPS Tacna, shows educativos, marchas de sensibilización, festival del agua; entre otras actividades orientadas a estudiantes del nivel primario y secundario de Tacna.

Firmaron el convenio, la EPS Tacna, el Gobierno Regional de Tacna, la Dirección Regional Sectorial de Educación, municipalidades distritales locales, Instituciones de educación superior y técnica; e instituciones públicas y privadas de Tacna.

HIDROREGIONES


Hidroeléctrica del Inambari: Así no

LOS ANDES – 19/04/09.- Será la quinta más grande de América Latina, su potencia será de 2 mil megavatios -la más grande del Perú- e invertirán 4 mil millones de dólares en su construcción y muy a pesar de que los estudios de factibilidad se iniciaron en el 2008 y los Estudios de Impacto Ambiental (EIA) están en su etapa previa, el proyecto aún no ha pasado a formar parte de las agendas regionales de Puno, Cusco o Madre de Dios.

Otra decisión arbitraria del gobierno central que, so pretexto del interés nacional, desconoce la participación de la sociedad civil y las autoridades regionales, sin permitir siquiera, buscar la compatibilidad o incompatibilidad de este tipo de proyectos con las propuestas de desarrollo que existen a nivel local y regional.

El proyecto, concebido básicamente para la exportación de energía hacia el Brasil, como ha manifestado el propio ministro brasileño de Minas y Energía, Edison Lobao, en mayo del 2008, es parte de otras 14 centrales hidroeléctricas que se construirán en territorio peruano. En tiempos de calentamiento global, de la pérdida de glaciares, de la depredación de bosques y crisis del agua, proyectos como estos, despiertan más dudas que certezas.

Pero más preocupante aún, resulta que el país se haya embarcado en la construcción de un sinfín de megaproyectos, la mayoría de ellos comprometiendo créditos e intereses que los peruanos pagarán las próximas décadas, sin tener la definición exacta de una estrategia geopolítica y geoeconómica a largo plazo. Brasil ha aprendido hace mucho tiempo a hacer política de su geografía, el Perú ni siquiera se asoma a algo similar.

Las hidroeléctricas, carreteras, aeropuertos, etc., son proyectos de infraestructura, no son proyectos de desarrollo de ninguna manera. Así lo demostró la construcción de la infraestructura de hidroeléctricas como la de San Gabán (Puno) que, según sus promotores, aportaría significativamente a superar las condiciones de pobreza en dicha región. Vendría bien hacer un balance de cuán significativo ha sido su aporte al desarrollo regional, a más de una década de construida, más allá de garantizar el alumbrado público y las redes domiciliarias.

Tengamos mucho cuidado en celebrar de por sí, casi automáticamente, la venida de este tipo de megaproyectos, cuidado con los discursos panfletarios que alguna vez garantizaron que la sola construcción de infraestructura solucionaría los problemas de las regiones o que el asfaltado de carreteras como, la Interoceánica Sur, de por si, ayudará a superar las condiciones de pobreza en el sur peruano. Se trata más bien de poner en las agendas regionales, la discusión de cómo estos proyectos se articulan con sus visiones de desarrollo y cómo maximizar los beneficios que pudieran derivar de éstos.

Otro tema preocupante es que generalmente estos megaproyectos se construyen sin respetar los estándares ambientales exigidos y el añadido que trae consigo la construcción de la hidroeléctrica del Inambari, tiene que ver con la necesidad de construir un dique que estará ubicado cerca del puente Inambari, afectando directamente al puente y al asfaltado de la Interoceánica Sur y amenazando la zona de amortiguamiento del Parque Nacional Bahuaja Sonene, una de las zonas con mayor biodiversidad en el mundo.

También debe considerarse que el Inambari es el hogar de más de 52 especies de peces, quienes, en su ciclo de vida, se dirigen a las zonas altas de la cuenca para desovar. Actualmente existen tecnologías que podrían permitir la minimización de este tipo de impactos, pero esos temas tienen que ser definidos previamente a la ejecución del proyecto.

Como colofón, el río Inambari actualmente ya soporta índices de contaminación, por la presencia de mineros informales que, escondidos bajo la máscara de artesanales, destruyen y contaminan un entorno vital, no sólo para las miles de especies que dependen de la cuenca, sino para las poblaciones que viven aguas abajo, cuya fuente de subsistencia es la pesca y otras actividades que provee el río.

En tal entender, temas como el efecto que tendrá la hidroeléctrica sobre el régimen hídrico del Inambari, determinando si habrá o no una disminución del caudal y como éste afectará a los procesos ecológicos, a la navegabilidad y si favorece o perjudica las actividades ilegales como la minería fluvial, deben conocerse a detalle.

De otro lado, el Perú tendría que inaugurar la discusión respecto de la viabilidad económica y política de este tipo de megaproyectos, ya que deben ser compatibles con la capacidad de movilizar recursos -que en este caso provienen de préstamos de organismos multilaterales-y acuerdos políticos con la sociedad civil regional, los cuales no se han establecido; el cumplimiento de ambas condiciones posibilitaría quizá pensar en una estrategia de integración energética regional sudamericana, que garantice la sostenibilidad de nuestros recursos naturales y que nos beneficie directamente.

Aún hoy, el gobierno peruano, no ha tomado en cuenta las visiones que la sociedad civil regional tiene respecto de la integración, los pocos mecanismos de diálogo, consulta e involucramiento que se han generado contribuyen a anteponer la desconfianza en el imaginario de la sociedad regional. Hasta el momento, los megaproyectos, la mayoría de ellos construidos en el marco de la Iniciativa para la Integración de la Infraestructura Regional Sudamericana (IIRSA), intentan pasar desapercibidos.

Se trata de que los Gobiernos Regionales y Locales incorporen en sus planes de desarrollo, proyectos como la construcción de la hidroeléctrica del Inambari y no sigan siendo los grandes ausentes en dicha discusión, tanto por el desinterés, como por el estilo centralista e impositivo del Gobierno Nacional que decide por encima de las demandas y proyectos regionales.

“Defender el Agua es Defender la Vida

www.fentap.org.pe

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