HIDROBOLETÍN
FENTAP
Miércoles, 27 de abril de 2016 – Año X – Edición 2465 –
www.fentap.org.pe
La FENTAP informa:
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Terremoto en Ecuador, conflicto en Siria: ¿cómo se trabaja agua y
saneamiento en emergencias? Entrevista a Jesús Baena Izquierdo, coordinador
WaSH del pool de emergencias de Acción contra el Hambre, ONG con amplia
trayectoria en este ámbito.
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Chile - Wallmapu. Histórica marcha se realizó en Temuco por la
defensa y recuperación de las aguas y territorios.
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Terremoto en Ecuador, conflicto en
Siria: ¿cómo se trabaja agua y saneamiento en emergencias?
http://www.iagua.es/ - 26/04/2016.- Hace poco más de una
semana un terremoto de 7.8 grados golpeó a la población de la costa de Ecuador,
afectando a miles de personas, y recordándonos desastres similares sufridos en
2010 en Haití y 2015 en Nepal. En la actualidad se estima que unos 125 millones
de personas se encuentran afectadas por desastres y conflictos que provocan
situaciones de emergencia, una situación que se ha incrementado a lo largo de
las últimas décadas, y que en casi el 80% de los casos se originan por
conflictos armados, como en el caso de Siria.
Los objetivos de una actuación en emergencias se basan en
la prevención y el alivio del sufrimiento humano y la preservación de la vida y
de la dignidad de las personas afectadas por una crisis, y en estas situaciones
el agua y saneamiento son, una vez más, elementos imprescindibles para una
intervención efectiva.
Para conocer un poco más sobre el papel del agua y del
saneamiento en las emergencias he hablado con Jesús Baena Izquierdo,
coordinador WaSH del pool de emergencias de Acción contra el Hambre, ONG con
amplia trayectoria en este ámbito. Aquí están sus aportaciones (¡gracias,
Jesús!).
Pregunta. Las 24
primeras horas tras una crisis son cruciales para iniciar las bases de una
intervención efectiva. ¿Cuáles son las primeras decisiones y actuaciones que
deben llevarse a cabo?
Respuesta. Las primeras actuaciones siempre están
encaminadas a entender el contexto. Tienen lugar delante del ordenador,
revisando la información que ya se haya producido y otras fuentes que te ayudan
a entender la situación.
A partir de ahí empiezan las primeras decisiones que
tienen que ver con el aprovisionamiento, la movilización de stocks y los
recursos humanos. Inmediatamente llegan las decisiones que tienen que ver con
las opciones técnicas: en WaSH en emergencias no hay soluciones mágicas que
funcionen siempre (ni siquiera las plantas potabilizadoras portátiles, en las
que tanto se suele confiar) sino que hay que adaptar mucho la respuesta.
En Níger, para responder a la crisis de refugiados y
desplazados por el conflicto con Boko Haram se hace desinfección,
rehabilitación y perforación de sondeos. En el tifón Haiyan en Filipinas, se
optó por potabilización centralizada con plantas portátiles, pero la mayor
parte de la respuesta consistió en distribución de desinfectantes que se
utilizaban a nivel de domicilio. El catálogo de posibilidades es muy amplio.
P. A pesar de
que cada crisis presenta elementos específicos, y como comentas, cada intervención
debe adaptarse totalmente al contexto local y a las características de cada
una, ¿cuáles son los elementos fundamentales comunes de una respuesta ante una
emergencia?
R. La primera actuación fundamental en terreno es la
evaluación de necesidades. Tiene lugar directamente en el terreno recogiendo
datos pero también en las reuniones de coordinación con otros participantes en
la respuesta. Casi al mismo tiempo se puede dar una primera respuesta rápida
que suele tener forma de distribución, entregando directamente kits de
materiales a la población afectada. Esto sirve para contener rápidamente las
necesidades más apremiantes hasta que se decide cómo llegar mejor a los
afectados.
Una vez que llegan los datos se decide un plan de acción
y esto se hace de forma rápida pero sin obviar a los interlocutores clave:
primero las poblaciones afectadas que deben tener todo el protagonismo posible
en la toma de decisiones, las autoridades locales que conocen mejor que nadie
el contexto, el resto de participantes en la respuesta y los técnicos de Acción
Contra el Hambre (AcH).
Este plan de acción debe contener un esbozo de lo que se
hará más adelante, en la fase de rehabilitación y la estrategia de salida. La
respuesta a la emergencia puede durar unos tres meses, pero el programa
completo puede durar años: en Filipinas hemos trabajado muy intensamente hasta
año y medio después del tifón Haiyan. Y digo un esbozo porque luego se
concretará más. Lo que se hace en emergencias es siempre técnicamente más
sencillo, se busca la efectividad y el pragmatismo en contraposición a los
programas que se desarrollan después de la crisis, que son técnicamente más
complejos y que deben alinearse con las políticas públicas (o propiciarlas si
no existen) y con la estrategia de diferentes agencias de cooperación,
consorcios de ONGs, etc.
Esta parte está liderada por el departamento técnico, que
está formado por técnicos que tienen una amplia experiencia en la región y que
están muy bien conectados con los agentes locales. Digamos en pocas palabras
que los “emergencistas” actuamos y pensamos rápidamente, y los que siguen
piensan mucho y actúan más lentamente orientados al largo plazo.
P. Estamos
acostumbrados a ver en medios de comunicación las actuaciones que se ponen en
marcha una vez se produce un conflicto o desastre, pero no todo el mundo sabe
que la actuación en emergencias en muchas ocasiones comienza antes. ¿Qué se
hace antes de las crisis y cómo se aborda el ámbito del agua, saneamiento e
higiene?
R. En Acción contra el Hambre estamos presentes
permanentemente en más de 40 países y se aprovecha esta presencia para elaborar
planes de preparación y contingencia con los que intentamos anticiparnos a las
emergencias que sobrevendrán. Esto es lo que hacemos antes de las crisis, trabajar
en esta preparación interna que siempre involucra a agentes externos como
autoridades y ONG locales. Estos planes contienen información muy práctica
sobre abastecimiento, gestión de stocks o contratos con suministradores que nos
permite movilizarnos rápidamente en caso de emergencia, y nos prepara para las
emergencias que puedan producirse en estos países. Para el resto del mundo, el
equipo de emergencia se prepara para despliegues autónomos, y se hace un
seguimiento y se trabaja en la priorización de las crisis que se producen para
saber dónde tenemos que estar.
Por otro lado, y en el marco de los proyectos regulares
que AcH lleva a cabo en estos países, se trabaja en apoyar la resiliencia de
las comunidades que pueden sufrir desastres. Esto es, mejorar la capacidad que
estas comunidades tienen para resistir los efectos negativos de los desastres.
En WaSH esto se consigue mejorando las estructuras de gestión local y
comunitaria, creando equipos de respuesta local y de alerta temprana, creando
infraestructuras de agua y saneamiento orientadas a resistir el impacto de los
desastres naturales o los conflictos, equipando los centros de evacuación con
infraestructura sanitaria, etc…
P. Existen
crisis que no están provocadas por situaciones puntuales como el inicio de un
conflicto bélico o un desastre natural, sino por una situación más prolongada
como una sequía. ¿Cuáles son los aspectos diferenciales en estos casos?
En las emergencias de tracto lento como las sequías son
fundamentales los sistemas de alerta temprana y el monitoreo constante. Por
ejemplo en Centroamérica fortalecemos los sistemas de alerta temprana y
vigilancia con los sitios centinela, que es un sistema de monitoreo de base
comunitaria que permite anticipar situaciones de vulnerabilidad y hacer frente
a los efectos de una crisis alimentaria desde antes de que se produzca.
Apoyamos a las instituciones para que puedan poner en práctica estos sistemas
de análisis.
Como vemos, el trabajo en agua y saneamiento en el ámbito
de las emergencias difiere mucho de las intervenciones de largo plazo
encaminadas a la generación de condiciones que garanticen los derechos humanos
al agua y al saneamiento, pero constituyen un espacio fundamental para la
preservación de la vida y dignidad de personas afectadas por desastres o
conflictos.
Desde mi punto de vista los gobiernos nacionales y la
comunidad internacional deben ser ágiles y efectivos en la respuesta a estas
emergencias, pero a la vez no olvidar que es preciso actuar sobre las causas
ambientales o políticas que están detrás de las crisis humanitarias.
HIDROMUNDO
Chile - Wallmapu. Histórica marcha se
realizó en Temuco por la defensa y recuperación de las aguas y territorios
http://kaosenlared.net/ - 27/04/16.- Más de
4,500 personas fue la estimación de la organización de la IV marcha de los
Pueblos (plurinacional) por la defensa y recuperación de las aguas y
territorios realizada en la ciudad de Temuco este 23 de abril, la que partió
por en la plaza hospital pasado las 15:30 y recorrió diversas calles de la
ciudad.
Movimiento por la defensa y
recuperación de las aguas
Durante la mañana del sábado
23 de abril se realizó una Asamblea del movimiento en el auditórium de la
Facultad de Medicina de la Universidad de la Frontera, a salón repleto, con más
de trescientas cincuenta personas, destacándose la idea de “plurinacionalidad”
o de “pueblos” con respecto a la forma de relación y respeto desde los
movimientos sociales a la coexistencia de los Pueblos que habitan en Chile y a
la necesidad de recuperar las soberanías y derechos.
Allí, se dio cuenta del duro
diagnóstico que enfrenta el País en su totalidad con respecto a lo que se ha
denominado los embates del neoliberalismo y su actual intento de expansión en
áreas extractivistas, tales como la mega minería, las forestales, las de
energía (hidroeléctrica, termoeléctricas y mega parques eólicos), entre otros,
y sus graves impactos a las fuentes hídricas del País que intensifica su actual
crisis y escasez.
Marcha por los ríos libres en
Melipeuco
Melipeuco lo están
convirtiendo en una zona de sacrificio hidroeléctrico donde se emplazan
múltiples proyectos de centrales hidroeléctricas y líneas de alta tensión,
algunas de las cuales ya están construidas las que, comparativamente, servirían
para producir la energía que necesita toda la región de la Araucanía, aun así,
se pretende continuar con su destrucción ya que se estima que la cuenca puede
producir 1.500% más de energía. Por otro lado, sus aguas están gravemente
contaminadas por la salmonicultura y los monocultivos de árboles, como los
pinos y los eucaliptos, arrasan cada día con el bosque nativo, así como
desenfrenados incendios de nativos por parte de desquiciados, hechos que
afectan a todo ser que habita en esta Región.
Ante estas realidades, con
unidad, autonomía y respeto, se hace un llamado a toda persona que vea esta
información, a toda persona respetuosa de los derechos humanos y el medio
ambiente, a quienes respetan los derechos de los Pueblos, a continuar
movilizados a través de las diversas formas de expresión social, para terminar
con estas injusticias y violentos autoritarismos.
Leer
texto completo aquí http://bit.ly/1NT8KyB
“Defender el Agua es Defender la Vida ”
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