25/9/23

Piura: ANA no financiará diques en quebradas de Tambogrande - Hidroboletín Fentap 4307

 Lunes, 25 de setiembre de 2023 – Año XVII – Edición 4307 – http://hidroboletinfentap.blogspot.pe


Piura: ANA no financiará diques en quebradas de Tambogrande

El pedido se tramitó entre el Ministerio de Agricultura y la ANA, sin embargo, el pasado 22 de setiembre, esta última entidad concluyó que no atendería el pedido

Gran malestar generó en la Junta de Usuarios del valle de San Lorenzo la decisión de la Autoridad Nacional del Agua (ANA) de no financiar las obras de protección en las principales quebradas de Tambogrande.

A través de un oficio del 4 de agosto, la junta de usuarios reiteró la solicitud de S/ 12 millones para la inversión en estructuras de protección en las quebradas del valle como Carneros, Carneritos, Cólera, Pedregal y Lloque Yupanqui.

Rechaza

El pedido se tramitó entre el Ministerio de Agricultura y la ANA, sin embargo, el pasado 22 de setiembre, esta última entidad concluyó que no atendería el pedido.

Mediante el oficio N°0826-2023 el gerente general (e) del ANA, Johnny Cayo, sostiene que solo pueden intervenir en los puntos críticos de los ríos que estableció el decreto de urgencia N° 015-2023.

“No se puede ejecutar actividades de limpieza y descolmatación de puntos críticos que no estén contenidos en el mismo [decreto]”, se lee en el oficio.  https://eltiempo.pe/

 


HIDROREGIONES PERÚ

Sequía en Perú: ¿qué regiones son las más afectadas por la escasez del agua?

La sequía a causa del déficit hídrico pone en riesgo la calidad de vida, el desarrollo de las actividades económicas y la salud pública en el norte y sur del Perú. Es por ello que el Gobierno de la presidenta Dina Boluarte ejecuta medidas como la rehabilitación de pozos tubulares ante la escasez de agua para el consumo humano y el riego de cultivos. Conoce en esta nota cuáles son las regiones más afectadas, las acciones y la inversión de la Autoridad Nacional del Agua (ANA) para mitigar este problema en pleno desarrollo debido al fenómeno El Niño.

¿Cuáles son las regiones más afectadas por el déficit hídrico, según la ANA?

Del total de regiones con distritos declarados en emergencia con el decreto n.° 104-2023 que firmó la presidenta Dina Boluarte debido a la sequía por el déficit hídrico en el Perú, son nueve las más afectadas por la gravedad de la situación, y van en el siguiente orden:

Puno

Cusco

Apurímac

Arequipa

Junín

La Libertad

Áncash

Huánuco

Ica

¿Cuántas y cuáles son las regiones y provincias con 544 distritos en emergencia por la escasez de agua?

Son 14 regiones que se ubican principalmente en el sur del Perú, con 544 distritos en emergencia debido a la sequía ante el déficit hídrico que origina el fenómeno El Niño. Esta es la relación:

Ayacucho, con sus provincias: Cangallo, Huamanga, Huanta, La Mar, Lucanas, Parinacochas, Páucar del Sara Sara, Puno, San Antonio de Putina, San Román, Sandia, Yunguyo.

Tacna, con sus provincias: Candarave, Tacna, Tarata.

Áncash, con sus provincias: Antonio Raymondi, Asunción, Bolognesi, Carlos Fermín Fitzcarrald, Huari, Mariscal Luzuriaga, Pallasca, Pomabamba, Sihuas, Yungay.

Apurímac, con sus provincias: Abancay, Andahuaylas, Chincheros, Cotabambas, Grau.

Arequipa, con sus provincias: Caravelí, Castilla, Caylloma, Condesuyos, La Unión.

Cusco, con sus provincias: Acomayo, Calca, Anta, Canas, Chumbivilcas, Canchis, Cusco, Espinar, La Convención, Paruro, Paucartambo, Quispicanchi, Urubamba

Huancavelica, con sus provincias: Acobamba, Angares, Castrovirreyna, Churcampa, Huancavelica, Huaytara, Tayacaja.

Huánuco, con sus provincias: Ambo, Dos de Mayo, Huacaybamba, Huamalíes, Huánuco, Lauricocha, Leoncio Prado, Marañón, Pachitea, Yarowilca.

Ica, con su provincia: Palpa.

Junín, con sus provincias: Chupaca, Concepción, Huancayo, Jauja, Junín, Tarma, Yauli.

La Libertad, con sus provincias: Pataz y Santiago de Chuco.

Lima, con su provincia: Huarochirí.

Pasco, con sus provincias: Daniel Alcides Carrión y Pasco.

Puno, con sus provincias: Azángaro, Carabaya, Cghucuito, El Collao, Huancané, Lampa, Melgar, Moho, Puno, San Antonio de Putina, San Román, Sandia, Yunguyo.

ANA rehabilitará pozos tubulares para suministrar agua

La Autoridad Nacional del Agua (ANA) rehabilitará 353 de 2.000 pozos tubulares en Puno, que es la región con mayores consecuencias debido a la escasez del agua. Así, lo señaló la funcionaria Flor de María Huamaní, quien indicó a Latina que de esta manera se operará para extraer el recurso hídrico y abastecer de agua a los puneños.

"Conforme a los pronósticos, Puno es la región que afrontará la peor escasez de agua, es por eso que se realizará mantenimiento a los pozos tubulares para extraer el agua subterránea, lo cual significa implementar bombas sumergibles y paneles solares", afirmó Huamaní.

¿Cuál es la inversión para ejecutar la habilitación de pozos en Puno?

Flor de María Huamaní remarcó que la Autoridad Nacional del Agua ejecutará un presupuesto de S/16 millones en el mejoramiento de pozos que permitirá contar con un caudal de uno a cinco litros de agua por segundo para el suministro de los puneños.

¿A la fecha ya se habilitaron pozos de agua en Puno?

Sí. Son ocho pozos tubulares ubicados en las localidades de Coata, Rami, Ilave y Huancané.

En Cusco, ¿qué plan se desarrolla ante la sequía por el Fenómeno El Niño?

La funcionaria de la ANA, Flor de María Huamaní, remarcó que trabajan en el reforzamiento de seis reservorios y canales de distribución del recurso hídrico. Aunque mencionó que es importante el uso racional y eficiente del agua ante el impacto del fenómeno El Niño.

Plan de aprovechamiento de aguas subterráneas

La Autoridad Nacional del Agua ha puesto en marcha el plan de aprovechamiento de aguas subterráneas a través de la implementación y rehabilitación de pozos a tajo abierto para consumo humano y pecuario, que se ubican en la parte media y baja de la cuenca del lago Titicaca. https://larepublica.pe/

 


Minería ilegal en Perú: la maldición del oro en la cuenca amazónica del río Nanay

a cuenca del río Nanay —uno de los principales afluentes del río Amazonas y fuente del agua potable para la ciudad de Iquitos— se ha convertido en el nuevo foco de extracción ilegal de oro en Perú. Cada día, una draga puede sacar entre 80 y 120 gramos de oro de 24 quilates. El precio del gramo de este tipo de metal en Iquitos es actualmente de S/200, es decir, cada operador obtiene por lo menos S/16.000 diarios: casi medio millón de soles al mes. Una parte del mineral extraído —en promedio de 20 gramos al mes— es entregado a la comunidad indígena o campesina como pago por consentir la actividad en su territorio.

La actividad minera en esta zona comenzó el año 2000; sin embargo, desde el inicio de la pandemia se ha multiplicado la cantidad de dragas, que succionan el lecho del río para obtener el oro y usan sustancias altamente tóxicas como el mercurio. Un equipo de OjoPúblico recorrió la cuenca del Nanay para conocer el alcance de la minería ilegal.

“La minería lo está contaminando todo y las autoridades no hacen su trabajo. Ellos no lo sienten porque no viven acá, son aves de paso, pero nosotros sí, (…) y los jóvenes dejan de estudiar, dejan de ir al colegio para ingresar a lo más fácil, a lo ilegal”, advierte Jahaira Tello García, regidora de la Municipalidad distrital de Alto Nanay.

A pesar de que, al inicio, las comunidades locales se oponían a la minería, con el tiempo fueron cediendo a cambio de ciertas prestaciones que llegaron con el negocio del oro: el comercio se incrementó y cada vez más familias tenían un ingreso fijo.

Entre 2021 y julio de 2023, solo en el Nanay, se identificó un acumulado de 122 dragas, señala un reciente informe del Proyecto Monitoreo de la Amazonía Andina (Maap), de Amazon Conservation y la Asociación para la Conservación de la Cuenca Amazónica (ACCA). Se trata del río más afectado por esta actividad en comparación con otros 10 analizados de Loreto. “Los resultados (...) han permitido entender el nivel crítico de la cuenca del río Nanay”, advierte Maap.

Las imágenes de la plataforma —obtenidas a través de satélites— así como los videos y fotografías registrados por los propios comuneros, a los que tuvo acceso este medio, dan cuenta de dos tipos de estructuras para la minería ilegal: las pequedragas, que son plataformas de madera asentadas sobre dos botes peque-peque, y otro tipo de embarcación parecido a una lancha de dimensión mediana. Ambas pueden huir ante el riesgo de ser intervenidas. En otros casos, los mineros abren las válvulas y las hunden temporalmente, narran los militares que participan en los operativos.

En el distrito del Alto Nanay, provincia de Maynas, el río recorre siete comunidades: cinco campesinas y dos indígenas. San Juan de Ungurahual, territorio del pueblo indígena ikitu, marca un límite: desde allí en adelante se intensifica la extracción del oro. Navegar ese trecho se torna peligroso. Los niveles de la actividad ilegal e inseguridad son tan altos que las autoridades fiscales reconocen que no pueden acceder fácilmente.

La noche del 20 de abril del 2022, en la comunidad San Juan de Ungurahual, un equipo liderado por un fiscal —según detalla este último— fue hostilizado con una luz muy potente que apuntaba al motorista de la embarcación, luego empezaron los disparos desde la comunidad.

El testimonio de otro fiscal revela, además, que muchas veces los mismos comuneros pretenden evitar la incautación de maquinarias e insumos de los mineros. En junio último, habitantes de Puca Urco —ubicada a unas siete horas por río desde la ciudad de Iquitos— impidieron la destrucción de tres dragas. Según el testimonio de la autoridad, la delegación —con apenas 6 integrantes— fue superada por un grupo de comuneros, quienes se posicionaron sobre la embarcación a fin de protegerla.

Alrededor de esta actividad, señalan las mismas fuentes y reportes policiales, se ha identificado no solo la presencia de mineros peruanos, sino también procedentes de Colombia y Brasil. “Ellos dominan la ruta y no permiten el tránsito a desconocidos”, remarcan.

Las operaciones ilegales se desarrollan, incluso, sobre territorios protegidos como el Área de Conservación Regional Alto Nanay-Pintuyacu-Chambira, de una superficie de casi un millón de hectáreas y donde se ubica la cabecera de la cuenca del Nanay. Una actividad permitida es la pesca artesanal. Hasta ahí llegan habitantes de comunidades aguas abajo.

Desde el 2020, más de 110 dragas han sido destruidas en el Nanay, de las cuales 33 corresponden a este año, según reportes de la Fiscalía Especializada en Materia Ambiental (Fema) de Loreto y la Marina de Guerra. Sin embargo, con los altos precios del oro en el mercado global, la capacidad económica de los mineros no se ve afectada, pues rápidamente logran reponer la infraestructura dañada.

Estas infraestructuras de apariencia rústica pueden contar con equipos sofisticados como las antenas Starlink, internet satelital, que les permiten estar comunicados, incluso, con el extranjero. Su costo es elevado —se estima, por lo menos, S/2.000— aparte del servicio, explican las autoridades. Por eso, los fiscales entrevistados para esta investigación señalan que el principal camino para debilitar esta actividad ilícita es apuntar a los financistas.

La Fema y la Dirección Regional de Energía y Minas de Loreto (DREM Loreto) ratifican la situación crítica de la cuenca del Nanay en torno a la expansión de la minería ilegal. “He realizado sobrevuelos en otras cuencas y he encontrado mayor actividad en el Nanay. Es como si se estuvieran aferrando a él, por la calidad de oro. Además, las dragas tienen mejor equipamiento, mejor tecnología. Entonces hay mayor interés y presencia”, refiere a OjoPúblico el fiscal adjunto provincial de la Fema Loreto - Maynas, Bratzon Saboya.

A la extracción ilegal de oro y su impacto sobre el lecho del río se suma el uso de mercurio para la obtención del metal. El 15 de setiembre de este año, la Policía intervino una embarcación denominada “El Aguajito”, que tenía como destino la comunidad campesina de Puca Urco y detuvo a dos personas que transportaban mercurio en sus mochilas. Se trató de Kike Tuesta Morales (40), procedente de Iquitos, y a Segundo Pasión Leiva Florian (60), domiciliado en Mazán.

Un permiso minero en el corazón de un río

En este contexto de expansión de la minería ilegal en la cuenca del Nanay, el 31 de agosto de 2023, el Instituto Geológico, Minero y Metalúrgico (Ingemmet), a través de una resolución de presidencia, otorgó el título de una concesión minera en el distrito de Alto Nanay —denominada Raíces Gaddaffy— a Ricardo Moreno Valderrama.

Este ciudadano figura como gerente general de la empresa con el mismo nombre dedicada, según la Sunat, a la silvicultura y otras actividades forestales. De hecho, en mayo de 2022, el Servicio Nacional Forestal y de Fauna Silvestre (Serfor) le impuso una sanción administrativa por “comercializar y poseer productos forestales extraídos sin autorización”, según la resolución.

El petitorio de concesión minera tipo metálica en la zona —cuya área aparece sobre un sector del río Nanay— se presentó el 4 de mayo de 2023 ante Ingemmet.

El 1 de setiembre de 2023, OjoPúblico le consultó a Jorge Salinas Angulo, entonces técnico de la Dirección Regional de Energía y Minas de Loreto, acerca del referido petitorio. El funcionario mencionó que este “no había llegado” a la dirección y que evaluaría cuál era su situación. “No hay normativa que nos faculte como institución poder otorgar permiso o formalizar minería acuífera en estos lugares [zonas reservadas, de amortiguamiento o ríos]”, indicó.

En efecto, en 2003, el mismo Gobierno Regional de Loreto declaró la cuenca del río Nanay como “zona de exclusión para actividades de extracción minera y para aquellas que alteren la cobertura vegetal”. Asimismo, el decreto legislativo 1100 prohíbe el uso de dragas en ríos y cuerpos de agua. Incluso, el Código Penal considera como agravante del delito de minería ilegal la afectación al sistema de irrigación o aguas destinadas al consumo humano.

De acuerdo a un informe de la Fundación para la Conservación y el Desarrollo Sostenible (FCDS Perú), hasta abril de 2023, el 100% de los derechos otorgados y en trámite en la cuenca del Nanay correspondían a la minería no metálica, principalmente, al aprovechamiento de agregados y arcillas de construcción. “Eso evidencia que cualquier otra actividad minera en la cuenca (como la explotación aurífera) es totalmente ilegal”, refiere.

En diálogo con OjoPúblico, Ricardo Moreno Valderrama reconoció que se le ha otorgado la concesión minera metálica y afirmó que tiene previsto, a partir del próximo año, realizar extracción de oro dentro del área de 1.000 hectáreas, ubicada en la comunidad de Puca Urco, en el distrito de Alto Nanay. No obstante, el empresario argumentó que llevará a cabo la actividad de minería aluvial, pero fuera del río. “A dos kilómetros de distancia”, dijo.

“La zona no está excluida de la minería. No hay minería por acá, que es muy diferente. Hemos luchado para tratar de extraer el mineral con todo lo que marca la ley (...). Cuando la minería se hace en aluvial es menos costosa (...). Tenemos que tener nuestras reservas, de dónde vamos a sacar la tierra, lo que ya lavamos, tener nuestro pozo, a dónde van a ir los materiales residuales. Eso se llama impacto ambiental”, agregó.

El abogado especialista en materia ambiental, César Ipenza, aclara que contar con un título de concesión no da el derecho a la explotación minera. Para ello, previamente, se deben cumplir con exigencias legales, como tener un estudio de impacto ambiental, la autorización de uso de terreno superficial, opinión de autoridad local del agua, entre otros. Incluso, al tratarse de minería aluvial —si se refiere a que el oro tiene ese origen, pero no se extrae de cuerpos de agua— requerirá de una autorización de desbosque para liberar la zona.

“El señor no es un minero, no ha estado operando antes, sino es uno nuevo. Entonces, lo que tiene que hacer es cumplir toda la ley; es decir, después de la concesión, preparar los estudios ambientales, las autorizaciones [...]. El proceso no va a ser sencillo, no es que se tenga la concesión y opere mañana [...]. No le corresponde ampararse al Reinfo (Registro Integral de Formalización Minera), sino todo hacerlo por la vía ordinaria”, refiere.

Para el abogado, puede resultar discutible que una concesión figure sobre el sector de un río, pero legalmente no está prohibido. Lo que sí lo está —e incluso es un delito— es la explotación minera en ese cuerpo de agua. La minería en ríos es ilegal. “[El caso de Loreto llama la atención] porque se supone que hay una lucha contra la actividad ilegal, no hay ninguna actividad formal en esta zona y uno ve que empiezan a solicitar petitorios. Después de este vendrán mucho más. Llama la atención porque no hay petitorios en esa zona”, señala Ipenza.

Apuntar a los financistas

Según fuentes fiscales, quienes operan las dragas son solo encargados y no los verdaderos dueños o financistas, por lo que sus investigaciones apuntan a la identificación de estos últimos. Antes de poner en marcha sus operativos denominados Tahuampas del Nanay, el 2020, la Fiscalía optó por trabajar con el Departamento de Investigación Contra el Crimen Organizado de la Policía, dejando de lado al Departamento de Protección del Medio Ambiente de la Policía de Iquitos por sospechas de filtración de información a los mineros.

En el marco de dichos operativos se intervino maquinaria, equipos y dragas aguas arriba o cerca de las comunidades de Alvarenga, Puca Urco y San Juan de Ungurahual. Las tres localidades —según autoridades y ciudadanos de Alto Nanay— son focos de minería ilegal. En estos operativos se incautaron armas, teléfonos satelitales, piezas de dragas, combustible y agendas, útiles para la investigación.

De acuerdo a la FEMA, desde hace un par de años se tiene conocimiento de la presencia de organizaciones criminales en la zona, aunque todavía no es posible determinar la identidad de los principales líderes. Lo que es claro es que muchos de sus miembros son ciudadanos extranjeros, principalmente colombianos.

“Algunos llegan como gatilleros, pero luego aprenden a operar dragas, conocen su funcionamiento, lo que hace el manguerero, el motorista, el buzo (...). Entonces una vez que aprenden a armar su propia draga se expanden”, explica una fuente fiscal.

“Las dragas son como la cabeza de una Hidra —el personaje mitológico—, tú le cortas dos cabezas y le salen cuatro, y es algo que no termina de eliminarse”, dice Sidney Novoa, de la Asociación para la Conservación de la Cuenca Amazónica (ACCA), y quien se encarga de analizar los mapas satelitales del proyecto MAAP que buscan identificar dragas en la selva.

Los insumos para la minería ilegal en el Nanay pueden ingresar por dos vías, según lo declarado a este medio por autoridades y fuentes locales. Pueden llegar desde la ciudad de Iquitos surcando el río o pueden ingresar por una trocha que une el río Tigre con el Nanay. El Tigre es un río que también reporta minería ilegal, según información de la misma plataforma MAAP, aunque muy lejos aún de los niveles de su vecino.

En la ruta desde Iquitos, las embarcaciones están obligadas a detenerse en dos puntos: la Unidad de Control Fluvial de la Marina y la comisaría de Santa María que está al lado. Se trata de un largo trayecto —de unas cinco horas viajando en un bote rápido— en el que la embarcación no se tiene que reportar ante ningún control.

Hasta setiembre del año pasado, la base de la Marina se ubicaba en el puesto de control y vigilancia Yarana, de la Reserva Nacional Allpahuayo Mishana. En este punto se debía controlar e incautar los insumos presuntamente destinados a la minería. Ahora, esa base se ubica en Santa María, dos horas aguas arriba.

En mayo último —sin la presencia de la Marina ni la Policía— este puesto sufrió el robo de equipos como motores y radios. El caso está en investigación de la Fiscalía “para determinar si se trató de mineros ilegales o una banda organizada de ladrones que opera en la zona”, informó el jefe de la reserva, Herman Ruiz.

Solo Santa María de Nanay, capital del distrito, se opone mayoritariamente a la minería. En esta localidad de más de mil habitantes es conocido Nicolás “Gallo” Pérez, quien fue por dos años —2021 y 2022— sargento de ribera. Según cuenta, su labor consiste en alertar a la Marina y la Policía sobre la presencia de operadores de la minería ilegal en su zona, así como acompañar las intervenciones.

“A mí ya me han puesto la pistola, y les he dicho que me maten, pero le he dicho que después van a atenerse a las consecuencias”, dice Pérez a OjoPúblico, en la entrada de su casa. Pérez ha participado en numerosos operativos de incautación de combustible, en barriles, bidones y hasta en botellas de gaseosa. También en la incautación de equipos para las dragas como motores y alfombras.

Muchos de estos equipos tienen como destino el Área de Conservación Regional (ACR) Alto Nanay-Pintuyacu-Chambira, lugar preferido por los pescadores artesanales que llevan lo capturado —como zúngaro, sábalo, tucunare, fasaco, curuhuara, lisa, entre otros— a vender a Iquitos.

Esta área protegida se creó el 2011 con el fin de conservar los recursos naturales de la zona. Sin embargo, esto no se está cumpliendo. Celzo Gil Gonzales, jefe del ACR, dijo a OjoPúblico que la falta de recurso para combustible, principalmente, hace que no puedan hasta ahora realizar un patrullaje del río.

Según el funcionario, en la gestión regional anterior “no hubo patrullaje, por eso es que los mineros han aumentado y estos han aprovechado la pandemia para ingresar. Son gente de Madre de Dios, conjuntamente con ciudadanos colombianos”, asegura.

Una fuente local detalla que las embarcaciones que transportan insumos para la actividad ilegal son “El Aguajito”, que es un ponguero, la lancha "Tito" o "Papá Fidel”, y la lancha “Zaragoza”. “En ‘El Aguajito’ ellos ya saben cómo camuflar”, señala a este medio. En esta embarcación fueron intervenidos el 15 de setiembre dos personas por llevar frascos de mercurio. Uno de los puntos de zarpe es el puerto de Santa Clara, ubicado a una hora por río de Iquitos.

Otros documentos policiales a los que accedió este medio detallan que el 1 de julio de 2023, agentes de Santa María detuvieron al ciudadano colombiano Óscar Armando Macías (35) cuando abordaba “El Aguajito” rumbo a Iquitos. Según el referido oficio, el intervenido llevaba en una pequeña bolsa, dentro de su pantalón, lo que presuntamente eran 112 gramos de oro, valorizado en más de S/20.000. https://ojo-publico.com/

 


HIDROMUNDO

Sequía extrema: desolador panorama de apicultores de la región por crisis climática

Las abejas son mucho más que miel y picaduras. Al volar entre las flores, de cuyo néctar se alimentan, transportan el polen que las fecunda y les permite producir semillas y frutos.

Este perfecto engranaje natural está en peligro en Chile, pues desde hace 14 años los apicultores enfrentan una severa sequía que deriva en escasez de flores para dar alimento a sus abejas y esto, a su vez, amenaza las funciones que estos insectos cumplen en el ecosistema. Cuando un apicultor se queda sin flores para proveer néctar tiene dos opciones: buscar un hábitat más amigable o darles a sus abejas agua con azúcar u otras mezclas que considera nutritivas para que éstas sobrevivan. Sin embargo, según expertos, realizar estos ajustes a su alimentación puede perjudicar su organismo y sus funciones.

“Sin agua las colmenas no pueden crecer y se estancan”, dice a Diario El Día, Mario Flores, presidente del Movimiento Nacional de Apicultores de Chile (Monachi), quien agrega que “la abeja es el pilar agroalimentario de Chile (...) Sin ellas no habría ni zanahoria ni cebollas”.

Los inviernos generosos en lluvias y nieve son cosa del pasado, los embalses están a un 40% de su capacidad.  El escenario más crítico se vive en la provincia de Limarí, donde el embalse Recoleta alcanza el 19 por ciento de agua embalsada, mientras que los reservorios La Paloma y Cogotí sólo llegan al ocho por ciento, según el Centro Científico Ceaza.

OTROS FACTORES

Monachi advierte que la sequía no es el único problema que enfrentan los apicultores en la región, el uso de pesticidas, la reducción del bosque nativo y el monocultivo también repercuten en crear un ambiente hostil para la sobrevivencia de la abeja.

La disminución de colmenas es un fenómeno global y su merma puede derivar en una escasez no sólo de alimentos, sino en un declive de las plantas medicinales y animales herbívoros, lo que a su vez afecta a todos los ecosistemas del mundo.

Según un estudio de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), un 70% de los cultivos de Chile dependen de la polinización de la abeja para crecer.

Por lo mismo, la sequía no sólo impacta a las abejas. Su disminución puede afectar a los agricultores, especialmente a los productores de frutas frescas, que hasta julio de 2023 exportaron 1,8 millones de toneladas por más de 4.000 millones de dólares. De acuerdo con la Federación de Exportadores de Frutas de Chile, el sector frutícola da empleo a unas 700.000 personas y, si la sequía y los efectos del cambio climático continúan, “habrá zonas que no serán más productoras de fruta por un tema de disponibilidad de agua o bien irán disminuyendo”.

2.300 colmenas perdidas

Luis Tapia se dedica hace 28 años a la apicultura en la localidad de Monte Patria, uno de los sectores más afectados por la sequía. A pesar que el mundo de las abejas le apasiona, está pensando en dejarlo porque ya no es rentable.

“Hace cuatro años tenía 2.500 colmenas, hoy solo cuento con 200”, señala a Diario El Día. Llegó a tener más de 82 millones de abejas, ya que por colmena pueden llegar a vivir 30 mil abejas. Una colmena puede costar $80 mil pesos y una cámara de cría $120 mil pesos, puede producir 50 kilogramos de miel por colmena. Lo último depende de la presencia de bosque nativo cerca como Quillay o Peumo, y la raza de la abeja.

A falta de floración, producto de la sequía, alimenta a sus abejas con agua y azúcar --que no reemplaza al néctar-- y con una “torta nutritiva” -- mezcla de sacarosa, polen, entre otros ingredientes. Con esta comida, las abejas no producen miel, que también es parte de su alimentación natural. “Es como comer fideos todos los días”, cuenta Mario Flores. A la semana gasta $300 mil pesos en alimentar a este agente polinizador.

Sueña que esta temporada pueda aumentar su número de colmenas, las cuales tiene repartidas entre campos del Valle del Elqui y Choapa. No quiere movilizar sus colmenas hacia el sur como lo hacen miles de apicultores a nivel nacional para evitar que sus abejas sigan muriendo. El costo en transporte y alojamiento hacen insostenible esta aventura. En Coquimbo 35 mil colmenas son movilizadas hacia el sur, un 10% más que en 2021, según la ODEPA.

El problema de Luis lo enfrentan más de 590 apicultores que trabajan cerca de 46 mil colmenas. En Chile hay cerca de un millón y medio de colmenas y más de 10 mil apicultores.

Otro problema que enfrenta es el bajo precio que pagan los agricultores por la polinización.

“Por un campo de almendro nos pagan 12 mil pesos por colmena utilizada”, dice Luis Tapia. Por hectáreas se requieren entre diez y doce colmenas para polinizar. Este pago no se realiza de forma diaria, sino por la temporada que puede fluctuar entre los 60 y 90 días. No se firma ningún contrato, aquí aún vale la palabra empeñada. Por hectárea polinizada recibe $144 mil pesos por tres meses de trabajo. “Si restamos el costo de transporte y que a veces debo pagarles a dos jóvenes que me ayuden, las ganancias son marginales”, cuenta Tapia.

La faena de polinizar almendros lo combina con la polinización de paltos por el cual puede llegar a cobrar $30 mil pesos por colmena.

Con rabia cuenta que los agricultores no tienen respeto por el trabajo de la abeja, ya que piden rebajas o que los apicultores “le regalen la polinización”. “Gracias a nuestro trabajo venden a mejores precios sus productos”, sentencia.

Ley apícola

Tras seis años durmiendo en el congreso, en octubre de 2022 se aprobó la ley apícola, luego que a mediados del año pasado los apicultores cortaran la ruta 5 como medida de presión.

Esta legislación establece la creación de un registro nacional de apicultores; otorga nuevas facultades al Servicio Agrícola y Ganadero (SAG) como declarar zonas de control sanitario, zonas libres, cuarentenas, barreras sanitarias y aislamiento de colmena; y establece que los agricultores deberán dar aviso 48 horas antes la aplicación de un pesticida que sea tóxico para las abejas.

“Las personas que contravengan lo dispuesto en este artículo, deberán indemnizar a los apicultores de las colmenas afectadas, de acuerdo con las normas del derecho común, sin perjuicio de las sanciones que procedan”, señala uno de los artículos de la Ley apícola.

Uno de los pesticidas más tóxicos para la abeja es el neonicotinoides, que afectan el sistema nervioso central de las abejas y el uso de glifosato, un herbicida para eliminar las “malas hierbas”.  Mario Flores advierte que “los pesticidas no distinguen cantidad, depende de la cantidad que se aplique puede matar un apiario completo”.

A pesar de los avances que esta ley ha significado para el mundo apícola, el Movimiento Nacional de Apicultores de Chile no descarta nuevas movilizaciones si es que la autoridad agrícola no aumenta las ayudas económicas a este sector. https://www.diarioeldia.cl/

 


“Defender el Agua es Defender la Vida”

http://hidroboletinfentap.blogspot.pe