Lunes, 8 de agosto de 2022 – Año XV – Edición 4025 – http://hidroboletinfentap.blogspot.pe
Las defensoras de la vida que se extingue
en el lago Titicaca
Hay una crisis anunciada desde hace años para el lago sagrado de los Incas. “Nuestros abuelos decían que el clima iba a cambiar y también que algunas especies se extinguirían, pero nunca lo creímos”. Son las mujeres quienes cargan con la crisis hídrica que se está agudizando debido al cambio climático.
El 2015 fue un año de alerta para el lago Titicaca que
conecta a Perú y Bolivia a 3812 metros sobre el nivel del mar. Miles de ranas
gigantes del Titicaca (Telmatobius culeus), peces y aves aparecieron muertos en
el lado boliviano del segundo lago más grande de América del Sur.
“Fue un llamado de alerta de lo que también puede pasarnos
a nosotros”, recuerda Vilma Paye Quispe, de 48 años, que reside a sus orillas
en la comunidad aymara de Sampaya, en la ciudad de Copacabana, a unos 150
kilómetros de La Paz.
Ese mismo año, el lago Poopó, que se une al Titicaca por el
río Desaguadero, se secó por completo. El desastre siguió meses después, cuando
otras 10 000 ranas gigantes murieron en el río Coata, que da al sector peruano
del lago.
Era una crisis anunciada desde hace años para el lago
sagrado de los Incas. “Nuestros abuelos decían que el clima iba a cambiar y
también que algunas especies se extinguirían, pero nunca lo creímos”, cuenta
Paye, quien es arquitecta y una de las 50 lideresas indígenas de la red de
Mujeres Unidas en Defensa del Agua, creada en 2016 para sanar el Titicaca de la
contaminación.
“Es alarmante que nosotros mismos lo estemos contaminando,
porque esto va a repercutir en que también nos extingamos al igual que las
ranas gigantes”, agrega con preocupación.
Un síntoma de la crisis
Lo que sucede con este anfibio acuático, en peligro de
extinción, es un síntoma de la degradación del lago navegable más alto del
mundo. Las descargas de aguas residuales y la basura de las casas, los
hospitales y la explotación minera alrededor están contaminando el Titicaca y
toda su cuenca, desde el río Desaguadero hasta el lago Poopó.
Diversos estudios ya han confirmado la presencia de metales
pesados en sus aguas, como arsénico, cadmio, mercurio y plomo, entre otros. Por
supuesto, al respirar a través de su piel holgada y llena de pliegues, estas
ranas oriundas y exclusivas del lago absorben todos estos contaminantes.
Sin embargo, alguna vez las aguas del Titicaca sí fueron
cristalinas. De niña, Paye jugaba con los carachis amarillos (Orestias luteus)
y otros peces nativos en la playa de Copacabana.
“No se veía toda esta contaminación, hasta tomábamos el
agua del lago y nunca nos enfermamos”, dice la lideresa desde esta ciudad
boliviana que, al igual que otras al margen del lago, se ha transformado en un
centro turístico del cual dependen prácticamente sus 15 000 habitantes.
Para Paye y otras mujeres, el impacto ha sido más que
evidente. “Me da pena que ahora no veo más nada que la playa contaminada”,
asegura. “Nosotras palpamos lo que eso está causando, porque somos cabeza del
hogar y utilizamos el agua en todo.”
Son las mujeres quienes cargan con la crisis hídrica que se
está agudizando debido al cambio climático y la falta de lluvias.
En efecto, el agua ya escasea al punto que las comunidades
en Copacabana, por ejemplo, solo tenían abastecimiento un día sí y otro no
hasta 2018, año en que el Estado boliviano lo amplió mezclando el recurso del
lago y sus vertientes. “Pero la calidad no es la misma, aunque quieran decirnos
que han hecho todo para que sea potable, se siente la diferencia”, sentencia la
lideresa.
En 2020, las ranas del Titicaca rescatadas se reprodujeron
en cautiverio.
Por eso, en 2020, Paye se unió a la red de Mujeres Unidas
en Defensa del Agua. Junto a las defensoras aymaras y quechuas recoge botellas
y bolsas de plástico de las playas, sensibiliza a jóvenes en las escuelas,
dialoga con las autoridades y hasta mide la calidad del agua con tal de sanar
su lago ancestral. Y lo hace contra el machismo que perdura en esta zona del
Altiplano.
“¿Creen que ustedes van a poder salvar el lago?”, les
decían algunos en las comunidades. “Pero sí que está en nuestras manos como
mujeres cambiar algo, y es la lucha que estamos liderando por nuestros hijos.
No podemos seguir yendo en contra de nuestra propia especie”, aclara la
lideresa.
Un refugio en cautiverio
Tras la muerte masiva de ranas en 2015, un equipo de
emergencia rescató a las sobrevivientes en el Lago Menor del Titicaca para
conservarlas en cautiverio en el Centro K’ayra, el único en Bolivia destinado a
proteger especies de anfibios amenazados.
“Al tener una piel tan permeable, las ranas son centinelas
de nuestro medio ambiente”, comenta la bióloga Teresa Camacho Badani, quien
está a cargo de este centro de investigación y conservación en Cochabamba, a
unos 430 kilómetros del Lago Menor.
“Nadie se da cuenta de que lo que está pasando con estas ranas,
en cierta medida, nos puede pasar a nosotros. Solo nos están alertando de lo
mal que estamos dejando un hábitat tan necesario para la región. Debemos tomar
en cuenta esa señal que nos está dando la naturaleza antes de que sea demasiado
tarde”, añade la herpetóloga.
Para su rescate, las ranas del Titicaca atravesaron una
odisea desde que salieron del lago que fue su hogar desde siempre. El equipo
evacuó a unos 35 anfibios de las aguas contaminadas en un avión, con apoyo de
la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) y Amphibian
Ark, entre otras organizaciones.
Luego, emprendieron un viaje por tierra hasta el Centro
K’ayra y se instalaron finalmente en un contenedor acondicionado donde no entra
ningún tipo de contaminante y un sistema simula la temperatura y las horas de
luz de su hábitat natural.
“Aquí recibieron todos los tratamientos veterinarios y
cuidados necesarios, porque también estaban expuestas al hongo Batrachochytrium
dendrobatidis que está devastando poblaciones enteras de anfibios alrededor del
mundo desde los años ochenta”, explica Camacho.
Este refugio es parte del Museo de Historia Natural Alcide
d’Orbigny, que fue declarado Patrimonio Nacional en 2014.
A la fecha, alberga a 450 individuos que pertenecen a cinco
especies del género Telmatobius —acuáticas y endémica de la cordillera de los
Andes—, como la rana gigante del Titicaca; al igual que dos especies
terrestres, entre ellas, la rana de cristal (Nymphargus bejaranoi) que no había
sido vista en 17 años.
En custodia, las ranas rescatadas del Titicaca se
reprodujeron a mediados de 2020, haciendo que su población supere los 290
individuos.
Para Camacho, es el resultado de mucho esfuerzo para que
estos anfibios superen el estrés por todo lo que pasaron debido al deterioro de
su hábitat.
“También es esperanzador porque, al rescatarlas,
esperábamos que ellas sean las reproductoras que permitan que su descendencia
pueda volver al lugar de donde ellas tuvieron que salir por una emergencia”,
añade la bióloga. “En verdad, lo último que quisiéramos es tenerlas en
cautiverio, pero es nuestro último recurso frente a lo que está sucediendo en
el lago”, precisa.
La lideresa y artesana Elvira Chicani con su esposo en su
hogar en Perka Norte.
Guardianas de la especie
En la comunidad de Perka Norte, ubicada en el litoral
peruano del Titicaca, aún queda esperanza para las ranas gigantes.
Después de 10 años sin monitoreo de las poblaciones de este
anfibio, en 2017, una misión científica del Zoológico de Denver, la Universidad
Peruana Cayetano Heredia y la organización sin fines de lucro Natural Way
analizó 13 puntos del lago. En la mayoría, no había ranas. En algunos sitios
apenas se hallaron entre una a cuatro ranas en 100 metros; sin embargo, en
Perka Norte, la cantidad se elevaba hasta las 20 ranas.
“Nosotros no sabíamos que las ranas estaban desapareciendo
en otras comunidades”, dice Elvira Chicani Cruz, lideresa y artesana de 45 años
que antes se dedicaba a la pesca artesanal con sus abuelos en este pueblo
aymara.
“A veces se quedaban atrapadas en nuestras redes, pero
siempre las hemos devuelto al lago para que crezcan más, para que no se
pierdan. Ahora las estamos cuidando mucho más porque se las quieren llevar a
los mercados”, detalla.
Además de la contaminación, la mayor amenaza que enfrenta
este anfibio del Titicaca es su tráfico para la venta de jugos verdes en
ciudades, como Lima, debido a creencias populares sobre sus propiedades
curativas.
De hecho, es la especie más traficada en el Perú, según una
investigación de InSight Crime, representando más de 50 % de los 20 000
animales incautados por las autoridades entre 2015 y 2020.
Por eso, tras los hallazgos de 2017, Natural Way continúo
con un estudio de densidad poblacional de la rana del Titicaca de la mano con
la comunidad. Se instalaron transectos bajo el agua y se capacitaron a mujeres
y hombres de Perka Norte para que asistan en campo a los científicos, mientras
bucean a pulmón para analizar a la especie.
Según el biólogo Jhazel Quispe, a cargo de la organización,
durante esos meses de investigación científica y social se descubrió que los
traficantes no habían llegado todavía a esta comunidad, ubicada a una hora en
lancha de la ciudad de Puno.
También se confirmó que sus habitantes no tenían mayor
conexión con la rana que un ritual para llamar a la lluvia, que consiste en
extraer al animal del lago y llevarlo a un cerro antes de las cosechas. Más
aún, era considerado de aspecto desagradable y los niños le tenían miedo.
“Llegamos a entender que, si en algún momento algún
traficante les ofrecía dinero por extraer 1.000 ranas, lo iban a hacer porque
no sentían mayor afecto por ellas”, comenta el investigador.
Al respecto, la lideresa Chicani es firme: “Aquí, nosotros
no permitimos eso”. La educación ambiental con la comunidad —y en especial con
niños y jóvenes— fue una estrategia central para conservar a este anfibio
acuático.
La incidencia fue tal que, en 2018, ella y ocho artesanas
de Perka Norte se asociaron para crear textiles inspirados en la rana gigante
del Titicaca. El emprendimiento, además de mejorar sus medios de vida, fue una
señal de la transformación que se estaba dando.
“A veces vemos que vienen lanchas, les sacamos foto y
pasamos la voz a las autoridades”, cuenta Chicani, quien incluso reporta que
los traficantes han llegado en carros preguntando dónde había más ranas
gigantes. “Estaban dando vueltas por días, pero los hemos expulsado”, dice.
Y añade: “Ahora que nosotros queremos mucho a esta rana no
vamos a permitir que la extraigan ni tampoco que sigan contaminando el lago,
sino también van a desaparecer como los peces que ahora quedan pocos.”
Un futuro en el lago
Para que las ranas en cautiverio en el Centro K’ayra puedan
regresar al Titicaca, las condiciones del ecosistema deben volver a ser seguras
y óptimas. Algo que en el presente suena lejano. “No las podemos liberar aún
porque sería condenarlas a morir”, lamenta la herpetóloga Camacho.
Desde 2019, este espacio de conservación ha puesto en
marcha una misión científica —con Natural Way, la Universidad Peruana Cayetano
Heredia, el Zoológico de Denver y la Pontificia Universidad Católica del
Ecuador— para estudiar el hábitat de la rana gigante del Titicaca, sus amenazas
y la genética misma de esta especie.
A partir de esta investigación, respaldada por el Programa
de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), se busca mejorar su cuidado
de manera que este anfibio sí tenga un futuro a largo plazo. “Se está dando así
un paso para poder liberarlas más adelante, porque lo ideal es ver a las
ranitas ser libres y volver al lugar de donde nunca debieron salir”, concluye
Camacho.
Desde tiempos ancestrales, el lago Titicaca es el símbolo
de vida para todas las especies que habitan en sus aguas y alrededores. Sin
embargo, se está agotando frente al desinterés de algunos que ponen en riesgo
la sobrevivencia de todos.
“Hay un desconocimiento desmedido de parte de la población
a la que, por ejemplo, poco le importa arrojar sus desechos al lago”, indica
Luz Mary Quispe, docente peruana y presidenta de Mujeres Unidas en Defensa del
Agua. “En las campañas de limpieza que hacemos, inclusive hemos encontrado a
las aves con barbijos enredados en sus patas. Estamos llegando a un punto que
preocupa bastante”, añade.
Por eso, las defensoras consideran —y están incidiendo
políticamente— para que el Titicaca sea declarado sujeto de derechos también en
el Perú.
Este reconocimiento se dio apenas el año pasado en Bolivia,
debido al alto grado de contaminación de sus aguas que, según se lee en la
declaratoria del Senado, está causando “la desaparición de toda forma de vida
animal y vegetal que cobija en su lecho y riberas”.
Para la defensora aymara Quispe, el objetivo es sanar por
completo el cuerpo de agua de sus antepasados.
“Queremos que sus aguas vuelvan a ser aptas para todos; sus cuencas y sus ríos y todos sus ojos de agua deben ser cuidados y protegidos desde nuestros saberes ancestrales”, afirma. “Para nosotras, el lago representa la vida, es un ser vivo y, como tal, debemos tratarlo con respeto”, remarca. https://elpais.bo/
HIDROREGIONES PERÚ
Equipo Especial intervino en Anguía y Cajatambo por obras irregulares
Un equipo de aproximadamente 14 efectivos policiales y
miembros del Equipo Especial de Fiscales contra la corrupción del poder
intervinieron el viernes las municipalidades de Anguía (Cajamarca) y Cajatambo
(Lima), en el marco de las investigaciones por la adjudicación de obras que
comprometen al entorno del presidente Pedro Castillo.
Según relataron fuentes de Perú21, la diligencia se realizó
desde las primeras horas de la mañana del viernes y se prolongó por
prácticamente todo el día. Se recogieron, indicaron, documentos sobre
expedientes técnicos “que corroboran los actos de corrupción” en las obras que
se investigan.
Las autoridades les vienen siguiendo el rastro a las
adjudicaciones otorgadas a empresas vinculadas a Hugo Espino, amigo de la
cuñadísima, Yenifer Paredes, y visitante de Palacio de Gobierno. El Ministerio
Público los investiga por presunto tráfico de influencias.
Millonarios contratos
En Cajatambo, la Fiscalía llegó el viernes hasta el
municipio provincial para recoger de primera mano documentación, pero también a
inspeccionar el estado de la obra de recuperación y equipamiento del colegio
Santiago Antúnez de Mayolo, ubicado en Gorgor.
El proyecto se adjudicó por nada menos que S/3’876,061 en
octubre del año pasado a la empresa JJM Espino Ingeniería & Construcción
S.A.C., cuyo gerente general es Hugo Espino. Debió entregarse en marzo; sin
embargo, hasta ahora ello no ha ocurrido.
En Cajamarca, las autoridades tienen en la mira la obra de
mejoramiento y ampliación del sistema de agua potable y saneamiento en las
localidades de Yamse Ushum, Tayapotrero y Vista Alegre. Esta obra, valorizada
en S/3’098,263, fue otorgada en diciembre del año pasado por la Municipalidad
de Anguía a Destcon Ingenieros & Arquitectos S.A.C. Esta empresa tiene como
representante a la hermana de Hugo Espino, Anggi Espino.
Perú21 dio a conocer que esta ‘empresa’ funcionaba en una
casa de madera de un solo piso en Puente Piedra, que también se emplea como
juguería. Es la misma dirección que Hugo Espino registró como su vivienda en el
Reniec.
Pero esta es solo una de las obras que se priorizaron
mediante un decreto de urgencia emitido en octubre, y que ahora han levantado
las sospechas de la Fiscalía de que se usaron empresas fachada.
TENGA EN CUENTA:
Una de las obras priorizadas en Anguía fue el mejoramiento
de la vía que, oportunamente, pasa frente a la casa del presidente de la
República, en el caserío de Chugur, en Cajamarca. https://peru21.pe/
La Victoria: filtraciones de desagüe afectan a sede de la policía de tránsito
La sede de la Policía de
Tránsito, ubicada en el distrito de La Victoria, se encuentra en un estado
deplorable por las continuas filtraciones de desagüe que hay en el lugar.
No solo el mal olor es una de
las grandes consecuencias, sino que la pared se ve carcomida por las
filtraciones de agua.
Desde el mes de febrero, los
efectivos del recinto reportaron los daños a la Dirección de Infraestructura de
la PNP, sin embargo, hasta el momento no hay respuesta.
Por otro lado, los buses de
transporte de la policía están en evidente desuso y son utilizados como refugio
por los indigentes de la zona.
PRONUNCIAMIENTO
La PNP emitió un comunicado e
informó que ya se contactaron con la empresa SEDAPAL para que se realice el
mantenimiento y limpieza de cañerías. Resaltaron que las filtraciones de aguas
residuales fueron a causa de un desvió de tuberías por la construcción de la
Línea 2 del Metro de Lima. https://panamericana.pe/
HIDROMUNDO
Guterres reclama más impuestos para las petroleras
El secretario general de las
Naciones Unidas, António Guterres, pidió a los gobiernos del mundo gravar con
más impuestos las “ganancias excesivas” de las compañías petroleras y destinar
esos recursos a las personas más vulnerables, al presentar un informe sobre el
impacto global de la guerra en Ucrania.
“Es inmoral que las compañías de
petróleo y gas obtengan ganancias récord de esta crisis energética a costa de
las personas y comunidades más pobres y con un costo enorme para el clima”,
dijo Guterres.
Solo en el primer trimestre de
este año, las ganancias combinadas de las empresas energéticas más grandes
alcanzaron 100 000 millones de dólares, según el informe del Grupo de Respuesta
Global a la Crisis sobre Alimentos, Energía y Finanzas, el cual estableció
Guterres en marzo.
“Urjo a todos los gobiernos a
gravar estas ganancias excesivas y a utilizar los fondos para apoyar a las
personas más vulnerables en estos tiempos difíciles”, dijo Guterres.
Desde el pasado enero –la
invasión de Ucrania por fuerzas rusas se inició el 24 de febrero- los precios
mundiales de los alimentos han subido más de 50 %, los del petróleo crudo más
de 33 %, los fletes marítimos 23 %, y el diferencial de los bonos soberanos de
los mercados emergentes se ensanchó 47 %, dice el informe.
Este tercer informe del Grupo de
Respuesta, “Impacto global de la guerra en Ucrania: crisis energética”, alerta
de que el mundo atraviesa una crisis global alimentaria, energética y
financiera en la que hasta 345 millones de personas de 82 países padecerán
inseguridad alimentaria aguda para finales de 2022.
Asimismo, destaca que uno de los
efectos de la conflagración en Ucrania será que 47 millones de personas más se
sumen a las filas del hambre, padecida por más de 800 millones en el planeta.
“Nada sería más popular que
gravar las ganancias excesivas de las compañías de petróleo y gas y distribuir
ese dinero entre las familias más vulnerables”: António Guterres.
Al criticar a las petroleras,
Guterres afirmó que “esta codicia grotesca está castigando a las personas más
pobres y vulnerables, mientras destruye nuestro único hogar común, el planeta”-
Por eso pidió “enviar un mensaje
claro” al negocio de los hidrocarburos y a sus financiadores, disminuyendo la
demanda y elevando los impuestos para obligarlos a invertir en energías
limpias.
Cuestionado en una conferencia
de prensa sobre la popularidad que tendría ese tipo de gravamen, Guterres
respondió: “Nada sería más popular que gravar las ganancias excesivas de las
compañías de petróleo y gas y distribuir ese dinero entre las familias más
vulnerables”.
“No veo ningún problema de
popularidad en esto, habría un problema de cabildeo y el cabildeo es muy
poderoso cuando se definen las políticas. Sabemos que eso pasa y que no es muy
digno. Pero en cuanto a popularidad, les garantizo que sería extremadamente
popular”, aseveró.
Junto con esa primera
recomendación, el informe plantea que todos los países, en especial los
desarrollados, deben gestionar la demanda de energía, su conservación, la
promoción del transporte público y las soluciones basadas en la naturaleza.
Una tercera recomendación fue
acelerar la transición hacia las energías renovables, que en la mayoría de los
casos son más baratas que los combustibles fósiles.
Al respecto, Guterres dijo que
las tecnologías de almacenamiento, incluidas las baterías, deberían convertirse
en bienes públicos.
Los gobiernos “deben ampliar y
diversificar las cadenas de suministro de materias primas y tecnologías de
energía renovable, eliminar trámites burocráticos y cambiar los subsidios a los
combustibles fósiles para apoyar a los hogares vulnerables, e impulsar las
inversiones en energía renovable”, expuso Guterres.
La cuarta recomendación se
refiere a incrementar el financiamiento privado y multilateral a gran escala
para la transición hacia la energía verde.
Las inversiones en energía
renovable deberían multiplicarse por siete para cumplir con el objetivo de cero
emisiones netas de carbono, por lo que Guterres exhortó a los bancos
multilaterales de desarrollo a asumir más riesgos al ayudar a que los países
elaboren marcos regulatorios adecuados y modernicen sus redes eléctricas.
“Conmino a los accionistas de
esos bancos a que ejerzan sus derechos asegurándose de que sean aptos para tal
propósito”, añadió.
Lamentó que algunos de países
desarrollados estén otorgando subsidios universales a las gasolineras, mientras
que otros están reabriendo plantas de carbón, sostuvo que “justificar tales
medidas, incluso de forma temporal, es difícil” y, si se toman, debe ser por
tiempo limitado.
Criticó que los países
industrializados instan a las naciones en desarrollo a invertir en energías
renovables sin brindar suficiente apoyo social, técnico o financiero.
“Muchos de los países en
desarrollo están viviendo con los severos impactos de la crisis climática. Lo
que les falta son opciones concretas y viables. No hay lugar para la
hipocresía”, concluyó Guterres. https://ipsnoticias.net/
“Defender el Agua es Defender la Vida”