25/11/21

HIDROBOLETÍN FENTAP 3853: PERÚ - El conflicto minero en el sur de Ayacucho. El sector empresarial ha puesto el grito en el cielo a raíz del acuerdo firmado entre la comisión de alto nivel del gobierno liderada por la presidenta del Consejo de Ministros, Mirtha Vásquez y las autoridades y dirigentes de las provincias del sur de Ayacucho (Parinacochas, Lucanas y Páucar del Sara Sara)

 Jueves, 25 de noviembre de 2021 – Año XV – Edición 3853 – http://hidroboletinfentap.blogspot.pe


La FENTAP informa:

PERÚ - El conflicto minero en el sur de Ayacucho. El sector empresarial ha puesto el grito en el cielo a raíz del acuerdo firmado entre la comisión de alto nivel del gobierno liderada por la presidenta del Consejo de Ministros, Mirtha Vásquez y las autoridades y dirigentes de las provincias del sur de Ayacucho (Parinacochas, Lucanas y Páucar del Sara Sara)

PERÚ – Puno. Pobladores del distrito de Santiago de Pupuja sufren por escasez de agua y piden soluciones

PERÚ - CGTP: Una victoria desde las calles. La derecha se vio obligada a retirar sus proyectos de ley antilaborales

ANÁLISIS - Crisis climática y ecológica. Los gobiernos no atinan hasta el momento a dar los pasos necesarios para frenar tan inmensa catástrofe

El conflicto minero en el sur de Ayacucho

El sector empresarial ha puesto el grito en el cielo a raíz del acuerdo firmado entre la comisión de alto nivel del gobierno liderada por la presidenta del Consejo de Ministros, Mirtha Vásquez y las autoridades y dirigentes de las provincias del sur de Ayacucho (Parinacochas, Lucanas y Páucar del Sara Sara).

Como se sabe, en esta zona se inició un paro a finales de octubre que derivó en enfrentamientos, bloqueo de carretera y la toma violenta de los campamentos de las empresas mineras Apumayo (Apumayo SAC) y Breapampa (South América Mining Investments, SAMI). El paro se levantó luego de una reunión entre los representantes de los pobladores con funcionarios del Ministerio de Energía y Minas y con el acuerdo de instalar una mesa de diálogo bajo el auspicio de la presidenta del Consejo de Ministros, Mirtha Vásquez. Este proceso se instaló precisamente el pasado 19 de noviembre en la localidad de Coracora, Ayacucho.

Desde los sectores empresariales se viene señalando que se ha producido una violación del Estado de derecho y que todo esto representa un grave retroceso institucional ya que lo que se habría anunciado es un cierre unilateral de operaciones mineras. En respuesta a esta afirmación, la Presidencia del Consejo de Ministros ha señalado que descarta que el acuerdo suscrito con la población sea arbitrario o ilegal “o que contravengan la estabilidad jurídica como han referido los gremios empresariales”. Las cuatro unidades mineras envueltas en el conflicto tienen planes de cierre de operaciones en curso “establecidos mediante resoluciones directorales aprobadas conforme a la normatividad legal vigente”.

¿Los planes de cierre pueden variar y los plazos pueden ser ampliados? Por supuesto que sí, pero esto no es automático. Si una empresa piensa hacerlo tiene que presentar un Estudio de Impacto Ambiental o una modificación del mismo y las autoridades correspondientes lo evaluarán con rigor y eventualmente lo podrán aprobar o desaprobar. Por lo tanto, las intenciones de nuevas y mayores inversiones deben formalizarse de acuerdo a la normativa vigente y las autoridades deberán tomar decisiones. Mientras eso no ocurra el plan de cierre probado sigue vigente y debe ser estrictamente respetado.

¿El acta firmada en Coracora contraviene la legalidad vigente? Consideramos que no. En el punto 1 se habla de la constitución de una comisión ejecutiva de negociación de los plazos y términos del retiro de las cuatro operaciones mineras; es decir, está claro que todo será negociado y no impuesto. En el punto 2, el Ministerio de Energía y Minas (Minem) se compromete a presentar un cronograma de visitas al entorno de las operaciones mineras, las mismas que se realizarán con participación de las comunidades; en el punto 3, el propio Minem se compromete a informar un cronograma de reuniones con las empresas involucradas; en el punto 5 y 6 se mencionan las tareas que deberán desarrollar la Autoridad Nacional del Agua y el Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental para evaluar los diferentes impactos.

Sobre los puntos del acta y las declaraciones hechas, seguramente se seguirán haciendo precisiones adicionales en los próximos días. Sin embargo, lo que no se debe olvidar es que este conflicto lleva más de 10 años y a pesar que en el pasado se instalaron mesas de diálogo, las demandas de la población de remediación ambiental no se han materializado hasta el momento.

Si alguna de las empresas involucradas en este conflicto está realmente interesada en permanecer en la zona y ampliar sus operaciones, en lo primero que debería pensar es en construir una relación de respeto con las poblaciones vecinas. Sin lo que las propias empresas denominan como ´licencia social para operar´ es muy difícil pensar que puedan seguir desarrollando actividades, en el sur de Ayacucho o en cualquier parte del país y del planeta.  https://cooperaccion.org.pe/


HIDROREGIONES PERÚ

Pobladores del distrito de Santiago de Pupuja sufren por escasez de agua y piden soluciones

Los pobladores de diversas comunidades del distrito de Santiago de Pupuja, provincia de Azángaro, demandan proyectos de agua al gobernador regional encargado de Puno, Germán Alejo Apaza, y en caso de no ser atendidos amenazan con realizar una marcha de sacrificio.

La grave situación que sufren los habitantes de las comunidades de Saytococha, Tuturcuyo, Chaqui Iquilo, Chicchipani, Tulani y otros del distrito de Santiago de Pupuja, por la escasez de agua persiste todos los años.

Actualmente, el ganado bebe agua de los “takapis”, donde se almacena el agua de lluvia en los meses de enero, febrero y marzo, estas se encuentran a la fecha demasiada turbia. Lo que más llama la atención es que los habitantes también consumen esa misma agua que no es tratada. Este hecho podría causar diversas enfermedades en los organismos.

El expresidente de la comunidad de Saytococha, Godofredo Chacón, manifestó que la escasez de agua no fue resuelta con proyectos por el gobierno distrital, provincial, regional ni central, por tal motivo, piden la intervención de las autoridades del GORE Puno.

“Solo de manera paliativa, algunos años, las autoridades locales declararon en emergencia, sin acciones concretas a favor de todos los pobladores”, expresó la exautoridad comunal, al tiempo de recodar que, en la gestión regional de Mauricio Rodríguez, iniciaron con elaborar estudios a través del Prorridre, pero esto no fue continuado.

Instó, a las autoridades de turno a formular proyectos hídricos que sirvan para el consumo humano y el de los animales. Además, se necesitan irrigaciones para mejorar la producción agrícola. https://www.pachamamaradio.org/


HIDROLABORAL

La derecha se vio obligada a retirar sus proyectos de ley antilaborales

la Presidenta del Congreso de la República, María del Carmen Alva Prieto, ante el pronunciamiento fundamentado de la CGTP y la movilización de la clase obrera y de los trabajadores en general, a nivel nacional, se ha visto obligada a retirar los proyectos de ley anti laborales que presentó con los números 316/2021-CR, 317/2021-CR, 318/2021-CR, 320/2021-CR y 321/2021-CR, que eran la materialización de los objetivos de la CONFIEP y de los gremios empresariales de arrancarnos los derechos que consideran “costos no salariales”.

Contra esos proyectos de ley la CGTP, y todas sus organizaciones sindicales de base, levantaron su voz de protesta y se movilizaron para detener esta ofensiva de las derechas más conservadoras, representadas por los partidos políticos Acción Popular, Fuerza Popular, Renovación Popular, Avanza País, Podemos, etc., enquistadas en el Congreso de la República, para defender los intereses de los empresarios, de la burguesía.

Es importante señalar que, en esta batalla por la defensa de los derechos de los trabajadores, fuimos acompañados por las fuerzas democráticas nacionales, no estuvimos solos; pero fue la movilización de la clase obrera, de los trabajadores en general, en las calles, la que derrotó a esa derecha insolente y mezquina. Vaya pues, nuestro reconocimiento a los ciudadanos que se unieron, a nuestras voces y a nuestro puño, para derrotar a esas fuerzas tenebrosas que con sus actos apuntan a la imposición de una dictadura fascista en nuestra Patria.

Creemos que la Sra. Alva Prieto debe retirar, también, su proyecto de ley 319/2021-CR, que otorga a los oficiales retirados de las fuerzas armadas y de la policía nacional el derecho a celebrar con el Estado contratos de trabajo para puestos de seguridad, sin renunciar a la pensión que reciben del Estado por haber pasado a la condición de retiro. El trabajador jubilado, para cubrir sus necesidades se ve obligado a trabajar en puestos de trabajo de la empresa privada. Pero para poder efectuar esos trabajos debe de renunciar a la miserable pensión de jubilación que se le otorga. Y si la ONP se entera de que está trabajando sin renunciar a su pensión de jubilación, por el tiempo que dure su contrato de trabajo, lo obliga a devolver el monto de las pensiones que percibió durante ese período. Más aún, la Constitución prohíbe que una persona reciba dos ingresos diferentes de la caja fiscal, salvo que sea por desarrollar labores de educación; por lo que dicho proyecto sería inconstitucional y estaría creando una élite privilegiada. Por estas razones, estrictamente constitucionales, dicho proyecto debe ser retirado, y así lo exigimos.

La CGTP ha demostrado el día de hoy, 22 de noviembre de 2021, que la unidad de la clase obrera, de los trabajadores en general, y su movilización en nuestras calles puede derrotar a las derechas fascistas.

Sin embargo, es importante no levantar la guardia y mantenernos alertas pues, en cualquier momento, esas derechas van a intentar imponernos sus proyectos de ley, sea por el Congreso de la República o por la fuerza de las bayonetas.

GERÓNIMO LÓPEZ SEVILLANO

Consejo Nacional CGTP

 


HIDROMUNDO

Crisis climática y ecológica

“Inundaciones, calores extremos, desertificación y sequías son varias de las múltiples señales que nos envía el planeta. O se cambia el sistema económico o desaparecemos”. Nos dice Diego Arias Serna, en su interesante artículo “Capitalismo versus cambio climático”, publicado por LA CRÓNICA DEL QUINDÍO el 2 de agosto de 2015.

La presencia humana siempre ha tenido un impacto en el planeta. La ocupación de territorios por las diversas culturas, a través de la historia, ha conllevado a transformaciones constantes en sus respectivos entornos. Pero solo a partir de la Revolución Industrial se comenzaron a dar transformaciones que se han vuelto cada día más impactantes y que hoy tienen a la especie humana al borde del colapso no solo civilizatorio, sino con alto riesgo de nuestra propia existencia.

Los gobiernos no atinan hasta el momento a dar los pasos necesarios para frenar tan inmensa catástrofe. Los intereses de los grandes capitales internacionales, como nacionales y regionales, no han permitido tomar las medidas necesarias para garantizar la sustentabilidad de nuestras sociedades. Pareciera que nos quieren llevar al colapso total bajo quizás, el pretexto de garantizar su mezquino y excluyente poder como de sus ganancias acumuladas, como si contaran con otro planeta para ser habitado por la élite y sus elegidos. Nosotros, al igual que Jorge Riechmann -poeta y ecologista español-, afirmamos que preferimos ser “jardineros en la Tierra en vez de mineros en Júpiter”.

Llevan alrededor de 50 años celebrando encuentros internacionales donde se reúnen los gobernantes y expertos mundiales para hablar del desplome anunciado, pronunciando a su vez sendas declaraciones y compromisos que nadie ha querido cumplir y que siempre se quedan cortas ante las apremiantes necesidades para no solo conservar el ambiente, sino mejorar lo ya deteriorado o, inclusive, si es posible aún, recuperar lo hasta ahora perdido.

Lo que sí se debe resaltar es la injerencia de las grandes corporaciones transnacionales responsables en gran parte del desastre anunciado como la ausencia de la llamada sociedad civil que siente en el día a día el deterioro socioambiental. Las comunidades, quienes son las directas afectadas por esta profunda crisis, son las que no han tenido la voz y el voto en estos encuentros de la diplomacia internacional gubernamental en torno a tan grave problemática mundial.   

Cifras de la crisis

Tengámoslo bien claro, los conflictos socioambientales, que hoy nos profundiza en esta crisis climática y ecológica, tienen causas en el modelo económico. Su razón primordial es el saqueo de los territorios, que le han impuesto a los pueblos en cada rincón del planeta. Y, a su vez, debemos resaltar que quienes han sufrido hasta hoy sus devastadores efectos son precisamente los sectores poblacionales y regiones más empobrecidas por este mismo modelo depredador.

Ahora bien, repasemos un poco las cifras mundiales alrededor de la misma:

La mayor causa del calentamiento global es el CO2 (dióxido de carbono) producto de la quema de los llamados combustibles fósiles: el carbón, el petróleo y el gas.  

El 1 % de los más ricos del planeta contaminan 30 veces más de lo que todo el mundo debería emitir para que el afamado calentamiento global no superara los 1.5°C para el 2030. Eso lo afirman el Instituto Ambiental de Estocolmo (SEI), el Instituto de Política Ambiental Europea (IEEP) y Oxfam Intermón. Como vamos, ya se asevera que superaremos al menos los 2.4°C y posiblemente pasaremos más allá de los 2.7°C. 

Mientras un super rico emite más de 70 toneladas de dióxido de carbono al año, un pobre no supera las 2.2 toneladas. La población más pobre del mundo podría aumentar sus emisiones contaminantes en 200 % y con ello no tendría mayor incidencia en el calentamiento del planeta. Mientras los superricos deberían de mermar sus emisiones hasta en un 97 % para estar acorde con el Acuerdo de París.  

Mientras el 90 % de la población mundial nunca ha viajado en avión, en solo EE. UU., el 12 % de sus habitantes toman el 66 % de los vuelos cada año. Datos de la organización británica Possible.

El economista francés Lucas Chancel en una publicación del World Inequality Lab de París afirma que la “extrema riqueza viene acompañada de una contaminación extrema”. Según este, el 70 % de las emisiones de los más ricos proviene de sus inversiones en combustibles fósiles. Insiste en que “una pequeña élite parece tener un pase libre para contaminar”.    

Friedlingstein, del Instituto de Sistemas Globales de la universidad Exeter del Reino Unido, sostiene que son cuatro economías las responsables del crecimiento global de emisiones: China, La India, Estados Unidos y la Unión Europea. Estos dos últimos, son los “responsables históricos de la mayor parte de las emisiones acumuladas hasta la fecha”, asegura el Instituto. Mientras África representa históricamente tan solo el 4 % de las emisiones de gases efecto invernadero, EE. UU. es el 25 %, Europa el 22 % y China el 13 %.

Debemos resaltar que la industria militar mundial es una de las mayores emisoras de gases de efecto invernadero. Industria que bajo el ropaje de del secreto militar no brinda dato alguno sobre su actividad contaminante ni sobre sus planes y acciones para disminuirla. 

En América Latina, Brasil y México son los únicos de la región que figuran entre las 15 economías del mundo más contaminantes. Los diez países más Aportantes de CO2 en Latinoamérica son en su orden: Brasil, México, Argentina, Venezuela, Chile, Colombia, Perú, Ecuador, Cuba, Bolivia.    

Esta crisis climática y ecológica está provocando, según los diferentes estudios, la sexta extinción a nivel planetario. Las 5 anteriores han sido por causas naturales en un lapso de 450 millones de años y esta es totalmente provocada por acción del hombre. La diversidad biológica está disminuyendo de manera acelerada y hoy al menos 25.000 especies, que son algo así como la tercera parte de las descritas por la ciencia, están en inminente peligro de desaparecer por siempre.

“La actividad humana, el consumo de combustibles fósiles, la acidificación de los océanos, la contaminación, la deforestación y las migraciones forzadas amenazan formas de vida de todo tipo. Se estima que un tercio de los corales, de los moluscos de agua dulce, de los tiburones y de las rayas, un cuarto de todos los mamíferos, un quinto de todos los reptiles y un sexto de todas las aves se dirigen a su desaparición”. Esta rotunda afirmación expuesta en el libro La sexta extinción (2015), de la periodista estadounidense Elizabeth Kolbert, es un retrato de la situación de la diversidad biológica en la Tierra.

La organización Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), en su Lista Roja de Especies Amenazadas de 2017, contiene 87.967 especies, de estas están en peligro de extinción 25.062. Anfibios en un 40 %; Coníferas 34 %; Corales 33 %; Tiburones y Rayas 31 %; Crustáceos 27 %; Mamíferos 25 % y Aves un 14 %.

La revista Science en el 2015, basada en un minucioso estudio, informaba que, en el 2010, 192 países con costas arrojaron al mar alrededor de ocho millones de toneladas de plástico, afirmando a su vez que en el 2025 serán al menos el doble, es decir 16 millones de toneladas arrojadas irresponsablemente a los océanos del mundo.      

Científicos europeos aseguran que ya para 1990 se había reducido la masa de insectos voladores en los Parques Naturales en un 75%. Esto como consecuencia del cambio climático y el uso de pesticidas. Por su parte el Departamento de Agricultura de Estados Unidos, han cuantificado en 2.500.000 colmenas desaparecidas para el año 2015, advirtiendo que, en 1998, ya eran 5.000.000 las colmenas disminuidas. Para ahondar un poco más en sus graves consecuencias, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (Fao), asegura que al menos de las 100 especies de cultivos que proporcionan el 90 % de los alimentos a la humanidad, el 71% de estos es polinizados por las abejas.

La ONU en 2019 nos aseguraba que eran no menos de un millón de especies amenazadas de extinción por el impacto de las acciones del ser humano. Esto nos muestra la dimensión devastadora de la sociedad moderna sobre la naturaleza. Esta conclusión fue obtenida a partir de información de la Plataforma Intergubernamental Científico-Normativa sobre Diversidad Biológica y Servicios de los Ecosistemas (IPBES).

La humanidad se ha duplicado desde 1970. La economía mundial se ha multiplicado por cuatro y se afirma que el comercio internacional ha crecido 10 veces. Para atender dicha expansión se han talado los bosques y en especial las selvas tropicales, perdiéndose en solo 20 años, de 1980 al 2000, cien (100) millones de hectáreas de estas. Y sus mayores responsables son la ganadería, el cultivo de palmas productoras de aceite y la producción de cereales precisamente para el ganado consumido primordialmente en el norte del mundo, sin olvidarnos de la expansión urbana.

No sobra resaltar que el gas metano del cual se responsabiliza primordialmente a la ganadería es a su vez un factor importantísimo en el calentamiento global. La misma ONU recomienda la disminución drástica del consumo de carne para mermar su incidencia en esta catástrofe. 

Además, para el mismo año 2000 ya se habían perdido el 87% de humedales del mundo, que se encontraban primordialmente en las selvas tropicales. Al menos el 47% de los ecosistemas naturales se han perdido. Ha disminuido el 82% de la biomasa de los mamíferos silvestres. Sin olvidar que se ha reducido la productividad de la tierra en un 23%. Se votan entre 300 y 400 millones de toneladas anuales de metales pesados, solventes, lodos tóxicos y toda clase de desechos a las aguas del mundo.   

Leemos que según el Banco Mundial la contaminación del aire es causa o un factor de importancia en ataques cardíacos, derrames cerebrales, cáncer de pulmón, enfermedades respiratorias y provoca la muerte de 7 millones de personas cada año. Que más del 90% de la población mundial vive en zonas donde los niveles de contaminación superan las pautas de la Organización Mundial de la Salud.

24.000 millones de toneladas de suelo fértil perdemos anualmente en el mundo entero. En 2025, ya serán las dos terceras partes de la tierra con estrés hídrico. 1.800 millones de habitantes vivirán con una escasez absoluta de agua. Esto será un aporte mayúsculo en la migración mundial qué, como resultado de la desertificación de los suelos, provocará al menos 135 millones de personas desplazadas para el 2045.  

Es necesario insistir en la denuncia de los graves daños provocados por la megaminería: Daños a la superficie de la tierra, contaminación del aire, contaminación de aguas superficiales y daños a acuíferos subterráneos, envenenamiento del agua con metales pesados, graves consecuencia para la salud humana y la diversidad biológica, conflictos entre Comunidades y empresas mineras por el uso indebido de sus tierras y el deterioro de los territorios, impacto negativo sobre el paisaje, etc.    

La ONU advierte que Latinoamérica “se posiciona como una de las regiones más afectadas en el planeta por el incremento de la temperatura y el nivel del mar”. 

Alrededor de lo anterior o como complemento de esta compleja y dura realidad, debemos al menos mencionar al turismo masivo, consumista y depredador; la construcción y urbanización desordenada; los monocultivos; los agrotóxicos; la infraestructura vial diseñada sin importar las condiciones ambientales y socioeconómicas de las localidades; la construcción de hidroeléctricas y demás represas; además del desplazamiento forzado de miles y miles de familias campesinas.

¿Qué hacer?

Podría seguir exponiendo datos y más datos sobre las graves consecuencias de este desastre ecológico planetario. Las cifras basadas en los estudios, en las investigaciones científicas, son cada día más escalofriantes, más aterradoras, que nos muestran con claridad y precisión las consecuencias de aquello que se inició en la segunda mitad del siglo XVIII en el Reino de la Gran Bretaña, y que históricamente se le ha denominado la Primera Revolución Industrial, con la invención de las máquinas a vapor (1769).

La productividad se acrecentó, la población urbana se incrementó exponencialmente, el saqueo de las periferias se extendió y profundizó, nacieron nuevos oficios y nuevas profesiones, nuevas necesidades creadas y nuevos artilugios, nuevos requerimientos y nuevas posibilidades. Se cayeron unos imperios y surgieron otros. Se liberaron nuevas naciones, pero a la vez las convirtieron en colonias de nuevo tipo. Niveles de bienestar alcanzados como niveles de pobreza nunca vistos.

Alrededor de 1.000 millones de toneladas de comida se desperdician cada año. Según la ONU, son cerca de 7.800 millones los habitantes del planeta, de los cuales al menos 700 millones padecen hambre y cerca de 3.000 millones no cuentan con una sana alimentación.

Comida que sobra y se desperdicia como comida que no llega al plato de cientos de millones de seres que viven su día a día en la miseria. Lujos para unos muy pocos y escasez para poblaciones enteras. Salud para quien la puede comprar, enfermedad para quien vive en la pobreza.   

La pregunta que nos debemos hacer es ¿Qué sigue ahora? ¿Cuáles deben ser nuestras acciones? Las respuestas nos irán indicando de qué lado estaremos. No podemos seguir esperando que quienes han promovido el desastre sean quienes nos indiquen el camino. Si queremos el cambio que enderece el rumbo, debemos buscar con mucho juicio el sendero más viable, la ruta más aconsejable para que la vida misma sea posible en este nuestro único planeta.

No podemos seguir afirmando como Víctor Hugo cuando decía que “Produce una inmensa tristeza pensar que la naturaleza habla mientras el género humano no la escucha.”

No puede ser que un grupo reducido de individuos y sus multinacionales, decidan hasta qué punto seguirán apropiándose de lo que es de todos y todas. Hasta qué punto se permitirán seguir deteriorando la vida en el planeta. Hasta cuándo reinará su economía de destrucción y muerte.   

Solo con la participación, beligerante y propositiva de las comunidades en sus territorios, en solidaridad y comunión permanente con los pueblos y naciones del mundo, se podrá lograr que, en nuestra casa, la casa de todos y todas, el planeta tierra, siga floreciendo la vida en todas sus expresiones. Construir la sociedad justa, diversa y en armonía con la naturaleza, debe ser nuestra tarea primordial. Se lo debemos a nuestros hijos e hijas, a nuestros nietos.        

Quiero permitirme cerrar con estas 2 frases pronunciadas el 10 de diciembre de 1982 por el premio nobel de Literatura Gabriel García Márquez: “Sin embargo, frente a la opresión, el saqueo y el abandono, nuestra respuesta es la vida. Ni los diluvios ni las pestes, ni las hambrunas ni los cataclismos, ni siquiera las guerras eternas a través de los siglos y los siglos han conseguido reducir la ventaja tenaz de la vida sobre la muerte”. 

Y que “Una nueva y arrasadora utopía de la vida, donde nadie pueda decidir por otros hasta la forma de morir, donde de veras sea cierto el amor y sea posible la felicidad, y donde las estirpes condenadas a cien años de soledad tengan por fin y para siempre una segunda oportunidad sobre la tierra”. https://cronicadelquindio.com/


“Defender el Agua es Defender la Vida”

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