7/6/22

HIDROBOLETÍN FENTAP 3984: PERÚ – Ica. Aumentan reclamos por agua y desagüe en las provincias de Pisco y Nasca. Emapisco presenta 634 reclamos por cada 10 mil conexiones y Emapavigs 314, por facturación elevada, corte de agua y otros

 Martes, 7 de junio de 2022 – Año XV – Edición 3984 – http://hidroboletinfentap.blogspot.pe


Aumentan reclamos por agua y desagüe en las provincias de Pisco y Nasca

Emapisco presenta 634 reclamos por cada 10 mil conexiones y Emapavigs 314, por facturación elevada, corte de agua y otros   

Los reclamos debido a la falta de agua, facturación elevada, aniegos por aguas servidas, entre otros, continúan presentándose de manera latente en Pisco y Nasca, ya que según la Superintendencia Nacional de Servicios de Saneamiento (Sunass), solo en el primer trimestre del año 2022 estas dos provincias se mantienen dentro de las que reportan más reclamos en el país por cada 10 mil conexiones activas.

Reclamos en provincias

Según el informe de la Sunass, durante los meses de enero, febrero y marzo del presente año, el primer lugar de este ranking a nivel regional lo ocupa la EPS Emapisco en la provincia de Pisco (634.96 reclamos por cada 10 mil conexiones activas), seguido de Emapavigs en Nasca (314.58). La tasa de reclamos fue por cobros elevados, fraccionamiento de los recibos y también reclamos operacionales fueron por falta de agua en la zona, falta de conexión domiciliaria, problemas con el alcantarillado, aniegos por roturas de tuberías de agua o tuberías de desagüe y otros. Mientras que a nivel nacional se presentaron 82 mil 267 reclamos.

Según el barómetro de Sunass, estas dos Empresas Prestadoras de Servicios de Saneamiento también registraron gran cantidad de atoros en redes de alcantarillado a nivel regional, en el caso de Emapisco con 115.45 atoros (Pisco), seguido Emapavigs 61.38 (Nasca). Los datos fueron emitidos a través de su boletín estadístico Sunass en cifras. La institución señaló que para prevenir los atoros se debe realizar el mantenimiento de las redes y hacer un uso adecuado de la infraestructura, como, por ejemplo, evitar arrojar a las redes residuos sólidos como trapos, piedras, pañales u otros elementos que pueden obstruir las redes y generar colapsos.

En tanto a pesar que la EPS tiene la obligación de reportar la tasa de reclamos, atoros e interrupciones programadas y no programadas a la Sunass, dos empresas de la región Ica no cumplieron con ingresar sus reportes en dicho sistema, estas son: Semapach (Chincha) y Emapica (Ica).  https://diariocorreo.pe/

 


HIDROREGIONES PERÚ

Ayacucho: Advierten riesgos en la presa Cuchoquesera

Una serie de situaciones de riesgo se alertó en el funcionamiento de la represa Cuchoquesera, ya que el residente del proyecto Operación y Mantenimiento (Opeman), Dante Muchari Navarrete, manifestó que algunos instrumentos de la represa habrían cumplido su tiempo de vida útil y ya serían obsoletos.

Problemática pone en riesgo la represa

A fin de buscar el compromiso de las autoridades regionales y locales, el Sindicato de Trabajadores del Opeman realizó un foro sobre la problemática y situación actual del proyecto Opeman - presa Cuchoquesera, sin embargo, no se contó con la participación de las autoridades.

El funcionario explicó que, a más de 20 años de funcionamiento de la represa, se determinó que la instrumentación de estudio geotécnico ya cumplió su tiempo de vida útil y podría poner en riesgo a la misma represa, motivo por el cual es urgente realizar un diagnóstico de toda la estructura.

“La presa tiene 20 años de funcionamiento y desde el 2018, los instrumentos no están en adecuado funcionamiento, si no tenemos esos datos, la presa podría estar sufriendo con prontitud algún daño”, precisó.

Acotó que entre los instrumentos obsoletos se tiene los piesometros, inclinómetros, sensores medición de niveles freáticos, entre otros que se requieren ser renovados, pero previamente es necesario saber el estado situacional actual”, precisó.

El funcionario resaltó la necesidad de que el Gobierno Regional de Ayacucho inicie con los estudios para un proyecto de inversión a fin de intervenir en dicha represa o en su defecto, realizar un diagnóstico para conocer el estado actual y realizar las labores de mantenimiento.

Entre los riesgos, dijo que la población podría sufrir un desabastecimiento del agua. https://diariocorreo.pe/

 


Sequía en el Alto Piura: Más de 300 cabezas de ganado han muerto solo en la comunidad Nacho Távara

Claman por ayuda. Una comisión de ganaderos de la comunidad campesina “José Ignacio Távara Pasapera” (Km 41 de la carretera Piura – Chulucanas), se apersonó hasta las instalaciones de Cutivalú para pedir ayuda a las autoridades, ya que la sequía que afecta al Alto Piura ha afectado el ganado y la actividad de la apicultura en la zona.

Según el delegado de la comunidad campesina “José Ignacio Távara Pasapera”, Luis Espinoza Girón, al no haber existido lluvias considerables en este año, el pasto no ha crecido como debe y ha generado que el ganado caprino, ovino y vacuno baje bruscamente de peso, debido a una deficiente alimentación.

“En nuestra comunidad somos 20 mil habitantes, cuya principal actividad es la agricultura de secano; no ha habido lluvias este año ya que fueron muy ligeras. Otra actividad es la crianza de ganado caprino, ovino y vacuno. Al no haber existido lluvias, no ha habido pasto y por ende nuestros animales están muriendo por falta de alimento”, manifestó.

El comunero aseguró que esta situación es una de las peores que están sufriendo, ya que hasta el momento son 300 cabezas de ganado las que han perecido a consecuencia de la falta de agua que sufre todo el Alto Piura. Asimismo, dijo que los ganaderos presentan pérdidas económicas de hasta un 70% en cuanto a costos y puso como ejemplo a una res, que, si antes costaba entre 1,500 a 2,000 soles, ahora llegan a solo 900 y hasta 500 soles por el bajo peso de las mismas.

“A nivel de comunidad se van muriendo un aproximado de 300 vacas y es lamentable porque en realidad, una vaca cuando ya cae (baja mucho de peso) no la quiere ni el comerciante”, lamentó.

Espinoza Girón dijo que la muerte de las reses a causa de la falta de recurso hídrico, no solo impacta en la economía de los propios ganaderos, sino que también traerá serias repercusiones para los comerciantes de carne y los propios consumidores

“Ahora no solamente preocupa que esto impacta en nosotros los productores, sino el impacto que va a tener en nuestros consumidores, ya que nosotros no solo proveemos de carne al consumidor local y regional, sino también a nivel nacional, porque gran parte se comercializa en Trujillo y Chiclayo, por ejemplo”, aseveró.

En ese sentido advirtió que las consecuencias de esta situación se van a ver reflejadas más adelante, cuando los precios de las carnes, en especial la de res, tengan un alza significativa. Esto lo justifican dado que tendrán que invertir más dinero para poder realizar un buen engorde del ganado, ya que la calidad del pasto no es tan buena por la insuficiencia de agua.

Luis Espinoza añadió que, por esta situación, sostuvieron reuniones con representantes del Ministerio de Desarrollo Agrario (Midagri), y según comentó, les indicaron que se debe declarar una emergencia en la región Piura para que se puedan tomar acciones al respecto. Por ello se dirigió al gobernador regional y alcaldes distritales para solicitarles ayuda y se dicte esta declaratoria del sector Alto Piura.

“Ya conversamos con los señores del Ministerio de Agricultura y nos han dicho que aún no pueden hacer algo al respecto porque se tiene que declarar en emergencia. Una vez que esto pase, recién ellos pueden intervenir y ayudarnos con esta situación. Pido que el señor gobernador y las demás autoridades nos ayuden y declaren en emergencia el Alto Piura”, reclamó.

También la apicultura

A su turno, el comunero y ganadero, Darwin Espinoza Carmen, manifestó que además del daño que está sufriendo el ganado caprino, ovino y equino a causa de la falta de agua en el Alto Piura, no se debe pasar por alto la situación que atraviesa la apicultura en la zona, donde también se lleva a cabo esta actividad productiva.

Dijo que las escasas lluvias han impedido un buen desarrollo de arbustos y otras plantas que sirven de sustento alimenticio para las abejas, las cuales han ido muriendo a causa de esta situación.

Mencionó que este problema, además, repercute directamente en la producción de miel de abeja, producto que, mediante la venta, es el sustento económico de muchas familias, sobre todo en la provincia de Morropón.

“La problemática que estamos pasando es catastrófica. Más allá de la ganadería, que afecta la crianza de ganado caprino, ovino, equino y hasta porcino, también está el tema de la apicultura, de las cuales hay ausencia por falta de alimentación, ya que, al no haber lluvia, no ha habido floración de los arbustos, de hierba blanca, charamusco, overales. Son varias circunstancias que conllevan a un impacto directo en la producción de miel de abeja y también en la existencia de las mismas”, expresó. https://www.cutivalu.pe/

 


HIDROMUNDO

Reservas naturales en el sur, última línea de defensa de la biosfera

El presidente de Ecuador, Guillermo Lasso, ha anunciado que el gobierno invertirá 1.000 millones de dólares para crear el mayor «biocorredor» de la región en la Amazonía. Y así asegurar que en 2025 el 22% del territorio del país esté protegido.

En Suramérica, la razón es maciza: la cadena montañosa más larga del mundo. La cordillera de Los Andes –paralela a la costa del océano Pacífico a lo largo de 7.200 kilómetros, desde la península de La Guajira en Colombia al cabo de Hornos en Chile– tiene pocas rutas que la crucen; lo que explica la escasa presencia del Estado en vastas extensiones mal comunicadas y poco pobladas.

Desde el cambio de siglo, a la ausencia de vigilancia policial se ha sumado el aumento de las explotaciones petroleras, agrícolas, ganaderas, mineras y madereras –ilegales o no–, lo que ha creado un cóctel explosivo que amenaza reservas naturales y zonas protegidas, las últimas líneas de defensa de la biodiversidad y que defienden acuerdos como el de biodiversidad marina que se negocia en el marco de la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar.

Uno de los objetivos del pacto es declarar zonas protegidas o reguladas el 64% de los mares y océanos mundiales. En Financial Times, la directora del Open Society European Policy Institute de Bruselas, Heather Grabbe, advierte de que la Unión Europea se puede convertir en “una isla verde en un mundo su pasado colonial. Invertir en biodiversidad ampliando las actuales reservas de la biosfera tiene más sentido.

Nuevos y viejos peligros

Justin Penn y Curtis Deutsch prevén en la revista Science que la gran mayoría de las especies marinas podrían extinguirse en los próximos tres siglos si no se frena el aumento de las temperaturas y la acidez de las aguas marinas. En sus lechos parece haber cobalto, níquel y otros metales indispensables para la transición energética, especialmente en la zona Clarion-Clipperton, que se extiende de Hawái a la costa pacífica de México.

En junio de 2021, científicos marinos de 44 países pidieron a la ONU una moratoria de concesiones mineras en el subsuelo marino hasta que se conozca con exactitud su potencial impacto ecológico. El Panel Internacional de los Recursos de la ONU estima que la extracción de recursos naturales se ha triplicado en los últimos 50 años y se duplicará de aquí a 2060.

Los océanos absorben una tercera parte del dióxido de carbono que genera la actividad humana. Cumpliendo su promesa en la cumbre de Glasgow (COP26), Ecuador ha creado una reserva en las islas Galápagos que cubre 60.000 kilómetros cuadrados entre su archipiélago y la costarricense isla del Coco, una zona de paso de decenas de especies migratorias.

¿Tierras de nadie?

El problema es que casi nunca se pueden crear reservas naturales en zonas deshabitadas. Según la Defensoría del Pueblo de Perú, la mayoría de los actuales 209 conflictos sociales del país se concentran en Loreto, la región amazónica que cubre el 29% del territorio peruano con solo el 3% de la población. De sus 29 conflictos no resueltos, 25 son protestas de pueblos originarios.

La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) señala que las tasas de deforestación son siempre más bajas donde los gobiernos reconocen derechos colectivos a la tierra. Un ejemplo ilustrativo es el de la reserva Amarakaeri, un área protegida en la región Madre de Dios de 402.335 hectáreas en el parque nacional del Manu. Desde que se creó en 2002, la participación de los harakbut, yine y machiguenga en su gestión ha mejorado la protección de osos de anteojos, pumas, jaguares, caimanes y guacamayos.

En Colombia, las organizaciones medioambientales denuncian el aumento de los incendios forestales en cuencas fluviales de Caquetá, Guaviare y Meta que conectan la Amazonía con la Orinoquía y en los parques nacionales de Tinigua, Sierra de la Macarena y Chiribiquete, el área protegida más grande del país.

En los últimos cinco años en ocho municipios cercanos al parque Chiribiquete se han deforestado más de 300.000 hectáreas por la construcción de carreteras y la especulación de tierras. La organización civil MapBiomas muestra que las plantaciones de soja ocupan ya 36 millones de hectáreas, el 4,3% del territorio brasileño, un área más grande que Italia o Vietnam. Un 42% está en las llanuras del Cerrado.

Gorilas y pigmeos

África subsahariana también se enfrenta a problemas similares. En el millón de hectáreas de sabanas y bosques del parque nacional de Bamingui-Bangoran de República Centroafricana, unos 50 guardias forestales se encargan de protegerlo de cazadores furtivos y traficantes de especies como jirafas, leones, antílopes y leopardos. Desde 2013, los conflictos interétnicos entre musulmanes y cristianos han desplazado a un millón de personas. Muchas de ellas invadieron los parques Bamingui-Bangoran y Manovo-Gounda, mantenidos con fondos europeos, lo que acabó con los casi 35.000 elefantes que quedaban.

En 1991, República del Congo creó el parque nacional Nouabalé-Ndoki para proteger poblaciones de elefantes, gorilas y chimpancés en tierras que habitaban los ba’aka; una etnia que los primeros colonizadores europeos llamaron pigmeos. Así, milicias y soldados de etnia bantú los expulsaron de 420.000 hectáreas de bosques. En 1963, tras la descolonización, Indonesia creó el parque Gunung Halimun Salak sin consultar a los 50.000 kasepuhan, que habitaban 60.000 hectáreas de bosques en Java, en teoría protegidas desde 1924 y que hoy han devastado la tala ilegal mientras a los kasepuhan se les impide recoger leña.

¿Colonialismo medioambiental?

Según escribe Valeria Foglia en Resumen Latinoamericano, los delegados de pueblos originarios que asisten a los congresos internacionales suelen quejarse de que primero los despojaron en nombre de reyes, después del desarrollo y ahora de la conservación medioambiental.

Kofi Annan, exsecretario general de la ONU, decía que en algunas áreas los pueblos originarios son parte de los ecosistemas porque contribuyen a preservarlos; pero que otras exigen límites rígidos a la actividad humana. Ese modelo de conservación es tributario de las ideas de Theodore Roosevelt, el 26° presidente de Estados Unidos, que entre 1901 y 1909 creó decenas de reservas y parques de 90 millones de hectáreas desde Oregón y Wyoming a Florida en tierras de pueblos nativos.

Colin Luoma, de la Brunel University de Londres, cita el caso del parque Kahuzi-Biega creado en 1970 por República Democrática del Congo (RDC) para proteger 6.000 kilómetros cuadrados de bosques tropicales con importantes poblaciones de gorilas. Pero para ello desplazó a los batwa, que habían cazado y recolectado durante siglos conviviendo con los grandes simios. Según Luoma, la Wildlife Conservation Society y la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) acusaron a los batwa de degradar las tierras pese a que se mudaban periódicamente para no agotar los suelos y la fauna. El parque, Patrimonio Mundial de la Humanidad desde 1980, es ahora un destino de safaris “ecológicos”; pero a los batwa se les prohíbe acceder a sus hierbas medicinales y antiguos sitios sagrados.

Muchas veces, los ecoguardias son paramilitares que reprimen a activistas que intentan recuperar sus tierras en países como Camerún, Nepal o RDC. En 2018, Victoria Tauli-Corpuz, relatora especial de la ONU sobre los derechos de pueblos indígenas, sostuvo que el “conservacionismo de fortaleza” violaba derechos de pueblos que han sido siempre buenos administradores de la biodiversidad. MapBiomas muestra que las tierras de los kayapó, munduruku y yanomami en Brasil forman una barrera contra la deforestación. Así en los últimos 30 años perdieron solo el 1% de su vegetación, frente al 20,6% de áreas privadas. Tauli-Corpuz cita casos similares en Perú, Panamá, República del Congo, Indonesia e India.

Brasil, Venezuela y sus reservas

Nicole Boivin, codirectora de un estudio interdisciplinario de geógrafos, arqueólogos, antropólogos y ecólogos de EEUU, Holanda, China, Alemania, Australia y Argentina; sostiene que el problema no es el uso humano per se de la tierra sino el de prácticas agrícolas y extractivas insostenibles.

Venezuela es un caso crítico por la explotación irregular de oro, cobalto y otros minerales en zonas amazónicas. En 1989, el gobierno de Carlos Andrés Pérez (1974-79 y 1989-93) prohibió durante 50 años toda actividad minera en el Estado de Amazonas; un área de 178.000 kilómetros cuadrados y que alberga a 20 pueblos indígenas.

En 2016, el gobierno de Nicolás Maduro, creó el llamado arco minero del Orinoco, un área de 111. 844 kilómetros cuadrados, más grande que Cuba o Portugal; encargando su explotación a Maminpeg, una compañía de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana. Imágenes de satélite muestran la zona bajo su gestión surcada de claros de bosque deforestado y ríos contaminados con mercurio.

Así, según la ONG Provita, se han deforestado unas 380. 000 hectáreas en zonas ribereñas, cabeceras de ríos y parques nacionales como el de Canaima, de 30.000 kilómetros cuadrados; célebre por sus tepuyes, montañas de paredes verticales, mesetas y grandes saltos de agua.

Los 30.000 yanomami que viven en selvas del sur venezolano y el norte brasileño son especialmente vulnerables a las invasiones de los garimpeiros; buscadores de oro depredadores que cuentan con el apoyo del presidente Jair Bolsonaro, que quiere abrir a la minería más de un millón de kilómetros cuadrados de tierras protegidas para –dice– buscar potasa. En 2021, según la Comisión Pastoral de la Tierra, un millar de yanomami fueron asesinados; la mayoría por garimpeiros, en Aracaçá, a una hora de vuelo de Boa Vista, capital del Estado de Roraima.

Según la Asociación Hutukara Yanomami, la minería aurífera ilegal se ha triplicado en los últimos tres años porque en sus tierras demarcadas los garimpeiros han construido decenas de pistas clandestinas para sacar el oro aluvial. La mitad de la producción aurífera brasileña es ilegal. La mayor parte, según Financial Times termina en Reino Unido, Suiza y Canadá. https://elbuho.pe/

 


“Defender el Agua es Defender la Vida”

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