Martes, 21 de junio de 2022 – Año XV – Edición 3994 – http://hidroboletinfentap.blogspot.pe
Denuncian abandono de siete obras en la
provincia de La Unión
Consejero dijo que empresas paran porque piden adicionales
El consejero regional por la
provincia de La Unión, Miguel Guzman, informó que en su jurisdicción hay siete
obras paralizadas desde el 2019 y no hay fecha de reinicio por el Gobierno
Regional de Arequipa (GRA). Tienen avance físico entre 40 y 70%.
Corresponden a expedientes
técnicos observados y mal elaborados, pues ello provocó la paralización en
obras relacionadas a la ampliación de canales de riego, estructuras educativas,
puentes, instalación de servicios básicos en 13 anexos, entre otros.
Guzmán indicó que en el distrito
de Alca y sus trece pueblos no tienen servicios de agua potable, pues el
proyecto para dotar del recurso hídrico a esta zona se detuvo en 2019. Pese a
esto, en el distrito de Tomepampa comenzaron a realizar trabajos de redes de
agua. Otra obra que urge a los pobladores del anexo de Huarcaya es la
construcción de un colegio, pues 130 escolares estudian en clases deterioradas
El fiscalizador culpó a las
empresas constructoras porque luego de la firma del contrato proceden a
observar el expediente y a pedir adicionales. “Se ha hecho costumbre en las
empresas pedir adicional tras adicional y los perjudicados son los pobladores”,
apuntó.
Respecto al hospital de Cotahuasi que también está paralizado, el gerente de Infraestructura, Mario Calderón, dijo que para el reinicio se requiere hacer un expediente de saldo de obra y ello recién concluirá el siguiente año. “Ese hospital es un elefante blanco, tiene una ambulancia guardada desde hace dos años y nadie lo utiliza”, finalizó Guzmán. https://diariocorreo.pe/
HIDROREGIONES PERÚ
Vivienda lanza licitación del megaproyecto de agua y alcantarillado para 96 AA. HH de Piura
El Ministerio de Vivienda,
Construcción y Saneamiento (MVCS) lanzó la convocatoria para la licitación del
proyecto de ampliación y mejoramiento del sistema de agua potable y
alcantarillado en 96 asentamientos humanos de los distritos de Piura, Castilla
y Veintiséis de octubre.
Este megaproyecto tiene un monto
de inversión de S/ 615 millones y contempla la ejecución y supervisión de las
obras que beneficiarán a más de 466 mil habitantes de Piura, Castilla y
Veintiséis de Octubre.
El proyecto, ejecutado por el
MVCS a través del Programa Nacional de Saneamiento Urbano (PNSU), contempla la
construcción de 295 kilómetros de líneas y redes de agua potable, tres
reservorios y una cisterna, 7844 nuevas conexiones domiciliarias de agua
potable y la renovación de 7639 conexiones más.
Asimismo, se construirá la
Planta de Tratamiento de Aguas Residuales (PTAR) Ejidos, se ampliará la PTAR
Tacala, se contemplan 220.5 kilómetros de emisores, colectores y redes de
alcantarillado, 5 cámaras de bombeo, 25 kilómetros de líneas de impulsión, 7064
nuevas conexiones domiciliarias de alcantarillado y 13 343 conexiones
domiciliarias a renovar, y se construirán 948 unidades básicas de saneamiento
(UBS).
Una vez adjudicado a la empresa
o consorcio ganador, se tiene previsto iniciar las obras en el cuarto trimestre
de este año.
Cabe destacar que este
megaproyecto, que tiene un plazo de ejecución de 18 meses, cuenta con
expediente técnico aprobado y está considerado en la proyección multianual del MVCS,
lo que garantiza el presupuesto para su ejecución. https://www.cutivalu.pe/
¿Cómo entender El Niño en el contexto del cambio climático?
Cada
cierto tiempo, los peruanos nos enteramos, y otros experimentamos, los
padecimientos, perjuicios y pérdidas producidas por inundaciones, lluvias
intensas, sequías y otros fenómenos inducidos por la ocurrencia de El Niño. A
pesar de lo vivido en 1982-1983, 1997-1998, 1925 y 2017, años en los que se
registraron episodios importantes de El Niño, los peruanos no comprendemos del
todo por qué ocurre este fenómeno y cómo podemos prepararnos mejor ante él en
el contexto del cambio climático.
Así,
surge esta pregunta: ¿en el escenario de cambio climático, aquel en el que
parece inalcanzable impedir que la temperatura global del planeta sobrepase por
1.5 °C los valores de los niveles preindustriales, ¿se puede exacerbar la
intensidad, frecuencia e impactos de El Niño en el Perú? Este reportaje recoge
testimonios de ciudadanos víctimas de sus impactos y científicos destacados en
el tema, con el objetivo de dilucidar cómo se comprende este fenómeno y cómo
debemos entenderlo en adelante.
El
Niño: una definición con varios enfoques
En el
Perú existe la Comisión Multisectorial encargada del Estudio Nacional del
Fenómeno «El Niño» (ENFEN), conformada por distintas instituciones científicas
del país: el Instituto Geofísico del Perú (IGP), el Servicio Nacional de
Meteorología e Hidrografía (SENAMHI), la Dirección de Hidrografía y Navegación
de la Marina de Guerra del Perú (DIHIDRONAV), el Instituto del Mar del Perú
(IMARPE), la Autoridad Nacional del Agua (ANA), el Instituto Nacional de
Defensa Civil (INDECI) y el Centro Nacional de Estimación, Prevención y
Reducción del Riesgo de Desastres (CENEPRED).
El ENFEN
maneja dos definiciones para El Niño, ello de acuerdo con la zona en donde se
produce el calentamiento de las aguas oceánicas que luego influyen en el clima
del Perú. El Niño del Pacífico central se genera por el incremento de la
temperatura en esta parte del océano, en la región conocida por los científicos
como «Niño 3.4». El segundo concepto se refiere a El Niño Costero, el cual se
vincula al incremento de la temperatura superficial del mar frente a la costa
norte del Perú, en la zona conocida por los científicos como «Niño 1+2».
Estos
conceptos, no obstante, son difícilmente entendidos por el ciudadano de a pie,
por quienes son afectados y aquellos tantos que son vulnerables ante dicho
evento. De este modo, quienes viven en la costa norte del Perú refieren que El
Niño es un evento donde llueve torrencialmente, disminuye la pesca, crecen los
ríos, se desbordan e inundan las ciudades. Quienes viven en la sierra sur
indican que El Niño es la época de escasez de lluvias, de sequías y de heladas;
otros, incluso, mencionan que no perciben grandes cambios en el clima en sus
localidades como producto de este evento. A continuación, se presentan algunos
testimonios de ciudadanos que enfrentaron este evento:
“El Niño
representa para mí los recuerdos del evento de 1982-1983. Han sido las peores
lluvias que he visto en mi vida. Mi madre me contaba que algo así pasó en 1925.
Perdimos 25 hectáreas de arroz, no cosechamos un solo kilo. El río Tumbes
inundó todo. Hubo deslizamientos en los cerros; los huaicos bajaron por las
quebradas. Cuando todo esto pasó no sabíamos que era El Niño”. (Humberto Villar
Valladares, 63 años, agricultor en el distrito de Corrales, Tumbes).
“El Niño
son lluvias extremas sin aviso, inundación. Es sufrimiento, impotencia,
pérdida, dolor. Son recuerdos tristes de hechos que no creía que podían pasar.
Me contaban de El Niño y sus impactos, pero no lo había vivido hasta 2017”.
(Patricia Atalía del Rocío Yarlequé Ipanaqué, 26 años, docente de educación
primaria en el distrito de Catacaos, Piura).
“El Niño
es para mí la época de descarga de los ríos a consecuencia de las lluvias, del
calentamiento del mar y la muerte de peces. Es la pérdida de terrenos de
cultivo, de las cosechas”. (Celestino Puma Churata, 68 años, agricultor en la
provincia de Camaná, Arequipa).
Estas
concepciones aluden a los impactos generados por El Niño, pero no a la
naturaleza del evento. Ken Takahashi, director de la subdirección de Ciencias
de la Atmósfera e Hidrósfera del IGP y uno de los expertos más destacados en el
estudio de El Niño a nivel mundial, advierte que es importante entender que
cada evento El Niño puede ser distinto al anterior en cuanto a sus
características y sus impactos en el país, lo cual puede generar confusión en
la población.
“Por
ejemplo, en 2015, la Comisión ENFEN estimó una probabilidad del 50 % de que ese
verano sea como el de El Niño extraordinario de 1997-1998. Consistente con
esto, en 2015-2016 se observó un calentamiento de las aguas del océano Pacífico
central incluso más fuerte que en 1997-1998, uno de los más intensos jamás
registrados. También tuvimos un fuerte calentamiento de la costa del Perú. Sin
embargo, ambos calentamientos en las dos regiones descritas tienen efectos
opuestos en el clima de nuestro país. El resultado neto es el balance de los
dos calentamientos: El Niño en la costa genera lluvias y El Niño en el Pacífico
central las reduce. Finalmente, en dichos años, el calentamiento que dominó fue
el del Pacífico central, lo que dio lugar a la supresión de lluvias en dicho
evento El Niño, incluso en la costa norte, lo contrario que en 1997-1998”,
explica Takahashi.
En esa
línea, Takahashi agrega que “la generalización de los impactos de El Niño puede
ser un problema”. Al respecto, enfatiza que no se debería hablar de los efectos
de «El Niño» a secas, ya que el análisis siempre se debe realizar de manera
específica para cada evento. “El Niño no siempre produce lluvias en la costa
norte ni sequías en el sur andino y, aunque así ocurriera, tampoco quiere
decir, por ejemplo, que siempre los mismos lugares serán afectados de la misma
manera. A este nivel de detalle no se llega con los conceptos simplificados de
El Niño”, acota.
El
factor cambio climático
A la
fecha, no puede afirmarse que los eventos El Niño de 1997-1998 y El Niño
costero de 2017 fueron extraordinarios en cuanto a sus indicadores por
influencia del cambio climático. Takahashi menciona que recién se están
comenzando a publicar investigaciones referidas a lo que se denomina
atribución, es decir, detectar un cambio en la frecuencia de El Niño y, en
adición, determinar si existe responsabilidad o no del cambio climático.
“Estadísticamente,
es difícil hacer la atribución, ya que la señal del cambio climático es muy
débil para afirmar que influye en El Niño, sobre todo si nos referimos al caso
de eventos extremos. Los eventos El Niño en 1982-1983 y 1997-1998 fueron los
más grandes registrados, pero fueron similares a El Niño en 1877-1878 en el
siglo XIX. Por sí solo, esto no sería evidencia sólida para decir que la
frecuencia de eventos extraordinarios de El Niño ha aumentado. La estadística
es muy pobre”, describe Takahashi.
No
obstante, los impactos de El Niño sí pueden ser peores debido al calentamiento
global, el cual es un síntoma del cambio climático. Takahashi refiere que
“conforme el planeta se vaya calentando, si un evento El Niño en el presente
produce un calentamiento de 1 °C en un año dado, en el futuro esa misma
fluctuación, sumada al calentamiento global, alcanzaría mayores temperaturas,
lo que produciría más impactos por golpes de calor, por ejemplo. También se
espera que para un mismo calentamiento de El Niño se produzcan en el futuro
lluvias mayores; en consecuencia, los impactos de El Niño podrían ser peores,
aun cuando El Niño en sí como fluctuación no haya cambiado”.
Por su
parte, Ivonne Montes, científica también del IGP y miembro de la Red Global del
Oxígeno Oceánico (GO2NE), iniciativa de la Comisión Oceanográfica Internacional
de la UNESCO (COI-UNESCO), coincide con Takahashi y agrega que “no se tienen
investigaciones contundentes que permitan determinar en retrospectiva la
influencia del cambio climático en eventos pasados de El Niño. Lo que sí se
tiene son las proyecciones del Panel Intergubernamental de Cambio Climático de
las Naciones Unidas, cuyos modelos sugieren con confianza media que es posible
que, en el futuro, se registren eventos El Niño más frecuentes y posiblemente
se intensifiquen los peligros/riesgos (zonas más secas, húmedas)”.
En ese
contexto, Montes advierte el reto que supone para la ciencia establecer modelos
que reflejen y pronostiquen las condiciones climáticas y, por supuesto,
permitan pronosticar con mayor certeza la ocurrencia de El Niño. “Este es un
evento que repercute en diversas zonas del planeta. Por ello, comprender su
dinámica a escala global y regional es clave, y más aún en el contexto del
cambio climático. Este es el reto que tenemos en el caso del Perú”, destaca.
Texto:
Jorge Andrés Concha Calle / Fuente: Instituto Geofísico del Perú https://www.inforegion.pe/
HIDROLABORAL
MTPE aprueba instrumentos técnicos para impulsar el empleo en las mujeres
El
Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo (MTPE) indicó este domingo que
aprobó los Instrumentos Técnicos Operativos de la intervención articulada
multisectorial Wiñay Warmi, a fin de promover el cierre de brechas de género en
el acceso al empleo decente y condiciones de empleabilidad de las mujeres.
Mediante
la Resolución Ministerial N° 161-2022-TR se establece que estos instrumentos
incluyen: el marco conceptual relacionado a la articulación de servicios; la
ruta del empaquetado de servicios; y los territorios priorizados.
Además, a
la ampliación de la referencia establecida en la intervención aprobada respecto
de la gestión territorial, que incluye la incorporación de servicios o
entidades a Wiñay Warmi; e identificación de los principales indicadores de la
intervención, en el marco de la gestión de la información.
La norma
precisa que los instrumentos se enmarcan en las cinco líneas de la intervención
establecidas en Wiñay Warmi, aprobada por Decreto Supremo N° 007-2022-TR, las
cuales son: promoción del empleo y autoempleo, relacionado a la articulación de
servicios vinculados a promover el empleo decente y autoempleo mediante la
vinculación de oferta y demanda laboral.
También
el desarrollo y fortalecimiento de competencias laborales, relacionados a la
articulación de servicios que permitan a las mujeres adquirir conocimientos y
desarrollar habilidades que son demandadas por el mercado laboral y que
contribuyan en su empleabilidad.
Asimismo,
la promoción y fortalecimiento en el acceso a servicios de cuidados,
relacionado a la articulación de servicios que promuevan la corresponsabilidad
entre el Estado, sector privado, comunidad y familias en la gestión y provisión
de servicios de cuidado.
Del mismo
modo, a la promoción de espacios de igualdad y entornos laborales y formativos
seguros, libres de discriminación, relacionado a la articulación de servicios
que garanticen el cumplimiento de regulaciones de prevención, atención y
sanción de la violencia en el trabajo o formativos, así como la equidad de
género.
Wiñay
Warmi se implementará durante 12 meses, mediante la articulación de los
servicios de ocho sectores en el territorio. Para ello, se plantea una
secuencia gradual y progresiva en fases que permita asegurar los resultados que
se irán alcanzando, así como su sostenibilidad; generando espacios de
monitoreo, retroalimentación y atención de nudos críticos. https://peru21.pe/
“Defender el Agua es Defender la Vida”