28/11/22

Hidroboletín Fentap 4101: PERÚ - Río Tambo está contaminado de arsénico y plantean limpiarlo con cáscara de granadilla y lloque. Arsénico es cancerígeno, cuatro de tres niños tienen concentraciones por encima de valores normales en la provincia de Islay. Investigadores trabajan en un proyecto para absorber mineral presente en dicha fuente de agua

 Lunes, 28 de noviembre de 2022 – Año XV – Edición 4101 – http://hidroboletinfentap.blogspot.pe

 

Río Tambo está contaminado de arsénico y plantean limpiarlo con cáscara de granadilla y lloque

Arsénico es cancerígeno, cuatro de tres niños tienen concentraciones por encima de valores normales en la provincia de Islay. Investigadores trabajan en un proyecto para absorber mineral presente en dicha fuente de agua

En 2020, un estudio de la Autoridad Nacional del Agua (ANA), concluyó que el río Tambo, localizado en la provincia de Islay (Arequipa), está contaminado de metales pesados: boro, arsénico y otros. La polución hídrica se refleja en un cambio en el color de agua, de verde a amarillo o naranja intenso.

Según el Centro de Operaciones de Emergencia Nacional (COEN), este problema se advirtió desde 2016 y fue atribuido a fuentes naturales. Estudios revelan que el río Titire, uno de los principales afluentes del Tambo, está mineralizado, los geiseres brotan en su cauce.

La situación agravó con los relaves de la unidad Florencia Tucari de la minera Aruntani en proceso de cierre. Las descargas se hicieron al Titire.

Los investigadores señalan que el arsénico es un compuesto altamente cancerígeno. Javier Montalvo, docente e investigador de la Universidad Católica de San Pablo (UCSP), explicó que este metal está presente en diversos ríos del sur del Perú.

Granadilla y lloque

A lo largo de este tiempo, él y su equipo de investigación, denominado Ciencia, Tecnología y Ambiente de la escuela profesional de Ingeniería Ambiental, trabajaron en un proyecto para remover el arsénico del río Tambo.

Es una técnica denominada cavitación hidrodinámica combinada con absorción mediante carbón activado, que está elaborado a partir de cáscara de granadilla y troncos de lloque. Se trata de un residuo agroindustrial y una planta nativa, que puede ser aprovechadas de esta forma.

El proceso, según explicó Montalvo, consiste en oxidar el arsénico y pasarlo por un filtro de carbón activado. Se absorbe arsénico, explicó el especialista.

Convenio de Sedapar

La aplicación de esta técnica, permitiría reducir costos, aumentar eficiencia y lograr descontaminar el río Tambo.

La idea es llevarlo a la práctica. Para ello, firmaron un convenio con Sedapar. Esta entidad brindará las instalaciones de su planta localizada en la ciudad Mollendo para que hagan las pruebas respectivas.

El proyecto se realiza con el financiamiento del Programa Nacional de Investigación Científica y Estudios Avanzados (Prociencia). Les otorgaron medio millón de soles.

En el país, más de 100 cuencas hidrográficas están contaminadas con más de 500 microgramos por litro del metal, cuando lo permitido solo son 50. En Islay, cuya fuente es el Tambo, de cada cuatro niños, tres tienen valores de arsénico que superan los niveles permitidos. El Tambo fue considerado de emergencia en mayo de 2021, en los distritos de Cocachacra, Dean Valdivia y Punta de Bombón.

Además, están en riesgo las áreas de cultivo, ganadería, acuicultura y salud de las poblaciones ribereñas de los ríos Coralaque y Tambo en los distritos de Chojata, Matalaque, Quinistaquillas, Omate, Coalaque y La Capilla, provincia de General Sánchez Cerro y los distritos de Carumas, San Cristóbal y Cuchumbaya, provincia de Mariscal Nieto de la región Moquegua. Así como en los distritos de Punta de Bombón, Cocachacra, Deán Valdivia, Mollendo, Islay y Mejía, provincia arequipeña de Islay.

Los investigadores esperan que el proyecto se pueda aplicar exitosamente para ayudar a la población. https://larepublica.pe/

 


HIDROREGIONES PERÚ

Mujeres enfrentan juntas el problema del agua

Mujeres enfrentan juntas el problema del agua. En Mecapaca, las líderes de La Paz y Arequipa se reunieron, gracias a Bolivia Watch, para intercambiar experiencias sobre los problemas hídricos de sus pueblos. A pesar de ser un tema crítico no solo para sus regiones, sino para el mundo, en las mesas de diálogo hay un ambiente de charla amena. Aparentemente distintas, estas mujeres de Bolivia y Perú comparten sus vivencias sobre la falta de agua y las soluciones que han encontrado en sus comunidades.

Si bien el 70% del planeta está compuesto por agua, el 2,5% es dulce, es decir, resulta apto para el consumo humano y para la agricultura, la ganadería y la industria. Con el transcurrir de los años, la carencia del líquido se está haciendo más visible debido al crecimiento demográfico y al calentamiento global.

Este último caso se hace visible en las montañas que están perdiendo sus nevados y en la vida de las personas que cada año están sintiendo más la falta de líquido. Entre las afectadas también están las poblaciones de Bolivia y Perú.

Mujeres enfrentan

Ante este panorama han surgido varias iniciativas para paliar la disminución del recurso hídrico. Una de ellas parte del Stockholm Environment Institute (SEI, del sueco, Instituto del Ambiente de Estocolmo), que trabaja para orientar las políticas ambientales y de desarrollo sostenible en el mundo. Como parte de ese trabajo, el SEI lidera el proyecto Bolivia Watch, que trabaja con el Gobierno para implementar un Plan Nacional de Cuencas en el país, teniendo en cuenta que las cuencas son canales naturales por donde baja el agua hacia ríos o lagos, por consiguiente, también para el consumo humano.

En esa dirección, Bolivia Watch trabajó en el departamento de Potosí (en la cuenca Tupiza, en los municipios de Tupiza, Atocha y Colchacá) y en la cuenca Pampa Huari (en los municipios de Potosí, Yocalla, Tinguipaya, Porco, Belén de Urmiri, Chaquí y Tomavi).

De acuerdo con Melina Balderrama, coordinadora nacional de Bolivia Watch, también se desarrollan actividades en la cuenca del departamento de La Paz, en los municipios de Palca, Mecapaca y Achocalla.

Como parte de esta labor es que se organizó un encuentro entre las líderes paceñas con sus similares de Arequipa en el municipio de Mecapaca, ubicado a 28,4 kilómetros al sur del centro paceño. Por el lado boliviano estaban mujeres pertenecientes a las Bartolinas, acompañadas por dirigentes arequipeñas apoyadas por el Centro de Estudios y Promoción del Desarrollo del Sur (Descosur) de Perú.

Arropado por cerros cubiertos de vegetación y viviendas republicanas con balcones, el edificio de la Alcaldía luce distinto, pues se llenó de mujeres que van a hablar sobre el agua.

“Anteriormente, éramos sumisas, no podíamos contar ni con las autoridades, no podíamos comunicarnos. Pero con las capacitaciones hemos aprendido a valorarnos como mujeres y participar en diferentes actividades”, comenta Martina Choquehuayta, vecina del pueblo de Charhuanca, provincia Cailloma, de la región de Arequipa.

Martina está vestida con su traje típico, con pollera, blusa y chaqueta con bordados multicolores, además de un sombrero de ala ancha bellamente adornado. Ella, acompañada por otras arequipeñas, escucha atenta la apertura del encuentro binacional de intercambio de experiencias en gestión de cuencas.

Con el respaldo del Viceministerio de Recursos Hídricos y Riego       —dependiente del Ministerio de Medio Ambiente y Agua—, el alcalde de Mecapaca, Enrique de la Cruz, y otros tres alcaldes peruanos, más de medio centenar de mujeres se reunieron en mesas de diálogo para contar sus vivencias respecto del agua.

“Antes no teníamos agua. Para lavar la ropa teníamos que ir a buscar vertientes de agua cristalina. Toda la gente iba allí. Incluso íbamos a bañarnos. Así vivíamos antes”, rememora Máxima Mamani, vecina de la zona Las Carreras, en Mecapaca, quien viste una pollera verde, una blusa azul, una manta de alpaca, un sombrero negro y un aguayo multicolor.

“Lo que hacemos es compartir una planificación inclusiva, con un enfoque de género, que no solo tiene variables hidroclimáticas, que podemos obtener de una estación y hacer una planificación en escritorio, sino que toma en cuenta a los actores sociales, quienes nos dicen qué problemas hay para hacer la planificación”, explica Balderrama.

Es por ello que cinco mesas de diálogo —más otra con las autoridades ediles y de Bolivia Watch— conversan acerca de cómo monitorear la calidad de agua con enfoque de género, las herramientas para hacer el relevamiento de información, posibilitar acuerdos de autoridades municipales para trabajar de manera mancomunada y la manera de sensibilizar a la población sobre el cuidado del agua.

“Para nosotros es una gran iniciativa de Bolivia Watch que reúna a dos grupos de mujeres de diferentes culturas, pero con un solo objetivo: enfrentar la falta de recursos hídricos. Hemos aprendido que (las líderes arequipeñas) no se quejan de las autoridades, ellas trabajan en la cosecha del agua y con sus propios recursos y con su propia mano de obra”, comenta Reini Callizaya, concejal de Mecapaca.

En otra mesa se encuentra Vicentina Puma, pobladora de Chipay, provincia Cailloma, de Arequipa, quien dice que en su pueblo viven de la crianza de alpacas. “Un año hubo escasez de lluvia, todas nuestras alpacas se han muerto. Desde entonces empezamos a reservar agua y, con la capacitación que recibimos, hemos aprendido a cómo mantenerla”, dice la representante peruana.

Balderrama cuenta que las mujeres del país vecino les enseñaron cómo empezaron a emplear la cosecha de agua para no sufrir de desabastecimiento y aprendieron acerca del enfoque de género que se lleva a cabo en Bolivia. “Las mujeres tienen que tener un espacio, una voz, que sea más escuchada si tiene un argumento técnico”, afirma.

“Recuerdo que mi mamá y mi abuelita cosechaban agua de lluvia y las guardábamos todo el año, porque no había agua potable. Con el tiempo olvidamos esta costumbre. Por los cambios climáticos ahora tenemos que volver a aprender y enseñar a nuestros hijos”, afirma Máxima.

El encuentro es amigable. No falta la comida con papa y choclo que producen en la región y las infaltables fotos para recordar la llegada de las hermanas peruanas. En ese ambiente es que se firmó un acuerdo de hermanamiento entre los municipios de Mecapaca y de Arequipa, las mujeres de ambos países coordinaron más reuniones para seguir hablando de los recursos hídricos, tomando en cuenta que, a pesar de la distancia, atraviesan por problemas similares.

Además, mediante el apoyo de Bolivia Watch, se trabajará para obtener financiamiento para sus proyectos productivos y continuar con el intercambio de saberes de ambos países, principalmente.

La tarde transcurre calurosa, por lo que las anfitrionas llevan a sus ahora amigas arequipeñas a un recorrido por sus plantaciones de flores, que lucen colores intensos, tanto como la esperanza de, en cooperación mutua, seguir liderando la lucha por dar mejores días, no solo a sus hijos, sino también al planeta. https://www.la-razon.com/

 


LIMA PERÚ

Aumenta presencia de materia orgánica en el río Rímac, revela informe técnico

De acuerdo con la información proporcionada por Sedapal, en el mes de setiembre del presente año, la cantidad promedio de materia orgánica en el río Rímac alcanzó 1,87 mg/l, resultado mayor en 13,3% en comparación con lo registrado en el mismo mes del año anterior, dio a conocer el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI).

En el informe técnico de Estadísticas Ambientales, se indica también que la presencia máxima de materia orgánica en el río Rímac llegó a 2,38 mg/l lo que representó un incremento de 19,0% con relación al mes de setiembre del 2021.

INEI señala que, la materia orgánica, expresada como Carbón Orgánico Total, es producto de los restos orgánicos que alguna vez estuvieron vivos, tales como plantas, animales y productos de residuos en el ambiente natural. La materia orgánica es descompuesta por bacterias, protozoarios y diversos microorganismos.

Se incrementa la presencia promedio de minerales en el río Rímac

En el mes de setiembre del presente año y según los datos proporcionados por Sedapal, la cantidad promedio de hierro fue de 0,52 mg/l cifra superior en 26,8% respecto al mismo mes de 2021.

Asimismo, la presencia promedio de plomo (0,006 mg/l) y la de aluminio (0,35 mg/l) creció en 20,0% y 16,7%, respectivamente, en comparación con el mes de setiembre de 2021. En tanto, la cantidad promedio de cadmio (0,001 mg/l) no registró variación.

Producción de agua potable en Lima metropolitana

En el mes de octubre del presente año y de acuerdo con la información proporcionada por Sedapal, la producción de agua potable en Lima Metropolitana totalizó 64,719 000 m3/s, cantidad mayor en 0,6% respecto al mismo mes de 2021.

Se reduce caudal de los ríos Rímac y Chillón

Según la información proporcionada por el Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología (Senamhi) durante el mes de octubre del presente año, el caudal promedio del río Rímac llegó a 17,99 m3/s, nivel inferior en 19,1% y 16,6% en comparación a igual mes de 2021 y a su promedio histórico, respectivamente.

Del mismo modo, el caudal promedio del río Chillón alcanzó 1,39 m3/s, resultado que representó una disminución de 34,4% y 49,6% respecto al mes de octubre de 2021 y a su promedio histórico, respectivamente.

Lima registró nivel moderado de radiación ultravioleta

En octubre de 2022 y de acuerdo con el monitoreo por el Senamhi, la ciudad de Lima registró, en promedio, el nivel 5 del índice de radiación ultravioleta (UV-B), lo que equivale a riesgo moderado para la salud. En tanto que, el valor máximo llegó al nivel 7, considerado de riesgo alto para la salud. https://andina.pe/

 

HIDROMUNDO

Un reñido acuerdo en COP27: fondo para compensar a países pobres afectados por la crisis climática

Luego de dos intensas semanas y lentas discusiones en la COP27, las naciones en desarrollo lograron un acuerdo histórico en el texto final de la cumbre climática: la creación de un fondo económico para el 2023 que los indemnice por los daños y pérdidas ocasionados por la crisis climática en sus territorios. Este logro no es gratuito, pues fue necesaria una negociación unificada y fortalecida de los países del sur global, y la intermediación de la Unión Europea para lidiar con la resistencia inicial de Estados Unidos.

Aunque el texto final —que incluye los puntos más importantes de la información desarrollada en cada grupo de trabajo— deja un avance importante en el tema de pérdidas y daños, no expone avances en otros dos temas fundamentales para evitar el colapso climático. El documento no fortalece la necesidad de no superar los 1,5°C de calentamiento del planeta como umbral crítico y tampoco deja clara la necesidad de abandonar todos los combustibles fósiles.

Las promesas de tener un acuerdo que reflejen más explícitamente la justicia climática no se están cumpliendo, y el documento final tampoco refleja compromisos más sólidos. Para muchos activistas, el texto de la COP27 es mucho menos ambicioso que el Pacto de Glasgow firmado en la COP26.

“No solo hay una falta de progreso con respecto al Pacto de Glasgow del año pasado, sino que vemos un retroceso, pues se han incluido nuevos calificativos con respecto a los combustibles fósiles. Si vamos a hacer un reconocimiento de la ciencia de 1,5°C, debemos tener una referencia para acelerar la eliminación de carbón, petróleo y gas”, señaló Catherine Abreu, fundadora y directora de la organización Destination Zero.

En el inicio de la segunda semana de la Conferencia de las Partes número 27, el lunes 14 de noviembre, el embajador egipcio Sameh Shoukry se mostró optimista sobre los avances hechos en esta cumbre y aseguró que el viernes 18 de noviembre se presentaría el texto final. Eso no ocurrió y el documento final recién se conoció en la madrugada del domingo 20.

Las claras tensiones entre los países del sur global, los más vulnerables a los impactos de la crisis climática, y del norte global, los principales responsables de esta crisis, hicieron que las discusiones se tornen más tensas y se prolonguen.

La negativa de Estados Unidos a crear un fondo exclusivo para pérdidas y daños, el fortalecimiento de las naciones en desarrollo en respuesta a esa negativa y el papel de intermediario que intentó adoptar la Unión Europea extendieron la jornada hasta el domingo 20 de noviembre.

El logro de daños y pérdidas

Desde el inicio de la COP27, los países en desarrollo y menos desarrollados tenían claro que uno de los objetivos de esta cumbre climática era la creación de un fondo dedicado exclusivamente a compensar los daños ocasionados en sus territorios.

Otras naciones pertenecientes a la Unión Europea también mostraron su apoyo a este pedido. En tanto, Estados Unidos aprovechó cada oportunidad para confirmar que apoyarían el tema, pero no que destinarían recursos económicos.

Desde el inicio de la cumbre ha habido un juego de presiones que dieron como resultado que el texto final incorpore la creación de un nuevo fondo para 2023.

En principio, el primer borrador del grupo de trabajo en daños y pérdidas el jueves 17 planteaba tres posibles opciones. Una primera en la que recogía la propuesta del G77 + China, grupo de países en vías de desarrollo y subdesarrollados: crear un fondo exclusivo a daños y pérdidas y basado en donaciones de los países desarrollados. La segunda opción, impulsada por la Unión Europea, proponía lo mismo, pero con el plazo de cierre en la próxima COP28.

Finalmente, la opción impulsada por Estados Unidos reconocía la importancia de hablar de pérdidas y daños, pero proponía la ampliación de la base de contribuyentes para incluir a países con mayores cantidades de emisiones actuales, como China e India. “Esa es una estrategia para debilitar o para fragmentar al sur global”, explicó Alejandro Alemán, coordinador de Climate Action Network de América Latina.

El acuerdo final se conoció la madrugada del domingo en Egipto e incorpora la creación de un fondo económico hacia el 2023.

Si se hubiera quebrado la cohesión del sur global, el tema se quedaba en el camino. "Es impresionante la resistencia que ha tenido [este bloque de países]”, afirmó Alejandro Alemán.

Las organizaciones de la sociedad civil han celebrado este avance que responde a la unión de los países más pobres del sur que, a la vez, son los más vulnerables. “El proyecto de decisión sobre la financiación de pérdidas y daños ofrece esperanza a las personas vulnerables de que recibirán ayuda para recuperarse de los desastres climáticos y reconstruir sus vidas”, dijo Harjeet Singh, jefe de Estrategia Política Global de la organización Climate Action Network International.

Nadie quiere abandonar los combustibles fósiles

La última COP26 mostró un avance importante al incluir las palabras combustibles fósiles en el texto final. El Pacto de Glasgow, como se denominó al acuerdo final producto de las negociaciones de 2021, incluía un llamado a reducir de manera progresiva el uso de carbón y de los subsidios a combustibles fósiles.

Con este acuerdo como base, se esperaba que el nuevo documento de la COP27 sea mucho más ambicioso y apunte a hablar de “abandonar de manera progresiva todos los combustibles fósiles”.

Sin embargo, esto no ha sido incorporado. El documento incluye un llamado a reducir gradualmente la energía del carbón, que es una repetición del Pacto de Glasgow, pero no menciona la necesidad de abandonar a futuro el uso de combustibles fósiles. Rusia y Arabia Saudita fueron los principales opositores a cualquier mención de acabar con los combustibles fósiles en el acuerdo final.

“Dadas la necesidad de tener un mejor control y mitigación de las emisiones, necesitamos que los objetivos climáticos sean mucho más ambiciosos que los de Glasgow”, explicó Ana Carolina González, directora de programas del Natural Resources Governance Institute (NRGI).

El documento hace un llamado a racionalizar los subsidios ineficientes a los combustibles fósiles. Los activistas climáticos sostienen que los términos “racionalizar” e “ineficientes” lo único que hacen es limitar mucho más el campo al cual se aplicarán los recortes. “Son palabras que juegan con el texto y que hacen que el nivel de compromiso en realidad no sea ambicioso”, añadió Alemán.

Países como Noruega, Estados Unidos, la Unión Europea y Colombia presionaron para que se use la palabra “abandonar” en lugar de solo “reducir”. Sin embargo, no se logró.

“Creo que lo que está hoy [en el texto] no es lo que necesita el mundo. Si no le ponemos atención al tema de combustibles fósiles, pues no hay fondo contra pérdidas y daños que aguante si seguimos contaminando a este ritmo”, sostuvo Ana Carolina González.

No obstante, para las organizaciones civiles no es una sorpresa que no se haya querido tocar el tema de los combustibles fósiles, debido a la fuerte presencia que han tenido las empresas petroleras en esta cumbre climática.

Un reporte de Corporate Accountability, Global Witness y Corporate Europe Observatory reveló, en la primera semana de la conferencia, que más de 600 representantes de las industrias de petróleo y gas participaron en el evento.

“Eso evidencia que hay un desbalance de poder, porque esos 636 asistentes representan la suma de 13 delegaciones de América Latina. Esto, además, es la forma de mostrar que hay un claro problema que está dejando que llevemos 27 años participando y haciéndole frente de supuestamente al problema, pero que no tengamos respuestas frente a la crisis climática”, sostuvo Nathalie Rengifo, directora de la Campaña de Justicia Climática en América Latina de la organización Corporate Accountability.

Contra el reloj: 1,5 grados en riesgo

El hecho de que nadie quiera abandonar los combustibles fósiles pone en riesgo una meta que, en apariencia, todos los países están aspirando: mantener la temperatura global del planeta por debajo del 1,5°C.

A inicios de la segunda semana, se alertó de intentos de algunos representantes para que se retirara del texto final el objetivo de limitar la temperatura global a 1,5°C y, en su lugar, dejar abierta la posibilidad de que el umbral crítico sea 2°C.

Luego con la publicación de los primeros borradores se confirmó que, en general, los países reconocen la evidencia científica presentada por el Panel Intergubernamental de Cambio Climático (IPCC) de no exceder ese umbral crítico. Sin embargo, algunas sugerencias cuestionan esta meta. Una de ellas transfiere gran parte de la responsabilidad al sector privado y a los países en desarrollo.

“Eso erosiona el principio de responsabilidades comunes, pero diferenciadas, que radica en que los países que más han contribuido históricamente a la generación del cambio climático son quienes deben de aportar más”, explicaron desde la organización CAN. https://ojo-publico.com/

 


“Defender el Agua es Defender la Vida”

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