20/1/23

Hidroboletín Fentap 4138: Fotos. FENTAP presente en el Paro Nacional Cívico y Popular. Participaron nuestras bases de Puno, Arequipa, La Libertad, Sullana, Paita y Talara

 Viernes, 20 de enero de 2023 – Año XVI – Edición 4138 – http://hidroboletinfentap.blogspot.pe


FENTAP presente en el paro nacional cívico y popular

Participaron nuestras bases de Puno, Arequipa, La Libertad, Sullana, Paita y Talara

La Federación Nacional de Trabajadores del Agua Potable y Alcantarillado del Perú – FENTAP convocó a sus bases para participar del paro nacional cívico y popular, el jueves 19 de enero 2023.

Las bases de Puno, Arequipa, La Libertad, Sullana, Paita y Talara, participaron en sendas movilizaciones, donde se exigía la renuncia de la presidenta Dina Boluarte, nuevas elecciones y el cierre de congreso de la república.

 











HIDROREGIONES PERÚ

Ceplan: El 58% de la población peruana vivirá en zonas con escasez de agua al 2030

Al 2030 el 58 % de la población peruana vivirá en zonas con escasez de agua, producto de la crisis global por el agua que se avecina en el futuro y que tendrá al Perú como uno de los países más afectados en América Latina y el Caribe, informó el Centro Nacional de Planeamiento Estratégico (Ceplan).

Actualmente nuestro país se ubica en el puesto 66 del ranking de estrés hídrico de los estados miembros de las Naciones Unidas.

Asimismo, estudios recientes colocan al Perú en un rango de estrés hídrico entre -40 % y -80 %, ubicándonos entre los países con mayor probabilidad de escasez de agua dulce para el 2040; evidenciando que el Perú se encuentra en una situación de alta vulnerabilidad al riesgo de la crisis por el agua, junto al impacto del cambio climático.

Las características geográficas del territorio, los cambios en precipitaciones y el derretimiento de nieve están alterando los sistemas hidrológicos, siendo, Chile, Argentina y Perú los países más afectados de nuestra región.

Cabe indicar que el 70% de la producción agrícola depende del agua de lluvia.

Panorama regional

De acuerdo con las fichas técnicas sobre riesgos publicadas en el Observatorio Nacional de Prospectiva del Ceplan, en la actualidad 2,000 millones de personas experimentan un alto nivel de estrés hídrico a nivel global, y se estima que esta cifra se duplicará para el 2050.

Además, 2,400 millones de personas aún carecen de acceso a instalaciones de saneamiento, mientras que 663 millones no cuentan con acceso a agua potable en todo el mundo.

En ese sentido, esta crisis por el agua podría afectar a una cuarta parte de la población mundial, teniendo consecuencias en la calidad de vida de las personas por las peores condiciones de saneamiento e higiene. Las consecuencias ambientales se manifestarán en el ingreso de agua salada en los acuíferos costeros y el hundimiento de la tierra y, en términos económicos, se podría generar una pérdida de hasta 260 mil millones de dólares por año.

A su vez, el crecimiento global de la población continuará presionando sobre la demanda de agua que, sumado a los procesos de migración y al costo ambiental de las actividades económicas, podrían provocar que al 2030 se tenga una escasez de agua mundial de 40 %.

En la misma línea, dentro de pocas décadas se incrementará el riesgo de sequías, lo que afectará los patrones de consumo, la agricultura y la generación de energía.

Cabe destacar que la crisis por el agua se refiere a una posible disminución significativa de la disponibilidad de agua dulce de calidad en el futuro. Mientras que el estrés hídrico se refiere a que la demanda de agua es más alta que la cantidad disponible durante un periodo determinado o cuando su uso se ve restringido por su baja calidad.

Finalmente, el Ceplan recomienda algunas prácticas dentro del hogar con las que se contribuye a evitar el estrés hídrico, tales como: evitar tirar papeles y residuos en el inodoro, reciclar el aceite usado y no verterlo en el fregadero o regar las plantas al anochecer. https://gestion.pe/

 


Piura: Más de 3,000 pobladores consumen agua contaminada

Más de tres mil pobladores del asentamiento humano Ollanta Humala, ubicado en el distrito de Veintiséis de Octubre, protestaron por el pésimo servicio de agua potable que reciben por parte de la EPS Grau. Ellos aseguran que el líquido elemento que reciben a través de sus conexiones domiciliarias es amarillenta y está contaminada.

Protesta

Los moradores de los tres sectores aseguran que, además de recibir el agua de color amarillo, solo tienen el servicio por horas y cuando van a reclamar a la empresa administradora, logran conseguir agua, pero por un breve tiempo.

En la zona se observó que la mayoría de los vecinos ha hecho huecos en los exteriores de sus viviendas para poder abastecerse del líquido elemento y cuando no llega el agua tienen que comprar afectando su economía.

“Nosotros no estamos pagando el servicio de agua porque el agua no es limpia, no tiene la calidad que debe tener, o sea, no es para el consumo humano”, manifestó indignada Carmen Minga, secretaria general de la Juveco Ollanta Humala.

Otra problemática que los tiene angustiados a los vecinos de Ollanta Humala es la titulación, pues el año pasado, se enteraron que parte de los terrenos donde se han asentado hace 15 años, es propiedad privada.

Ollanta Humala tiene 16 años de fundación y 3 mil moradores viven en sus 3 sectores. https://diariocorreo.pe/


Contaminación e impunidad a un año de desastres ecológicos por derrame de crudo en Ecuador y Perú

A los 15 días del inicio de 2022, Perú vivió uno de los peores desastres ambientales registrados en el territorio: el derrame de cerca de 12.000 barriles de crudo por parte de la refinería La Pampilla S.A.A. Tanto esta situación, ocurrida en las costas peruanas, como la registrada en la selva amazónica ecuatoriana, puso una vez más de manifiesto la vulnerabilidad de los ecosistemas ante estos sucesos que suelen repetirse con frecuencia.

Más de un año después del derrame de petróleo de Repsol en el mar de Ventanilla, la compañía afirma que las condiciones están dadas para la pesca, actividades recreativas y comerciales; sin embargo, de acuerdo al último monitoreo del Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental, a octubre del 2022, aún existen 69 zonas afectadas con hidrocarburos entre playas, puntas y acantilados.

“De acuerdo a los estudios que ha contratado y pagado la empresa Repsol, todo está limpio. Pero, de acuerdo a los estudios oficiales, (...) el último estudio que tenemos es el de octubre de la OEFA, y básicamente dice que casi setenta lugares están sucios todavía con hidrocarburos y no limpios, como dice la empresa”, comenta a esta redacción Daniel Olivares, vicepresidente de Oceana Perú y excongresista por Lima.

Ni reparación ni rehabilitación

Además de investigaciones autofinanciadas por la empresa que pretenden cubrir las secuelas de este ecocidio en el territorio nacional, donde miles de animales fueron afectados por el crudo, entre mamíferos, aves, peces, crustáceos, y al menos 2.500 pescadores y cientos de trabajadores de las zonas costeras perdieron de la noche a la mañana su sustento, no se ha visto una reacción completa para atender una emergencia de esta magnitud.

“No tenemos información de que hayan iniciado los planes de rehabilitación en los lugares y además ha pagado publirreportajes en los principales medios del país para que parezca que todo está limpio”, comenta Olivares. Asimismo, añade que “las señales que da la empresa no son las que da una que entiende la responsabilidad que tiene”, actitud que afirma ha sido una constante desde el principio.

Tal como Perú, Ecuador empezó el 2022 con un derrame de petróleo de, al menos, 6.300 barriles por la rotura del Oleoducto de Crudos Pesados (OCP), como consecuencia de la erosión regresiva del río Coca, a la que expertos atribuyen que sería debido a una falla en la construcción de la Hidroeléctrica Coca Codo Sinclair, obra insignia del Gobierno de Rafael Correa.

“(...) malas tecnologías o falta de mantenimiento de este oleoducto que lleva el crudo desde la Amazonía a la costa, y también es una zona que tiene muchas amenazas naturales: muchas lluvias fuertes, hay sismos, vulcanismo”, explica a DW Nicolás Cuvi, profesor investigador de FLACSO en Ecuador.

“Por otro lado, hay que entender que el gran oleoducto que reventó ocupa un vastísimo territorio y es mucho más visible, pero en los campos petroleros, en los pequeños ductos, los derrames se producen permanentemente”, agrega.

Tras este hecho, se esperó una serie de sentencias constitucionales emitidas también a inicio del año pasado. Sin embargo, hasta hoy, estas no se cumplen, tal como informó Mongabay.

El medio, conocido por cubrir las historias ambientales más importantes de Latinoamérica, indica que lo preocupante de esta situación es que estas decisiones sentaron precedentes sobre los derechos de la naturaleza y de los animales, así como al consentimiento de los pueblos y nacionalidades indígenas.

Por ello, el movimiento indígena ecuatoriano no ha dejado de insistir en su cumplimiento durante las mesas de diálogo propiciadas como salida al paro nacional de junio pasado.

Los países como Ecuador están “contra las cuerdas”, comentó para The New York Times María Fernanda Espinosa, diplomática ecuatoriana y expresidenta de la Asamblea General de las Naciones Unidas. Un país en desarrollo que considera que la extracción de petróleo es la mejor solución a sus problemas, generando que exploten algunas de las regiones con mayor biodiversidad del mundo.

La industria petrolera en Ecuador insiste en que pueden desarrollarse nuevos proyectos de extracción sin provocar muchos daños, pero, según The New York Times, los científicos indican que, hasta ahora, incluso los mejores casos han derivado en deforestación inesperada y otros daños al medioambiente.

Políticas públicas para contrarrestar los daños

Con respecto a las acciones a tomar desde el Estado peruano, Olivares comentó: “En Ambiente y Produce, debe haber información actualizada para saber qué está sucio para que la empresa pueda seguir limpiando y terminar con la incertidumbre en la ciudadanía que está vinculada a actividades económicas en la zona”.

En el caso de Energía, indicó su labor como ente fiscalizador para que se “cumpla con los planes de rehabilitación” en la zona, así como el trabajo desde el Minsa en la atención a la población que se ha visto expuesta a contaminación severa: “No tenemos una asignación diferenciada de recursos para atender población objetiva en la zona, es como si el desastre socioambiental no hubiera existido o monitorear de manera recurrente a las personas, como reacción y atención inmediata”. https://larepublica.pe/

 


“Defender el Agua es Defender la Vida”

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