Lunes, 24 de noviembre de 2025 – Año XX – Edición 4845
Metales pesados amenazan el agua en
Áncash: Inaigem alerta riesgo para el servicio de agua potable
El retroceso glaciar ya afecta la calidad del agua en varias cuencas de Áncash y podría comprometer el abastecimiento en ciudades como Huaraz, según nuevos estudios del Inaigem
El Instituto Nacional de Inv
Francisco Medina, director de Ecosistemas de Montaña,
explicó que recientes estudios confirman un problema creciente vinculado al
retroceso de los glaciares, fenómeno que altera la calidad del agua que
abastece a miles de personas.
Cómo el retroceso glaciar acelera la
contaminación
El especialista detalló que el drenaje ácido de roca es uno
de los principales mecanismos detrás de la contaminación. Cuando los glaciares
retroceden y dejan expuestas rocas con sulfuros, el contacto con el agua
desencadena reacciones químicas que generan compuestos ácidos capaces de
movilizar elementos tóxicos como arsénico, plomo, manganeso y zinc.
Este fenómeno ya afecta directamente a Huaraz. “Huaraz ya
viene sufriendo este problema, lo que obligó a cambiar la fuente de captación
hacia otra quebrada con un abastecimiento limitado”, indicó Medina, quien
recordó que las ciudades altoandinas dependen casi de manera exclusiva de los
manantiales y ríos glaciares.
Cinco de ocho cuencas presentan metales
pesados
Los estudios del Inaigem revelan que, de las ocho
cuencas evaluadas, cinco tienen niveles elevados de metales pesados. En varios
sectores, el plomo aparece como el elemento más frecuente; en otros, el
manganeso alcanza concentraciones particularmente altas.
Medina advirtió que el riesgo es progresivo: si
continúa el retroceso glaciar, estos episodios serán cada vez más comunes y
podrían poner en tensión la capacidad de potabilización, especialmente en zonas
que dependen del agua de deshielo.
Un mapa departamental para orientar la respuesta
Para enfrentar el problema con evidencia verificable,
el Inaigem presentará un mapa de Áncash que identificará:
zonas actualmente impactadas,
sectores en alto riesgo de contaminación futura,
áreas que requieren intervención preventiva urgente.
El objetivo es que los gobiernos locales y
provinciales adopten medidas de prevención, control y adaptación antes de que
la contaminación avance.
La presentación oficial será el 25 de noviembre de
2025, desde las 2:00 p. m., en el auditorio de la Dirección Desconcentrada de
Cultura de Áncash. Se convocará a autoridades y equipos técnicos de sectores
como agua, ambiente, infraestructura y salud.
Vulnerabilidad de las ciudades altoandinas
Medina destacó que las ciudades de montaña son
especialmente vulnerables porque dependen casi en su totalidad del agua que
proviene de los glaciares. Aunque los sistemas de potabilización pueden remover
elementos tóxicos, su presencia constante complica los procesos, encarece los
tratamientos y puede llegar a superar la capacidad instalada.
“Tomamos agua de los manantiales y ríos glaciares.
Aunque se potabiliza, la presencia de estos minerales complica el proceso y
puede llegar a ser insuficiente si no se actúa a tiempo”, advirtió.
Tecnologías y medidas de mitigación disponibles
El especialista señaló que existen diversas
alternativas para enfrentar la contaminación por metales pesados:
Filtración por membranas
Procesos de quelación
Humedales artificiales
Técnicas de tratamiento domiciliario recientemente
desarrolladas
Sin embargo, subrayó que no basta con intervenir en
los sistemas de tratamiento: también es fundamental conservar los ecosistemas
altoandinos para reducir la exposición de minerales contaminantes.
“Las soluciones existen, pero requieren decisión técnica y coordinación multisectorial”, afirmó. https://www.infobae.com/
HIDROREGIONES PERÚ
Arequipa podría enfrentar un déficit de agua en 10 años, advierten especialistas
De acuerdo a las proyecciones del Consejo de Recursos
Hídricos de la Cuenca Quilca Chili –encargado de la gobernanza del agua–, en
unos 10 años podríamos enfrentar un preocupante panorama de déficit de agua en
la ciudad de Arequipa, mientras la demanda del recurso hídrico crece, sobre
todo a nivel poblacional.
Durante su exposición en el II Seminario Internacional
Andino de la Gestión Social del Agua, organizado por Descosur, el secretario
técnico del Consejo de Cuenca, Javier Segovia Gamio, explicó que la
disponibilidad del agua superficial es limitada, por lo que la prioridad es
garantizar el recurso para el consumo poblacional. “Solo está reservado el agua
para 10 años más para el uso poblacional y para más adelante se tienen que
hacer trabajos para afianzamiento hídrico”, señaló.
MENOS OFERTA Y MÁS DEMANDA. Aunque actualmente el recurso
hídrico está garantizado para los diversos usos —poblacional, industrial,
minero y agrícola—, la región enfrenta una disminución progresiva de su oferta.
Este escenario se agrava en el contexto del cambio climático, caracterizado por
el aumento de temperaturas y una posible reducción de lluvias entre 15 % y 20 %.
A la par, la demanda se incrementa debido al crecimiento
poblacional anual del 1.7 %, proyectado por el Instituto Nacional de
Estadística e Informática (INEI). Un diagnóstico de la cuenca elaborado por la
Universidad Católica San Pablo en 2024 advierte que el consumo per cápita de
agua podría aumentar en 34.2 % al 2030. Actualmente el consumo promedio de agua
por persona en la ciudad de Arequipa es de 120 litros al día.
El exsecretario técnico del Consejo de Cuenca, Ronald
Fernández, alerta que la falta de acceso al agua potable ya afecta a un sector
significativo de la población.
“El 20 % de la población no tiene agua y está
principalmente en zonas de invasiones como el Cono Norte, Cono Sur y La Joya.
En el futuro va a haber más demanda no solo por la población, sino también por
el desarrollo económico de Arequipa”, señaló.
Fernández advirtió que en una década ya no será posible
cubrir las nuevas demandas de agua, por lo que resulta urgente generar nuevas
fuentes y fortalecer las existentes.
ALTERNATIVAS. Lamentablemente todavía hay
descoordinación entre las autoridades para planificar sobre la seguridad
hídrica en las fuentes. “Si uno revisa los planes multianuales de inversión no
hay actividades relacionadas a conservación, más están orientadas a infraestructura
gris”, cuestiona Segovia Gamio.
Ante este panorama, el Consejo de Cuenca trabaja en la
identificación de inversiones necesarias para garantizar el recurso a largo
plazo. Paralelamente, organizaciones como Descosur promueven iniciativas de recuperación
de servicios ecosistémicos (ecosistemas naturales), especialmente en la parte
alta del Quilca–Chili, donde los bofedales y pastizales cumplen un rol
fundamental en la regulación natural del agua. Desde el sector público también
se viene impulsando los mecanismos de retribución por servicios ecosistémicos,
que buscan incentivar la conservación de las áreas que alimentan los sistemas
hídricos.
Entre las alternativas más urgentes, Fernández propone la
construcción de una nueva represa aguas arriba del dique de Aguada Blanca, en
la zona de Sumbay, con capacidad para almacenar 80 millones de metros cúbicos.
Esta infraestructura permitiría regular la disponibilidad del recurso durante
temporadas secas.
UNA INFRAESTRUCTURA COMPLEJA. La cuenca Quilca–Chili, donde
se encuentra asentada la ciudad de Arequipa y la provincia de Caylloma, cuenta
con una compleja red de infraestructura hidráulica: siete represas, canales de
trasvase y bocatomas operados inicialmente por Autodema, luego por la junta de
usuario de riego que distribuye el agua a los diversos usos y finalmente por
Sedapar, que se encarga del tratamiento del agua para consumo humano que llega hasta
nuestras viviendas.
Los especialistas coinciden en que, si Arequipa quiere
evitar un déficit severo de agua, debe actuar desde ahora. https://diarioviral.pe/
Piura: más de 5 mil familias conviven con aguas servidas, desagües y roedores desde hace 30 años
¡Queremos reconstrucción! vocean
una y otra vez los moradores del A.H. 18 de Mayo, en Piura. Desde hace más de
30 años, miles de familias son víctimas de la fuerte contaminación del dren
Sullana, lo que les ha causado serios problemas de salud.
A pocos minutos
del centro de la ciudad se encuentra el mencionado dren, una infraestructura
construida con el objetivo de discurrir las aguas pluviales y evitar la inundación
de viviendas. Sin embargo, a diario el dren es usado para almacenar basura y se
ha convertido en el dolor de cabeza de más de 5 mil familias.
"Este
problema viene de muchos años atrás. Vivimos con una piscina de aguas
putrefactas, debemos soportar el olor nauseabundo y la presencia de ratas,
moscas y zancudos", enfatizó el vecino Manuel Mogollón.
Falsas promesas
El dirigente
narra indignado que periódicamente se reúnen con las autoridades para buscar
solución a la problemática; no obstante, todo se queda en promesas. "Nunca
cumplen los acuerdos y ni siquiera buscan la manera de acabar para siempre con
esto. Lo único que hacen es limpiar y limpiar, pero eso dura solo unas semanas",
precisó.
En esa línea, la
vecina Fiorella Maza aseguró que lo que necesitan realmente es la
reconstrucción. "Nosotros no queremos que nos limpien una y otra vez,
queremos que reconstruyan el dren para que cumpla su función: discurrir",
acotó.
En la zona
también existe una "piscina de desagües", como la llaman los
moradores. Esta parte del dren no tiene ningún desfogue y lleva años
almacenando los desechos de la ciudad. A lo lejos se logra observar sobre las
aguas una nube de insectos que, al finalizar la tarde, comienzan a picar a la
población. El dengue es apenas uno de los tantos temores en 18 de mayo.
Funcionarios de
escritorio
"No
queremos funcionarios tras el escritorio, queremos que vengan a ver nuestra
situación y que nos den una solución inmediata", enfatizó Fiorella Maza.
Por el momento,
miles de familias viven con este malestar; sin embargo, les preocupa que la
situación empeore en los próximos meses, cuando las lluvias comienzan a caer en
la región y el nivel de las aguas servidas sube hasta ingresar a sus viviendas.
https://larepublica.pe/
HIDROMUNDO
Agua contaminada, un problema estatal que altera el futuro de niños y niñas en Ecuador
“No tenemos los recursos para
comprar todos los alimentos necesarios para mi bebé. Además, no tenemos agua
potable y consumimos agua sin tratamiento, lo que empeora su salud”. Este es el
relato de la madre de Xavier, niño de cerca de dos años, ambos habitantes de la
Amazonía. Este caso lo recoge la cuarta edición de la encuesta nacional Tu Voz,
Tus Derechos. Ecuador mantiene una brecha profunda en el acceso al agua segura,
que repercute en problemáticas como la desnutrición crónica infantil.
Agua contaminada incide en el
bienestar de niños y niñas de Ecuador
World Vision Ecuador fue parte
de la encuesta y recogió realidades como la de la familia de Víctor, de 9 años.
“La falta de agua potable y de dinero suficiente nos impide comprar botellones
de agua y los alimentos necesarios para que mi hijo tenga una buena
alimentación”, mencionaron en el hogar, también en la Amazonía.
No se quedó fuera el testimonio
en el hogar de Gael, de un año. “Mi bebé nació con buen peso, pero en su primer
mes de vida no creció. Cuando le diagnosticaron desnutrición crónica, me
explicaron que durante el embarazo no me alimenté adecuadamente”.
“Cuando cumplió seis meses,
pensé que al darle comida se recuperaría, pero no lograba ganar peso ni talla.
Al cumplir un año, aún no lográbamos salir de esto”. A este panorama se sumó la
falta de acceso a agua segura.
Esa carencia impacta
directamente en la salud, la nutrición y el desarrollo de niñas, niños y
adolescentes. La Encuesta Nacional de Empleo, Desempleo y Subempleo (Enemdu
2024) muestra que el 80,8% de los hogares accede al agua mediante la red
pública; sin embargo, esta cifra esconde fuertes desigualdades territoriales.
Las brechas en el acceso a agua
segura
En las zonas urbanas, el acceso
alcanza el 94,8% de los hogares, mientras que en las zonas rurales solo el
48,7% recibe este servicio. Además, contar con agua por red pública no
garantiza siempre que esta sea potable.
La calidad del agua se convierte
en una alerta adicional para los hogares con niños pequeños. Según datos de la
Encuesta, el 30,5% de los hogares con niñas y niños menores de cinco años
consume agua contaminada con Escherichia coli (bacteria que suele estar en el
tracto digestivo).
En la Amazonía, justamente, esa
situación afecta al 59,9 % de los hogares con niñas y niños de esa edad.
Un convenio para hacer frente a
esa realidad
El Fondo de las Naciones Unidas
para la Infancia (Unicef), representado por Arturo Romboli, el pasado 20 de
noviembre de 2025, firmó un acuerdo con María José Pinto, vicepresidenta de
Ecuador, para proteger y garantizar los derechos de la niñez en Ecuador.
Una de las premisas es,
justamente, la prevención y erradicación de la desnutrición crónica infantil.
La información oficial da cuenta de que, en Ecuador, uno de cada cinco niños
tiene desnutrición crónica infantil. De ahí, la importancia de la información
sobre cómo se alimentan.
Datos de Unicef evidencian la
vulnerabilidad que enfrenta la niñez en el país:
El 36,5 % de los menores de
cinco años vive en pobreza por ingresos.
Uno de cada cinco menores de dos
años sufre desnutrición crónica.
Uno de cada dos niños menores de
cinco años es víctima de maltrato físico o psicológico en su hogar.
En 2024, cinco niñas de entre 10
y 14 años dieron a luz cada día, mientras que entre adolescentes de 15 a 17
años se registraron 40 nacimientos diarios.
Consecuencias de consumir agua
contaminada
Como refiere Unicef Ecuador, el
agua contaminada provoca enfermedades diarreicas y parasitarias, y dificulta la
absorción de nutrientes. Esta combinación aumenta el riesgo de desnutrición
crónica infantil.
Cuando la desnutrición impacta
durante los primeros dos años de vida, las consecuencias pueden volverse
irreversibles: afecta el desarrollo cognitivo, disminuye el rendimiento escolar
y reduce la productividad en la adultez.
Las enfermedades diarreicas
agudas, causadas por virus, bacterias o parásitos, figuran entre los
principales detonantes de esa condición.
La organización remarca que
garantizar agua segura y saneamiento constituye un derecho humano y forma parte
de la Convención sobre los Derechos del Niño, ya que sin este servicio resulta
imposible garantizar plenamente derechos esenciales como salud, nutrición y
educación.
Acciones para mejorar el acceso
al agua potable
En provincias como Sucumbíos y
Chimborazo, varias organizaciones impulsan una intervención integral junto a
las Juntas Administradoras de Agua Potable.
Unicef, en coordinación con el
Ministerio de Educación, impulsa un Modelo de Escuelas Resilientes, que mejora
el acceso al agua segura en instituciones educativas. Las acciones incluyen
acceso sostenible al agua, mejora de servicios sanitarios, prácticas de higiene
y uso de energías renovables, incluida la cosecha y tratamiento de agua lluvia.
Entre 2023 y 2024, estas
intervenciones llegaron a nueve escuelas de Sucumbíos, Pichincha y la Costa,
beneficiando a más de 11 200 estudiantes.
Desde 2023, la Unidad Educativa
Tumbaco (Quito) sumó más de 3 300 estudiantes beneficiados, y la Unidad
Educativa Fiscal Jaime Roldós Aguilera (Guayaquil), más de 2 300. En 2024,
otras siete unidades educativas de Sucumbíos alcanzaron mejoras para 5 593 estudiantes.
La problemática deja huellas
graves
Cecilia Puertas, coordinadora en
Desarrollo Sostenible y Responsabilidad Social de la UIDE, recuerda que Ecuador
es rico en recursos hídrico. Sin embargo, el grave problema es que muchos
cuerpos de agua están siendo contaminados, sobre todo, por la falta de
tratamiento de aguas residuales.
En la Amazonía, además, hay contaminación por
petróleo y metales, como también ocurre en la Costa, especialmente por
mercurio.
En la zona rural, esa
problemática se agrava, pues, difícilmente hay una gestión del agua. De ahí que,
dice la experta, los niños toman directamente el líquido.
Además de los efectos por virus,
bacterias y parásitos, que conllevan enfermedades, están las afectaciones por
acumulación de metales pesados. Entre las afectaciones, Puertas menciona:
problemas gastrointestinales, retrasos cognitivos e incluso la muerte.
La gobernanza es crucial
La docente universitaria remarca
la necesidad del cumplimiento de las autoridades. La gestión para el
tratamiento del agua es urgente, sin olvidar el control de las instancias
correspondiente.
La norma ecuatoriana para la
calidad del agua es la INEN 1108, que establece límites en parámetros físicos,
químicos y microbiológicos.
La salud y el futuro, en riesgo
Karina Pazmiño Estévez, experta
en Nutrición, explica que, en Ecuador, la contaminación con la bacteria
Escherichia coli eleva el riesgo de diarreas e infecciones intestinales. La
alerta es mayor, dice, tomando en cuenta que seis de cada 10 niños menores de 5
años consume agua contaminada.
Refiere que en estudios
epidemiológicos hechos en el país se muestra una asociación entre la
inseguridad hídrica y el aumento de infecciones, retraso del crecimiento y
hasta afecciones respiratorias.
“Eso quita oportunidades a la
infancia”, menciona la experta, pues, los niños y niñas tienden a enfermarse
frecuentemente, lo que repercute en el desarrollo. Y, claro, ese panorama está
atado a la aparición de la desnutrición crónica, anemia, impacto en la
educación y hasta en la economía familiar.
Hay opciones para proteger a tu
familia
Hervir el agua.
Recolectarla en recipientes
limpios, sin contacto con las manos.
Las verduras y frutas necesitan
lavarse con agua desinfectada, igual que los utensilios, antes y después de
usarlos.
Enseñar hábitos de higiene desde
los primeros años, como lavado de manos, garantizar acceso a baños limpios y
agua purificada. https://www.elcomercio.com/
“Defender el Agua es Defender la Vida”




