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Tras constante monitoreo de la facturación, Sunass dispuso que Sedapal devuelva cobros en exceso a más de 9 mil conexiones - Hidroboletín Fentap 4634

 Martes, 21 de enero de 2025 – Año XIX – Edición 4634


Tras constante monitoreo de la facturación, Sunass dispuso que Sedapal devuelva cobros en exceso a más de 9 mil conexiones

Cobros en exceso se originaron porque Sedapal no aplicó los subsidios cruzados focalizados para grupos vulnerables en tarifas de usuarios beneficiarios, entre el 2022 y 2024

La Superintendencia Nacional de Servicios de Saneamiento (Sunass) impuso medidas correctivas a Sedapal para que devuelva cobros en exceso a un grupo de 9,621 conexiones afectadas, en 7 distritos de Lima, debido a la no aplicación del subsidio cruzado focalizado, entre setiembre de 2022 y setiembre de 2024.

El monitoreo constante de la facturación detectó inconsistencias que revelaron la no aplicación del subsidio a las tarifas que pagan los usuarios que deben contar con el beneficio del subsidio cruzado focalizado, con el fin de proteger a las familias más vulnerables, quienes pagan una tarifa menor, acorde con sus condiciones económicas. El subsidio cruzado focalizado es una herramienta utilizada por la Sunass desde el 2017 y busca proteger a los usuarios pobres y pobres extremos.

Sedapal reconoció el exceso del cobro por más de S/2.3 millones en los distritos de Carabayllo, Puente Piedra, San Martín de Porres, Comas, Independencia, Los Olivos y Rímac, que se calcula en S/240 por conexión, en promedio, es decir S/10 por mes durante dos años. Sedapal se comprometió a realizar la devolución del saldo a favor, descontándolo de las facturaciones desde noviembre 2024, hasta agotar el importe cobrado en exceso.

Cabe precisar que la Sunass monitorea constantemente las bases de facturación de las 50 empresas prestadoras de servicios de saneamiento del país para encontrar indicadores que alerten sobre situaciones similares. Es así como, el regulador detectó también que más de 10 mil conexiones fueron afectadas por cobros excesivos en otros distritos de Lima, situación que actualmente se encuentra bajo evaluación. https://www.gob.pe/


HIDROREGIONES PERÚ

Realidad de la contaminación en cuencas de la región Arequipa

No solo los desechos mineros afectan el agua, también lo hacen los desagües sin tratar, los residuos agroquímicos y los elementos propios del cauce de los ríos de la región.

Las cuencas hidrográficas de Arequipa son cruciales para la vida, la agricultura y el clima de la región, irrigando los fértiles valles. Sin embargo, enfrentan múltiples desafíos ambientales que amenazan su sostenibilidad.

Entre las principales fuentes de contaminación se encuentran los desechos mineros, los vertidos de aguas residuales, los residuos agrícolas y el deterioro natural y humano de los cauces fluviales.

La extracción de minerales, tanto histórica como actualmente, deja un impacto significativo, mientras que el retroceso glaciar y el calentamiento global han expuesto depósitos de metales tóxicos como el arsénico y el boro, presentes en el agua desde su origen geológico.

La Autoridad Nacional del Agua (ANA) en Arequipa, dirigida por Ronald Fernández, director de la Autoridad Administrativa del Agua Caplina Ocoña, monitorea las principales cuencas, como el Quilca-Chili, Camaná-Majes, Ocoña y Tambo.

Sin embargo, el control de fuentes específicas, como el géiser de Puente Bello y el río Titire, sigue siendo un reto debido a la interacción de las aguas con formaciones geológicas y volcánicas que liberan naturalmente elementos contaminantes. Si bien estas condiciones son parte del entorno hidrogeológico de la región, los vertidos de actividades humanas agravan el problema de contaminación.

ARSÉNICO Y BORO

El arsénico y el boro en los ríos de Arequipa, especialmente en el Tambo, provienen de la geología volcánica y mineral de la región, donde procesos naturales como la erosión de minerales y la actividad hidrotermal liberan estos elementos al agua. Ambos son difíciles de eliminar debido a su alta solubilidad. El arsénico es altamente tóxico, causando enfermedades graves incluso en bajas concentraciones, mientras que el boro, aunque menos peligroso, afecta a largo plazo la salud renal y reproductiva.

El río Tambo, con un caudal medio de 34 metros cúbicos por segundo (m³/s), presenta picos históricos de 400-420 m³/s durante temporada de lluvias y mínimos de 14 m³/s en época de estiaje, lo que aumenta la concentración de estos metales y metaloides pesados en el agua y en los cultivos que se riegan en el Valle de Tambo en la provincia de Islay.

El ANA ha identificado cerca de 44 géiseres naturales que aportan estos minerales, en los principales afluentes del Coralaque y el Tambo.

Buena parte de estos dañinos elementos los aporta el río vagabundo en Moquegua, el cual daña la cuenca con sus aguas, por lo que se busca la construcción de una represa, pero los estudios continúan sin dar soluciones.

Estas aguas son homogéneas, por lo que se necesitan nuevas tecnologías. “El proceso de ósmosis inversa es mucho más costoso, aproximadamente entre 80 centavos de dólar y 1.20 dólares por metro cúbico”, señala Fernández, destacando que actualmente se paga hasta 0.80 por metro cúbico, lo que hace inviable su uso a gran escala debido al alto costo en Islay.

“Por eso es que nosotros estábamos planteando que se cambie la fuente, porque si tienes la misma fuente, entonces vas a tener siempre el arsénico y el boro”, afirma el jefe de la ANA Arequipa. Esta nueva fuente sería el Chili, con un canal desde La Joya, pero solo sería para el consumo humano en Islay; para la agricultura es otra historia.

MINERÍA

En cuanto a la minería, los problemas surgen cuando las minas, como el proyecto Florencia-Tucari de la empresa Aruntani, no gestionan adecuadamente los residuos de su actividad. Cuando llueve, los residuos de hierro y azufre pueden mezclarse con el agua, formando sulfuro de hierro, lo que contribuye a la contaminación de los ríos.

Esto aporta ese color amarillento, que en los últimos 12 meses se ha reportado hasta en cuatro ocasiones en el río Tambo y en el Coralaque. Este fenómeno es dañino para las especies, ya que también contiene mercurio y cadmio derivados de los relaves mineros.

Sin embargo, no solo las grandes mineras causan estos daños; una de las mayores amenazas proviene de la minería artesanal e informal, que no tiene los controles adecuados que sí se aplican en las empresas mineras formales.

En agosto de 2024, el alcalde de Ocoña (Camaná), Waldor Llerena Torres, expresó su preocupación por la creciente contaminación del río Ocoña, causada principalmente por la minería informal en las zonas altas de la región, que arroja metales pesados como plomo y mercurio.

La contaminación ha reducido la pesca de camarones en un 40 %, afectando gravemente la economía local. Además, la minería informal ha dañado 4,000 hectáreas de cultivos y alterado la biodiversidad del río.

Llerena solicitó a las autoridades regionales y nacionales medidas para erradicar la contaminación, implementar Plantas de Tratamiento de Aguas Residuales (PTAR) y fortalecer la fiscalización de la minería informal.

AGRICULTURA

En la región, diversos problemas de contaminación surgen debido a prácticas agrícolas. Durante las épocas de menor caudal, se intensifican los efectos negativos sobre los ecosistemas acuáticos. Uno de los casos más preocupantes es la muerte de camarones, un fenómeno que ha afectado a grandes cantidades de estos organismos, con muertes que superan los 3,000 o 4,000 kilos en ocasiones.

Según Ronald Fernández, este daño ocurre cuando las pozas de los arrozales son liberadas, arrastrando sedimentos que reducen los niveles de oxígeno en el agua y, como consecuencia, matan a la fauna acuática.

A ello se suman los pesticidas y agroquímicos que se usan en la agricultura intensiva. Estos se combinan con los deficientes sistemas de riego que se tienen en varias partes de la región, lo que afecta el caudal natural. Pero no son los únicos desechos que dañan los cuerpos de agua.

AGUAS RESIDUALES

En Arequipa, la gestión de aguas residuales enfrenta problemas en áreas rurales y pequeñas poblaciones, donde los sistemas de tratamiento son insuficientes o mal operados, contaminando ríos cercanos como el Ocoña y el Camaná.

Aunque algunas plantas existen, suelen ser de pequeña escala y no funcionan adecuadamente por falta de recursos o mantenimiento.

Según Fernández, en varias inspecciones la ANA halló que, en zonas rurales como Caylloma, Arequipa y Castilla, la cobertura de servicios es limitada, y algunas poblaciones reciben agua sin tratamiento adecuado, lo que pone en riesgo la salud.

Además, las plantas construidas por el gobierno regional no siempre se transfieren correctamente a los responsables locales para su operación.

En septiembre de 2024 se reportaron inspecciones en varias plantas de tratamiento de aguas residuales.

En la PTAR Huancarama en el distrito de Orcopampa (Castilla) se verificó que, aunque cuenta con un sistema fisicoquímico, una de sus lagunas de oxidación colapsó.

En la PTAR Orcopampa se observó que no tiene un sistema adecuado y solo dispone de dos lagunas provisionales, ya que la construcción definitiva no se ha realizado por problemas con la propiedad del terreno, que pertenece a la comunidad campesina.

O la PTAR San Antonio en el distrito de Pampacolca (Castilla), donde se encontró un estado de abandono crítico, con la laguna de oxidación llena de lodo y restos de animales, afectando a la población.

INDUSTRIA

Las industrias son otro factor que contaminan las cuencas, vertiendo residuos en quebradas, como el caso del Parque Industrial de Río Seco, perjudicando a 20 mil pobladores, la Ruta del Sillar y la salud de más de mil trabajadores.

En 2003, una laguna de oxidación construida por el GRA colapsó en tres meses, y desde entonces afecta cultivos y el río Chili.

Dato

Cada año se registran más casos de daño a las cuencas. Aunque se construye infraestructura para evitarlo, la gestión de las autoridades no garantiza que estas obras funcionen adecuadamente.

Cifra 14

Metros cúbicos por segundo es el caudal del río Tambo en época de estiaje, el cual concentra mayores niveles de arsénico y boro, lo que afecta a la población y cultivos al usar ese afluente como fuente de agua. https://losandes.com.pe/


Trabajos inconclusos en obra de agua potable podría afectar inversión en obra de saneamiento en Achaya

La Contraloría General advirtió trabajos inconclusos de la obra agua y alcantarillado que realiza la Municipalidad Distrital de Achaya en las comunidades de Florida, Pilipiline, Tuturcuyo, Esquinapata y Yucajachi, por un monto de S/ 9 395 983. Esta obra tiene como objetivo mejorar el acceso al agua potable y saneamiento para 9825 pobladores del distrito.

La obra contempla la construcción de una captación de agua del río Azángaro, una planta de tratamiento de agua potable (PTAP), sí como 399 módulos de baño en viviendas equipado con inodoros, duchas y sistemas de biodigestores. Además, incluye un taller de capacitación a la población sobre el valor del agua, su tratamiento y gestión sostenible.

Según el Informe de Control Concurrente n.° 100-2024-OCI/0457-SCC, se evidenciaron partidas inconclusas y ejecutadas deficientemente, lo que podría generar daños posteriores en la infraestructura y afectar la calidad del agua. Durante la constatación efectuada el 2 de diciembre de 2024, se observaron filtraciones en las paredes y base del reservorio elevado de 30 m³, así como fugas de agua en las instalaciones de la planta de tratamiento, producto de un sellado inadecuado de tuberías y accesorios.

Además, se advirtieron instalaciones sanitarias incompletas en las unidades básicas de saneamiento, como la falta de grifos funcionales en los lavatorios, lo que los hace inoperantes. También se advirtió la acumulación de residuos sólidos y materiales de construcción, lo que representa un riesgo de contaminación ambiental.

La Contraloría recomienda a la entidad adoptar medidas inmediatas para corregir estas deficiencias y garantizar la funcionalidad de la obra en beneficio de la población. https://www.gob.pe/


LIMA PERÚ

Lima y el arsénico en el agua

Lima, la veterana capital peruana, ha cumplido 490 años. En la escala de nuestras vidas humanas, la imagino como una tatarabuela vieja, sabia y arrugada. Pero, en la escala de la historia urbana, es aún una adolescente alborotada. Roma, por ejemplo, se fundó hace unos 2,778 años a orillas del río Tíber. Londinium, hoy Londres, comenzó su historia oficial junto al río Támesis hacia el año 43 D.C.: soplará pronto unas 1,892 velitas. Nueva York, por su parte, es nuestra hermana menor: fundada en 1626 por colonos holandeses que compraron la isla de Manhattan sobre el río Muhheakantuck —ahora Hudson— a los indígenas lenape, celebrará en 2026 su cuarto centenario.

En 1535, los conquistadores españoles entendieron el valor estratégico de un puerto sobre el Pacífico, usurparon las tierras del curaca Taulichusco y fundaron oficialmente nuestra Ciudad de los Reyes. Sin embargo, no lograron cambiar el nombre quechua de la ciudad, Rímac o Limac, en honor al río hablador, recordándonos que la vida de las grandes ciudades siempre depende de las limpias aguas de un río.

Hoy, maltratado por siglos de expoliación, el río hablador lanza su último grito de auxilio. Otra usurpación está en camino, pero esta vez el nuevo enemigo lleva un nombre de divinidad griega. Ariana es el nombre del más reciente proyecto minero que pretende extraer cobre y zinc de las ricas tierras de la provincia de Yauli, Junín. No habría mucho que comentar si no fuera que estas tierras forman parte del sistema hídrico de Marcapomacocha, un conjunto de 48 lagunas y represas que, a través del transvase del río Mantaro, alimentan las fuentes de agua de 11 millones de habitantes de Lima y Callao. Pues, si no lo sabías, entre el 60 y 70 % del agua que sale de nuestros caños urbanos proviene de la cuenca del río hablador.

Ariana es un proyecto altamente rentable para Southern Peaks Mining (SPM), una compañía que, según la información disponible, se formó en sociedad con el fondo de inversión británico (sic) Global Natural Resource Investments. Para los limeños y chalacos, sin embargo, el proyecto dista mucho de ser beneficioso. De hecho, tanto la empresa como su proyecto, parecen estar, literalmente, muy desubicados. La cuenca del Rímac ya funciona como un gran depósito de pasivos mineros cuyos lixiviados metálicos —con arsénico cadmio y plomo, entre otros elementos tóxicos— gotean silenciosamente en las aguas del río. Estas aguas, captadas por la bocatoma de La Atarjea, son sometidas a un arduo proceso de potabilización por los operarios de SEDAPAL quienes, con esfuerzo casi titánico, logran devolverles cierta dignidad, lo justo para cumplir con los estándares de consumo humano. La llegada de Ariana agravaría aún más la situación, con nuevas cargas de arsénico y otros contaminantes, además de los inevitables daños al cauce del agua provocados por las voladuras mineras o futuros eventos sísmicos.

SEDAPAL, junto con organizaciones y colectivos ciudadanos, ha advertido sobre los riesgos para las fuentes de agua de Lima. Es que la pelea contra Ariana viene de tiempo atrás. Southern Peaks Mining adquirió la concesión en 2011, y en 2016 el Ministerio de Energía y Minas (MINEM) aprobó el proyecto con un deficiente estudio de impacto ambiental (EIA) que no evaluó a fondo los impactos sobre el sistema hídrico de Marcapomacocha. En 2019, representantes de la sociedad civil presentaron una demanda de amparo ante el Sexto Juzgado Constitucional de Lima y, en enero de 2023, la jueza Rocío del Pilar Rabines ordenó la suspensión temporal del proyecto y exigió estudios hidrogeológicos más profundos. La suspensión fue apelada por la empresa minera junto con los procuradores de la Presidencia del Consejo de Ministros (PCM) y la Autoridad Nacional del Agua (ANA) y el MINEM, quienes argumentaron que su paralización frenaría la inversión privada. Aunque Southern Peaks Mining ha anunciado mejoras, como un sistema de filtración que permitiría recuperar el 97 % del agua utilizada, los riesgos persisten.

A inicios de este año, el miércoles 8 de enero, el caso llegó a su etapa final en el Poder Judicial: dos jueces fallaron a favor del proyecto y dos en contra. Nuestra suerte, ahora, está en las manos de un quinto juez. ¿Qué tal una pizca de arsénico en su agua potable?, podría preguntársele, ante el dilema de promover la inversión o proteger nuestras fuentes de agua y nuestra salud.

Ariadna, la princesa y diosa griega, ayudó a Teseo, fundador de Atenas, a salir del laberinto de Creta con su hilo tras vencer al Minotauro. Ojalá su espíritu inspire al juez encargado de esta decisión crucial, ofreciéndole un hilo invisible que lo conduzca hacia una sabia decisión. Y que saque a nuestra Lima, en su 490º aniversario, de este enredo. https://jugo.pe/

“Defender el Agua es Defender la Vida”

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