Martes, 3 de diciembre de 2022 – Año XVI – Edición 4125 – http://hidroboletinfentap.blogspot.pe
Sequías en Perú: ¿estamos ante uno de los efectos del cambio climático?
En medio de la crisis social y política que atraviesa el
Perú, una emergencia climática en los Andes parece haber perdido eco en los noticieros.
Desde setiembre de 2022, la ausencia de lluvias en la sierra perjudicó el
ganado y los cultivos de más de 3 mil comunidades del centro y sur del país. Y
aunque actualmente en ciertas regiones ya ha empezado a llover, las sequías han
dejado secuelas graves en la producción agrícola y ganadera.
No es un fenómeno nuevo: según la agencia meteorológica de
Naciones Unidas, este es el tercer año consecutivo que el Perú se enfrenta al
mismo problema. Sin embargo, la intensidad de las sequías del 2022 ha sido tan
fuerte que, según los especialistas, desde hace más de cincuenta años que no
ocurría algo similar. “Es un valor récord”, señala el Servicio Nacional de
Meteorología e Hidrología del Perú (Senamhi). Pero la crudeza de esta
estadística solo palidece ante la realidad de las pérdidas: en tres meses se
han secado lagunas, han muerto cientos de animales y se han estropeado
incalculables cultivos.
El origen de este suceso reside en el Fenómeno de La Niña,
un evento de enfriamiento anómalo de las aguas del océano Pacífico que provoca
alteraciones en los vientos y las lluvias, lo cual puede afectar gravemente la
disponibilidad de agua en algunos lugares, exacerbando inundaciones o sequías.
Es la primera vez durante el siglo XXI que ocurre tres veces de forma
consecutiva. Pero, ¿por qué este fenómeno viene sucediendo de manera tan
intensa precisamente ahora? ¿Es ocasionado por el cambio climático? ¿De qué
modo impactan las sequías en la escasez de alimentos? En este artículo
responderemos a estas preguntas.
¿El cambio climático influye en La Niña?
“No ha llovido ni una gota durante los meses de octubre y
noviembre”, alertó en una entrevista Grinia Ávalos, subdirectora de Predicción
Climática del Senamhi. Esto originó que el gobierno decretara Estado de Emergencia
por 60 días en algunas regiones del país como Arequipa, Puno y Huancavelica.
Este tiempo corresponde al pronóstico de duración del Fenómeno de La Niña, el
cual tiene un 75% de probabilidad de que persista hasta febrero de 2023, de
acuerdo con los datos más recientes de la Organización Metereológica Mundial
(OMM).
“Cuando aparece La Niña, básicamente representa dos cosas
para el Perú: 1) una primavera más seca de lo usual, principalmente en toda la
región andina y parte de la región amazónica y 2) un periodo lluvioso, más
lluvioso de lo habitual, por lo tanto, no sería raro que después de esta
sequedad importante que tenemos entre enero y febrero, tengamos lluvias por
encima de lo normal”, explicó Ávalos.
Aunque lo primero que pensamos cuando vemos esta clase de
fenómenos es en el cambio climático, no se tiene certeza de que este “triple
episodio” de La Niña haya sido ocasionado por él. De hecho, según la OMM, ni el
Fenómeno del Niño (cuando se calienta la superficie del mar en el océano
Pacífico) ni el de La Niña son producidos por el cambio climático, sino más
bien ambos son fenómenos naturales que ocurren desde hace miles de años. Sin
embargo, para algunos especialistas, sí es probable que el cambio climático
intensifique el impacto de La Niña y lo vuelva más extremo en regiones
vulnerables. Es decir, no sería de extrañar que este evento de enfriamiento se
recrudezca como consecuencia de los cambios de temperatura global que venimos
experimentando.
En un triple episodio de La Niña, el mayor riesgo tiene que
ver con la predictibilidad: cada vez se vuelve más difícil identificar los
patrones estacionales de las lluvias. “La Niña es más impredecible (que el
fenómeno del Niño) en cuanto a sus patrones de afectación, pero, además, cuando
persiste, por más que tengamos tres años fríos, los patrones de lluvia siguen
siendo diferentes”, explicó Ávalos en una entrevista a Economía Verde.
Y no solo esto, sino que la afectación de la sequía se va
alargando hasta el año siguiente, perjudicando con más fuerza a las poblaciones
y ecosistemas que subsisten básicamente por el agua. Es lo que viene sucediendo
en las zonas altoandinas del Perú, en donde pequeñas lagunas con un metro o
medio metro de profundidad, que solo dependen de las lluvias para seguir
existiendo, se están evaporando por las sequías. Estas pérdidas de lagunas
provocan un impacto económico muy grande en las comunidades, porque sin ellas
se afecta por ejemplo la hidratación de los ganados.
¿Cómo impactan las sequías en la escasez
de alimentos?
Según el Plan Nacional de Cultivos del Ministerio de
Agricultura y Riego, el 63,8% de la superficie agrícola depende de las lluvias,
“sobresaliendo la región natural de la sierra con 50,7% de la superficie total
bajo secano (un territorio que depende del agua de lluvia y no del riego humano
para poder producir alimento de consumo humano y del ganado)”. Por eso, una
temporada de sequía tan extensa como la que vivimos es un factor que sin duda
reduce la producción de alimentos en toda esta región. Por ejemplo, para la papa
se espera una caída de la producción de hasta un 40%, según las cifras
reportadas en medios como El Economista.
Para explicar los peligros del cultivo de alimentos existe
un concepto llamado “riesgo agroclimático”, el cual calcula la probabilidad de
que la producción agropecuaria se pierda debido a los fenómenos climatológicos.
En el caso de la papa, el Plan Nacional de Cultivos de 2019 advirtió que el
riesgo agroclimático entre los meses de setiembre y octubre fue entre medio y
muy alto porque hubo “un déficit de precipitaciones y las temperaturas diurnas
manifestaron valores por encima de su valor normal”.
Durante noviembre de este año, para la Sierra Sur, por
ejemplo, Senamhi pronosticó que “la disponibilidad hídrica disminuiría
nuevamente, producto de lluvias previstas inferiores a su promedio climático.
Este descenso de humedad aunado a los días cálidos, seguido de noches más frías
de lo habitual incrementarían los niveles de riesgo (alto) para el cultivo de
papa, retrasando la siembra, extendiendo el periodo de emergencia de semillas y
disminuyendo la tasa de crecimiento vegetativo”.
Es decir que el comportamiento de los cultivos como el de
la papa están estrechamente relacionados con las condiciones climatológicas, y
desde luego, la falta de agua reduce las condiciones para que las plantas
puedan desarrollarse con normalidad. ¿Por qué la Niña reduce las lluvias?
“El patrón anómalo de vientos secos reseca la atmósfera
andina e inhibe la producción de lluvias: reduce significativamente las
precipitaciones y nubosidad. Por eso, en el día hay temperaturas más altas de
lo usual y, por la noche, al no haber nubosidad, descienden y se registran
heladas. Afecta a los requerimientos de los cultivos que están en temporada de
siembra”, explicó Ávalos para el Centro Peruano de Estudios Sociales (CEPES).
El peligro de tener fenómenos como La Niña es que, cuando
experimentamos climas extremos, las cosechas se pierden fácilmente. En este
caso, como no hay lluvias para los cultivos, la producción de vegetales
disminuye. Y cuando llega el período de lluvias extremas que advierte Ávalos,
la intensidad de las precipitaciones hace que se pierdan toneladas de
alimentos.
Bajo este escenario es necesario considerar que el Perú es
uno de los países con mayor inseguridad alimentaria en Sudamérica. Eso
significa que “actualmente unos 16,6 millones de personas, más de la mitad de
la población, no tiene acceso regular a alimentos suficientes, seguros y
nutritivos en Perú, pese a que el Banco Mundial clasifica al país como una
economía de ingresos medios altos que puede producir todos los alimentos que
necesita”, según la ONU.
Los expertos aseguran que las precipitaciones empezarán a
normalizarse hacia fines de diciembre. Sin embargo, si la alteración de lluvias
continúa y se prolonga la escasez de agua, la industria de alimentos se verá
obligada a importar productos de otros países para satisfacer la demanda
nacional. Además, con la crisis por la falta de fertilizantes (cuya compra
sigue sin materializarse y todo indica que su escasez se extenderá hasta
febrero del 2023), no solo peligra la seguridad alimentaria, sino también la
estabilidad de los precios, afectando finalmente los bolsillos de los peruanos.
https://saludconlupa.com/
HIDROREGIONES PERÚ
Menonitas ya han deforestado cerca de 5000 hectáreas de la Amazonía peruana
Como se sabe, colonias menonitas
en la Amazonía peruana, específicamente en las regiones Loreto y Ucayali,
deforestan los bosques primarios de manera ilegal. A pesar de ello, su defensa
niega repetidamente este atentado ambiental ante el cual los gobiernos
regionales tienen mucho por hacer. El año pasado, el Proyecto de Monitoreo de
la Amazonía Andina (MAAP) advirtió que los menonitas han reanudado la
deforestación en su colonia más reciente: Padre Márquez, en Ucayali. El MAAP
reportó que en esta nueva deforestación se eliminaron más de 90 hectáreas de
bosque primario entre agosto y principios de septiembre de 2022.
Hay otras colonias menonitas. En
Ucayali se encuentra Masisea; mientras que en la región Loreto se sitúan
Vanderland, Osterreich y Belize. El total de colonias menonitas asentadas en la
Amazonía peruana son cinco. Según MAAP serían cerca de 5000 las hectáreas
deforestadas bajo un proceso de adquisición de predios hace unos 10 años entre
los distritos de Nueva Requena, en la región Ucayali, y de Padre Márquez, en la
región Loreto, para la actividad agrícola en pequeña escala (arroz y soya).
Según Mongabay LatAm se han
registrado varios delitos y denuncias en cada una de esas colonias. Cada
atentado ambiental se presenta de distinta forma: “En el caso de Padre Márquez
se contempla el delito contra los bosques o formaciones boscosas en forma
agravada. En Masisea la acusación es por tráfico ilegal de productos forestales
maderables, delitos contra los bosques en forma agravada y alteración del
ambiente o paisaje. Mientras que para Tierra Blanca la acusación es por delitos
contra los bosques o formaciones boscosas y por utilización indebida de tierras
agrícolas”.
Además, el más reciente informe
del MAAP revela datos alarmantes: Durante el 2022, la colonia más reciente,
Padre Márquez, ha eliminado por completo más de 90 hectáreas de bosque primario
solamente entre agosto y comienzos de septiembre de ese año. Para su estudio el
MAAP capturó imágenes satelitales donde se puede comparar la ausencia de los bosques
frente a años anteriores. En el reporte, que data de octubre del 2022, comparan
las áreas de bosque que figuraban en el satélite como una zona verde total a
alargados rectángulos de sembríos agrícolas. Es una imagen chocante.
¿Quiénes son los menonitas y
cómo tuvieron acceso a estos territorios?
Según CGTN América, de manera
irregular. Este grupo religioso escapó de Europa por ser perseguidos hace 200
años y se quedaron para asentarse en países como India, Canadá y Perú. Tienen
tradiciones e idioma provenientes de Holanda y Alemania. Son estrictamente
religiosos y no usan tecnología muy avanzada y casi nada de electricidad. Se
dedican a trabajar -o mejor dicho maltratar- el territorio Amazónico,
practicando agricultura y ganadería en bosques primarios. Una de sus consignas
es vivir alejados de la sociedad. De allí que hayan encontrado espacios en los
bosques latinoamericanos para aislarse y ejercer sus actividades. En otros
países de Latinoamérica se ha advertido esta actividad en México, Colombia, Paraguay
y Bolivia, considerándose como desastre medioambiental.
En nuestro país, los menonitas
aseguran tener derecho sobre el bosque amazónico por haber intercambiado un
predio de 500 hectáreas por la tierra donde ahora viven con negociantes y
madereros (o sea, de manera informal). Convoca cita que los menonitas
accedieron a las tierras a través de una compra hecha a una empresa maderera.
Los indicios recogidos apuntan a que se trata de la empresa Grand Ucayali y a K
& B Company SAC. En el mismo artículo se leen nombres específicos de
responsables y la cantidad de hectáreas entregadas a los menonitas a cambio de
predios.
De acuerdo a Convoca,
funcionarios públicos estuvieron vinculados al acceso ilegal de cerca de 20 mil
hectáreas de bosques en tres regiones de la Amazonía peruana. Sin embargo, en
la actualidad no se ha encontrado ningún trámite o permiso forestal o
autorización de cambio de uso de suelo a favor de este grupo religioso.
En el reportaje de CGTN
mencionado, el abogado de los menonitas, Medelú Saldaña, afirma que esta
actividad no es dañina, sino que, al contrario, asegura que es una actividad
económica favorable. David Ojanama es otro abogado de los menonitas y reemplaza
en el cargo de asesor de los menonitas Edgardo Chafloque. Este último miente al
decir que los terrenos adquiridos por los menonitas ya estaban dedicados a la
agricultura.
En un reportaje de Mongabay
LatAm titulado “Menonitas en Perú: la historia oculta de la entrega de bosques
en Masisea” se detallan las irregularidades que acompañaron el proceso de
adquisición de bosques por parte de ellos. Para empezar, más de 40 fichas
catastrales fueron emitidas en 2015 con información falsa para titular bosques
como si fueran áreas de cultivo. Mediante el mismo mecanismo, se permitió
deforestar aproximadamente 1000 hectáreas de bosques del Estado en Masisea y
también dentro de comunidades nativas shipibo konibo. Esto es una amenaza a la
territorialidad de las comunidades indígenas amazónicas
En el mismo reportaje se lee que
el inicio fue cuando la Dirección Regional Sectorial Agricultura de Ucayali
(Drsau) y autoridades cuestionables del GORE Ucayali como Isaac Huamán Pérez
(exdirector regional de Agricultura del GORE Ucayali, investigado por mafias de
tráfico de terrenos) utilizaron sus cargos para, de manera corrupta, entregar
bosques de manera ilegal. Esta sería una práctica usual en el tráfico de
tierras en la Amazonía. Esta actividad es invasiva y violenta contra el bosque
amazónico y sus comunidades aledañas.
¿Cuál es la situación actual y
qué ha pasado en el 2022?
A esta consulta, José Luis
Guzmán Ferro, fiscal provincial de la Primera Fiscalía Especializada en Materia
Ambiental (FEMA) de Ucayali, nos reafirma que, en el 2022, a pesar de las
investigaciones, y acusaciones, los menonitas además de deforestar “están
haciendo movimientos geosociales en la zona” para tener apoyo en las
comunidades cercanas y ejercer la deforestación sin ningún problema. Ellos han
seguido deforestando a lo largo del 2022 y ahora buscan el apoyo de las comunidades
aledañas para que nadie les impida seguir deforestando.
Según el fiscal, todo indica que
personas que trabajan con actividades ilícitas, como el tráfico de tierras,
quieren tener contacto con las comunidades menonitas «para hacer un
blanqueamiento de tierras, por lo cual deforestan primero para que no se pueda
visualizar. Dicen que cultivan yuca o papaya, porque a ellos les conviene
arrasar con todo”, asegura esta autoridad judicial.
Pero, ¿Se ha avanzado algo en
términos legales? ¿En qué estado se encuentran las denuncias?
Guzmán detalla que “se ha
acusado a los colonos de las comunidades de Tierra Blanca, están programados
para una audiencia por el delito agravado contra formaciones boscosas. La
colonia Pedro Márquez sigue en investigación.
Las denuncias estuvieron en el
despacho por dos años, pero según el fiscal hay un problema: la Fiscalía no
avanza como debería.
¿Por qué? Al preguntársele a
Guzmán sobre la corrupción en los gobiernos regionales, menciona que está
presente tanto en Loreto como Ucayali, lo cual impide que se avance en los
casos para así conseguir que se detenga la deforestación y otras actividades
ilícitas. Sobre el tráfico de madera, en Padre Márquez, dentro de su
jurisdicción en Ucayali, se ha pedido a la Agencia Agraria que envíe la
documentación, sin embargo “no hacen nada”. Habrá que buscar otras medidas para
que se avance en estos casos, sugiere el fiscal Guzmán. https://www.inforegion.pe/
LIMA PERÚ
Ocho proyectos de saneamiento por 62 millones de soles se ejecutarán en el corredor minero sur en el 2023
Como parte de los compromisos
asumidos con las comunidades del corredor minero del sur, el Ministerio de
Vivienda, Construcción y Saneamiento (MVCS) empezará este año el desarrollo de
ocho proyectos de agua potable y saneamiento rural en las provincias de
Chumbivilcas, Espinar y Paruro, en Cusco.
Su realización demandará un
monto de 62 830 267 soles, que dotará de servicios básicos de calidad a más de
6700 pobladores de los distritos de Livitaca, Llusco, Quiñota y Colquemarca, en
Chumbivilcas; de Alto Pichigua, en Espinar; y de Paccaritambo, en Paruro.
Este paquete de obras ya cuenta
con un financiamiento inicial de 15 723 296 soles, establecido en la ley de
presupuesto del 2023, lo que posibilita al Programa Nacional de Saneamiento
Rural (PNSR) del MVCS comenzar los trabajos de manera progresiva este 2023.
El plazo para terminar cada una
de ellas oscila entre los 6 y 12 meses, estando proyectada su puesta en
operatividad el 2024, en favor de las comunidades del ámbito de influencia
minera.
Entre los que se desarrollarán
en Espinar, en el distrito de Alto Pichigua, están el mejoramiento del servicio
de agua en el sector Lliptamayo de la comunidad de Ccahuaya, y la instalación
de saneamiento básico en los sectores de Chipta y Dique. Estas dos
intervenciones superarán los 17 millones de soles y beneficiarán a más de 1400
personas.
Asimismo, en la provincia de
Paruro se mejorará y ampliará el sistema de agua y saneamiento para 15
localidades del distrito de Paccaritambo con una inversión de 20.3 millones de
soles y brindará calidad de vida a más de 2300 habitantes.
Por último, en Chumbivilcas, el
MVCS instalará agua y saneamiento en seis comunidades de Llusco; habilitará
estos servicios en la comunidad de Chilloroya, en Livitaca; e instalará
unidades básicas de saneamiento en la comunidad de Pallpa, en Quiñota. También
mejorará y ampliará servicios básicos en los distritos de Colquemarca (Ahuichanta)
y Capacmarca (Huascabamba). Todos ellos demandarán más de 28 millones de soles
y atenderán a 3000 personas. http://www.elperuano.pe/
HIDROLABORAL
Nueva Ley de Teletrabajo: trabajo remoto podrá seguir usándose al menos hasta marzo, según MTPE
El pasado viernes 30 de
diciembre, el Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo (MTPE) informó que,
a partir de la publicación en enero del reglamento de la nueva Ley de
Teletrabajo, las empresas tendrían 60 días adicionales para su adecuación. En
tanto, podrían continuar con el trabajo remoto.
En este sentido, el MTPE
advirtió que, durante este periodo, continuarán rigiendo las reglas del trabajo
remoto, así como las reglas de la Ley 30036, que anteriormente regulaba el
teletrabajo, según corresponda.
De acuerdo al abogado
laboralista Germán Lora, este calendario permitiría a las empresas recurrir al
trabajo remoto, sin ningún respaldo jurídico, durante todo enero y febrero, en
el mejor de los casos. En este caso, sería un primer trimestre del 2023 en el
cual las empresas tendrían que terminar de afinar sus procesos.
“Si el reglamento se publicara
mañana mismo, las empresas tendrían que plegarse a la nueva Ley de Teletrabajo
los primeros días de marzo. Pero ojo, hablamos del fin de un proceso de
adecuación, que ya comenzó en septiembre pasado, no de una entrada en vigencia.
La nueva Ley de Teletrabajo ya está vigente, no esperemos a último minuto para
hacer las cosas”, refiere el especialista.
Para Lora, el MTPE incurre en
una ilegalidad al refrendar el uso de un mecanismo ya extinto en el mercado
laboral peruano, y atribuye esta decisión a los retrasos que se presentaron
desde la publicación de la nueva Ley 31572, en septiembre del 2022, debido a la
coyuntura política.
“El día de hoy, válidamente,
culminó la oportunidad para hacer los comentarios al proyecto de reglamento.
Todos los temas políticos han hecho que el documento no salga en su plazo
establecido, con lo cual el MTPE, increíblemente, sacó el último día del año un
comunicado —porque no es norma legal—, en la que dice que el trabajo remoto
seguirá vigente, que hoy está legalmente derogado”, precisó.
“A partir de 1 de enero entraba
la Ley de Teletrabajo. Sin embargo, como el MTPE se ha demorado en hacer el
reglamento, saca un comunicado que no tiene ningún efecto jurídico para
asegurar que la anterior figura del trabajo remoto sigue vigente, lo cual es
incorrecto”, agrega.
El dato
¿Quién pagará la luz e internet
del teletrabajador? Según la nueva Ley del Teletrabajo, los empleadores tendrán
que asumir estos costos, además, de la provisión de equipos tecnológicos, salvo
pacto en contrario.
De otro lado, incumplir el pago
de la compensación a los trabajadores bajo el sistema de teletrabajo sería
considerado una infracción grave. Según cifras del propio MTPE hasta enero del
2022, cerca de 228.000 empleados cumplían sus labores mediante el teletrabajo. https://larepublica.pe/
“Defender el Agua es Defender la Vida”