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Al menos 1 de cada 3 peruanos ha estado tomando agua mal clorada, exponiéndose a la diarrea, revela Sunass - Hidroboletín Fentap 4667

 Viernes, 7 de marzo de 2025 – Año XIX – Edición 4667

Al menos 1 de cada 3 peruanos ha estado tomando agua mal clorada, exponiéndose a la diarrea, revela Sunass

Situación es especialmente crítica en las provincias atendidas por empresas prestadoras pequeñas, donde el 10% de muestras arrojó niveles de cloro por debajo de 0,5 mg/L, el mínimo recomendado por OPS para garantizar la desinfección. Además, el 20% carece de personal capacitado la tarea.

El riesgo de deficiencia en el control del tratamiento y desinfección del agua potable ha sido identificado como un problema crítico en Perú, según un análisis realizado por la Superintendencia Nacional de Servicios de Saneamiento (Sunass). Este diagnóstico, basado en datos y consultas públicas, revela que la falta de monitoreo adecuado y la insuficiencia de insumos químicos en las Plantas de tratamiento de agua potable (PTAP) están afectando la calidad del agua distribuida a los hogares. En respuesta, la Sunass ha propuesto una serie de modificaciones al Reglamento de Calidad de la Prestación de los Servicios de Saneamiento, con el objetivo de garantizar un suministro seguro y confiable.

De acuerdo con la Sunass, el problema se agrava por la disminución de los niveles de cloro residual libre en el agua potable, un indicador clave de desinfección. Entre 2018 y 2022, el porcentaje de hogares urbanos que consumen agua con niveles adecuados de cloro residual libre cayó de 72,9% a 70,1%, según la Encuesta Nacional de Programas Presupuestales del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI). Este descenso refleja una tendencia preocupante, especialmente en las áreas atendidas por empresas prestadoras pequeñas, donde el 10% de las muestras analizadas en 2021 presentaron niveles de cloro por debajo de los 0,5 mg/L, el mínimo recomendado.

Impactos en la población y diagnóstico del problema

La falta de un control adecuado en el proceso de desinfección del agua potable tiene consecuencias graves para la población. Según el análisis de la Sunass, los efectos incluyen un aumento en la exposición a enfermedades de origen hídrico, mayores gastos en atención médica, un deterioro en el desempeño educativo de los niños y una pérdida de tiempo productivo para los usuarios. Además, la insatisfacción de los consumidores por la calidad del agua afecta la imagen institucional de las empresas prestadoras.

La provisión de servicios de saneamiento en las zonas urbanas del país está a cargo de 50 Empresas Prestadoras reguladas por Sunass. De estas, 48 son de propiedad municipal y operan como sociedades anónimas, mientras que SEDAPAL pertenece al Gobierno Nacional y la Unidad Ejecutora 002: Servicios de Saneamiento Tumbes (Agua Tumbes) tiene una estructura particular. Además, 18 de estas empresas se encuentran bajo el Régimen de Apoyo Transitorio (RAT), lo que significa que están gestionadas directamente por el Organismo Técnico de Administración de los Servicios de Saneamiento (OTASS).

Para facilitar la evaluación de estas entidades, Sunass las clasifica según el número de conexiones de agua potable que administran. En este esquema, SEDAPAL es la única empresa con más de un millón de conexiones, mientras que 19 empresas están categorizadas como “Grandes” (divididas en Grande 1 y Grande 2), 15 como “Medianas” y otras 15 como “Pequeñas”. Esta clasificación permite un análisis más detallado de su desempeño y capacidad operativa.

El diagnóstico de la Sunass señala dos causas principales para este problema: un monitoreo insuficiente de los parámetros de desinfección tanto en las PTAP como en las redes de distribución, y la falta de insumos químicos suficientes para garantizar un tratamiento continuo. En este contexto, el 23% de las empresas prestadoras no cuentan con reservas de insumos químicos para más de 30 días, contraviniendo las recomendaciones de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), que establece un mínimo de 15 días en casos excepcionales.

“Si bien el 20% de las empresas prestadoras no cuentan con personal capacitado para la determinación óptima del cloro residual libre, este valor aumenta al 30% para el caso de las empresas prestadoras pequeñas, por lo que, resulta necesario capacitar al personal a cargo del control del proceso de desinfección, toda vez que, contar con personal capacitado para realizar dichas labores es fundamental para mantener el agua con los adecuados niveles de cloro residual libre”, advierte el regulador.

Propuestas de modificación al reglamento

El proceso de potabilización empieza con la captación de agua cruda (generalmente con alta carga de contaminantes) proveniente de ríos o embalses. Pasa por un proceso que tiene varias etapas que incluyen filtración y desinfección con varios compuestos químicos. Luego de ello, el agua ya potable a punto de ser distribuida desde una PTAP se le echa cloro para que permanezca segura hasta su destino final. Comprende 3 etapas: captación, pretratamiento y tratamiento (desinfección final).

Para abordar las deficiencias antes desarrolladas, la Sunass ha planteado seis modificaciones clave al Reglamento de Calidad de la Prestación de los Servicios de Saneamiento. Entre otras medidas, estas propuestas buscan fortalecer los procesos de desinfección y garantizar la calidad del agua potable en todo el país:

Stock mínimo de insumos químicos y capacitación técnica: Se propone que las empresas prestadoras mantengan un stock mínimo de desinfectantes en cada PTAP, suficiente para al menos 15 días de operación continua. Además, se establece la obligación de capacitar al personal encargado del control del proceso de desinfección, especialmente en empresas prestadoras pequeñas, donde el 30% del personal carece de formación adecuada.

Ampliación de puntos de muestreo: Se plantea modificar el artículo 57 del reglamento para incluir puntos de muestreo adicionales a la salida del proceso de filtración y desinfección, asegurando un control más exhaustivo del agua tratada antes de su distribución.

El proyecto de resolución presentado por Sunass estará abierto a consulta pública hasta el 14 de marzo de 2025, permitiendo la participación de diversos grupos de interés.

Determinación de la dosis óptima de cloro: Las empresas prestadoras deberán calcular la dosis óptima de cloro a partir de la demanda de cloro más el valor del cloro residual libre, y controlar el caudal de producción de agua a desinfectar.

Medición precisa del cloro residual: Se propone que la medición de cloro se realice en la infraestructura ubicada a la salida del proceso de desinfección, donde se añade el desinfectante.

Implementación de tecnología para control remoto: Las empresas prestadoras deberán incorporar tecnología que permita monitorear y controlar el proceso de desinfección de forma remota, facilitando una respuesta rápida ante desviaciones en los niveles de cloro residual.

Reportes mensuales a la Sunass: Las empresas prestadoras estarán obligadas a remitir mensualmente los resultados de las mediciones de cloro residual libre a la Dirección de Fiscalización o a las oficinas desconcentradas de la Sunass.

Consulta pública y próximos pasos

La Sunass ha dispuesto un período de consulta pública de 15 días hábiles, que culminará el 14 de marzo de 2025, para recibir comentarios y sugerencias sobre estas propuestas. Este proceso busca garantizar la participación de los grupos de interés y enriquecer las modificaciones al reglamento.

Según el documento Benchmarking Regulatorio de las Empresas Prestadoras 2023”, al cierre de 2022, 50 empresas prestadoras reguladas por la Sunass eran responsables de la provisión de servicios de saneamiento en áreas urbanas. Estas empresas, clasificadas en función del número de conexiones de agua potable que administran, atienden a 19,53 millones de personas, lo que representa el 58,48% de la población nacional. Sin embargo, solo el 39,34% de las conexiones son gestionadas por SEDAPAL, la mayor empresa prestadora del país. https://www.infobae.com/


HIDROREGIONES PERÚ

Piura: sistema de evacuación de aguas pluviales, grandes inversiones para poco, lluvia desnuda lo hecho

Una lluvia presentada en la ciudad de Piura, demostró la pérdida de recursos públicos, con el cuento de la evacuación de aguas pluviales; de inmediato las zonas bajas se llenaron de agua, en tanto que los SARES tardaban en funcionar. Está demás decir, que este tipo de equipamiento, simplemente no sirve para evacuar con la velocidad que se requeriría para grandes precipitaciones.

“(…) ahora las lluvias se vienen desarrollando puntualmente de fuerte intensidad en la costa como lo ocurrido en Talara, Sullana y ahora Piura, con fuertes vientos y truenos, pero de corta duración, esto es típico de formaciones nubosas que fueron originadas por el calentamiento de las aguas de mar. Es probable que más tarde nuevamente se formen estos núcleos de lluvia que dependerá de la velocidad y dirección del viento para que pueda llegar a alguna zona en especial, de momento sigamos en el monitoreo para saber con más probabilidad a donde se dirigirá” indicó el Ing. Jorge Luis Carranza de la Zona I del Senamhi.

Lo más evidente fue la inundación de la urbanización el Golf, donde la acumulación de agua creó enormes lagunas, los vehículos realizaban malabares para avanzar, en tanto que los transeúntes hacían lo propio en la búsqueda para llegar a sus viviendas. La lluvia, si bien es cierto fue densa, no fue de gran duración, pero suficiente para demostrar que los SARES no sirven.

Los sitios inundados son los mismos de siempre, en Piura, Castilla y Veintiséis de Octubre, se han gastado ingentes cantidades de dinero, para realizar sistemas que simplemente no funcionan; la capacidad de evacuación es ínfima en relación al agua que se acumula; es un asunto elemental a tener en cuenta y esta situación se repite cada vez que sorprende en una lluvia.

Para sentar presencia, tras la pequeña pero torrencial lluvia que se presentaron en la ciudad de Piura, personal del Ministerio de Vivienda puso en funcionamiento el Sistema Alternativo de Recolección y Evacuación de Aguas de Lluvia (SARE) las mismas que van hacia el río Piura. Buen deseo de exfuncionarios y de los actuales.

Los sistemas utilizados para la evacuación, son antitécnicos y lejanos de la realidad. Los SARE’s que cuenta con electrobombas podrían ser utilizadas para pequeñas lagunas, pero de ninguna manera para grandes acumulaciones. Se requiere otro tipo de tecnología Como dijimos en este medio anteriormente, tuvieron la posibilidad de replicar lo hecho en la avenida Vice, pero prefirieron gastarse el dinero, de la manera más inadecuada.

Debemos repetir una vez más, la ciudad de Piura en materia de lluvias tiene dos amenazas que deben ser gestionadas, una cuando llueve en el espacio territorial urbanizado y otra, cuando llueve en la cuenca y el río asume crecientes que superan el cauce. Formación de grandes lagunas urbanas en el primer caso, desborde en el segundo. El problema es sencillo, la solución es ineficiente.

Actualmente, el gobernador Luis Neyra León, como si fuera alcalde viene promocionando pistas y veredas, pero este tema que es básico, no lo toman en cuenta, incapacidad, ineficiencia, mediocridad y faltos de conocimiento de la realidad urbana de la ciudad de Piura y Castilla, por mencionar estos lugares, pero el problema es regional. https://elregionalpiura.com.pe/

Pescadores de Talara buscan indemnización económica tras derrame de petróleo

Como se sabe, el pasado 21 de diciembre del 2024 ocurrió un derrame de hidrocarburo en el mar de Lobitos (Talara – Piura) frente al lote Z-69 y cuya responsabilidad recae en la empresa estatal Petroperú. Se derramaron alrededor de 37.8 galones de hidrocarburo, afectando la biodiversidad de un sector muy próximo a la Reserva Mar Tropical de Grau y contaminando, según el Organismo de evaluación y fiscalización ambiental – OEFA, un área aproximada de 10 000 m2.

Después de algunas acciones realizadas por el Estado, Petroperú y los pescadores afectados por el derrame, el 28 de diciembre del 2024 se instaló una mesa de diálogo entre la empresa estatal y la municipalidad distrital de Lobitos en la que participaron autoridades locales, representantes de los gremios de pescadores y la población de la zona afectada por el derrame del hidrocarburo.

Después de esta reunión, no hubo mayor acción por parte de la empresa estatal. Esta situación originó protestas de los pescadores y personas afectadas por el derrame. Las negociaciones entre Petroperú y los pescadores afectados por el derrame se retomaron el pasado martes 07 de enero debido a la presión social.

El primer acuerdo de dicha reunión fue que Petroperú se comprometió a entregar una canasta con víveres por cada familia afectada. En el segundo acuerdo, los dirigentes de los gremios de pescadores tienen plazo hasta el 09 de enero, para entregar los padrones de todas las personas que han sido afectadas por el derrame. Como tercer acuerdo, la empresa estatal se comprometió a iniciar el trabajo de la valorización del daño en el patrimonio que han sufrido las personas por el derrame. El cuarto acuerdo propuso un periodo de espera, entre una semana y diez días, a partir del 07 de enero, para que la autoridad competente emita el informe sobre el monitoreo ambiental. El último acuerdo es una siguiente reunión luego de conocerse los resultados de los cuatro primeros acuerdos. Todos los dirigentes de los gremios de pescadores afectados aceptaron los acuerdos.

¿Qué sucedió después?

El 09 de enero los pescadores no hicieron entrega del padrón de afectados a Petroperú. Entre el 09 y 10 de enero, los pescadores solicitaron a la municipalidad provincial de Talara una ordenanza que declare en emergencia las playas dentro de su jurisdicción. Asimismo, ante la situación económica precaria de los pescadores que no podían salir a trabajar, la municipalidad de Talara donó alimentos para la olla común.

El 13 de enero, los pescadores del gremio San Pedro de Talara exigieron el cierre de las playas debido a que, según sus propios testimonios, los recursos hidrobiológicos extraídos del mar están con contaminados con hidrocarburo.[1]

El mismo día, 13 de enero, los pescadores entregaron el padrón de afectados por el derrame. Dicho padrón estaba integrado por 4 000 personas aproximadamente. Es necesario que 02 representantes de Petroperú y 02 de la comisión de los pescadores hagan el filtro correspondiente.[2]

Dos días después, el 15 de enero, los pescadores de Talara recibieron víveres donados por Petroperú para la olla común. Dichos víveres no tienen relación alguna con la entrega de las canastas o vales de consumo acordados por el derrame.

¿Qué acciones se tomaron desde el Estado?

El 16 de enero en sesión de concejo, la municipalidad provincial de Talara aprobó la Ordenanza Municipal N.° 01-01-2025-MPTque declaró la restricción temporal del uso público de las playas que se encuentran en condición de afectadas por el derrame de petróleo declaradas en emergencia mediante Resolución Ministerial N° 00443-2024-Minam en el litoral del distrito de Pariñas.[3]

El 21 de enero, el Organismo de evaluación y fiscalización ambiental-OEFA, multó a Petroperú con 36 UIT. La sanción fue impuesta por no cumplir con identificar y controlar la fuente del derrame de petróleo ocurrido en Talara, Piura.

El 31 de enero estuvo en el terminal pesquero de Talara el congresista Guillermo Bermejo. Explicó que los efectos negativos del derrame que provocó Petroperú, no solo afectaron a pescadores, comerciantes, sino, también a restaurantes, hoteles y demás actividades relacionadas a la pesca. Planteó que el Poder Ejecutivo debe dar soluciones de reparación y sugirió una reunión inmediata entre Petroperú, los afectados y él, como mediador.[4] https://cooperaccion.org.pe/

EPS Ilo pierde S/ 2.3 millones por no verificar cartas fianza

La aceptación de cartas fianza (garantía de fiel cumplimiento, adelanto directo y adelanto de materiales) inejecutables generó a la Empresa Prestadora de Servicios de Ilo (EPS Ilo) un perjuicio económico de S/ 2 303 240. Ello como parte de la obra de rehabilitación de redes de agua potable y alcantarillado en los sectores Circunvalación Cuajone, Miguel Grau, Los Olivos y Miramar Parte Alta.

Así lo dio a conocer la Contraloría General, que identificó irregularidades en el proceso.

Estos documentos fueron aceptados por la Oficina de Logística y Control Patrimonial sin verificar el cumplimiento de la normativa vigente. De acuerdo al informe de Control Específico N° 062-2024-445-SCE, los servidores no corroboraron que las entidades emisoras de las cartas fianza tuvieran clasificación de riesgo B o superior, el cual es un requisito necesario para su validez.

En lugar de contrastar la información con fuentes oficiales como el portal web o el correo oficial de las cooperativas de ahorro y crédito, así como de la página de la Superintendencia de Banca, Seguros y AFP, los funcionarios solo verificaron la información a través del correo electrónico consignado en los documentos.

A ello se suma que la empresa desembolsó pagos por adelanto directo y adelanto de materiales a la empresa contratista.

Estas garantías inejecutables impiden que la EPS Ilo obtenga una indemnización por la no renovación de las cartas fianzas o el abandono de la obra. En ese sentido la entidad no pudo recuperar el monto luego que se anulara el contrato, lo que generó la pérdida de los más de S/ 2 millones.

El informe de control, señala presunta responsabilidad penal y/o administrativa en tres servidores de la EPS Ilo. Mientras tanto, la obra permanece paralizada, afectando a 2 794 pobladores de la ciudad.

La Contraloría recomendó a la empresa de saneamiento efectuar el deslinde de las responsabilidades de los funcionarios y servidores públicos comprendidos en los hechos observados.

Además, se recomendó a la Procuraduría Pública Especializada en Delito de Corrupción iniciar las acciones penales contra los involucrados en los hechos con evidencias de irregularidad. https://diarioelpueblo.com.pe/

“Defender el Agua es Defender la Vida”

http://hidroboletinfentap.blogspot.pe