Lunes, 8 de abril de 2024 – Año XVII – Edición 4440
La ministra de vivienda interviene en
el Congreso y se burla al señalar que no se va a privatizar el agua y que en
ninguna parte del DL N° 1620 se habla de privatización, porque solamente se va
a concesionar las fuentes de agua, las EPS Y SEDAPAL
COMUNICADO N° 019-2024/CDN FENTAP
El miércoles 03/04/24 cuando se presentó en el Congreso el
poder ejecutivo para solicitar la confianza, intervino la señora Hania Pérez de
Cuéllar Lubienska, Ministra de Vivienda en momentos que ya había concluido el
debate y la intervención de los congresistas para mentir descaradamente y
burlarse de la inteligencia de todos los congresistas al señalar que el
Gobierno y su despacho no va a privatizar Sedapal, las EPS y las fuentes de
agua porque solamente las va a “CONCESIONAR”; además señaló en su
intervención que en ninguna parte del DL
N° 1620 señala la palabra privatización. Esta sorpresiva y extraña intervención
de la Sra. Hania Pérez de Cuéllar Lubienska lo hizo en circunstancia en que los
congresistas ya habían agotado sus intervenciones en el debate para dar la
confianza al poder ejecutivo.
La FENTAP una vez más rechaza la farsa y las maniobras de
las intervenciones que hace la señora ministra de Vivienda para mentir y
confundir descaradamente ante los congresistas, ante los trabajadores y
trabajadoras de las empresas de agua, y ante los peruanos y peruanas al señalar
que concesionar 30 años las actividades principales y operaciones de Sedapal,
las Empresas Prestadoras de Servicio (EPS) y las fuentes de agua no es
privatización.
Reafirmamos que la presidenta de la República, Dina
Boluarte; la ministra de Vivienda, Hania Pérez de Cuéllar Lubienska; y los
congresistas de la ultraderecha, que nos gobiernan en esta coalición están
privatizando Sedapal, las EPS y las fuentes de agua en la modalidad de
concesión a 30 años.
Por lo tanto, convocamos a todas las organizaciones
sindicales, sociales y a la población civil organizada a participar activamente
en las luchas que se desarrollarán hasta expulsar a la ministra lobista y
privatista del Ministerio de Vivienda y de este gobierno porque el agua es un
derecho y es vida, y no una mercancía.
Consejo Directivo Nacional de la FENTAP
Lima, 05 de abril de 2024
Se realizó la jornada nacional de lucha convocada por la CGTP para exigirle al gobierno el respeto a los derechos laborales y la derogatoria del dl 1620. Comunicado N° 020-2024/CDN FENTAP
El Consejo Directivo Nacional de la FENTAP saluda a los
trabajadores de los sindicatos de Lima por su activa participación en la
movilización que se realizó el día jueves 04/04/24 conjuntamente con las
organizaciones sindicales del país hacia el Congreso de la República para exigirle
al gobierno de esta dictadura el respeto irrestricto a la negociación colectiva
y los derechos laborales. La derogatoria del nefasto DL 1620 que fue aprobada
por este gobierno en el mes de diciembre de 2023, para privatizar las fuentes
de agua (ríos, lagos), la empresa Sedapal y las empresas de agua a nivel
nacional en la modalidad de concesiones por 30 años. Asimismo, para exigirle al
Gobierno y al Congreso la renuncia inmediata de la lobista Hania Pérez de
Cuéllar Lubienska, ministra de Vivienda, Construcción y Saneamiento y sus
operadores de la privatización que ha propuesto y designado como presidente de
Directorio, directores y gerentes generales que no tienen experiencia en
saneamiento ni en el sector público y que estarían comprometidos con la
corrupción.
NO A LA PRIVATIZACIÓN DE SEDAPAL Y LAS
EMPRESAS DE AGUA
DEROGATORIA INMEDIATA DEL DL 1620
EL AGUA ES UN DERECHO Y NO UNA MERCANCÍA
PARA HACER NEGOCIO
FUERA LOS FUNCIONARIOS CORRUPTOS DE
SEDAPAL Y DE LAS EPS
Consejo Directivo Nacional de la FENTAP
Lima, 05 de abril de 2024
HIDROREGIONES PERÚ
Esto hace la minería en La Libertad: lo que Summa Gold no quiere que sepas
El dilema de la minería en el Perú es que, casi siempre, no
se lleva bien con la naturaleza. Y con su gente.
La minería es uno de los sectores económicos más
importantes y, por lo tanto, debe fomentarse; pero dentro del marco del
respeto, la justicia y la legalidad.
En un caserío de Huamachuco, a unas cinco horas de
Trujillo, se vive una situación que grafica a la perfección lo que los
burócratas llaman un conflicto social provocado por la minería.
Los pobladores, en cambio, tienen otras palabras para
llamar a esta situación: miedo, temor, amenazas, pérdidas.
BuenaPepa ha desarrollado una serie de informes sobre
la lucha entre la comunidad de Coigobamba y la minera Summa Gold Corporation,
en las alturas de Huamachuco.
En esta primera entrega Esto hace la minería en La
Libertad: lo que Summa Gold no quiere que sepas se cuenta el panorama general
del problema que presenta para los pobladores la actividad extractiva cerca de
sus viviendas.
Un paraíso perdido
Huamachuco se ubica a 3169 metros sobre el nivel del
mar. El paraíso, o lo que queda de él, se encuentra un poco más allá, a 3313
metros de altura. Es en este lugar, a pocos kilómetros del cerro El Toro, donde
se alza Coigobamba, una zona agrícola en la que abunda la producción de papa y
los bosques de eucaliptos que embellecen, aún más, el paisaje.
En esta primera entrega Esto hace la minería en La
Libertad: lo que Summa Gold no quiere que sepas se cuenta el panorama general
del problemas que presenta para los pobladores la actividad extractiva cerca de
sus viviendas.
En este caserío, a unos treinta minutos de la capital
de la provincia Sánchez Carrión, en la región La Libertad, opera una de las
mineras más poderosas del Perú: Summa Gold Corporation (SGC).
Las concesiones de Summa Gold en Huamachuco, a través
de su proyecto emblemático Isabelita, albergan una reserva de 1,1 millón de
onzas de oro, con un ritmo de producción de 80 mil onzas por año, reveló su
gerente Jaime Polar Paredes en una entrevista al Diario Gestión.
Jaime Polar Paredes y lo que cree que es Summa Gold
– Según declaró al medio capitalino el alto directivo,
el modelo de negocio de extracción de oro de Summa Gold es “destacado, sui
generis en el país”, con un impacto positivo al pagar impuestos y generar más
puestos de trabajo.
Lo que sus directivos no dicen, o prefieren silenciar
a toda costa, es el reclamo desesperado de cientos de campesinos que solo
buscan recuperar la tranquilidad de la que disfrutaban antes de que la compañía
comenzara sus operaciones en la sierra de La Libertad, hace más de una década.
Huamachuco: detonaciones, caída de rocas y polvareda
Desde que tiene uso de razón, Lucy inicia su jornada a
las cinco de la mañana. Primero lo hacía para ayudar a su familia con el
cuidado de las ovejas y otros animales domésticos; ahora lo hace para atender a
sus cuatro hijos y, también, para apoyar a los comuneros en la vigilancia de
los bosques de eucaliptos.
La acompañan otras dos mujeres que integran la ronda
campesina de Coigobamba, de la que muchos de sus miembros —a decir de ellos
mismos— son acusados por la minera Summa Gold de integrar mafias vinculadas a
la minería ilegal.
El reloj marca
las once y cincuenta de la mañana y es la hora del almuerzo. Lo que debería ser
una comida tranquila en medio de la vegetación se vuelve en una experiencia
irritable.
—La voladura. Ya empezaron otra vez con las
explosiones.
A menos de un kilómetro, Summa Gold ejecuta su
proyecto aurífero Isabelita. Las detonaciones son constantes y las vibraciones
en el terreno, con caídas de rocas y una intensa polvareda, también.
Parece una guerra.
—Mis hijos se asustan cada vez que detonan la
dinamita, todos los niños del pueblo lloran. Lo hacen a cualquier hora. Mi casa
y muchas otras se han rajado.
Lucy se lleva un bocado, pero no digiere su amargura.
—Afecta, todo esto afecta. Nos afecta que disparen al
aire casi a diario para amedrentarnos. El dron que lanzan también nos asusta,
lo vemos arriba de nuestras casas, de nuestras tierras. Esto viene de años,
casi 10 años o más. Sus amenazas son para todos.
La madre de familia de 49 años mira hacia el cerro El
Toro y recuerda la ocasión en la que un campesino murió aplastado por una roca
que salió disparada tras una detonación en el yacimiento minero.
La Guía Ambiental Para la Perforación y Voladuras en
Operaciones Mineras, elaborada por el Ministerio de Energía y Minas, establece
una serie de protocolos para este tipo de actividades.
“La roca lanzada por la explosión, principalmente
asociada con el minado de superficie, es el efecto más peligroso de la
voladura. Es la causa más frecuente de muertes. Ocasionalmente, la roca lanzada
sale del área de la mina y ocasiona daños graves a las personas y la propiedad
que se encuentran más allá de los límites de la mina”, advierte el ministerio.
“Las distancias que viaja la roca lanzada pueden
llegar a casi 1,5 kilómetros para una voladura minera amplia deficientemente
confinada”, detalla el documento que sirve de manual para las detonaciones en
superficies de concesiones mineras y que, a decir de los comuneros, Summa Gold
incumple.
—Lo aplastó cuando estaba comiendo. La roca le cayó
encima. Todo su plato quedó manchado de sangre. La mamá quiso denunciar y la
minera la amenazó que, si ella tenía un abogado, ellos iban a poner diez. En
Coigobamba vivían muchas buenas personas, pero les han quitado sus terrenos,
forzándolos a venderles a la minera a un precio que no corresponde —afirma
Lucy.
Tragedia en Coigobamba
—Lo aplastó cuando estaba comiendo. La roca le cayó
encima. Todo su plato quedó manchado de sangre. La mamá quiso denunciar y la
minera la amenazó que, si ella tenía un abogado, ellos iban a poner diez. En
Coigobamba vivían muchas buenas personas, pero les han quitado sus terrenos,
forzándolos a venderles a la minera a un precio que no corresponde —afirma
Lucy.
El agua es vida, ¿y la minería?
María tiene 69 años y acompaña a Lucy en el patrullaje
de unas 45 hectáreas de bosques de eucaliptos. Los ronderos de Coigobamba se
encargan de cuidar que los trabajadores de la minera Summa Gold no irrumpan en
las chacras de la comunidad, como el fundo de la familia Polo Espejo, que se
extiende por unas sesenta hectáreas y es el único espacio verde que sobrevive
en Coigobamba.
María y Lucy vigilan en el turno de día. Su jornada
empieza a las seis de la mañana y termina un poco más de las tres de la tarde.
No están armadas, como sí lo está el personal de la minera. María lleva un
silbato y una bolsa con mandarinas.
—Antes era bonito vivir en Coigobamba, era todo
limpio. Las aguas estaban limpias, hoy están todas sucias. Muchas veces se
secan los sembríos por estas aguas, sembríos que son para comer.
María mastica su impotencia. Se cubre la cara con su
sombrero para evitar posibles represalias. Afirma que sus sembríos se secan y
que no producen tanto como antes debido a la actividad minera.
Junto a más de un centenar de campesinos, han alzado
su voz de protesta ante el Gobierno Regional de La Libertad, Ministerio Público
y otras instituciones, pero sus quejas han caído en saco roto.
—Desde hace mucho que venimos pidiendo a las
autoridades que nos ayuden para que no nos contaminen más. Les repito, el agua
viene muy contaminada, llega mugre. Antes la usábamos directamente para el
consumo, para nuestros sembríos, para la comida. Ahora no podemos hacer eso.
—La minera contamina mucho. Nos sentimos atemorizados
porque cuando detonan se mueven las casas. Mis paredes están rajadas. Cuando
intentamos acercarnos, los trabajadores muestran sus armas—agrega la anciana.
La acusación de María está relacionada con la escasez
de agua potable en los caseríos de Coigobamba y, su vecina, Shiracmaca.
Summa Gold Corporation afronta denuncias por la
destrucción de tuberías y la desaparición de un manantial que afecta a más de
2000 mil familias de bajos recursos.
— El manantial que alimentaba a la red matriz de agua
ya no está, la minera lo destruyó —denuncia María.
La minera contamina, ¿quién no lo ve?
—La minera contamina mucho. Nos sentimos atemorizados
porque cuando detonan se mueven las casas. Mis paredes están rajadas. Cuando
intentamos acercarnos, los trabajadores muestran sus armas—agrega la anciana.
Desde el 2020, en plena pandemia de la covid-19, la comunidad
presentó la queja formal ante el Organismo de Evaluación y Fiscalización
Ambiental (OEFA) y la Dirección General de Salud Ambiental (Digesa) a fin de
que realicen una evaluación ambiental en la zona, pero esta no prosperó.
Al reclamo se sumaron los dirigentes de la Junta
Administradora de Servicios y Saneamiento (JASS), quienes presentaron videos,
fotografías y testimonios de los afectados.
Entre los daños reportados se incluye la alteración
del curso de tendido de la red de conducción de agua potable sin autorización
que construyó Summa Gold para extraer oro, así como el corte reiterado del
ducto de agua potable utilizado para consumo humano, que ha ocurrido en, al
menos, cinco ocasiones.
También se incluyó denuncias por las voladuras
indiscriminadas para la extracción de mineral que causaron fisuras en el
reservorio, que se alimentaba de cinco vertientes de agua, generando
filtraciones.
Además, la empresa minera obstruye los caminos de
vigilancia de la red de agua, lo que impide el acceso de las personas, lo que
dificulta aún más la situación.
“De acuerdo a la ley de los recursos hídricos, el agua
de consumo humano tiene prioridad sobre las demás actividades y se debe
respetar sin ninguna excepción”, indicó la Junta Administradora de Servicios y
Saneamiento (JASS) en un comunicado.
Obligado a vender su terreno a Summa Gold
Javier Soria Ríos es natural de Huamachuco. Tiene 40
años y toda su infancia se la pasó entre los sectores de Coigobamba y El Toro.
Sus padres eran dueños de dos hectáreas y media. Sin embargo, este terreno
ahora le pertenece a Summa Gold.
“Mi mamá vivía arriba (cerca del cerro El Toro)”,
señala Javier con el índice derecho. “Los de la minera iban todos los días:
‘Señora, véndame su terreno, véndanos. Al decirles que no, la amenazaron y
terminó vendiendo. Lo hizo por la intimidación constante. Vendió sus dos
hectáreas y media. Y nos dieron solo 25 mil (soles), cuando el monto era cuatro
o cinco veces más”, suspira Javier, como si le hubiesen quitado parte de su
vida.
Para Leonardo Da Vinci el agua es la fuerza motriz de
toda la naturaleza. En Coigobamba temen por consumir un recurso natural
contaminado. El líquido que ahora llega a los sembríos y del que beben los
animales tiene un color marrón verduzco.
— Se han hecho varias fiscalizaciones, pero nada… no
dicen nada. Ha venido la OEFA, pero nada. A 100 metros del agua están las pozas
de las minas. Antes en el río había bagres, peces; pero ahora no hay nada
—continúa Soria.
—Yo he ido hasta arriba (zona minera). Me dicen que el
agua no está contaminada, entonces les respondo que la tomen, que tomen un
vasito. Luego están los disparos y las voladuras. Explotan y las piedras caen a
nuestras casas. Todos cerramos nuestras puertas, yo cierro hasta la de mi cocina.
Todo Coigobamba se llena de piedras cuando se dan los explosivos.
“Los de la minera iban todos los días: ‘Señora,
véndame su terreno, véndanos. Al decirles que no, la amenazaron y terminó
vendiendo. Lo hizo por la intimidación constante. Vendió sus dos hectáreas y
media. Y nos dieron solo 25 mil (soles), cuando el monto era cuatro o cinco
veces más”
La fe es la certeza de lo que se espera, la convicción
de lo que no se ve, dice la Biblia. La fe también es lo más lindo de la vida o,
al menos, debería serlo. Y Javier, devoto de Dios, no pierde la fe en que su
situación, y la de todos en Coigobamba, El Toro y Shiracmaca cambie pronto.
—De mi parte pido a Dios y, también, a las
autoridades, que esto cambie. Sabemos, tenemos información que la mina se ampliará.
Yo vivo 40 años acá, toda mi vida aquí. Hoy tenemos poco terreno, si siguen
excavando nos acorralarán. ¿A dónde nos vamos a ir? Si esto sigue con el tiempo
nos van a botar. (En Summa Gold) están haciendo una planta, ellos dicen que son
de tratamiento, pero son para procesar sus minerales.
Summa Gold: cambios y movidas
Summa Gold opera en la sierra de La Libertad desde el
2006, en un área del cerro El Toro que del 2000 al 2012 fue saqueada por
mineros artesanales.
No obstante, desde el año 2006 la minera consiguió
siete concesiones en los caseríos de El Toro, Coigobamba, Shiracmaca y Santa
Cruz, en la provincia de Sánchez Carrión. Según el Instituto Geológico, Minero
y Metalúrgico de Perú, son 4400 hectáreas las que tiene en concesión.
Investigaciones periodísticas revelan que esta empresa
cambió de razón social en al menos cinco ocasiones: Santa Marina S.A (2008),
Carlos A. Díaz Marino (2011), Corporación del Centro S.A.C., Los Andes Perú
Gold S.A.C., hasta convertirse, desde el 2019, en lo que hoy es Summa Gold
Corporation
A mediados de ese año, hombres armados vinculados a la
empresa minera estuvieron implicados en un enfrentamiento con campesinos, en el
cerro El Toro, que terminó con cuatro muertos, uno de ellos un menor de 14
años. El adolescente murió a causa de un impacto de bala en el pecho.
El Ministerio Público inició una investigación para
determinar la responsabilidad de la minera. El fiscal a cargo del caso murió
durante la pandemia.
Según documentos divulgados por OjoPúblico, el
empresario Fidel Sánchez Alayo, investigado por el presunto delito de lavado de
dinero proveniente del narcotráfico, sería el dueño de Summa Gold Corporation.
El historial de Fidel Sánchez Alayo, integrante del
clan Sánchez Paredes, también es objeto de atención, ya que en 1987 fue
detenido en México en un operativo que descubrió un laboratorio de cocaína y
armas de guerra en el rancho de su tío, Simón Sánchez Paredes.
Ante la justicia peruana, dos narcotraficantes
confesos lo vincularon con el narcotráfico.
Los altos directivos de Summa Gold también fueron
investigados por la Justicia. Jaime Polar Paredes, gerente general, cuenta con
investigaciones por los presuntos delitos de contaminación del ambiente,
usurpación y hurto agravado.
Juan Carlos Miljanovich Colunge es el gerente de
Administración y Finanzas de la minera y fue investigado por los delitos de
minería ilegal; mientras que Miguel Reyes, gerente legal, fue denunciado por la
familia de Fernando Polo Espejo —con quienes Summa Gold lleva un enfrentamiento
en los tribunales desde hace varios años por la disputa de unas tierras en
Coigobamba— por el presunto delito de fraude procesal.
En esta primera entrega de reportajes, BuenaPepa se
contactó con la minera Summa Gold a través de correos electrónicos para pactar
una entrevista con los directivos, pero no recibimos ninguna respuesta. https://buenapepa.pe/
Familias beben y cocinan con agua de regadío en Characato
Cuando Ángel Linares Portilla
estaba como candidato a la alcaldía distrital de Characato, prometió a más de
250 familias de la asociación urbano municipal Ampliación Characato agua y
desagüe en sus hogares. Sin embargo, más de un año ha pasado y los vecinos
continúan abasteciéndose con agua de regadío y usando silos.
Según estas familias, sus caños
solo arrojan esta agua no apta para el consumo humano, la cual es bombeada
desde el asentamiento urbano municipal Gustavo Nohme. Por este servicio, pagan
S/5 al mes.
“Muchas familias, como la mía,
la hacen hervir por al menos 10 minutos para poder consumirla, ya que no se
pueden dar el lujo de contratar cada cierto tiempo una cisterna que llene su
tanque”, aseveró un vecino de Ampliación Characato.
Asimismo, una madre de familia
mostró su indignación ante el desagradable olor que se percibe en la asociación
debido a la falta de saneamiento. Incluso, señaló que la mayoría cuenta con
silos en vez de baños correctamente implementados.
Las familias informaron que el
alcalde Ángel Linares vino hace más de un año a la asociación y les prometió
mejorar su calidad de vida. No obstante, estas palabras continúan sin
materializarse.
DATO
Cabe mencionar que el agua de regadío solo llega a sus casas de lunes a sábado. Para el domingo, almacenan el recurso en recipientes. https://diarioelpueblo.com.pe/
“Defender el Agua es Defender la Vida”