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Martes, 05 Enero del 2010 - Año 04 - Edición 906

Martes, 05 Enero del 2010 - Año 04 - Edición 906 www.fentap.org.pe

HIDROBOLETÍN FENTAP

La FENTAP informa:

  • Vigilancia ambiental a la deriva
  • Acidez de océanos amenaza la vida marina. El aumento de dióxido de carbono en los mares afecta a los corales y moluscos, entre otras especies
  • La revolución verde será local. Los alcaldes reivindican su papel en la lucha contra el cambio climático - Las ciudades pueden hacer mucho: es necesaria la cooperación intermunicipal y de los Gobiernos

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Vigilancia ambiental a la deriva

ELCOMERCIO – 03/12/09.- Una vista aérea de la franja costera limeña ofrece dos situaciones pero una misma realidad. Al norte, en el Callao, playas de aguas marrones alrededor de la zona donde desembocan los ríos Rímac y Chillón; al sur, manchas parduzcas en el mar de Chorrillos, a unos metros del colector de La Chira, por donde descargan impunemente parte de los desagües sin tratar de nuestra capital.

El vertimiento de estas aguas trae consigo no solo la inyección de material orgánico al mar a través de los colectores, sino también de otros elementos tóxicos como plaguicidas, hidrocarburos, aceites, elementos inorgánicos como arsénico o cadmio, metales y plásticos que llegan arrastrados con las aguas de los ríos sobre las que la industria y la minería vierten sus efluentes.

Así ha ocurrido siempre. Incluso antes de que Lima se convirtiera en el monstruo del millón de cabezas, ya todos los desechos mineros e industriales acababan en los ríos, y estos, junto con los desagües, iban al mar, que impasible recibía todo. Fue recién en 1986 que la Dirección General de Salud Ambiental (Digesa) inició el programa de vigilancia de la calidad microbiológica de las playas.

TODOS LOS LÍMITES

El 2008 —por decreto supremo— el Gobierno oficializó los estándares de calidad ambiental (ECA) para las zonas marino-costeras de uso público y estableció límites para cada uno de los distintos contaminantes. Sin embargo, hasta ahora, los únicos análisis que se hacen en las playas son los de coliformes fecales. “Sin una vigilancia integral es imposible conocer la evolución de la calidad de nuestras playas”, dice la reconocida bióloga Patricia Majluf.

Son 272 las playas que el Ministerio de Salud —a través de las direcciones de salud ambiental regionales— vigila desde Tumbes a Tacna. El 62% de ellas se concentra entre Ancón y Puerto Viejo.

Betty Chung, especialista de la Autoridad Nacional del Agua (ANA), organismo adscrito al Ministerio de Agricultura, sostiene: “Digesa solo analiza la presencia de coliformes porque lo que le interesa es la salud”, y reconoce que es hora de analizar otros parámetros que pueden representar un problema para la vida en el mar. “Lo ideal sería estudiar, además, la presencia de elementos organoclorados”, recomienda.

Otro aspecto que urge en la vigilancia ambiental en las playas es el estudio del comportamiento de determinadas especies marinas como resultado de la contaminación. “Hay estudios puntuales, pero globales no, es casi nada lo que se hace, conocemos algunas investigaciones sobre la presencia de toxinas en aves guaneras, aunque por el movimiento de estas aves no se puede determinar dónde ingirieron esos contaminantes”, dice Majluf.

“Lo más preocupante en torno a esta falta de información es que no sabemos qué toxinas se pueden estar acumulando en los tejidos de las especies marinas destinadas al consumo humano, sobre todo por la presencia de pesticidas y elementos organoclorados”, lamenta Majluf.

Tanto la bióloga como Betty Chung coinciden en que el análisis en laboratorio de coliformes es el más económico y que por ello Digesa solo hace el seguimiento de esta variable.

¿Esta vigilancia de la calidad de las aguas de las zonas marino-costeras se podría hacer con la cooperación internacional? “No necesitamos cooperación de afuera, basta con integrar los sistemas de vigilancia ya existentes, pero aislados. Además, la industria en estas zonas debería contribuir con un fondo para el control de la bahía y las playas. La industria genera contaminación, así que debería aportar un monto para establecer un sistema mínimo de vigilancia, tiene que haber una visión de largo plazo. Tienen que asumirse responsabilidades, hasta ahora no hay una sola empresa pesquera que reconozca que contamina”, critica Patricia Majluf. Mientras eso no ocurra, solo se cuenta con los resultados microbiológicos de la Digesa.

EL REPORTE DE PLAYAS

Cuando se analiza el estado de una playa, Digesa tiene en cuenta no solo la cantidad de coliformes termotolerantes, sino también la limpieza de la playa y la existencia de servicios higiénicos y tachos de basura. El cumplimiento de estos indicadores hará que la playa califique de buena, mala o regular, tal como publica esta entidad en su página web www.digesa.sld.pe .

La actual legislación señala que las aguas de las playas no deben exceder los 200 NMP/100 ml (número máximo probable) de coliformes termotolerantes; sin embargo, según los resultados obtenidos en laboratorio por la propia Digesa —y a los que El Comercio tuvo acceso (ver infografía) —, por lo menos de 21 playas limeñas, dos de las muestras tomadas durante las últimas cinco semanas excedieron los límites máximos establecidos. Ese fue el caso de Ancón, Cantolao N° 1 Regatas Unión, La Herradura, Playa Villa, La Encantada, Club Villa, Conchán, Mamacona, Pucusana, Totoritas, Bujama Norte, Cerro Azul y Puerto Viejo.

La corriente arrastra los desagües hacia esas playas. Lo curioso es que según la ANA, ninguno de los colectores que descarga al mar tiene autorización. Recién con la última ley de recursos hídricos se planteará un programa de adecuación de vertimientos. Paralelamente, en el Ministerio del Ambiente (Minam) explican que se deberá implementar un sistema de vigilancia para los contaminantes que ahora no se estudian. ¿Quién se encargaría se hacer el análisis?

El ingeniero Raúl Roca, director de Calidad Ambiental del Minam, es enfático: “Lo tendría que hacer la ANA”. Pero en esa dependencia dan una respuesta diametralmente opuesta: “Esto se tendrá que evaluar porque la vigilancia tiene un precio muy alto, por el momento la evaluación lo hace el propio administrado”, aclara la experta de la ANA. ¿Quién lo definirá?

LAS CIFRAS

400 petitorios recibió la Autoridad Nacional del Agua en lo que va del año para autorizar el vertimiento de efluentes o desagües en cuerpos de agua (ríos, mar o lagunas).

16% de lo que vierten los desagües en Lima es lo único que se trata actualmente. Se espera que cuando se concreten los proyectos Taboada y La Chira se tratará el 100%.

HIDROMUNDO

Acidez de océanos amenaza la vida marina

El aumento de dióxido de carbono en los mares afecta a los corales y moluscos, entre otras especies

www.eltelegrafo.com.ec – 03/01/2010.- Entre las actividades benéficas de los océanos se encuentra una de suma importancia que es la de absorber la mayor cantidad de dióxido de carbono (CO2) que se produce en la Tierra, provocada principalmente por la quema de combustibles fósiles.

Sin embargo, existe un problema: el aumento en las emisiones de CO2 en la atmósfera, uno de los principales gases responsables del calentamiento global de la Tierra o efecto invernadero, ha provocado la acidez en los océanos.

El subdecano de la Facultad de Ciencias del Mar de la Espol y oceanógrafo, José Luis Santos, detalla que debido a la gran cantidad de gases que hay en la atmósfera se registra una densa absorción del CO2 en los mares, lo que ha alterado el balance químico de las aguas haciéndolas más ácidas y afectando la vida marina.

La acidificación se forma debido a la mezcla del CO2 y el agua que es HO2 (hidrógeno más oxígeno), lo que genera el ácido carbónico, complementa la directora de Cambio Climático del Ministerio de Medio Ambiente del país, Carolina Zambrano.

Este problema también repercute en la vida humana, porque se agotan los recursos marinos que, a la vez, nos sirven de alimento. Se estima que entre 20 y 25 millones de toneladas de dióxido de carbono son incorporadas a los océanos cada día.

José Santos detalla que la acidificación, en estos momentos, es la mayor amenaza para los océanos y las investigaciones señalan que en la superficie del agua el ph (coeficiente de acidez o alcalinidad) se ha alterado un 30%. “La solución es usar menos combustible fósil y reemplazarlo por las energías renovables que no emiten CO2”, agrega.

Sin embargo, en la Cumbre de Cambio Climático de las Naciones Unidas realizada desde el 7 hasta el 8 de diciembre en Copenhague (Dinamarca), las potencias mundiales y las naciones en desarrollo no pactaron un acuerdo vinculante para disminuir la emisión de gases contaminantes.

La Revolución Industrial marcó el inicio del progreso, pero también el uso y abuso de las fuentes de energía que nos ofrecía el planeta. En ese tiempo, los océanos mantenían un relativo equilibrio con la atmósfera, entre el dióxido de carbono que absorbía y el que era emitido. Pero a medida que ha ido aumentando la contaminación atmosférica, a su vez lo ha hecho el desequilibrio.

Desde el siglo 18, los océanos se han visto forzados a absorber más de 460 mil millones de toneladas métricas de dióxido de carbono, lo que representa casi la mitad de las emisiones de este gas, resultante de la quema de combustibles fósiles o aproximadamente el 30 % de todas las emisiones de dióxido de carbono producidas por el ser humano y el 80% del calor generado por los gases de efecto invernadero.

Con el aumento en la acidez, se reduce el ph del agua marina, alterando uno de los componentes clave del equilibrio que posibilita la vida. Se calcula que el pH de los océanos podría disminuir 0,4 unidades para el año 2010. “El aumento en la acidez se está dando al mismo tiempo que el calentamiento global, lo que significa que los organismos marinos van a tener que responder a estos dos grandes desafíos al mismo tiempo”, afirmó la investigadora, Carol Turney, del Laboratorio Marino de Plymouth.

El agua de mar pura tiene un ph de entre 8 y 8.3. Un cambio de una unidad significa que la acidez aumenta diez veces. Si la situación actual continúa así, el incremento de la acidez podía llegar a alcanzar el 100% en el año 2050, lo que significa que el ph del océano será el más bajo de los últimos 20 millones de años.

Además, se añade a estas previsiones la velocidad a la que la composición química de los océanos está cambiando. La velocidad actual de la acidificación es al menos 100 veces superior a la velocidad máxima de los últimos cientos de miles de año.

Un proceso de acidez ocurrido hace 155 millones de años provocó la extinción de las sustancias calcificadoras, que son las que generan las conchas de los moluscos así como los corales.

La acidificación de los mares conlleva una degradación de la biodiversidad marina irreversible que incide en la calcificación, que es el proceso fisiológico por el cual los organismos crean estructuras como conchas y esqueletos a partir de carbonato cálcico. Los organismos calcificadores se encuentran tanto en ecosistemas de aguas profundas como poco profundas. Algunos calcificadores construyen grandes estructuras como los arrecifes de coral. También hay almejas y crustáceos, como las langostas y los cangrejos.

La directora de Cambio Climático del Ministerio de Medio Ambiente, Carolina Zambrano, detalla que los arrecifes de corales ya están desapareciendo porque estos viven en simbiosis con las algas para sobrevivir, pero cuando aumentan las temperaturas, los corales entran bajo estrés, se sueltan de las algas y se mueren.

Carmen Calzadilla, científica e investigadora de la organización ecologista Océana, coincide con Zambrano y explica que la incapacidad de muchos organismos de crear sus estructuras calcáreas podría afectar a su salud, lo que tendría importantes efectos secundarios en los ecosistemas marinos y las cadenas alimenticias. “Desde el plancton (conjunto de organismos microscópicos, que flotan en aguas saladas o dulces) del que se alimentan tantas especies marinas hasta los corales que son fuente de vida. Si dañamos a estos podemos destrozar muchas especies asociadas a ellos”, agrega.

La científica detalla que la gravedad que tiene la alteración química oceánica es que afecta a la cadena de alimentación, en la que muchos peces se alimentan de aquellos organismos que tienden a desaparecer, otros peces se alimentan de aquellos y así sucesivamente.

Con respecto a las repercusiones en los seres humanos, Calzadilla señala que pueden ser económicas porque, por ejemplo, los corales son una fuente importante de entrada de dinero para todos aquellos países que los tienen. “Son muchas las sociedades del planeta que viven de los mares y que verían seriamente perjudicadas sus economías. Y, sobre todo, por el impacto en la biodiversidad de los océanos que afecta nuestra base alimentaria”, dice. Al igual que Santos, Calzadilla opina que es necesario frenar las emisiones de CO2, que son las únicas causantes de ese proceso por parte del hombre.

“Me quiero imaginar los mares tan ricos como hasta ahora, pero si seguimos con este ritmo de emisiones y el mal estado de la economía la cosa empeorará”.

La revolución verde será local

Los alcaldes reivindican su papel en la lucha contra el cambio climático - Las ciudades pueden hacer mucho: es necesaria la cooperación intermunicipal y de los Gobiernos

www.elpais.com – 03/01/2010.- Es el tiempo de las ciudades, del piensa globalmente, actúa localmente. Porque esta conocida frase, cuya autoría no está clara, tiene una especial importancia en lo que a cambio climático se refiere. Por primera vez -desde 2008- los habitantes de entornos urbanos han superado a los rurales y para 2030 se prevé que más de cinco mil millones de personas vivan en ciudades. Por eso, la llave está en sus manos, de ellas es el reto de emprender acciones concretas y tangibles que a su vez cambien la forma de pensar y actuar de los ciudadanos. Y cada vez más lo están haciendo. La misma semana de la cumbre de Copenhague, los alcaldes de 80 ciudades vivieron su propio encuentro (organizado por el Ayuntamiento de la ciudad anfitriona, al margen de la cumbre) y España llevó en su delegación al presidente de la Red Española de Ciudades por el Clima y alcalde de Vigo, Abel Caballero. Con esta iniciativa, las ciudades han querido reivindicar su papel "imprescindible" en la búsqueda de un futuro sostenible.

La Agencia Internacional de la Energía, recogió el rotativo The Wall Street Journal, estima que el 70% de las emisiones se generan en las ciudades, que a veces se ven en dificultades para impulsar planes de recorte debido a las políticas gubernamentales o los grandes intereses económicos. En Nueva York, por ejemplo, una propuesta para disminuir el tráfico en Manhattan (al estilo de Londres, con elevadas tasas para poder circular) fue tumbada por algunos políticos. Pero, al menos, la concienciación es creciente. El alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg, declaró en Copenhague a la agencia Efe: "No podemos esperar a que los Gobiernos nacionales actúen primero, no pueden resolver el problema por sí mismos. Como regidores municipales tenemos una obligación de confrontar el cambio climático. No podemos huir de nuestras responsabilidades con las generaciones futuras".

En España, 285 Gobiernos locales (que representan a más de 27 millones de personas) están unidos en la Red de Ciudades por el Clima, una iniciativa que desde 2004 (creada por la Federación de Municipios y Provincias junto al Ministerio de Medio Ambiente) reúne a ciudades comprometidas con el medio ambiente para que compartan experiencias y conocimientos en un foro. El presidente de la red fue a Copenhague para mostrar algunos de los proyectos en los que se está trabajando. "Las ciudades son actores imprescindibles, ya que más de la mitad de las emisiones provienen de entornos urbanos", dice Caballero.

Cecilia Zoronda, responsable de cambio climático de la ONG Ecología y Desarrollo, cree que las ciudades están empezando a creer en la necesidad de este cambio. "Sí está creciendo la conciencia en todos los municipios, la diferencia está en cuánto de ambiciosas son. Hay muy buenas intenciones, pero el problema es la distancia que separa la foto de las acciones reales. Además de firmar acuerdos hay que actuar", insta Zoronda. La presencia de los alcaldes en Copenhague es relevante para la activista, pero advierte que "lo importante no es ir, sino lo que hagan a la vuelta". "Su representación tiene que traducirse en acción", agrega.

En España, algunas ciudades se están distinguiendo por la ambición de sus actuaciones. Una de las principales apuestas es la del municipio madrileño de Rivas: Rivas Ecópolis es un programa, que consta de 38 proyectos, cuyo objetivo es la reducción del 30% de las emisiones para 2020 (el objetivo de la UE es reducir el 20%) y tener emisiones cero en 2050. Para hacerlo quieren "implicar a la ciudadanía con acciones tangibles", dice Francisco Romero, director del programa. Los ciudadanos del municipio, por ejemplo, pueden instalar placas solares fotovoltaicas en sus hogares sin que les suponga coste alguno. Romero explica que el Ayuntamiento ha llegado a un acuerdo con Bancaja para que ofrezca préstamos a los propietarios que se pueden pagar con los beneficios que genera la electricidad, que va conectada a la red general. "Las placas que se suelen poner en las casas unifamiliares cuestan alrededor de 22.000 euros, y los beneficios que genera su funcionamiento son de unos 2.500 euros anuales. Como las placas tienen una vida útil de 25 años, el ciudadano obtiene beneficios a partir de los nueve años".

Por ahora, 13 familias se han decidido, aunque 500 se han pasado por la agencia local de la energía de Rivas para pedir información sobre la instalación. "Hubieran sido muchas más de no ser por la crisis, porque aunque no suponga costes la gente se siente insegura y no quiere firmar créditos", apunta Romero. Una de las 13 familias es la de Ángel Luís Samos, de 37 años, casado y con hijos pequeños, que está a la espera de que se le confirme la licencia para empezar a generar su propia energía, probablemente, a partir de febrero. "Llevábamos tiempo pensando en poner las placas, pero las térmicas [de autoabastecimiento] eran muy caras y no se llegaban prácticamente a amortizar. Al final nos decidimos por esto, con lo que además de colaborar con el medio ambiente podíamos ganar dinero".

Otra de las motivaciones de Samos es la de dar ejemplo a sus hijos: "Cuando eres muy joven te interesas, pero cuando tienes hijos empiezas a preocuparte por ver qué mundo les vas a dejar. Además, ésta es una forma de sembrar en ellos la semilla del ecologismo ya desde bien pequeños". Pese a las facilidades que ha ofrecido el Ayuntamiento, la decisión no está exenta de dudas: "Siempre tienes un poco de reparo por si la inversión no renta lo que esperas, o si bajan los precios; pero es que si lo piensas demasiado no haces nada", dice Samos.

Los ripenses, además, pueden instalar gratis en sus casas compostadoras (para generar abono), algo que han hecho ya 950 hogares. Ya sean unifamiliares o pisos que dispongan de terraza, pueden acceder a uno de estos depósitos y recibir una sesión informativa de los técnicos, que les explican el funcionamiento y les resuelven dudas antes de empezar a utilizarlos.

El objetivo de las acciones municipales es el de implicar a la ciudadanía, ya que, sin la participación activa de las ciudades, la sostenibilidad se hace imposible. Luis Jiménez, presidente del Observatorio de la Sostenibilidad en España (OSE), afirma que "se conseguirá poco globalmente si no hay acción y lucha desde las ciudades". Sobre la capacidad de actuación de los municipios, Jiménez opina: "Se trata de cambiar la cultura urbana, con políticas directas, hay muchas formas racionales y simples de cambiar las cosas, como facilitar a los ciudadanos que puedan reducir los trayectos pequeños en coche". El presidente del OSE cree que es ahora cuando está dándose una verdadera conciencia de acción por parte de las ciudades, algo que está siendo posible gracias a la cooperación, pero que tiene que seguir creciendo.

Las posibilidades son muchas. El cementerio de Santa Coloma de Gramanet (Barcelona), lleva un año albergando algo más que nichos. Junto a las lápidas conviven 752 metros cuadrados de paneles solares que producen tanta energía como la que gastan unas 35 familias y evita la emisión de 62 toneladas de CO2 anuales. Esta ciudad, de 117.336 habitantes, cuenta ya con más de 3.000 metros cuadrados de paneles solares situados en edificios públicos, con un objetivo: generar energía renovable a partir de un espacio público idóneo para albergar este tipo de generadores. "La justificación del emplazamiento es evidente. Es un espacio público de gran superficie, sin sombras y con una gran capacidad de absorción solar, algo que para una ciudad como la nuestra, donde tenemos poco espacio disponible, es una gran oportunidad", defiende la responsable de Medio Ambiente del Consistorio de Santa Coloma, Begoña Bellette. El proyecto se acordó con la empresa que gestiona la necrópolis: "No hemos tenido ninguna queja, salvo alguna anecdótica del Grupo Popular, porque lo hicimos de manera que estorbara lo menos posible y que no afectara al recogimiento de las familias; desde el propio cementerio ni siquiera se ven las placas".

Bellette se muestra partidaria y agradecida de la presencia de la representación de los alcaldes en la capital danesa. "Me parece un gesto de justicia democrática. Los Ayuntamientos somos quienes más cerca estamos de los ciudadanos y creo que nos corresponde tomar parte en los compromisos y acciones que se tomen", afirma la regidora.

En otro ámbito de actuación, los alcaldes propusieron en Copenhague lo que Vigo ha impulsado: la agenda sin coche. Con el objetivo de sensibilizar a la población y "ya que el mejor ejemplo es la propia implicación", el alcalde de la ciudad gallega y sus concejales han empezado a acudir a algunos actos a pie o en transporte público. "Yo cada semana hago un día sin coche, y publico en mi web todos los actos a los que voy sin él", dice Caballero, quien defiende que todo el mundo puede dejar el coche al menos un día a la semana, y confía en que su ejemplo signifique algo más que una bonita intención: "A la gente le encanta encontrarse con el alcalde en el autobús, hay cordialidad y facilita el diálogo entre la gente, pero además tiene una efectividad importante, porque se envían señales a la población: todo el mundo puede ir en autobús, se puede romper la cultura del coche".

Caballero reconoce que ésta es una labor necesaria pero simbólica. En el plano de la acción directa, Vigo lleva dos años "humanizando" sus calles. "En los últimos dos años hemos cambiado casi 300 calles, hemos fomentado la peatonalización y dejado sólo un carril de circulación para orientar la calle a los ciudadanos en vez de a los vehículos", asegura Caballero.

También en el norte, en San Sebastián, se han puesto en marcha algunas originales medidas, sobre todo orientadas a minimizar los residuos. Una de ellas es el fomento del uso de pañales reutilizables (con lo que han comprobado que una guardería mediana puede ahorrar 9.000 pañales al año) o del agua del grifo (han repartido 2.000 jarras entre los bares y restaurantes para evitar el consumo de agua embotellada). Campañas de intercambio de libros y juguetes, para reducir las bolsas de plástico e introducir las de tela y campañas de sensibilización también forman parte del proyecto, que les ha valido el premio Ecoinnovación de la segunda edición de buenas prácticas locales por el clima de la Red de Ciudades por el Clima.

Compromisos de las urbes

- Las ciudades que se han unido a la plataforma Gobiernos Locales por la Sostenibilidad, bajo el marco de Naciones Unidas, firmaron en 2007 unos compromisos de mucho mayor alcance que las acciones globales.

- Medir y recoger las reducciones de emisiones con el objetivo de que, para 2050, las emisiones globales hayan bajado un 60% respecto a las de 1990 (un 80% en los países industrializados).

- Unir las medidas nacionales e internacionales con las locales, para que a las ciudades se les proporcionen recursos y autoridad suficientes para llevar a cabo sus responsabilidades.

- Crear una producción energética sostenible, reduciendo combustibles fósiles y potenciando energías limpias.

- Ejecutar medidas desde los Gobiernos locales, dando prioridad a las ciudades más vulnerables.

- Apoyar la convención de la ONU participando en las negociaciones para asegurar que se dé prioridad a las acciones locales.

- Apelar a los Gobiernos nacionales para que se impongan restricciones que consigan los objetivos marcados en el primer punto.

“Defender el Agua es Defender la Vida”

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