30/1/11

Viernes, 11 Diciembre del 2009 - Año 04 - Edición 893

Viernes, 11 Diciembre del 2009 - Año 04 - Edición 893 www.fentap.org.pe

HIDROBOLETÍN FENTAP

La FENTAP informa:

  • Perú: Preocupante aumento de concesiones mineras en zona de frontera
  • Bolivia: Los Andes ya no son blancos
  • Apoyo Internacional al Reconocimiento y Reparación Integral de la Deuda Ecológica por Cambio Climático en los Acuerdos de Copenhague - Diciembre 2009

_____________________________________________________________________

Preocupante aumento de concesiones mineras en zona de frontera

CNR - 10/12/2009.- Del 2002 a la fecha se han suscrito 20 contratos de inversión con empresas extranjeras para la exploración minera en las zonas de frontera, reveló el V Informe del Observatorio de Conflictos Mineros en el Perú, elaborado por las ONGs CooperAcción, GRUFIDES y FEDEPAZ.

Del total de esas concesiones, 13 se han ejecutado durante el gobierno de Alan García. A través de los decretos supremos N° 032-2008 EM y N° 012-2009 EM, por ejemplo, se autoriza a Newcrest Resources INC y a la minera Gold Fields Perú S.A. receptivamente, a realizar sus actividades dentro de los 50 kilómetros de frontera.

A la primera empresa se le permitió adquirir seis derechos mineros -unas cinco mil 100 hectáreas- en Tacna. En tanto, la segunda compañía adquirió cinco derechos mineros en la frontera con Bolivia y Chile.

Otras empresas extranjeras que han adquirido estos derechos en los últimos dos años son Newmont Perú SRL, EMP MIN Los Quenueles, Xiamen Zijin Tongguan, Solex del Perú, Sheridan Platinum Group, y Rio Tinto Mining and Exploration Limitited Perú.

El informe consigna que, en general, la evolución del otorgamiento de los derechos mineros a nivel nacional asciende en 2009 a 19 millones 573 mil hectáreas, hace tres años existían once millones 572 mil hectáreas.

José De Echave, especialista en temas sobre minería alertó que esos procesos se están dando de “forma automática, sin ninguna evaluación rigurosa”. Insistió que el gobierno debería explicar cuál es la visión de país que tienen para concretar esas autorizaciones.

Situación regional

En cuanto al avance de las concesiones mineras a nivel regional, Apurímac es el departamento que encabeza la lista, con un 54.44% de su territorio en concesión. Le siguen Cajamarca con el 44.67%; Piura con el 27.5%, Junín con el 19.9%; y Cusco con el 16.35%.

En el caso de este último departamento, cabe resaltar que sólo en la provincia de Chumbivilca, el 85.78% de sus tierras están concesionadas a la actividad minera.

Así mismo, el informe señala que el 47.11% de los páramos localizados en las provincias de Ayabaca y Huancabamba (Piura) están concesionados. En el 2008, las concesiones sobre este terreno en particular eran del 44.8%.

Recordemos que los páramos son ecosistemas de montaña muy sensibles que se hallan sólo en las cuencas altas de los ríos de Huancabamba. Se caracterizan por tener formaciones vegetales muy húmedas debido a la condensación del agua que llega a través de las neblinas nocturnas.

José de Chave lamentó que las concesiones no sean informadas previamente a la población y a las autoridades de esas zonas. “Hasta los presidentes regionales no están enterados hasta qué punto sus territorios están concesionados”, comentó.

Subrayó que el derecho a la información es imperativo en estos casos y que “la primera instancia que debería ser informada, antes de dar concesiones, es la población”.

Finalmente, subrayó la necesidad de plantear un diagnóstico acerca de la problemática de la actividad minera indiscriminada en Perú, y que de esta manera se establezcan políticas públicas que fortalezcan los mecanismos de regulación ambiental y el ordenamiento territorial.

HIDROMUNDO

Bolivia: Los Andes ya no son blancos

www.bolpress.com – 09/12/09.- La Patagonia en Argentina, el nevado Chacaltaya en Bolivia, la cordillera Blanca en Perú, el Cotapaxi en Ecuador y el volcán Santa Isabel en Colombia son las primeras víctimas visibles del cambio climático en el mundo. Los hielos, considerados hasta hace unos años perennes, desaparecen de a poco, dejando una estela de preocupaciones sobre el futuro del planeta.

Hace dos décadas, La Paz se preciaba de tener la pista de Sky más alta del mundo en el nevado Chacaltaya (5.400 metros sobre el nivel del mar). Hoy el glaciar, ubicado a unos 20 kilómetros al norte de la sede de gobierno, es apenas un recuerdo. A unos 10 kilómetros a de allí, el Huayna Potosí (6.088 msnm) también sufre el deshielo, mientras que un poco al sur, el Illimani (6460 msnm) tiene problemas parecidos. Allí los pobladores aseguran que en los últimos 20 años, la frontera de hielo retrocedió 500 metros, en dirección a la parte alta de la montaña.

En Perú, el nevado Huaytapallana (5550 msnm) perdió el 50% de su contorno glaciar en los últimos 15 años. El agua que desciende de sus glaciales es la principal fuente de agua potable para más de 325.000 habitantes de la ciudad de Huancayo. Pero el problema tampoco es aislado.

Un estudio del Instituto Nacional de Recursos Naturales de Perú afirma que entre 1970 y 2003 la superficie de los glaciales en ese país se redujo de 723 a 535 km², un 26%. Perú tiene en su territorio casi el 70% de los glaciales tropicales del mundo

Hace 10 años, en el volcán Cotapaxi, 90 Km. al sur de Quito, Ecuador (5.897 msnm), las nieves eternas comenzaban a 4.800 metros de altura, hoy la nieve comienza a 5.000 metros de altura.

En ese mismo proceso de deshielo están el volcán Chimborazo (89 Km. al sur de Quito), el Antisana (50 km al Sudeste) y el Cayambe (65 km al Nordeste). Los dos primeros pierden entre 0,5 y 0,7 metros de hielo por año, según Bernard Francou, de la ONG Great Ice.

En 1997, los estudiosos alemanes Ekkehard Jordan y Stefan Hastenrath establecieron que Ecuador tenía un área de 97,21 km² de glaciares, pero según datos del Programa de Glaciares Ecuador ése área se redujo a 70,17 km².

"A partir de los años 80, el calentamiento de la tierra se aceleró de manera brutal, en todo el mundo. Ecuador no es la excepción y prueba de ello es que el retroceso de los glaciares en los pequeños nevados ha sido dramático. El Cotacachi, y el Sincholagua ya no tienen nieve; el Illiniza y el Carihuayrazo están a punto de desaparecer, en un lapso de 15 a 20 años, si el impacto del cambio climático sigue igual", dijo el investigador Erick Cadier, s

En Colombia, la Sierra Nevada del Cocuy ha reducido su área glacial de 40 a 18 km² en los últimos en los últimos 50 años. En los años 80, la pérdida anual de hielo fue entre 10 y 15 metros; en los 90, entre 15 y 20 metros y en 2007 el retroceso fue de 26 metros. En volcán nevado Santa Isabel, la situación es similar. En 1850 tenía un área de 27,8 Km², en 1995 se había reducido a 5,3 y hoy a duras penas supera los 2,2.

Al sur del continente, a mediados de 2008, un arco de hielo de 60 metros de altura se derrumbó en la Patagonia, un fenómeno que por primera vez ocurre en el invierno del hemisferio sur. "Esta es la primera vez que el glaciar rompe en invierno. Puede que esté relacionado con el calentamiento global, pues el aumento de la temperatura afecta la resistencia del hielo", dijo entonces Carlos Corvalán, director del Parque Nacional Los Glaciares, en la provincia argentina de Santa Cruz.

El problema no es nuevo. En 2004 la organización ecologista Greenpeace denunció que entre 10097 y 2004, los glaciares de la Patagonia había perdido 42 kilómetros cúbicos de hielos por año, un volumen equivalente a 17 millones de piscinas olímpicas.

El calentamiento global

A la hora de hablar sobre las causas de la desaparición de glaciares, los expertos coinciden en que es una consecuencia del calentamiento global, fenómeno frente al cual casi todos dicen que es necesario tomar acciones urgentes, pero que sin que en la práctica se den más que declaraciones y acuerdos poco atendidos.

Una de las voces que reclama acciones urgentes es ahora la del Banco Mundial, que en su último informe afirma que „se requiere la acción inmediata en todos los países y una transformación esencial en los sistemas energéticos, esto es, una significativa mejora en la eficiencia energética, un cambio decidido hacia la energía renovable y posiblemente hacia la energía nuclear, y el uso generalizado de tecnologías avanzadas para capturar y almacenar las emisiones de carbono".

Según el Informe de Desarrollo Mundial, la emisión percápita de dióxido de carbono en los países de ingreso alto es de 15 toneladas, 5,5 toneladas en los países de ingreso medio y sólo 2 en los países de ingreso bajo. En Australia y Luxemburgo la emisión anual contaminante es de 27 toneladas anuales por persona.

„Un cambio climático incontrolado podría provocar, ya en este siglo, un calentamiento de más de 5°C18, que es precisamente la entre el clima de hoy y la última era glacial, cuando los glaciares llegaron a Europa central y al norte de los Estados Unidos. Ese cambio tardó milenios; el cambio climático inducido por el hombre se produce en el plazo de un siglo, lo que deja poco tiempo para que las sociedades y los ecosistemas se adapten a este ritmo tan rápido. Un cambio tan drástico de la temperatura provocaría grandes perturbaciones en ecosistemas fundamentales para nuestras sociedades y economías, como la extinción paulatina de los bosques amazónicos, la pérdida completa de los glaciares en los Andes y el Himalaya, y la rápida acidificación del océano, cuyo resultado sería la perturbación de los ecosistemas marinos y la muerte de los arrecifes de coral. La velocidad y magnitud del cambio podría condenar a la extinción a más del 50% de las especies. Los niveles del mar podrían subir 1 m en el presente siglo19, lo que representaría una amenaza para más de 60 millones de personas y US$200.000 millones de activos sólo en los países en desarrollo. La productividad agrícola disminuiría probablemente en todo el mundo, sobre todo en los trópicos, aun cuando se introdujeran cambios espectaculares en las prácticas agrícolas. Más de tres millones adicionales de personas podrían fallecer cada año como consecuencia de la malnutrición", dice el documento del Banco Mundial con un tono que parece un extracto de las publicaciones de los activistas medioambientales.

Los efectos

Los efectos del cambio climático no sólo se observan en los glaciales. El nivel de aguas del lago Titicaca, uno de los más altos del mundo, descendió a sus niveles más bajos desde 1949 debido a las intensas sequías. Desde abril, sus niveles se redujeron en 81 centímetros y si desciende 30 centímetros más se aplicarán restricciones en el uso de sus aguas, además que pone en riesgo la biodiversidad de la región. La principal fuente de agua del lago está en las lluvias y el agua del deshielo de los glaciares. Pero llueve cada vez menos y los glaciares están desapareciendo.

Este problema desató las alarmas en La Paz, donde la empresa proveedora de servicios admitió que el actual nivel de reservas de agua son menores a las de noviembre del pasado año.

"No hay racionamiento de agua pero estamos en campaña para ahorrar agua y para usarla de manera racional en La Paz y El Alto", dijo hace algunas semanas Víctor Rico.

Menos suerte tienen los pobladores de las laderas de las montañas Huayna Potosí y Chacaltaya, y el Illimani. "El agua se está secando poco a poco cada año, nos vemos afectadas porque los cultivos se están secando", afirmó a radio Erbol Hortencia Limachi, una comunaria del lugar.

En Quito el problema es parecido. Funcionarios de la Empresa Municipal de Agua Potable de Quito (EMAAP-Q) consideran el la desaparición del glaciar del Antisana y el Cotopaxi supone "la desaparición de la fuente más importante de agua" de Quito. La capital ecuatoriana tiene una población de 2,5 millones de habitantes.

Esta realidad sólo parece confirmar las previsiones del Banco Mundial según las cuales la desaparición de los glaciares tropicales de los Andes, modificará „el calendario e intensidad del agua a disposición de varios países y provocaría estrés hídrico por falta de agua para al menos 77 millones de personas ya en el año 2020, así como una amenaza para la energía hidroeléctrica, fuente de más de la mitad de la electricidad en muchos países de América del Sur".

En el sur, científicos alertan de la desaparición de la población de pinguinos, mientras que los cultivos argentinos se trasladan a las antes heladas tierras de la Patagonia, porque la Pampa -donde casi no llueve- se está convirtiendo en un desierto.

Desde declaraciones hasta juicios

Por sus efectos ya perceptibles en su forma de vida, el calentamiento global se ha convertido en uno de los temas que concitan la atención de los sudamericanos, que se han lanzado a una serie de iniciativas que van desde la participación en manifestaciones, declaraciones ciudadanas hasta la intención de llevar al banquillo de acusados a los responsables del calentamiento global.

En mazo pasado, miles de personas se sumaron entusiastas a la „hora del planeta", el apagón de una hora convocado por WWF para llamar la atención hacia el cambio climático y la urgencia por encontrar medidas para enfrentarlo.

Con una visión práctica, en Argentina los inversores ya piensan en trasladar los cultivos de viñedos y olivos hacia la Patagonia.

Pero en otros países como en Perú, no hay posibilidades de ese escape. Allí a la ONG Glaciares del Perú se le ocurrió la idea de pintar los andes de blanco, en base al principio de que el colo blanco refleja el calor y no lo absorbe. Glaciares del Perú ganó entre 1755 propuestas el concurso "100 Ideas para Salvar el Planeta", organizado por el Banco Mundial. "Al pintar de blanco se minimiza la producción de radiación infrarroja, lo cual favorece la glaciación. Inmediatamente disminuye el efecto invernadero localizado. El reflejo de la radiación de onda corta es enviado hacia el espacio exterior bajando la temperatura en el ambiente glaciar", dice la Página web de esa ONG. Perú es responsable de sólo el 0,63% de las emisiones globales.

En Bolivia, pobladores de Khapi, una comunidad aledaña al Illimani anunciaron su intención de llevar a los países más industrializados al banquillo de los acusados como responsables del calentamiento global que está cambiando las reservas de agua del lugar.

Organizaciones sociales se animaron a crear el Tribunal Internacional de Justicia Climática, que en su primera sesión comprobó que, en siete casos denunciados ante esa instancia, no se respetaron los derechos entre otros a la vida y a la seguridad; a la salud; al agua; a la alimentación; a un nivel de vida adecuado; a la subsistencia.

Apoyo Internacional al Reconocimiento y Reparación Integral de la Deuda Ecológica por Cambio Climático en los Acuerdos de Copenhague - Diciembre 2009

La Alianza de Pueblos del Sur Acreedores de Deuda Ecológica apoya la demanda de Bolivia, Ecuador, Paraguay, Venezuela, Honduras, Costa Rica, El Salvador, Nicaragua, República Dominicana, Panamá, Guatemala, Cuba, Belice, Dominica, St. Vincente y Las Grenadinas, Antigua y Barbado, Sri Lanka y Malasia, por el RECONOCIMIENTO Y REPARACIÓN INTEGRAL DE LA DEUDA ECOLÓGICA POR CAMBIO CLIMÁTICO QUE DEBEN LOS PAISES DEL NORTE AL SUR, en los acuerdos internacionales en la 15ta. Conferencia de las Partes del Convenio Marco de Cambio Climático de las NNUU en COPENHAGUE.

RESPONSABLES Y AFECTADOS DEL CAMBIO CLIMÁTICO

Uno de los aspectos más relevantes de la Convención sobre Cambio Climático es señalar claramente que las causas principales del cambio climático son la quema de combustibles fósiles, y la deforestación, las mismas que se producen por las actividades madereras, mineras, petroleras, agroindustriales, represas y otras. Estas actividades han deteriorado las condiciones de vida de las poblaciones locales generando violencia, pues la resistencia a dichas actividades es reprimida y criminalizada.

La Convención determina que los países industrializados son los principales responsables del cambio climático debido a sus emisiones de carbono, que contaminan la atmósfera y causan graves impactos sociales y ambientales, locales y globales.

Por otra parte se ha identificado a los pueblos del Sur como los más vulnerables a los impactos del cambio climático. Un Informe del Banco Mundial de noviembre 2009 estima que 85% del impacto del calentamiento global incidirá sobre los países más pobres, justamente los que menos contribuyen con ese fenómeno. Efectivamente, los países tropicales son los más afectados debido a: inundaciones y sequías más frecuentes creando la crisis agrícola y alimentaria; el deshielo de sus nevados, poniendo en riesgo las fuentes de agua y el equilibrio climático; el deterioro de las condiciones de vida de sus pueblos por la contaminación del agua, aire y suelo que incrementan la migración, entre otros impactos.

DEUDA HISTÓRICA, SOCIAL Y ECOLÓGICA EN LA IMPUNIDAD

El cambio climático es el resultado de un proceso sistemático de explotación de la naturaleza. Un proceso que se expandió en la explotación colonial de Asia, África, América Latina y el Caribe, y que ha ido generando hasta la actualidad, una inmensa deuda histórica, social y ecológica. Esta deuda ha quedado en la impunidad.

Los pueblos del Sur reclamamos la deuda histórica, social y ecológica acumulada, que los países industrializados, principalmente del Norte, tienen con los países y pueblos del Sur, por el saqueo, destrucción y contaminación de la naturaleza; la explotación de sus pueblos; la contaminación de la atmósfera por sus emisiones de carbono debida a sus formas de producción y consumo, y por los impactos del cambio climático.

Estas demandas han sido recogidas, entre otros, por los gobiernos de BOLIVIA, ECUADOR, PARAGUAY, VENEZUELA, HONDURAS, COSTA RICA, EL SALVADOR, NICARAGUA, REPÚBLICA DOMINICANA, PANAMÁ, GUATEMALA, CUBA, BELICE, DOMINICA, ST. VINCENTE Y LAS GRENADINAS, ANTIGUA Y BARBADO, SRI LANKA y MALASIA, quienes proponen que se incluya en los acuerdos de Copenhague el reconocimiento y la reparación integral de la deuda ecológica por cambio climático que los países del Norte deben a los países del Sur.

El debate sobre la deuda social y ecológica acumulada, histórica y actual, debe estar en el centro de los acuerdos en Copenhague, pues apunta a las principales causas y consecuencias del cambio climático, identifica a los responsables y afectados, busca detener la destrucción de la naturaleza y demanda reparaciones integrales para los pueblos y la naturaleza.

Si no se solucionan las causas de fondo del cambio climático y se establecen responsabilidades directas con acuerdos legalmente vinculantes, Copenhague será otra farsa, pues solamente se constituirá en un espacio para concretar nuevos negocios: servicios ambientales y mercado de carbono, agrocombustibles y energía renovable patentada, nuevos créditos para adaptación, proyectos hidroeléctricos, mecanismos REDD - Reducción de Emisiones por Deforestación y Degradación Evitadas – que buscan el control de los territorios indígenas y bosques.

Para impulsar estos mecanismos y los de mitigación y adaptación se preveen nuevos créditos que constituirán otro nuevo negocio de la deuda y medios de control, dominación y saqueo de la naturaleza, por parte de las IFIs, los países prestamistas y sus empresas transnacionales creando nuevas situaciones de conflicto y violencia y aumentando la deuda financiera, social y ecológica.

Exigimos a los gobiernos tratar la crisis climática con seriedad y responsabilidad pues el modelo desarrollista basado en las industrias extractivas, agroindustriales, tecnologías dañinas y la voracidad de acumulación de capital, que han generado la deuda histórica, social y ecológica, así como las deudas ilegítimas, son las principales causas de la crisis ambiental y climática que está poniendo en riesgo a los pueblos del Sur en particular, y al planeta en su conjunto.

FRENTE A LA DEUDA ECOLÓGICA POR CAMBIO CLIMÁTICO

RESPALDAMOS:

La exigencia de los países del Sur del reconocimiento y la reparación integral de la deuda ecológica por cambio climático, dentro de los acuerdos de Copenhague.

DEMANDAMOS:

Respaldar y ampliar las propuestas de mantener el crudo represado y territorios libres de hidrocarburos como la Iniciativa Yasuní en Ecuador y la propuesta Amazonía sin Petróleo en Bolivia, entre otras.

Exigir la reducción de emisiones en los países del Norte del 40% para el 2020 y del 90% para el 2050 tomando como punto de partida las emisiones de 1990, de acuerdo a la propuesta boliviana.

Rechazar las falsas soluciones de mercado: mecanismos de desarrollo limpio, mercado de emisiones, REDD, agrocombustibles, proyectos hidroeléctricos, energía nuclear, entre otros.

Fomentar energías alternativas adecuadas a los medios naturales, sustentables, limpios, renovables, descentralizadas, diversas, de bajo costo, ambientalmente respetuosas.

Establecer un fondo de reparación integral de la deuda ecológica por cambio climático para restauración ambiental, resarcimiento a los afectados y adaptación al cambio climático, sin condicionamientos y cuyo manejo sea soberano, participativo y controlado por los pueblos y países afectados.

Reconocer y proteger los derechos de las poblaciones forzadas a inmigrar por las causas e impactos del cambio climático.

No permitir nuevos proyectos que agraven la crisis ambiental y climática.

Anulación incondicional de la deuda externa reclamada a los países del Sur, por ser un factor que profundiza la crisis ambiental. Rechazar el papel de las IFIs en relación al cambio climático.

No permitir que los países industrializados evadan su obligación moral y jurídica de asumir la reparación integral de los daños producidos, cargando a los países del Sur con nuevos endeudamientos financieros o condicionamientos.

Garantizar, proteger y defender los territorios de pueblos indígenas y campesinos que mantienen los ecosistemas que protegen el clima. Favorecer la agricultura campesina, la producción agroecológica. Respetar a las formas de vida de los pueblos y comunidades del Sur y sus alternativas de vida.

Es el momento de parar la explotación y opresión a la naturaleza, aprender de las comunidades y pueblos ecológicamente sustentables, desmercantilizar la vida y realizar la reparación integral de la deuda social y ecológica, de acuerdo a la soberanía de los pueblos y los derechos de la naturaleza.

No hay comentarios: