HIDROBOLETÍN
FENTAP
Lunes, 22 de febrero de 2016 – Año X – Edición 2420 –
www.fentap.org.pe
La FENTAP informa:
·
Perú - ¿Por qué los derrames de petróleo en la Amazonía deberían importarnos
a todos?
·
Colombia - ¿Quién responde por contaminación del lago?
·
Perú - Hidrocomentario. Estado tóxico. ¿Se imaginan levantarse un
día cualquiera, abrir el caño de la cocina para empezar con las tareas diarias
y que el agua salga negra por estar contaminada con petróleo?
·
Perú - Fuera de agenda. Los derrames ocurridos el 25 de enero (en
Amazonas) y 4 de febrero (en Loreto) fueron consecuencia de incumplimientos del
PAMA de la empresa Petroperú.
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¿Por qué los derrames de petróleo en
la Amazonía deberían importarnos a todos?
Paco
Bardales
http://iqt.utero.pe/ - 22/02/2016.- Hace una
semana se denunciaba que la zona de Datem del Marañón (Loreto) había sido
afectada por un derrame de petróleo. Inmediatamente, se indicaba que otro hecho
similar había sucedido en la cuenca del río Chiriaco (Amazonas).
¿Por qué creo que los derrames petroleros en la selva
peruana deberían importarnos a todos?
1) Porque son constantes. Lo sucedido en las cuencas del
Morona y del río Chiriaco no es un hecho aislado. Una de las más recientes
compañías explotadoras, Pluspetrol, estuvo involucrada en serios problemas que,
al final, pesaron también en su decisión de no seguir explotando el Lote 192.
Desde los años setenta, la andanada de accidentes y hechos negligentes ha
tenido incidencia permanente.
2) Porque Petroperú está involucrada. Petroperú, en tanto
empresa del Estado, debería preocuparse por manejar un estándar de control y
prevención muy severo. Sin embargo, los dos últimos incidentes de contaminación
lo
tienen como responsable directo (hecho que lo ha
reconocido el ministro del Ambiente y ha pedido la más alta sanción). Debemos
recordar que Petroperú tienen el mayor índice de hechos contaminantes en la
Amazonía peruana.
Hace unos días, el presidente del directorio del
Petroperú señalaba que no se había afectado la cuenca del Marañón debido al
derrame de petróleo, a pesar de las evidencias que nos pasaban los informes
periodísticos. Ante ello, se me ocurrió
una propuesta: Que algún gerente o miembro del directorio (o el mismo
presidente del directorio) vaya a bañarse en cuencas del río Marañón si tanto
dicen no preocuparse por la contaminación petrolera. Si pueden, que tomen esas
aguas, con la misma liviandad y desparpajo con que escriben sus comunicados.
3) Han sido afectados los distritos más pobres y
olvidados del Perú. Hace un par de semanas nos condolíamos con la rabia
silvestre que afectaba a los indígenas achuar. El derrame de crudo ha afectado
a más de 10 comunidades y 3 500 personas en Loreto, solamente. Además, Datem
del Marañón es uno de los distritos más pobres del país, con niveles de
carestía que en algunos casos roza el 100%.
Imaza y la zona del río Chiriaco suele estar aislada del mapa de ayudas
sociales. El olvido es impactante y particularmente penoso.
4) Porque implican un desafío para las actuales políticas
de prevención. Solo dos candidatos presidenciales (Veronika Mendoza y Miguel
Hilario) han visitado las zonas afectadas por el derrame. Las propuestas
políticas para evitar este tipo de hechos brillan por su ausencia o, más bien,
vienen acompañada de una relativa flexibilidad con hechos que podrían conllevar
potenciales afectaciones del ambiente. Los partidos políticos no tienen una
conciencia muy clara del problema y, más bien, las decisiones que toman suelen
ser muy coyunturales (como en el caso del Lote 192). No se ve el asunto de modo
integral, no hay agendas desde el desarrollo sostenible, desde salud pública,
desde el aspecto comunitario, entre otros.
5) Porque cuestionan la agenda mediática nacional. La opinología local se llena la boca con sentencias
grandilocuentes y dramáticas cuando habla de los derrames, pero a la hora de la
realidad, sin embargo, la actitud displicente y la volatilidad prevalece. La indignación mediática se
exacerba como fuegos artificiales, sin embargo todo acaba cuando alguien dice
que los picarones son chilenos. En La cuenca del marañón hay gente que se
enferma, que se contamina, que eventualmente puede morir por culpa de la
contaminación, pero esto parece no ser demasiado urgente. Puede esperar. Puede
ser una nota del tercer bloque, un cuarto de página en la sección regiones.
Como si se buscara hacer patente que los amazónicos son ciudadanos de segunda
categoría para este sistema.
HIDROMUNDO
¿Quién responde por contaminación del
lago?
http://www.eldiario.com.co/ - 22/02/16.- Varios
pronunciamientos se han conocido luego de la denuncia a las afectaciones de las
aguas del parque La Pradera en Dosquebradas. La Cárder señaló que la
contaminación es de los baños de los establecimientos, y el administrador, Luis
Roberto Gutiérrez Orozco no comparte esa posición.
La Corporación Autónoma
Regional de Risaralda envió 2 comisiones de ingenieros y cuando entraron al
lago se llevaron la sorpresa de que quienes están contaminando son los mismos
operadores del lugar.
“Son 6 establecimientos
dedicados al comercio y al revisar sus baños evidenciamos que sus vertimientos
de aguas están llegando al lago sin tratamiento. Es muy oportuna la denuncia
que hizo El Diario del Otún porque vamos a tomar todos los requerimientos y
sanciones”, explicó Julio César Gómez, subdirector de la Cárder.
Agregó que así las cosas la
contaminación no proviene de las edificaciones que se han construido cerca al
parque, como lo habían señalado.
LA OTRA CARA
Luis Roberto Gutiérrez Orozco
es el administrador del parque La Pradera, quién no compartió esa posición de
la Cárder.
“Por baterías sanitarias tenga
la seguridad que no es la contaminación, hay unos establecimientos que ya se
suspendieron porque tenían desagües al lago, pero eso era algo muy mínimo en
comparación con los movimientos de tierra y lo que están construyendo”.
HIDROCOMENTARIO
Estado tóxico
http://diariouno.pe/ - 21/02/2016.- ¿Se imaginan levantarse un día
cualquiera, abrir el caño de la cocina para empezar con las tareas diarias y
que el agua salga negra por estar contaminada con petróleo? ¿Ir al baño
intentar ducharse o lavarse la cara y que suceda lo mismo? ¿No tener donde recurrir
porque no haya ni un metro cúbico de agua limpia? ¿Y que esto ocurra por lo
menos dos veces al año? Algo así es lo que viven las comunidades afectadas por
los derramamientos de petróleo en los ríos de la selva, y digo algo así porque
en su caso es mucho peor.
La contaminación del río
significa para los pueblos indígenas de nuestra Amazonía quebrar su primera
fuente de alimentación y de sobrevivencia. Las comunidades nativas que viven
alrededor de los ríos contaminados, no solo consumen los peces que habitan
estas aguas en su dieta diaria sino el río es el corazón que alimenta y limpia
toda la vegetación, biodiversidad y espiritualidad de la que disfrutan,
dependen y cuidan.
El 25 de enero ocurrieron dos
derrames petroleros. Uno en la zona de Bagua en el Amazonas, que afectó al rio
Chiriaco y se extendió hasta el Marañón. Y otro que contaminó el rio Morona en
la región de Loreto. Hace unos días, el 17 de febrero, se desató un nuevo
derrame en el distrito de Pucará en Jaén, Cajamarca, esta vez el petróleo
cubrió una parcela de arroz cerca del río Huancabamba. Tres derrames en los
primeros dos meses de este año.
Decenas de comunidades con
miles de personas afectadas, ecosistemas destruidos son las consecuencias de
estos derrames ocasionados por la falta de modernización del oleoducto del
Norperuano, administrado por Petroperú.
Pero ¿qué hay detrás de esta
falta de modernización que termina destruyendo la vida de miles de peruanos y
peruanas?
Una vez más, la visión del
grupo de gente que viene administrando hace décadas el Estado que tiene como
único interés extraer los recursos del suelo peruano al menor costo y como sea.
Una visión cortoplacista y enemiga de un desarrollo sustentable, fundada en la
creencia que no todos somos iguales. Y aquí hago mía la pregunta que ya varios
se han hecho ¿Qué pasaría si el petróleo estuviera en el kilómetro 97.5 de la
panamericana sur, donde empiezan las más exclusivas playas limeñas? Estoy
segura que la historia sería otra.
Y como un ciclo que no tiene
fin, la tragedia no acaba ahí. Son muchas las personas, incluidos niños, que se
adentran a los ríos a sacar el petróleo sin la protección adecuada. Motivados
en algunos casos por la desesperación de limpiar las aguas y, en otros, por el
incentivo monetario de 200 soles que Petroperú está pagando por una cantidad de
petróleo sacado del río. Situación que los expone a múltiples enfermedades. El
propio Estado fomentando el daño a la población que es su obligación cuidar.
No es desarrollo extraer los
recursos envenenando a los nuestros. Podemos y merecemos crecer como país
cuidando y amando la vida.
Fuera de agenda
Los
derrames ocurridos el 25 de enero (en Amazonas) y 4 de febrero (en Loreto)
fueron consecuencia de incumplimientos del PAMA de la empresa Petroperú.
http://gestion.pe/ - 22/02/16.- DESASTRE
ECOLÓGICO. No es la primera vez que sobrevienen derrames en el Oleoducto
Norperuano, ni tampoco es la primera vez que Petroperú descuida el
mantenimiento de dicha infraestructura. Por ejemplo, en setiembre del año
pasado, el Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental (OEFA)
responsabilizó a la empresa estatal por el derrame ocurrido en junio del 2014.
Las infracciones cometidas por
Petroperú en ese entonces fueron tres: incumplió su Programa de Adecuación y
Manejo Ambiental (PAMA), así como su plan de contingencia (no detectó ni
controló a tiempo el derrame) y generó “daño real a la flora y fauna, y daño
potencial a la vida o salud humana”. Al parecer, la petrolera no aprende de sus
errores.
¿Quién supervisa las
actividades de Petroperú? Gracias a una ley promulgada en julio del 2006, quedó
excluida del ámbito del Fondo Nacional de Financiamiento del Estado (Fonafe)
–que actúa como un holding de las empresas estatales–, de modo que esa tarea
recae en el Ministerio de Energía y Minas. Es claro que este despacho no ha
estado haciendo su trabajo, porque los derrames ocurridos el 25 de enero (en
Amazonas) y 4 de febrero (en Loreto) fueron consecuencia de incumplimientos del
PAMA de la petrolera.
Estos nuevos desastres también
evidencian que el oleoducto necesita ser renovado, urgencia que probablemente
comenzará a formar parte de las promesas electorales. Es que resultará muy
impactante ofrecer miles de millones para salvaguardar “el petróleo de nuestro
mañana” (como dice la canción). Y si algún candidato se atreve a sugerir que lo
mejor sería encargar esa inversión al capital privado, seguramente terminaría
siendo vapuleado por “antipatriota”.
Del daño ecológico y humano,
en tanto, casi nadie se ha ocupado. Hay que saludar la oportuna reacción del
Ministerio del Ambiente (el OEFA está bajo su jurisdicción) y llamar la
atención a los candidatos presidenciales por su desinterés –salvo Verónika
Mendoza (Frente Amplio) que incluso viajó a la zona afectada–. Los planes de
gobierno reflejan esa actitud indiferente pues la mayoría trata el problema
ambiental de forma somera. Es alarmante que un tema que realmente es parte de
nuestro mañana continúe fuera de agenda.
“Defender el Agua es Defender la Vida ”
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